viernes, julio 31

Roma eterna

¿Qué se puede decir de Roma que no se haya dicho ya? La verdad es que muy poco. Vivencias personales, opiniones muy subjetivas y alguna que otra aventurilla acontecida en las entrañas de una ciudad caótica que continúa inmersa en un ciclo atemporal que perdura desde los orígenes de nuestra civilización y que crea a su alrededor una atmósfera incomparable; una imagen que, por supuesto, confronta con el resto de las grandes metrópolis europeas.

En la plaza de España la peña se amontona a la sombra.

La sensación final que me llevo de Roma es que es una ciudad escaparate, y léase esto en el buen sentido de la palabra. Es una ciudad muy viva, hacinada de turistas y visitantes que buscan desesperadamente cada monumento surgido del pasado neblinoso de una época imperial o de las raíces del cristianismo. Y ese escaparate, esa colección de grandes imágenes y monumentos está ahí, al alcance de cualquiera, hermoso y apabullante a la vez, capaz de cortarnos la respiración y dejarnos con la boca abierta —desdichado aquel que no sea capaz de sentir algo ante la Fontana di Trevi o el Panteón—, pero a su vez es una ciudad cuyos límites más alejados de ese núcleo apoteósico se encuentran sumidos en el caos y en la suciedad —basta darse un paseito por las inmediaciones de la estación de Términi para encontrar muestras de ello—. Supongo que será algo inherente a la propia naturaleza romana, pero eso no menoscaba la grandeza de una urbe cuyas entrañas hablan de belleza inigualable.

El Pantheon, a estas alturas ya habíamos consumido entre diez y quince litros de agua.

Lo primero que nos llamó la atención de Roma es la desenvoltura de sus habitantes. No sé como serán las calles y avenidas de la periferia, pero muchas de las vías que cruzan el centro neurálgico de la ciudad son muy largas y carecen de semáforos, y si tienen pasos de peatones apenas se aprecian en el asfalto, así que uno pasa rápidamente de la inseguridad a la confianza absoluta al ver cómo los peatones atraviesan con resolución esas mismas calles sin preocuparse demasiado del tráfico. Y los coches, al contrario que en España, se detienen y sus conductores se muestran pacientes y no echan mano del pito a las primeras de cambio —lo cierto es que en todo el tiempo que estuvimos en Roma, sólo escuchamos una vez estruendos de cláxones y provenían de un coche nupcial y del cortejo de automóviles que lo precedían—. Así que si vais a Roma y estáis en esas calles interminables sin semáforos, no os lo penséis, cruzad si tenéis la menor oportunidad.

Roma es caótica y un poco sucia. Motos quemadas que llevaban en la calle desde que los centuriones montaban guardia en el palacio de Nerón.

Si vais tres o cuatro días a Roma, como fui yo, echad mano de la Roma Pass —se trata de un pack de tarjetas que se puede comprar en cualquier quiosco—. La Roma Pass se compone de dos tarjetas, la primera sirve para entrar por el morro en dos museos —ojo, el del Vaticano no cuenta— sin hacer colas, así que si tienes intención de visitar el Coliseo y el Palatino enseguida la amortizaréis. Además, la Roma Pass permite acceder a todos los transportes públicos sin coste durante tres días. Nosotros la amortizamos de sobra con viajecitos en el metro y en el autobús. Por cierto, Roma cuenta con excelentes vías de comunicación, así que olvidaos de taxis o de transporte privado. Si os hospedáis en las inmediaciones de Términi —como hacen la mayoría de los turistas— tenéis acceso a dos líneas de metro que te llevan a cualquier parte de la ciudad y a una amplia red de autobuses que unen los puntos más alejados. Lo único es que el metro siempre está atestado de turistas y los romanos —por decirlo de manera fina— son poco corteses a la hora de reivindicar los puestos más cómodos en el metro, así que u os conformáis con estar de pie o preparáis los codos para abriros camino entre la multitud.

Haciéndole ojitos a mi amiga Agripina. Mi novia andaba despistada.

Otro de los temas que tenéis que tener muy en cuenta es el de la venta ambulante. Hay muchos mercachifles por las plazas más importantes de la ciudad que en cuanto os vean con el mapa en la mano u os vean cara de turistas, os agobiarán de manera insolente con fotos y rosas —os puedo asegurar que son más pesados que en cualquier ciudad de España—. Nosotros caímos la primera vez, pero al ver la actitud que tomaban los romanos, decidimos imitarlos; es decir, sed radicales con esta gente. Poned cara de mala hostia y responded a cualquier invitación con un NO muy rotundo, porque sino no habrá forma humana de que os los quitéis de encima. Los vendedores ambulantes en Roma son como moscas cojoneras. Y si os interesa algo de lo que venden, regatead porque podréis sacarle dinero a vuestro favor.

En Roma todo es inconmensurablemente grande. E incluso un tío tope tocho como yo se queda empequeñecido ante los vestigios de la Roma Imperial.

El mejor consejo que nos dieron a nosotros antes de ir a Roma y que mejor nos vino en nuestro periplo por la ciudad fue que no nos lleváramos agua. Roma tiene un clima mediterráneo muy semejante al de Valencia o al de cualquier ciudad oriental de la península ibérica, lo cual quiere decir que el calor es asfixiante y cuando aprieta, aprieta de verdad. No es tan húmedo y sofocante como el de Valencia, puede que sea una mezcla entre el clima de Madrid y el de Levante. Mi consejo: que cada viandante lleve en el bolsillo una botella de plástico vacía y la llene en cada fuente que encuentre en su camino. Lo mejor de Roma no son las pizzas, ni los helados, ni la pasta… ¡¡lo mejor de Roma es el agua!! La podéis beber de cualquier grifo o de cualquier fuente, e incluso a las dos del mediodía, cuando el calor se vuelve insoportable, el agua brota fresquita de las bocas de las fuentes. Así que ni se os ocurra gastaros un céntimo en agua. El agua de la ciudad es potable y apacigua la sed en los momentos más desesperados.

¡Fuentes, fuentes y fuentes! Un seguro de vida cuando el sol aprieta con fuerza y la garganta se resiente.

Ahora que tenemos claro todos estos consejos: ¿qué hacer en Roma durante tres días? Pensad que el Vaticano, la Plaza de San Pedro y la Basílica os va a llevar como muy poco mediodía —si eres un apasionado del arte y eres capaz de sacarle el jugo a las obras de Bernini, Rafael o Miguel Ángel, multiplica ese mediodía por un día entero—, el Coliseo, el Palatino y los foros romanos os van a llevar otro mediodía largo, así que simplemente con estas dos visitas ya tenéis consumido un día completo —y quizás haya pecado de optimista—. Además, pensad que para entrar al Vaticano hay que madrugar pues las colas pueden ser interminables, sobre todo si vais en temporada alta de turismo, así que planificad muy bien el viaje y las visitas para sacar el máximo jugo a la ciudad eterna.
Nosotros, que pasamos viernes, sábado, domingo y lunes, dedicamos la tarde del viernes a la Plaza del Pueblo, Vía del Corso, Vía Condoti —si vais con un apasionado de la moda, esta calle puede ser su perdición—, Plaza España, Fontana di Trevi y Pantheon. Por supuesto, vas de maravilla en maravilla. Cuando crees que has visto algo espectacular, doblas una esquina y te encuentras con otro palacio, otra iglesia u otro monumento aún mayor. Roma es como un parque de atracciones, siempre hay algo más sorprendente que lo anterior, siempre hay un nuevo monumento que te deja sin respiración y que parece surgido de una grieta en el tiempo. Además, las calles que se enraízan alrededor del Pantheon son muy románticas, con montones de restaurantes donde comer pizza y beber buen vino. Eso sí, estad muy al loro de la carta y del ‘servizio’, no vaya a ser que os den una sorpresa desagradable.

La fontana di Trevi, si quieres regresar a Roma, arroja una moneda por encima del hombro a la fuente.

Roma es de patear mucho y, si vais por esta época, hay que lidiar con el sol, así que llevaros vuestras cremitas cicatrizantes, vuestras aspirinas por si os da una insolación —lo digo muy en serio, caminar por los foros a las dos de la tarde bajo un sol de justicia puede ser una experiencia bastante desagradable si no vais preparados— e id bien provistos de agua, toda precaución es poca. Muchos visitantes programan sus visitas para hacer un receso al mediodía y buscar refugio en el hotel dos o tres horitas para refrescarse o coger fuerzas; no es mala idea, nosotros lo hicimos, eso sí, tened en cuenta que la visita al Vaticano o a los foros os puede llevar más de media mañana, así que es inevitable pasar ciertos agobios por el calor.
Como os dije antes, para ir al Vaticano hay que madrugar. Nunca se sabe la cola que uno puede encontrar. Nosotros, llegando a los ocho y media de la mañana, tuvimos suerte y no encontramos demasiada cola. Pero en la agencia nos advirtieron que no es lo normal y a veces las colas de turistas son interminables. Dedicamos toda la mañana del sábado a la visita del Vaticano, deteniéndonos en las salas que más nos llamaban la atención, y no soy capaz de asegurar que lo viéramos todo, así que planificad muy bien qué es lo que queréis admirar con mayor detenimiento. A mí me interesaban mucho las salas egipcias, el Museo Chiaramonti y el Brazo Nuevo, es decir, todo lo relativo a la Roma Imperial. Pero también resulta inexcusable la visita a las galerías de Miguel Ángel, Rafael, el Museo Etrusco, las salas de los mapas y los tapices, las estancias de los Borgia… y, por supuesto, la Capilla Sixtina. Es precisamente en ese lugar donde se concentra la mayor solemnidad de los museos vaticanos. Tan oscura, tan suntuosa, decorada con los frescos de Miguel Angel que hacen referencia a la génesis de la humanidad, uno no puede evitar un escalofrío y pensar que verdaderamente ha llegado a la cuna de la religión.

Los frescos de la Capilla Sixtina. El lugar donde el Cónclave decide quién será el nuevo papa.

Son tantas las sensaciones que uno experimenta en Roma que debería existir una ley universal que nos diera el derecho a visitar esta ciudad al menos una vez a lo largo de nuestra vida.

Os presento a mi amiguete Anubis. Nos hicimos buenos amigos en el museo del Vaticano. Lo peor llegó cuando nos tuvimos que separar, pero prometimos escribirnos regularmente. Aunque ambos sabemos que la relación no perdurará en el tiempo. Las amistades que haces en este tipo de viajes son perecederas y creo que ambos lo supimos justo en el instante en que nos dimos la mano y nos despedimos por última vez en Termini. Adiós, Anubis, que la suerte te sonría.

Pero si la Capilla Sixtina y el museo del Vaticano nos roban el aliento… ¿qué decir de la Plaza de San Pedro? Como he mencionado antes, Roma es un continuo salto mortal en pos de la divinidad, y adentrarte en la Plaza de San Pedro es como entrar en el Olimpo del Cristianismo. Lo primero que te asalta cuando pones los pies en la plaza es la sensación de amplitud y de espacio abierto. Los brazos de la Basílica, formados por decenas y decenas de columnas, y las dos estatuas gigantes de San Pedro y San Pablo dando la bienvenida a los peregrinos que atraviesan sus límites, te obligan a preguntarte si aquel lugar ha sido creado por un mortal como Bernini o en realidad hay un Dios omnipotente que simplemente con un gesto ha levantado muros y ha arrancado el mármol de las entrañas de nuestro mundo. La sensación de grandiosidad de la plaza y de la Basílica de San Pedro te golpea, te zarandea y te arrastra, y eso que la vimos vacía —ejem… todo lo vacía que puede estar en el mes de julio—; sin embargo, aún me pregunto qué sensaciones pueden asaltarle a un simple mortal cuando esa plaza esté repleta y el Sumo Pontífice de su bendición desde el balcón de la Basílica.

Las sensaciones que transmite la plaza de San Pedro son indescriptibles. Todo empequeñece ante ella.

No obstante, para ser fiel a la realidad, al día siguiente, cuando visitamos los foros romanos y vimos las grandes columnas despojadas de mármol, sentí un poco de rabia al ver aquellos monumentos desnudos y comprender que los laicos se habían llevado el mármol para vestir sus monumentos —¿hace falta decir a estar alturas que me apasiona la Roma Imperial?—; sea como sea, el pasado es pasado y lo que queda hoy en día es la huella que el hombre ha dejado en Roma. Los paganos pagaron el precio de la derrota y los cristianos ocuparon la cumbre, y monumentos como la Basílica o la Plaza de San Pedro son patrimonios de la humanidad que brillan con un poder casi divino.

Este es el famoso chiringuito donde dos seguratas encorbatados deciden si entras o no entras en la basílica. Recuerda: si quieres ver la basílica de San Pedro, hombros cubiertos y pantalones por debajo de las rodillas.

Tengo otra objeción que hacer —y que me perdonen los más devotos—, pero me parece hipócrita la presión que ejercen las autoridades vaticanas impidiendo sacar fotos en los sepulcros de los papas o imponiendo un orden severo en la Capilla Sixtina y que permitan la profanación de todos estos lugares permitiendo el rodaje de una película como ‘Ángeles y demonios’, supongo que aún hoy el dinero lo puede todo, incluso el estricto orden moral del Vaticano.

El coliseo desde la Vía Imperiali, con muchos maromos vestidos de romanos y puestos ambulantes de fruta y bebidas refrescantes.

La tarde del segundo día la dedicamos a la Plaza Navona —que a nadie se le ocurra pedir un capuchino en esta plaza porque la broma puede subir a más de cinco euros— y al Puente de Sant’Angelo. Por cierto, Roma es una ciudad de contrastes, y si en Navona los restaurantes se disparan, dos calles más abajo, por la vía de Santa María, hay cuatro o cinco pizzerías cuyos precios son asequibles y permiten degustar la mejor gastronomía de Roma sin arruinar nuestros bolsillos. Además, el ambiente es idílico con multitud de terracitas, farolillos y mesas en la calle. Después, bajando por Vía Coronaria, antes de llegar al puente de Sant’Angello, se abre un pequeño callejón que llega a un patio empedrado y forrado de porcelana diminuta, con parras cayendo desde los balcones y con farolillos alumbrando la noche, que da a una heladería muy pequeñita y en la que se pueden degustar los mejores sabores de Roma. No sé si todavía he dicho que el ‘galato’ italiano es un pecado capital que nadie debería dejar de probar.

Las entrañas del Coliseo. Aquí, nuestros antepasados, bajaban el dedito y decretaban muerte pa'tos.

Al día siguiente, vuelta a madrugar y a visitar el Coliseo y los foros romanos. A estas alturas todavía soy incapaz de decidir qué me gustó más: si la Plaza de San Pedro o el Coliseo. El Coliseo y las ruinas que lo rodean representan la Roma Imperial que me apasiona y que todos hemos visto en películas como ‘Gladiator’ o series como ‘Roma’ y ‘Yo, Claudio’, pero el arte de Bernini en el Vaticano te deja con tan buenos recuerdos que uno es incapaz de decidirse. Lo mejor es que Roma dispone de ambos escenarios para nuestro deleite. El Coliseo te abruma desde el mismo momento en que sales de la boca del metro. Su grandeza, plomiza y roma, te trae a la memoria todas esas imágenes que tantas veces hemos visto y leído. Tras sus muros se vivieron gestas, batallas y corrieron ríos de sangre, y esos muros los tienes justo delante, ahí, ante tus ojos. Si tienes la Roma Pass, aprovecha y sáltate la cola y ve directo a la entrada. Y en cuanto atraviesas los arcos que rodean la antigua pista de tierra —de la que ya no queda nada—, te golpea la grandiosidad de los lienzos en donde antaño había gradas en las que se reunían muchedumbres que serían la envidia de cualquier campo de fútbol de primera división. Creo que en esos muros todavía perdura el sabor de la muerte, por eso nos sentimos atraídos por ellos. Si el Vaticano representa la exaltación de los valores humanos, el Coliseo representa la pasión de la muerte y del sufrimiento. Todos los que hemos estado allí nos embarga una morbosa curiosidad hacia los actos que pusieron fin a las vidas de tantos cristianos e incluso, si cerramos los ojos, podemos escuchar el estruendo de las armas de los gladiadores al chocar o el rugido de los leones.

¡A los leones, a los leones! -dijo la Yoli-. Que no sobreviva ninguno. (Las cosas no cambian a través del tiempo).

Reitero: si vas a visitar el Coliseo y los foros imperiales por esta época, mucho cuidado con las insolaciones y la botella de agua bien a mano. Si se te ha olvidado cogerla, no te preocupes, deja atrás el Arco de Constantino y sube por el caminito empinado que atraviesa el Palatino y el Arco de Tito y ahí encontrarás a mucha gente que vende botellas de agua helada. Eso sí, son vendedores ambulantes sin licencia y se darán a la fuga en cuanto sospechen que vienen los carabinieri.

¡¡El circo máximo!! Justo al ladito del palacio de Augusto. Así, cuando se acababan las carreras, el emperador se iba a casita y disfrutaba del picoslabis que le preparaba la parienta. Los romanos sí que sabían montárselo.

Si tienes la Roma Pass, el Palatino y los foros romanos son el lugar ideal para gastar la segunda entrada libre a la que tienes acceso. Del Circo Máximo apenas queda una explanada, lo mismo puede decirse de los Jardines Farnesianos o del Templo de Apolo y la Casa de Augusto, pero aún sin quedar mucho del Palatino, ese poco es demasiado. Los muros, los antiguos templos, los despojos de las casas y de los palacios dan fe de una Roma que irrumpe de las raíces de nuestra Historia y nos hacen componer el retrato de la que fue la Ciudad más importante de un Imperio que no tuvo fronteras.

Vista nocturna desde el Puente de Sant'Angelo hacia el Castillo de Sant'Angelo.

Las estructuras más enteras las encontramos en la Vía Sacra, justo en el lado oeste y sur, donde se levantan el Arco de Septimio Severo, el Templo de Saturno, las columnas del Templo de Cástor y Pólux o el templo circular de Vesta. Ahí, justo en ese lugar, se puede establecer un nexo más íntimo con la roma pagana de los césares y donde la huella del imperio profundiza más en la tierra. No obstante, los cristianos tomaron merecida venganza y muchos de esos templos han sido despojados del valioso mármol para revestir los aledaños de la Plaza de San Pedro. Una pena.

Mi novia se compró una sombrillita para soportar los 38 grados de calor que hacía en la sombra. Yo no. ¿A que está mona?

Una vez repuestas las fuerzas —os aseguro que gastaréis mucha energía en el recorrido de los foros, sobre todo si los veis al mediodía o a última hora de la mañana—, podéis subir por la Vía Imperial y disfrutar de más vestigios de la Roma Antigua visitando el Foro de Augusto y el Foro y la Columna Traiana. Pero si desviáis la vista a la izquierda, tendréis una panorámica impresionante de otro de esos monumentos que se te quedan grabados en la retina: el Palacio de Víctor Manuel II, último Rey de Cerdeña y primer Rey de Italia. Las columnas, las escaleras, los pórticos y la estructura en general brillan bajo el sol como si hubiesen sido labradas con plata en vez de mármol. Lo peor es que, de nuevo, para su construcción se echó mano de los vestigios de la roma antigua situada en la Colina Capitolina.

Aquí los foros romanos y, de fondo, el monumento a Vittorio Emanuele II, casi na...

Si continuamos con el paseo nos topamos con la Plaza Venecia y, desde allí, podemos bajar hasta el Campidoglio y disfrutar del Palacio Senatorio, hoy el ayuntamiento, y de los museos capitolinos. Por cierto, justo al lado del ayuntamiento hay una pequeña estatua de la Loba con Rómulo y Remo que recuerda al Torico de Teruel por sus dimensiones. Un poco más abajo encontramos la Plaza Bocca della Verità y podemos meter la mano en la escultura e imitar a Gregory Peck en la peli de ‘Vacaciones en Roma’. Yo no pude hacerlo porque la iglesia donde se encuentra la Boca estaba cerrada. Mala suerte.

No pudimos meter la mano porque había una reja, pero sí que pudimos retratarla. Aquí está, con todos ustedes, doña Boca de la Verdad.


Para el último día nos dejamos la Catedral de San Giovanni y la Iglesia donde está la Escala Santa, un templo que impresiona al ver cómo los devotos se desplazan por los escalones de rodillas hasta llegar a la capilla del Santa Santorum.

Los fieles subiendo la Escala Santa para encontrarse con...

... ¡¡¡el Santo Santorum!!!

Inevitablemente, nos dejamos lugares por visitar, como el Barrio del Trastévere, el Campo di Fiori o la Isola en los puentes de Fabricio y Cestio, pero tres días dan para lo que dan y aún así fueron jornadas muy intensas. Lo bueno es que la moneda entró en la Fontana di Trevi y la leyenda dice que regresaremos algún día a la Ciudad Eterna.
Para acabar una nueva advertencia, desde Fiumicino, el aeropuerto de Roma, hasta Termini, la estación ferroviaria, hay varias formas de desplazarse. Nosotros elegimos el tren, pero os aseguro que las condiciones del viaje son infrahumanas y en el desplazamiento de regreso al aeropuerto lo pasamos francamente mal. Lo mejor es contratar un servicio privado de transporte que nos lleve de un lugar a otro y ahorrarnos el sofocón del desplazamiento. Tampoco debemos tener demasiado miedo a las limitaciones de la lengua. En Roma, los comerciantes se expresan muy bien en castellano y en inglés, y el italiano también se entiende bastante, así que no sufráis por ese aspecto. Además, en ciertos lugares de Roma se oye hablar miles de lenguas diferentes antes que el italiano.

Otro gran monumento romano: el palacio de Vittorio Manuele II.

Y poco más me queda que contaros de mis vacaciones en Roma. La sensación de satisfacción con que volvimos a Valencia supera en mucho a las expectativas iniciales. Una vez que visitas Roma, inevitablemente, vuelves con un trocito de historia en tu corazón. Si eres un sibarita del buen gusto, de la buena arquitectura y de los grandes monumentos, te relamerás una y otra vez al pensar en la Plaza de San Pedro o en el Coliseo. Yo todavía cierro los ojos y me veo allí, justo en mitad de la plaza, junto al obelisco y las estatuas talladas en mármol, bajo el caliente sol romano y zarandeado por la brisa que trae consigo el murmullo de otros tiempos, tiempos que no se repetirán pero que han dejado un impronta imborrable en los anaqueles de nuestra Historia. Roma es eterna y ahora también lo es en mi corazón.

Loba, lobaaa...

By David Mateo with 17 comments

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By David Mateo with 2 comments

martes, julio 28

Como aperitivo

Aunque prometo dar más vidilla a Roma en otra entrada, aquí van mis primeras chorrifotos en la Ciudad Eterna.

Obviamente, el Coliseo se rindió ante Tobias Máximus, el mayor gladiador de Valentia.


Así que en el museo del Vaticano me guardaron un sitio entre otras magnas estatuas.


Esta foto se la dedico a mi amigo Merelo, pues aunque su sugerencia la he leído tarde, sí que comí pizza al lado de la plaza de San Pedro -y gelatto también, ya os diré dónde-.

Entre el atleta de arriba y el de abajo no hay diferencias. Pura fibra -sobre todo después de que el de abajo se trapiñara la pizza-.


Mi novia resguardándose de la mirada petrificadora de la Medusa.

Ale, cuando termine el periodo de descompresión romana prometo hacer un articulillo más largo.

By David Mateo with 4 comments

jueves, julio 23

Castillos de arena

Esta noche en ‘Comando actualidad’ ha salido un artesano que había creado en una playa de Marbella un coqueto castillo de arena. Ante la pregunta del periodista de cuánto ganaba por moldear esos castillos, el artesano se ha encogido de hombros y ha sentenciado: lo suficiente para vivir.
Después de tirarme tooooooodo un año para escribir un libro que generará míseras ganancias, definitivamente, creo que errado mi oficio.

By David Mateo with 14 comments

sábado, julio 18

Tajundrerías


Más Tajundra, aquí.

By David Mateo with 5 comments

viernes, julio 17

No lo veo nada claro

Últimamente, desde mi entorno, llegan demasiadas malas vibraciones sobre el género fantástico. Es como si una época de bonanza (bonanza jaaaaaa) estuviera dando sus últimos coletazos y nos encontrásemos ante un futuro realmente incierto. Desde la Semana Negra me llegan noticias preocupantes: el género fantástico se mece en una cuerda floja. Me atrevería a decir, según fuentes de confianza, que dos editoriales (una pequeña y otra más grande) son golpeadas con violencia por la crisis económica y amenazan con echar la persiana (ojala que no). Las liquidaciones de las editoriales a sus autores se demoran y se demoran. El escritor novel cada vez tiene más problemas para colocar sus obras, o al menos tiene el doble de problemas que tenía hace un par de años, cuando había un abanico de editoriales más amplio. Y a todo ello hay que sumar un futuro editorial incierto, muy marcado por la irrupción del libro electrónico y sus posibles repercusiones en un mercado ya muy maltratado.
Las cifras de tiradas de libros, adelantos a autores y liquidaciones se han constreñido de manera alarmante. Obviamente, en un nicho donde cada vez hay menos dinero y donde los gustos del lector chocan frontalmente con el ideal establecido por las editoriales de género, provoca la escasez económica. Por supuesto, donde no hay dinero, no hay negocio. Y si existiese una pequeña porción de negocio, esa porción ya está más que copada. La tarta está muy repartida y no hay espacio para más (a no ser que llegues con una propuesta escandalosamente escandalosa, que diría el presidente del Valencia).
Con todo esto tampoco quiero decir que sea imposible publicar. Los géneros nunca mueren y siempre habrá autores nacionales empeñados en seguir trabajándolo (espero ser uno de ellos), pero no lo van a tener nada fácil. Aunque lo cierto es que el oficio de escritor nunca ha sido fácil.
Sea como sea, hay una esperanza en el horizonte. Las editoriales españolas, lo quieran o no, cada vez van a ser más dependientes de la especie autóctona. La evolución digital va a provocar que los grandes grupos internacionales gestionen su producto para la mayor parte del mundo (y el mercado hispano es lo suficientemente atractivo como para que esos mismos grupos editoriales lo dejen en manos ‘ajenas’). Si algo tiene de bueno Internet, es que es una gran red global al alcance de todos. Así que si los derechos de los autores internacionales se tramitan desde el extranjero, lo lógico es que las editoriales españolas desaparezcan o no tengan más remedio que recurrir al producto nacional.
Sea como sea, todo esto no son más que hipótesis y especulaciones sobre un futuro cada vez más incierto. La única verdad es que los augurios que años y meses atrás muchos vertíamos sobre la defunción del género, cada vez son más palpables. El género está mutando y ya no se parece en nada a cómo era cuando yo llegué a este mundillo hace seis o siete años. Obras que antes tenían cabida ahora ya no la tienen. La crisis que padecemos todas las familias restringe el ocio y la manera de divertirnos. La fantasía cada vez reside más en los libros juveniles, donde verdaderamente hay negocio, y se esfuma de los libros adultos. La gente se está cansando del pulp, del space opera, de las dragonadas o incluso del terror descabellado. Sólo quiere fantasía realista, cercana a la realidad cotidiana; fantasía que se puede tocar y se puede paladear. Todo lo que no vaya por ese camino tendrá serios problemas para convertirse en un producto comercial, y ya sabemos de sobra lo que pasa cuando algo no es comercial.
En fin, que seguimos luchando, seguimos en la trinchera y seguimos pegando tiros. ¿Hasta cuándo? Sólo Dios lo sabe.

By David Mateo with 12 comments

lunes, julio 13

El pagafantas

El cine español está en crisis y sigue cayendo en picado, sin frenos y cada vez más rápido. No existe variedad de argumentos, siempre tocamos los mismos palos y experimentamos sobre el mismo argumento melodramático una y otra vez. Quitando el REC 2 de Balagueró y Plaza o el Ágora de Amenábar, este año no ha habido absolutamente nada que haya llevado al público en masa a las salas de cine. Eso sí, el Estado sigue subvencionando con nuestro dinero un tipo de cine que a mí, personalmente, no me despierta el más mínimo interés (a mí y, por lo que se ve, a la gran mayoría de espectadores) y obliga a las multisalas a mantener una cuota fija de películas exhibidas. Una pena.
Sin embargo, de vez en cuando, aparecen por pantalla agradables excepciones que compensan el haberte gastado los seis euracos del precio de la entrada. Y una de esas excepciones es este Pagafantas, el primer largometraje del director Borja Cobeaga. En realidad, no estamos ante una película grandilocuente (ejem… los españoles somos expertos en cagarla cuando nos metemos en proyectos ambiciosos, ¿alguien recuerda Alatriste?), más bien todo lo contrario. Es una película ambientada en Bilbao, protagonizada por Chema, un chaval normalillo que acaba de dejar una relación rutinaria con su novia para experimentar nuevas emociones. Lo que sucede es que el chaval no se come una rosca y junto a su amiguete Rubén (el de Muchachadanui) se dedica a recorrer garitos día sí, día también en busca de un amor que se le resiste. Las cosas parece que empiezan a cambiar con la súbita aparición en su vida de Claudia (Sabrina Garciarena) un terremoto argentino que se dedicará a hacer experimentos con los pelos del pobre Chema y que le ayudará a comprender por las malas que es ser un genuino pagafantas.
He leído por ahí que esta peli es una comedieta romántica. Yo la definiría como una desventura suburbana con toques de humor autodestructivos. Ni el director, ni los guionistas necesitan echar mano del disparate para llevar a buen puerto la película. Simplemente las situaciones y la capacidad expresiva de los actores son suficientes para destapar la carcajada. La verdad es que cuando salen los getales de los Muchachadanui es inevitable poner la sonrisilla, aunque lejos de convertirse en una historia sin pies ni cabeza, Borja Cobeaga crea una historia de humor sin estridencias que contagia rápidamente la risa por las situaciones normales y perfectamente identificables que ves en la pantalla.
Por cierto, mención especial merece Oscar Ladoire, que andaba medio desaparecido de la escena cinematográfica, y que con esta película reaparece con un papel estelar muy próximo al protagonista. Aquí, el tío Jaime es un fotógrafo a la vieja usanza, anclado en una pequeña tiendecita en vías de extinción que se niega a aceptar la llegada de la fotografía digital y que contrata a Chema sólo para estar cerca de su madre, de la que está profundamente enamorado. En resumen, otro pagafantas de la vida, más carca y con el pelo más cano que a lo largo de la película emprenderá su búsqueda del amor al lado de su sobrino ‘postizo’.
Repito, ni es un dramón, ni es una comedieta estúpida, ni es un episodio más de ‘Al salir de clase’. Es un trozo de vida sacado de contexto y con todos los ingredientes para divertir al exportador. Una película para disfrutar y para compadecerse de los sentimientos más obtusos del hombre. Una película perfecta para un domingo por la tarde en el cine, cuando no se quieren demasiadas complicaciones. No sus la perdáis.

By David Mateo with 6 comments

sábado, julio 11

Tajundrerías


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jueves, julio 9

Estoy perraco perraco

Después de mantener el blog cuatro años seguidos y, durante los dos últimos, realizar una entrada diaria, uno acaba cansándose y necesita frenar un poco. Habréis percibido que en los últimos días apenas he escrito nada. Es normal, a lo largo de todo este tiempo he contado tantas cosas (sí, tenéis razón, tantas tonterías) que al final a uno se le gastan las balas. Aunque también puede que sea por culpa del verano, que agota por culpa de ese sol inclemente que nos acecha desde primera hora de la mañana y apenas te deja tregua para pensar en el viajecito que aguarda a la vuelta de la esquina y ayudará a desconectar del todo.
Estoy un poco perraco, para qué nos vamos a engañar.
Escribo lo justo, leo bastante y veo pasar los capítulos de ‘Scrubs’ a toda pastilla por la tele. ¿Qué le vamos a hacer? La dura vida del autónomo, que durante buena parte del año trabaja de lunes a domingo y llegan las horas bajas de faena y se puede dedicar a mirar como le crecen las uñas de los pies.
Así, lo más divertido que puedo ofreceros, fue una respuesta que me dio el otro día un editor cuando le mandé un libro de terror. Simplemente me dijo: lamento mucho decirle que ese tipo de novelas no las publicamos, pruebe en una editorial dedicada a esos géneros.
Ayssss… si yo le contara, señor editor. Las editoriales españolas más poderosas de literatura de género sólo se dedican a publicar a extranjeros o a españoles ya consolidados. E incluso los españoles que llevan toda la vida publicando género venderían su alma al diablo por publicar una novela fuera de las editoriales de género. Los editores dicen que a los nuevos autores se nos da mal esto de aporrear teclas, que necesitamos escribir muchas horas, que tenemos que rompernos los cuernos delante del ordenador y que tenemos que teclear hasta que las uñas sufran un lifting forzoso y las yemas de los dedos chisporroteen sangre. Yo, en cambio, digo que si tuviéramos cinco mil lectores detrás que compraran nuestros libros, se irían al carajote todos los prejuicios.
¿Escribir una novela de terror para publicarla en una editorial de terror existiendo allá fuera un maná literario que duplica (triplica, cuadriplica o quintuplica) cualquier porcentaje que se maneje en el mundillo del género? Pues casi no le voy a hacer mucho caso, señor editor. Si usted no la quiere, me la guardo en el cajón o se la paso a otro, pero a estas alturas de la vida no me de consejos capullescos porque probablemente tenga más experiencia en esos menesteres que usted.
Me ha salido un post un poco melodramático y suicida, cosa que tampoco quería pues en la recámara de las balas todavía queda mucha pólvora… no me puedo quejar, la verdad. Tengo muchas novedades que contaros (es verdad que en estos dos meses no he pegado palo al agua, pero los pocos ratos de actividad que he tenido han sido muy fructíferos), pero ya sabéis que hasta que no tengo cogido el toro por los cuernos, prefiero mantener el pico cerrado.
Ale… ya me he cansado de escribir. Mañana más… o al otro… o al otro… o al otro… ¡Me voy a desayunar!

By David Mateo with 22 comments

lunes, julio 6

Feria de julio de Valencia

Pues al césar lo que es del césar y si hace unos meses criticábamos al PP por olvidarse de promover una noche de ocio alternativo en Valencia, parece que con la programación de la Feria de Julio se han puesto las pilas y sí habrá noche de puertas abiertas de galerías, exposiciones, pasacalles, conciertos y espectáculos bajo la maravillosa e inigualable luna de Valencia. ¿El día? El 18 de julio, de 20 horas a 2 de la madrugada. Justo en el centro histórico de Valencia y en el marco de la Feria de Julio.
Sea como sea, echadle un vistazo al programa de toda la feria porque este año es impresionante. Nuestro ayuntamiento se ha lucido. Enhorabuena. Ánimo y que la fiesta alternativa siga promoviéndose.


MIERCOLES 8 DE JULIO

A las 19:30 horas.- Baile para Mayores. Orquesta Brillantina Jardines del Palau.

A las 19:30 horas.- Fiesta infantil. “El viaje de Hugo” de Cía. Visitants en el Gulliver.

A las 20:00 horas.- Degustación horchata. (Gentileza C.R.D.O. Chufa de Valencia) Jardines del Palau.

A las 21:30 horas.- Campeonatos falleros de Parchís y Truc Jardines del Palau.



JUEVES 9 DE JULIO

A las 17:00 horas.- Fiesta infantil en Pinedo

A las 20:30 horas.- Concierto. Big Band - Societat Musical dels Orriols en Pinedo.

A las 22:00 horas.- Concierto. Chambao en Viveros.

A las 22:00 horas.- I Muestra de Play-backs “Feria de Julio”. Jardines del Palau.



VIERNES 10 DE JULIO

A las 18:00 horas.- Muestra Artesanos y Mercaderes. Parque Oeste.

A las 20:30 horas.- Certamen Internacional Bandas de Música. Sección Primera. Plaza de Toros

A las 22:00 horas.- Concierto. Bunbury en Viveros.

A las 22:00 horas.- Preselección Cortes de Honor. Pla del Reial-Benimaclet. Jardines del Palau.



SABADO 11 DE JULIO

A las 18:00 horas.- Muestra Artesanos y Mercaderes. Parque Oeste.

A las 20:30 horas.- Certamen Internacional Bandas de Música, Sección de Honor. Plaza de Toros.

A las 21:30 horas.- Danza Contemporánea. Ecce Terra. Teatro Gran Cielo. Plaza Virgen.

A las 22:00 horas.- II Concurso Bailes de Salón “Feria de Julio”. Plaza Virgen.

A las 23:00 horas.- Teatro de calle. “Carambola” de Maduixa Teatre. Paseo Marítimo.

A las 00:00 horas.- Castillo Fuegos Artificiales. Pirotecnia RICASA. Playa de las Arenas.



DOMINGO 12 DE JULIO

A las 12:30 horas.- Gran Charanga “Fira de Juliol”. A.M. Benicalap en el entorno de la plaza Redonda.

A las 18:00 horas.- Muestra Artesanos y Mercaderes. Parque Oeste.

A las 19:00 horas.- Baile para Mayores. Orquesta Brillantina. Puerto de Valencia.

A las 20:00 horas.- I Muestra de Play-backs Infantiles “Feria de Julio”. Jardines del Palau.

A las 20:30 horas.- Jazz en la calle Plaza Dr. Collado.



LUNES 13 DE JULIO

A las 21:30 horas.- Campeonatos falleros de parchís y truc. Jardines del Palau.

A las 22:00 horas.- Concierto. Joan Manuel Serrat en viveros.



MARTES 14 DE JULIO

A las 21:30 horas.- Teatro. Pensat i Fet “Tercera Dreta Curandera”. Parque Oeste.

A las 23:00 horas.- Teatro. “Parelles de fet, de fet parelles” de Auca 21 Teatre .Parque Oeste.



MIERCOLES 15 DE JULIO

A las 19.30 horas.- Tarde de Circo y Doma Ecuestre. Espectáculos HM Producciones SL. Parque Oeste.

A las 22:00 horas.- Campeonatos falleros de parchís y truc Jardines del Palau.

A las 22:30 horas.- Concierto. Miguel Bosé en Viveros.

A las 23:00 horas.- Nit de Cant Valencià. Pastoret, Vicky de Patraix y su colla Parque Oeste.



JUEVES 16 DE JULIO

A las 22:30 horas.- Espectáculo. Emilio Solo y Javier Vila en el Parque Oeste.



VIERNES 17 DE JULIO

A las 22:00 horas.- Concierto. Amaral en Viveros.

A las 22:30 horas.- Concierto. “Dolça dolçaina” de Emili Someño y Pepe “El Butifarra” en el Parque Oeste.



SABADO 18 DE JULIO

A las 12:30 horas.- Gran Charanga “Fira de Juliol”. S.M. Poblats Marítims. Alrededores Mercado Central.

A las 20:00 horas.- Concierto. Banda de Música. Agrupación Musical de Patraix .Parque Oeste.

A las 20:00 horas.- Gran Nit de Juliol. Cornetas y Tambores. Plazas Reina y Virgen.

A las 20:15 horas.- Gran Nit de Juliol. Caricaturistas y Estatuas Humanas. Plaza Reina.

A las 20:30 horas.- Gran Nit de Juliol. Cuarteto de Cuerda. Plaza de los Pinazo.

A las 21:00 horas.- Gran Nit de Juliol. Mariachi mejicano. Plaza Ayuntamiento.

A las 22:30 horas.- Variedades. Máximo Valverde y Eva Santamaría. Parque Oeste.

A las 22:30 horas.- Gran Nit de Juliol. Cuarteto de Cuerda. Plaza Ayuntamiento.

A las 23:00 horas.- Gran Nit de Juliol.Teatro de calle. “Meganimals” de Maduixa Teatre. Paseo Marítimo.

A las 23:00 horas.- Gran Nit de Juliol. Teatro. “La familia Panza”. Museo L´Almoina.

A las 23:15 horas.- Gran Nit de Juliol. Orquesta de Cámara. La Lonja.

A las 23:30 horas.- Gran Nit de Juliol. Danzas africanas. Plaza Ayuntamiento.

A las 00:00 horas.- Gran Nit de Juliol. Café Teatro.

A las 00:00 horas.- Castillo Fuegos Artificiales. Pirotecnia Turís. Playa de las Arenas.

A las 00:30 horas.- Gran Nit de Juliol. Concierto. Rabluptus Yau. Plaza Músico Lopez Chavarri.

A las 00:30 horas.- Gran Nit de Juliol. Concierto. Dean Boulevard. Torres de Serranos.

De 22:00 horas a 02:00 horas.- Gran Nit de Juliol. Museos abiertos: La Lonja, Museo Histórico Municipal (Ayto.), L’Almoina, Galeria del Tossal, Museo de Las Rocas, L’Almudin.



DOMINGO 19 DE JULIO

A las 17:00 horas.- Feria infantil. Parque Oeste.

A las 20:00 horas.- Concierto. Hot Five band. Plaza Reina.

A las 20:00 horas.- Fiesta Infantil. Los Trotamundos. Parque Oeste.

A las 22:00 horas.- Concierto. 50 Aniversario Manos Unidas. Parque Oeste.



MARTES 21 DE JULIO

A las 22:00 horas.- Concierto. Anastacia en Viveros.



MIERCOLES 22 DE JULIO

A las 20:30 horas.- L’Alqueria Blanca. Tertulia y firma de autógrafos. Plaza Virgen.



JUEVES 23 DE JULIO

A las 17:00 horas.- Feria infantil. Plaza Campanar.

A las 20:00 horas.- Concierto. Dos coros FECOCOVA. Mercado de Colon.

A las 20.30 horas.- Concierto. U.M. Santa Cecilia de Castellar-Oliveral. Plaza Campanar.



VIERNES 24 DE JULIO

A las 19:00 horas.- Muestra de Mercaderes Medieval. Puente Exposición.

A las 22:00 horas.- Concierto. Yann Tiersen en Viveros.

A las 23:00 horas.- Musical Stars. Sagarmanta Producciones. Jardines del Palau.



SABADO 25 DE JULIO

A las 19:00 horas.- Muestra de Mercaderes Medieval. Puente Exposición.

A las 21.30 horas.- Sopar de la Punxà. Discomóvil. (Colabora Gremio Art. Falleros)

A las 22:00 horas.- Concierto. James Taylor en Viveros.

A las 22:00 horas.- Mostra de Musica, Balls i Cançons Tradicionals. Dansà Popular Jardines del Palau.

A las 00.00 horas.- Castillo de fuegos artificiales. Pirotecnia Caballer. Playa de las Arenas.

A las 00:15 horas.- Gran Gala de Coros y Solistas de Zarzuela. Grupo 3 Culturas. Paseo Marítimo.



DOMINGO 26 DE JULIO

A las 12:30 horas.- Gran Charanga “Fira de Juliol”. S.M. Poblats Marítims Alrededores Plaza Redonda.

A las 17:00 horas.- Atracciones espectaculares. Túnel del viento y Fútbol Park Puente Exposición.

A las 18:00 horas.- Muestra de Mercaderes Medieval Puente Exposición.

A las 18.30 horas.- Gran Charanga “Fira de Juliol”. SIOAM Benimámet Paseo de la Alameda.

A las 20:00 horas.- Batalla de Flores en el Paseo de la Alameda.

By David Mateo with 2 comments

sábado, julio 4

Tajundrerías


Más Tajundrerías, aquí.

Y un par de cosas: por un lado una crítica al 'Susurro del bosque' y por otro lado una crónica de la feria del libro de Moncofa, ambas made in Anika entre libros. ¡¡Gracias, guapa!!

By David Mateo with No comments

viernes, julio 3

Marvel cada vez más desquiciada

Perdón, Marvel no lo está, es Quesada el que cada vez anda más desquiciado por los pasillos de la Casa de las Ideas. Su última víctima es Extrañinsqui con el que es de suponer ya tuvo sus más y sus menos en la cabecera de Spiderman (ya sabéis todo el rollo de los hijos de Norman y Gwen y la patética resolución del One more day). Se ve que Extrañinsqui, en esos tiempos, leía bastante este blog y le llegaron las críticas que le hicimos de poner su nombre en una de esas cabeceras retocadas por el patético Quesadilla. Así que esta vez no va a poner su culo al servicio de Joe y se pira de Thor antes de que el editor jefe monte su particular show ante el inminente estreno de la película del dios asgardiano. Porque seamos francos, Quesadilla sólo se preocupa de los tebeos que pronto van a ser versioneados en el cine, ya que ahí está la pasta y el cerdo siempre tira al cieno.
También debe de haber dado la orden al bueno de Brubaker para que nos traiga de vuelta al Capitán América original (estamos a meses vista de la película de Steve Rogers y el todavía editor jefe de Marvel no se puede permitir el lujo de tener un cómic, por muy bueno que sea, en el que los espectadores no identifiquen a su protagonista con el de la película), así que se saca de la manga un «Reborn» y todos tan contentos.
Ahora vamos con esa serie tan innovadora, tan rompedora, tan maravillosamente original que es Spiderman Niu Bran Dei, en donde Quesadilla sigue haciendo de las suyas junto a la cuchipanda, ¿qué maravillosa historia nos espera a partir del 600?


¡¡Ahí estamos!! La cuchipanda, cuando es incapaz de sacar más pomada a los Osborn, se dedica a coger los mejores momentos de Amazing Spiderman y versionearlos para los nuevos lectores. Es decir, más nueva Gata Negra, más nuevos celos de Mary Jane, más nuevos desencuentros, más nuevos desentendidos, más nuevos blablablá blablablá blablablá… hasta que se anuncie Spiderman 4 y si en la gran pantalla Reimi hace que Peter y MJ se casen, Quesadilla se bajará las bragas, se dibujará a sí mismo en el comic especial de la reboda de los eternamente enamorados y esa noche pillará una cogorza de aupa por los ingresos que entren en su cuenta corriente gracias a los incautos que se compren el especial (y ojito, que lo mismo vuelve a meter a Obama en el convite).
¡¡Pero no se vayan todavía, que aún hay más!!
Muchos aseguran que hoy en día, todos estos megaeventos que están teniendo lugar en las colecciones Marvel son la caña de Picaña. Yo piqué con Civil War, comprándome la serie troncal y los doscientos crossovers que salían paralelamente. Al final, Civil War te contaba las neuras de dos bandos que se resistían a registrarse (algo que en su día ya se hizo con los mutantes) y que acababan dándose de hostias. La idea era original… al fin y al cabo estamos en la Casa de las Ideas, ¿no?
Ahora a Bendis se le ocurre montar la Invasión secreta. No voy a negar que Bendis tenga buenas ideas, habría que ser muy osado para decir lo contrario, y lo hace muy bien a la hora de enmascarar esas ideas en las trescientas mil colecciones que lleva. Así hemos visto como la Invasión Secreta se ha fraguado por las distintas colecciones de Marvel relacionadas con los Vengadores. Pero cuando llega la hora de la verdad, cuando toca dar el Do de pecho y escribir un buen argumento, Bendis se desinfla.
Invasión Secreta arranca muy bien. Con los Skrulls infiltrados aquí y allá, tomando los controles de los medios de comunicación, aislando a los principales superhéroes de la Tierra… pero después del segundo número, Invasión Secreta se convierte en un chorreo de hostias consecutivas y cualquier indicio de trama se difumina de la historia. Es más, el guionista es incapaz de aprovechar los momentos de máximo dramatismo en los que irrumpen los personajes ocultos (como el grupo de Thor y el nuevo Capitán América) y convierte la historia en una guerra de guerrillas completamente descafeinada.
Y, por supuesto, lo que no voy a hacer esta vez es comprarme las cincuenta mil colecciones paralelas de Invasión Secreta, que con Civil War ya escarmenté.
Pero si todo esto no fuera poco, en el número de Invasión Secreta de Spiderman Niu Bran Deis (glorioso número, por cierto), en la última página aparece Peter Parker y casca a todos los lectores qué bando gana en la Invasión Secreta. Marcianos a tomar por culo. Ole, ole y ole.
Todos sabemos que la Marvel, en los USA, ya tiene montado el tinglado en el que Norman Osborn anda dirigiendo a los Vengadores. Bendis la ha vuelto a montar, pero tiene una fecha límite para desmontar todo este tinglado: el estreno de la nueva película de los Vengadores. Hasta ese momento el capo Quesadilla le permitirá seguir jugando con los personajes a sus anchas. En cuanto Quesadilla huela los billetes de los espectadores de cine, sacará sus tijeras, le cortará las riendas a Bendis y se pondrá él a dirigir el cotarro. Así de nefasto es el director jefe de Marvel. Esperemos que las cuentas comiencen a fallar, que los ingresos de cine mengüen, que la caja fuerte de la Casa de las Ideas se llene con unas cuantas telarañas, y el nefasto Quesadilla salga por la ventana de una patada en el culo. Quizás, entonces, Marvel tendrá una oportunidad de salvarse.

By David Mateo with 2 comments

jueves, julio 2

Nos vemos en octubre

Ojo, va con spoilers sobre todas las series TOP que se han emitido esta temporada.

Que por culeros. No hay mejor manera de definirlos. Los guionistas de las series americanas son unos por culeros. Lo cual significa que hemos disfrutado, llorado y emocionado con los finales de las series que más nos gustan. Ole por ellos. Y me atrevería a decir que esta temporada, algunos hemos rozado el infarto de miocardio (marujón que es uno… qué se le va a hacer). Por un lado, en House, nos encontramos con un final que me traumatizó durante dos días seguidos: el contraste entre la boda de Cameron y Chase mientras el pobre House se despide de Wilson y acaba ingresado y desahuciado en ese psiquiátrico de muros grises y planta tétrica. ¿Cómo es posible que el gran genio del diagnóstico sea víctima de su propio cerebro?
Por otro lado, en Perdidos, dándonos de morros con el sacrificio de Juliet en lo más profundo del pozo de Dharma. A esto hay que añadirle el suicidio/asesinato de John Locke, colgado de una viga con sus miserias y sus falsas esperanzas, traicionado por todos aquellos que lo rodearon en la isla y dejándonos bien claro que es el mayor perdedor de la historia de la televisión. La revelación final de que John Locke no era John Locke fue magistral y situó a este personaje en el altar de los personajes trágicos y desamparados.
Y por si todo esto fuera poco, en «Anatomía de Grey» nos restriegan en los morros a un paciente mutilado, reventado a más no poder, que se ha comportado como un héroe para salvar a una desconocida de morir machacada bajo las ruedas de un autobús, y en los últimos dos minutos nos desvelan que es George Omaly. Y la pobre Izzy a punto de palmarla en la otra sala del Seattle Grace.
Por supuesto, todo el mundo sabe que House se levantará de sus miserias y regresará al Princeton-Plainsboro cuando más se le necesite, que una moneda al aire (o los compromisos profesionales de los actores) decidirá quién muere: si Omaly o Izzy, y con un poco de suerte, si los guionistas le echan cojones y se atreven a dejar a los cadáveres en sus tumbas, John Locke recibirá la muerte más despiadada de todos los tiempos. ¿Y qué? Da lo mismo. Nos los hemos pasado pipa. Este año las series de televisión que sigo regularmente desde hace cinco años se han salido y nos han dejado con el corazón en un puño. Y no hay nada más divertido que emocionarse, sufrir y pasarlo mal viendo la televisión. Desgarra nuestra vena trágica y la hace sangrar con profusión.
Ahora la lenta tortura de la espera y el intentar salvarse del aluvión de spoilers que llegarán durante el verano. ¡Quiero más House! ¡Quiero más Lost! ¡Y quiero más Anatomía de Grey!


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