viernes, marzo 21

Escritores y escritores

Hay una nueva generación de autores que esgrime con orgullo que escriben por amor al arte, por gusto y que no tienen ningún afán profesional. Me parece muy bien. ¿Pero es justo que nos llamen peseteros a aquellos que queremos profesionalizarnos y buscamos la máxima rentabilidad a nuestros textos? La mayoría de los autores que nos dedicamos a la fantasía somos consciente de lo que hay: tiradas paupérrimas y tarifas miserables. Dado el primer paso, crecer cuesta enormidades. Luchas contra muchas circunstancias, y más cuando eres un pequeño escritor nacido de la nada: grandes autores y poderosos hombres mediáticos por los que las editoriales beben los vientos, mierdas que dicen llamarse fans, que un día comes con ellos en el misma mesa, te despides en la estación con un apretón de mano y a los cuatro meses descubres que te van acuchillando por la espalda en los foros, editores que olvidan que eres su mejor aliado, periodistas interesados, etc etc… El mundo editorial tiene sus pros y sus contras. Es un maravilloso territorio por el que hay que saber moverse. Muchos alegan que está podrido, otros que es imposible levantar cabeza en un género tan maltratado como la fantasía… lo cierto es que eventualidades no faltan.

Pero lo que más me jode es que mientras otros escritores (siempre llamaré escritor a aquel que se pone delante del ordenador con afán de volcar sus pensamientos) no buscan una profesionalización y reciben aplausos y palmaditas en la espalda, a aquellos que luchamos día a día por abrirnos hueco se nos insulte desde ciertos sectores diciéndonos que somos unos peseteros. Pues oiga, soy tan pesetero como el mileurista que trabaja como un perro todo el mes para ganarse la nómina el día 31 o el escritor del momento al que esos fans acérrimos adoran como un todopoderoso Buda. ¿A ellos también les llamarían peseteros cuando negocian sus contratos para sacar la máxima rentabilidad a sus libros y a sus cuentos? A mí, a fin de mes, también me viene la señorita Seguridad Social a cobrarme el autónomo, igual que al electricista, al fontanero y al montador de muebles profesional. Y si no es Santa Seguridad Social es doña Hacienda cada tres meses, y desde luego, si no hay líquido en el banco, difícilmente me lo va a pagar el que me grita pesetero.

Nunca he tenido problemas en ceder cuentos, en redactar textos, en trabajar con portales y páginas webs literarias, incluso he sacado adelante dos revistas cuyo único afán era y sigue siendo el apoyo incondicional a la literatura de género, pero el ejercicio de la escritura soporta unos límites y el escritor profesional tiene todo el derecho a decir: «hasta aquí llego», sobre todo cuando estamos hablando de un trabajo no remunerado.

Todo esto no son más que circunstancias contra las que luchas en el día a día. Circunstancias que en cualquier otro ámbito profesional serían intolerables y que en ciertos sectores de la literatura son habituales. En fín, qué le vamos a hacer. Es nuestro pan de cada día. De aquí a unos meses comienza la gira de Manolo García, el cantante fetiche de mi novia. Pronto iré a comprar las entradas de su concierto en la Plaza de Toros, y como en la taquilla del Corte Inglés me cobren más de dos euros lo tendré muy claro: Manolo García es un pesetero… ¿verdad?


By David Mateo with 11 comments

11 comentarios:

Para mí el escritor es un artista y como tal, estoy dispuesta a pagar su arte, el ratito de diversión y de evasión de la realidad que me proporciona, las emociones que me suscita leer lo que escribe y el gusto de ver a alguien escribiendo muy bien.Es lo justo. Si las publica gratis, pues estupendo; si me pide dinero por ello, lo pago, al igual que estoy dispuesta a pagar por un buen disco, por una buena película en el cine o una buena obra de teatro.
Los nuevos escritores lo tenéis muy crudo para haceros hueco porque no tenéis la misma difusión que los "grandes y consagrados" aunque muchas veces escribáis mejor que ellos, aunque me da la impresión de que gracias a Internet ha cambiado un poco el asunto, ¿no?

Puede ser, internet es un buen escaparate, pero no te permite una difusión masiva. Es decir, la gente va a lo seguro, y me parece bien, se gasta el dinero en autores que conoce, que ha leído y que sabe que le van a ofrecer un mínimo de garantías. Internet es un buen foro de encuentro, de intercambio de ideas, de enriquecimiento estilístico. Pero es necesario llegar a la librería y eso implica abordar el mercado literario en condiciones, con un editor que apueste por ti y por tu libro. Pero que apueste de verdad. Nada de desaparecer entre miles de novelas que habitualmente saturan las mesas de novedades. Creo que Internet, algún día, será un lugar propicio para la venta, pero todavía no ha llegado ese momento. Así que la verdadera lucha por destacar debe seguir llevándola a cabo la editorial y los editores.

También hay que saber diferenciar entre una declaración afilada y una rabieta infantil producto de la ignorancia.
Porque escritores hay muchos pero que conozcan los entresijos del mundo editorial son pocos.
Yo no le daría la menor importacia, como ya te dije en su momento.

Bueno, lo del otro día no fue más que una excusa para tratar este tema. Lo que sucedió, que no tiene la menor importancia, está aclarado. Sin embargo, no ha sido la única vez que he escuchado palabras semejantes. Y lo mismo le han pasado a otros muchos autores. Más que una queja derivada de un suceso, se trata de una sensación provocada por una sucesión de hechos. A mí me gusta transmitir sensaciones y temores en el blog, y esta entrada totalmente anónima es una sensación más de las muchas que pasan por mi cabeza.

Pues yo no le veo nada de malo el cobrar por una buena historia. Es más, me parece que las cosas buenas cuestan dinero.Además, detrás de un buen libro hay un trabajo arduo y extenso que merece ser recompensando.
Si eso es ser pesetero, entonces yo también lo soy.
Hay que saber valorar nuestro trabajo.

Yo es que creo que el amor al arte no tiene nada que ver con cobrar por hacer arte, vamos, que lo uno para nada ha de excluir lo otro no sé si me explico, puedes amar tu arte y cobrar por él (lo chungo es cobrar por algo que te amarga), ¿qué mayor orgullo y satisfacción de ver premiado tu esfuerzo en aquello que adoras?. Y bueno, eso de cómo utiliza uno su arte me parece muy personal y respetable en todos los sentidos otra cosa es el uso que cada cual haga de su condición (en este caso de escritor)en su uso y beneficio pero vamos que aún así, es respetable igual pues cada uno hace lo que quiere con su vida y persona, otra cosa sería la opinión personal de cada uno al respecto.

Bueno, espero no haber sido demasiado críptica por el hecho de no querer herir suceptibilidades solo decirte David, que eres una persona y escritor especial (no muchos hacen por ejemplo lo que tú de colgar sus textos públicamente y tal, refiriendome a autores)y nada chico a apencar con todo y palante que la vida son 3 días eso sí, 27 gritos 48 patelas (con razón)y una entrada bien grande como ésta para ver si se entera más de uno...
no veas lo a gusto de deja.

besos.

p.d.: y yo negociando el cambio de título de cierto blog, precisamente por el de "Por amor al arte" xD menos mal que no lo hemos hecho porque ya veo que se puede tomar de muchas más maneras además de la que yo la entiendo xDDD

Escribo porque he descubierto que necesito hacerlo, amo hacerlo y odio no tener más tiempo para hacerlo. Claro que hay que trabajar y eso ocupa un tiempo fundammental y además, energías. ¿Mi objetivo? Llegar a vivir de esto para poder tener el tiempo necesario. ¿Lo conseguiré? Hombre, soy realista, el tema está jodío, pero no me voy a rendir por eso. ¿Opiniones interesadas, parásitas, envidiosas? Me las encuentro en mi trabajo, que tiene poco de artísitico, así que me puedo imaginar las que pululan en el mundo del arte donde vagan - quizás vaguean, también- toda suerte de babosas. Me duele cada vez que oigo a David despotricar porque lo tengo por buena gente y no de los se quejan porque sí. de todos modos, le duela a quien le duela, Tobías Grumm será un nombre a citar en literatura. Tiempo al tiempo.

Ufff... pues si despotricara de verdad al ver las puñaladas que me meten algunos envidiosos por ciertos foros, me quedaba sin dedos de tanto escribir. Lo que pasa es que más vale ignorarlos, ya que suele ser calaña resentida, desequilibrada y que actúan movidos por la rabia al ver que ya no les aguantan las tonterías en cierta web. Vamos, frikis en todo el sentido de la palabra. Contra las necedades prefiero mostrar indiferencia. Por mucha mierda que me echen, de poco les va a servir. A estas alturas, uno tiene las espaldas bien anchas. Y si por ayudar a unos amigos y defender la literatura nacional, me van a llamar lameculos... francamente, me la repampinfla. Más vale ser lameculos que un pobre desgraciado que va mendigando libros y luego no los paga.

David, por favor, esto es una parida. Si alguien se escandaliza lo más mínimo porque otro alguien aspire a ganar dinero, que se lo haga mirar. Yo no conozco a nadie mínimamente equilibrado que sostenga eso. Otra cosa es que en los foros apuñalen mejor o peor... pero eso es una señal de notoriedad y evidencia de que: No solo te leen los amigos.
Ten por seguro que cuando trasciendes un ámbito alguien va y y te crucifica... Sino por esto por lo contrario... ¿Y? ¿Qué problema hay?
Dejalo correr...

La verdad es que tienes toda la razón, Sim, lo que pasa es que uno tiene su carácter y a veces se deja llevar, pero es tal como tú dices. Mejor pasar de estos temas.

El trabajo es el trabajo. Puedes hacerlo generosamente por el bien común o para promover un marco general (la literatura en este caso) o bien cobrar por ello, eso es una opción personal. Pero el trabajo es el trabajo. Estoy contigo.

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