
Desde aquí mi más profundo agradecimiento a José Rubio, a la gente del periódico La Rodalía, al gran Felip Kervarec, a la Rodamón y a todos los cuentacuentos de Mon de Animació, a Fernando Marías y a Silvia Pérez Trejo, a Javier Bolado –que hizo doblete en Moncofa y en Onda-, a todos los amigos de la tertulia sediciana que se desplazaron a Moncofa y participaron activamente en la entrega de premios del Avelí Corma, a Mariví, directora del centro, a la gente de RuralMoncofa y a TimunMas y Minotauro por su patrocinio, al grupo La Inestable Compañía de Títeres por su magnífica representación del Fantasma de Canterville, a Marc de Clarió y a Ana, Natalia y Yolanda por dejarse la piel haciendo globoflexia y otros juegos; a Javier Cosnava, que vino desde muy lejos a hablarnos de su obra, a Antonio Valera y, por supuesto, a los más grandes, Anika Lillo y Juan Miguel Aguilera, que se han convertido en dos currantes activos de los actos culturales que organizo a lo largo y ancho del planeta. Para mañana me voy a dejar la actividad que realizamos el viernes en Onda y que requiere de una entrada un poco más larga; sea como sea, quiero felicitar a las ganadoras de la categoría junior del Concurso del Avelí Corma: Caren Arévalo, Leticia Ponce, Miriam Juliá y Ana Gamón; y a los campeones de la categoría senior: Rubén Paradís, alias ‘El Figura’, Arturo Rodríguez, Laila Boulaiche, Leila Fellioui, Yasmin Chamrid, y muy especialmente a Rodrigo García, que se llevó el gato al agua y consiguió un magnífico lector de libros electrónico.
Por supuesto, la Feria del Libro no hubiera sido una realidad sin la intervención de un montón de libreros (Enrique, Mari, Jesús, Paco, las chicas de Llig y Simeón, que sigue siendo grande aunque es un poco más chato… y Luís Martínez, que este año se ha vuelto más bohemio que nunca y me ha hecho muchas pellas); gracias a la colaboración inestimable de Bancaja y del Ayuntamiento de Moncofa; por supuesto, a Jose Vicente Isach, su alcalde, aunque este año me van a permitir mandar un agradecimento especial a Manuel Martínez, Concejal de Cultura, que desde un principio estuvo implicado en cada uno de los actos y ha aportado su total colaboración en los momentos más complicados de la feria. A la Concejalía de Juventud y a Margarita Masiá por su apoyo al Taller del Avelí Corma y a todos los alumnos y profesores del centro. Y me dejo para el final a alguien muy especial, que ayer no pudo disfrutar de la feria porque estaba malito, pero que es mi Pepito Grillo, una de las personas a las que suelo pedir consejo –y de cuyo criterio me fío— y que hace tiempo puso en marcha todo este maravilloso tinglado: Toni Casares.
He empezado a escribir esto en la completa oscuridad de mi cuarto, a las siete de la mañana. Ya son las ocho y media y la luz atraviesa la ventana de mi habitación. La oscuridad es cómplice de los recuerdos, de la nostalgia, del pensamiento, y ha traído a mi cabeza esbozos de lo que fue y será la Gran Feria del Libro de Moncofa. Ahora ya el sol entra a chorros por la ventana, todo está inundado de luz, de alegría, de colores. Eso significa renovación y evolución… y nuevos aires para la feria del libro del 2011. Pero para eso todavía queda mucho; mientras tanto muchas gracias a todos.