Nickelodeon: sala de proyección en la que por un mísero níckel se ofrece al espectador una ventana al universo: todo un mundo de fantasía.
Relato finalista del II Cetámente de relatos de la editorial Ábaco. Incluído en la antología: Pequeños grandes cuentos.
Breve fragmento del inicio del cuento:
La encontré en un convento situado a las afueras de Nueva York, a mediados de 1910; por entonces ya me sentía embargado por una intensa depresión que mermaba mi ímpetu creativo. Los Estudios Edison habían rechazado mis tres últimos trabajos, algo que por otro lado no me cogió desprevenido, pues ni yo mismo había quedado satisfecho con ellos. Desesperado por encontrar una solución a mis problemas, recorrí extraños barrios y oscuros suburbios, siempre en busca de la chispa furtiva que acabara por despertar ese afán que parecía haber abandonado mi subconsciente. Pero toda imagen que pasaba por mi retina me parecía pueril y anodina, un remedo insustancial de mil diapositivas que ya habían desfilado ante la lente de mi cámara. Finalmente, fue la Madre Superiora del Convento Católico de Sant’Asbesto la que me llevó hasta ella.
5 comentarios:
Muy bueno el fragmento, enhorabuena por quedar finalista.
Gracias, gracias. Una pena no haber ganado :((
Eso, eso, enhorabuena por quedar finalista. Que desde que quedas finalista no saludas a nadie. ;)
Mira pues... el otro finalista. Tendrá morramen el tío. Si me han dicho que en tu pueblo es más fácil hablar con el alcalde que llamar a tu puerta, señor Camacho (antaño Pedrete para los amigos).
¡Hombre, si estamos juntos en un libro! También se ha incluido el relato con el que participé. Me llevaré el ejemplar que voy a pedir, para recopilar dedicatorias.
Enhorabuena, naturalmente.
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