jueves, enero 31

Libro de colección o libro con identidad propia

Los editores de género cada vez tienen más dudas. Los tiempos cambian y el público también. Lo que antes eran ventas que superaban los dos mil, tres mil ejemplares, ahora se reducen a pequeñas tiradas de mil o mil quinientos. Salvo los autores consagrados que tienen tras de sí un movimiento mediático, el resto está condenado a salir al mercado en forma de tirada reducida. Cada vez son más las voces en el mundo de la literatura que hablan del libro disfrazado, es decir, el libro de ciencia ficción que llega al lector fuera de colección, bajo una vitola de libro generalista, pregonando valores que atañen a la propia sociedad y al cambio que conlleva la evolución. Ejemplos de estos libros los ha habido y siguen habiéndolos. Últimamente en boca de todos está «La carretera» de Cormac McCarthy, pero basta mirar a nuestro propio mercado para encontrar otros casos más próximos como los de Albert Sánchez Piñol o Jose Carlos Somoza.

El caso es que últimamente, allá donde mire, existe un debate que enfrenta al libro de colección con el libro individual o el libro que tiene entidad propia. Es más, parece bastante claro que, mientras la fantasía sobrevive (más mal que bien) integrada en colecciones enumeradas, la ciencia ficción está condenada a reinventarse y a buscar otro formato de venta. Los títulos integrados en colecciones están condenados a tiradas nimias a no ser que salgan bajo un sello de prestigio. ¿Quién compra hoy por hoy, sea aficionado o no, todos los números de una colección? Creo que el lector coleccionista está desapareciendo. Decía Miquel Barceló en una reunión reciente en Barcelona en la que tuve el gusto de participar que el clásico aficionado que compraba todos los Nova y que se rompía los cascos por encontrar el número perdido de la colección X está cediendo su lugar al lector tipo que se preocupa más por el fondo que por la forma. Yo, personalmente, me veo reflejado en este último grupo. Mis orígenes no son los de lector de fantasía obsesivo, sino los de lector «de autores», lector «de libros», y como tal ejerzo mi derecho a la hora de comprar un título. Es más, los grandes almacenes y las grandes librerías ya no separan los libros por colección. La directriz que existe entre los libreros es la de separar títulos por autor, no por colección. De esta manera, el libro acapara un protagonismo como entidad individual que condenado a navegar en un mar de libros iguales difícilmente podría tener.

El caso es que el libro de género disfrazado (aunque el término disfrazado cada vez me parece menos apropiado), el libro con entidad propia, está ganando terreno a la colección, algo que hace cinco años era impensable. Parece que marcar un título con un numerito en el lomo es, incluso, contraproducente. A mi me parece una soberana tontería, sigo comprando libros igual, sean o no sean de colección. Pero parece que una gran cota de mercado no opina lo mismo. Y tampoco opinan lo mismo los grandes editores. ¿Se imaginan el lanzamiento de «Un mundo sin fin» dentro de una colección de libros clónicos con las mismas tapas y los mismos colores? … Naaah… yo tampoco.

By David Mateo with 4 comments

martes, enero 29

Historias Asombrosas - Comunicado


Otro comunicado bastante importante de Scifiworld que concierne a Historias Asombrosas:

A PARTIR DE AHORA HISTORIAS ASOMBROSAS ONLINE 24 H. SI TE GUSTA ESCRIBIR Y LO TUYO SON LOS RELATOS DE CORTE FANTÁSTICO...

Remítenos tus textos de no más de 2000 palabras a info@scifiworldmagazine.com y los seleccionaremos para que, semana tras semana, y a partir de febrero aparezcan publicados en nuestra web.
¡Además participar tendrá premio!.
Cada mes nuestros usuarios votarán el relato que más les ha gustado y a final de año los relatos ganadores serán incluídos en un número especial e impreso de Historias Asombrosas.
Recuerda que puedes encontrar Historias Asombrosas trimestralmente en librerías especializadas y en esta misma web.
Historias Asombrosas es más que una revista de literatura, es un mundo maravilloso donde la imaginación no tiene fronteras. Adéntrate en Historias Asombrosas y ya nunca querrás marcharte.



Pues nada, ya saben, a escribir más cuentos, que ahora tiene su recompensa.


By David Mateo with 4 comments

Ciencia ficción en Página 2

Debo de admitir, con cierto rubor, que todavía no he visto el programa Página 2, pero por diversas fuentes me han hablado bastante bien de él. Bueno, pues en el último programa dedicaron un breve espacio a la literatura de ciencia ficción. Ponentes: Javi Negrete, del que hablábamos antes, Juanmita Santiago, computadora viviente en estos temas, y José López Jara, editor de Minotauro y Timun Mas.

Para ver el espacio, pulsa sobre la imagen:


Mola que los espacios culturales de vez en cuando echen un vistazo a la literatura de género.


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Fantasía épica con montera y traje de luces

Que nos estamos quitando los complejos, sí. Que los sermonarios de los editores que auguraban que España era un lugar inmaduro para publicar fantasía suenan obsoletos, sí. Que nos estamos adentrando en una edad dorada para la fantasía épica española, también. Por suerte vivimos un ciclo interesante para todos los amantes de los brujos, bárbaros, caballeros, dragones y criaturas mágicas. En España no sólo se hacen buenas novelas de literatura fantástica y de ciencia ficción, sino que también se hace buena literatura épica y de espada y brujería.

Hay muchas voces que, desde el desconocimiento, se quejan de que los escritores nacionales sólo sabemos escribir dragonadas. Manda huevos. Coged el catálogo de cualquier editorial de género y haced un repaso, a ver cuantos libros de ese estilo han aparecido publicados en los últimos años bajo una firma nacional. Es ahora cuando existe un auge controlado del género fantástico, cuando se atisban esas voces noveles que apuestan (apostamos) por universos utópicos dominados por grandes criaturas. Y no creo que lo estemos haciendo tan mal. Novelas como Grimpow, de Rafael Ábalos, o Memorias de Idhún, de mi buena amiga Laura Gallego, han roto esquemas dentro de la literatura fantástica. No dejemos aparte obras maestras como Olvidado Rey Gudú, de Ana María Matute, que empezó a coquetear con la fantasía cuando todo el panorama español estaba dominado por yanquis y anglosajones, o la Trilogía de Teuteburgo, de Artur Balder, otro colega que parece lanzado hacia el estrellato.

Y si nos vamos a las entrañas del género, ahí esta mi buen amigo Paco Illán y su Cólera de Nébulos, que al tram tram y a la chita callando lleva su camino recorrido, o la inigualable Tramorea de Javier Negrete (La espada del mago y El espíritu del fuego), que podría competir sin ningún complejo contra cualquier libro épico venido de más allá de nuestras fronteras. O el mundo renacentista de Crisei (La leyenda del navegante), de Rafa Marin, que ya navegaba por estos lares cuando la mayoría de los nuevos autores jugábamos al yo-yó en el patio del cole. Y si nos vamos a esos mundos mágicos cuyas fuentes provienen de nuestra propia historia, encontramos otro buen puñado de novelas: Rihla, de Juanmi Aguilera, La ciudad de las puertas de oro, de José Miguel Cuesta y José Rubio, Máscaras de matar, de León Arsenal o Danza de tinieblas, de Eduardo Vaquerizo.

Hay literatura fantástica juvenil, como La leyenda de la peregrina de Pedro Camacho, literatura fantástica desgarradora, de esa que nos congela la carne en los huesos por su crudeza, como Los navegantes de José Miguel Vilar. Existen mercenarios brutales que a sus espaldas llevan mil batallas, como Skarrion Gunthar de Andrés Díaz, o ciudades imposibles que resisten el asedio de poderosos ejércitos, como El país inerme de Miguel Castro.

La última perla que he recibido en casa es: Urnas de Jade, de David Prieto, editado por Grupo AJEC, un libro que promete buenas horas de diversión y un universo rico y detallista por descubrir. Más adelante vendrán otros libros muy interesantes como el de Claudio Cerdán o el de Alfredo Álamo, pero lo realmente cierto es que la literatura fantástica española comienza a no tener barreras. Nuestros libros se exportan más allá de nuestras fronteras, aglutinan grupos de fieles que apuestan por nuestras historias y mes a mes se codean con las mejores firmas de la literatura nacional. No encontramos a un paso de abrir una pequeña puerta que nos aboque a una época de esperanza para la literatura de espada y brujería en nuestro país. Que los hados nos sean propicios.


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lunes, enero 28

Hospitales, zonas azules y gorrillas

Mucha campaña electoral, muchas promesas, pero a la hora de la verdad… muy poca vergüenza. Por circunstancias un tanto desagradables que no creo que vengan a cuento, últimamente estoy acudiendo todos los días al Hospital Doctor Peset en Valencia. Como supongo sucederá en todos los hospitales de España, el consistorio se ha asegurado de acordonar la zona con los consabidos aparcamientos de zona azul. Es decir, hagamos de un lugar de primera necesidad, el caldo de cultivo para que el ayuntamiento se llene los bolsillos con la pasta del contribuyente. Y como pasa en el Peset, también sucede en la Fe o en el Clínico de Blasco Ibáñez.

Hasta cierto punto puedo entender que el ayuntamiento se aproveche de la circunstancia de que un individuo vaya a visitar a una persona enferma, al fin y al cabo los políticos conforman la raza más amoral que existe sobre la faz de la Tierra. También “entiendo” que el ayuntamiento refuerce estas zonas con más grúas municipales y policía local (y ojito, que ya anuncia la prensa que después de fallas el cuerpo de policía local de Valencia se adhiere al sistema de penalización por puntos tras poner al día sus redes informáticas), mientras que otros barrios más transitados y caóticos de la ciudad no merecen ese tratamiento. Lo que ya no es de recibo es que nuestra señora alcaldesa sea permisiva con los gorrillas, drogadictos y maleantes que, como una plaga, se extienden por las zonas de pago y bajo la sempiterna amenaza del “qué pasará” (cútex, tijeras, rotuladores indelebles, etc etc…), te toque amoquinar en la maquinita de la hora y soltarle la propina extra al ganapán de turno que correrá a gastársela en el chute pertinente. Y es que el esperpento en las calles colindantes al Peset es alucinante. Los supuestos gorrillas se dan literalmente de hostias por ganarse el puesto. Las reyertas y los escándalos, justo al lado de la zona hospitalaria, son continuos. Cada palmo de terreno se disputa a conciencia. En esos andurriales todavía existe la ley del talión.

¿Y qué hace la policía local mientras tanto? Cruzarse de brazos y dedicarse a multar al pobre contribuyente que acude a visitar a sus enfermos. En más de una ocasión he pasado por delante del hormiguero, en plena efervescencia, y he asistido con asombro a reyertas entre gorrillas y, justo al lado, un coche de patrulla afincado en doble fila junto al bar. Y ancianos, niños y personas mayores deambulando por las inmediaciones ya que el Peset aglutina a su alrededor institutos y zonas parroquiales. De vergüenza ajena.

Por favor, señora Barberá, ya que estamos pagando como buenos contribuyentes, ya que nos dejamos las perras en parkings, zonas azules y demás espacios acotados por el ayuntamiento, moléstese en limpiar esas mismas calles de yonquis metidos a gorrillas. Que por pasar unas cuantas horas en un hospital no tenga que soltar medio sueldo. Y si pagar por estacionar en una calle no basta, si de verdad tengo que dejar el coche en zona azul y, además, soltar una propina extra: que sea a un gorrilla de verdad, y no a un sinvergüenza que pueda tener un cútex metido en el bolsillo y, en cuanto te des la vuelta, te raje la carrocería del coche por no darle propina. Seamos todos civilizados, sí, pero que las autoridades sean las primeras en dar el ejemplo.


By David Mateo with 2 comments

domingo, enero 27

Más cuentos en pequeños grandes escritores

Por si alguien se aburre durante la mañana de domingo, acabo de subir dos cuentos más al blog de Pequeños grandes escritores. Ya sabéis, lectura sencilla, divertida e imaginativa a sólo un clic de ratón. Hoy, en sus pantallas: El rey de los dragones, de Aaron y Rokas, y Amigas fantasmas, de Sonia y Gema. Que ustedes los disfruten.


By David Mateo with No comments

sábado, enero 26

Historias asombrosas: SOS fantasía épica


A ver, una cosita rápida, necesito cuentos de fantasía épica para Historias Asombrosas (se da por sentado que sean cuentos con mucho nivel). Cuentos de enanos, elfos, bárbaros, orcos, trolls, ejércitos, gigantes, pegasos, unicornios, brujas, hechiceros, ladrones, trovadores, princesas secuestradas por dragones, caballeros andantes, etc etc etc…

¿Dónde están los amantes de la épica? ¿Dónde se esconden los adoradores de Howard, de Tolkien, de Martin…? Tengo mucho de ciencia ficción y de terror, pero muy poco de espada y brujería. Así que ya sabéis por donde van los tiros. En breve mandaré una avalancha de respuestas a todos los que estáis pendientes de vuestros relatos. Ya he leído bastantes y el nivel es alto (y numeroso), así que tendré que rechazar relatos que en cualquier otra ocasión habría aceptado. Una pena. Sea como sea, un poco de paciencia que en breve os diré cosas.

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viernes, enero 25

Historias Asombrosas en librerías especializadas


Ayer la recibí y, en cuanto abrí la caja, puedo deciros que el primer pensamiento que se me pasó por la cabeza fue: «Si esto no cuaja, no cuaja nada.» Sé que es imposible agradar a todos. Uno, que conoce al público lector de unos cuantos años a esta parte, sabe perfectamente que contentar a todos es imposible. Cada cual tiene sus preferencias y lo que para un lector es una obra maestra, para otro puede ser el mayor de los bodrios. Desde luego, cuando escogimos cada uno de los cuentos que sale en este primer número, fuimos tremendamente cuidadosos y dimos prioridad a los mejores. No obstante, una revista primero debe entrar por los ojos: por su presentación, por su cuidado a la hora de maquetarla, por la portada, etc etc… e Historias Asombrosas es la elegancia personificada. El negro viste muy bien y la ilustración de mi buen amigo David Rus le da ese toque pulp que buscábamos desde el principio.

Si deseáis saber un poco más de la revista y de nuestras motivaciones para crearla, os invito a leer el siguiente artículo publicado en Sedice.com

Hoy es un día emocionante para nosotros. Nos vestimos de gala, nos ponemos el frac negro y nos encomendamos a todos los dioses habidos y por haber para que nos otorguen suerte y su aquiescencia. Supongo que, a estas alturas, imaginaréis por qué. Hoy sale a la venta Historias Asombrosas (Scifiworld) y, con un poco de suerte, la tendréis disponible en la librería especializada más cercana.

Para leer el resto, al enlace.

Editando: En Scifiworld han subido la entrevista que me hicieron el otro día en el programa La última seducción, de Herri irratia Donostia. Si queréis escuchar el audio y saber algo más del proyecto Historias Asombrosas, no tenéis más que pulsar en el siguiente enlace.

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jueves, enero 24

Amor verdadero

Hace un par de días, mi amiguete Ione (más popularmente conocido como Raxar, mi gurú friki), me pasaba la siguiente información:

Una editorial rusa venderá una novela escrita por un programa informático. (20 Minutos)

El programa informático ruso PC Writer 2008 «escribe» su primera novela. Si el experimento tiene éxito, será aún mayor el número de escritores que engrosen las filas del paro. (ABC.es) [1]

Pues vamos apañados. Que si las nuevas tendencias provocan que el negocio de los libros se tambalee, que si las descargas ilegales obligan a las pequeñas editoriales a sacar menos libros, que si el mercado de lectores de pdf puede provocar que la literatura de género peligre, que si vivimos un momento de recesión, que si la literatura de género vuelve a ir para abajo… y ahora esto. La vida del escritor bordea el continuo infarto. Si ya éramos pocos, al final parió la abuela, y el retoño vino con teclitas y disco duro integrados. La competencia se llama PC Writer y es capaz de sacarse de la manga un libro en tres días. Y el vástago de esta nueva alma de metal lleva por nombre: Amor verdadero (que ya es un rato cursi… ¿quién se lo habrá puesto Wri o su amo?).

El caso es que no deja de ser curioso que el hombre recurra a un ordenador buscando un nuevo recurso que, independientemente de la forma y el fondo, tendría que ser ideado por la mente humana. No deja de ser una paradoja que una fría alma de metal nos ofrezca una historia sobre seres humanos. Me parece aberrante y un paso más hacia nuestra propia autodestrucción como seres humanos. Si el experimento queda en eso, en un simple experimento, resultará curioso y punto final. Pero no podemos adeudar nuestra cultura a la inteligencia artificial (igual que no podemos adeudar actividades íntimas relacionadas con nuestra vida cotidiana); la comodidad del hombre y su propia evolución como ser individual y colectivo siempre han ido aparejados a su propio intelecto. La literatura, por tanto, ha sido el reflejo de las cualidades humanas, del deseo, de las aspiraciones, del arte. Hablar de libros es hablar del propio ser humano y de sus inquietudes.

Me gustaría que leyerais un fragmento de mi última novela: «El verdadero saber de la humanidad se encuentra en los libros que detallan la salvación del alma. Los libros fueron los únicos confesores de los hombres. Ni hermanos, ni reyes, ni esposas fieles. Los libros, señor Barros, sólo los libros. Ante ellos el mentiroso se vuelve sincero y el adúltero casto.» Sin duda es una exageración llevada a su máximo exponente, pero no deja de ser una reflexión sobre la necesidad que nos aboca, ineludiblemente, a esa unión entre el hombre y el papel a través del tiempo. El libro, además de analogía de diversión, saber, cultura y entretenimiento, se convierte en una huella del ser humano en el presente y en el pasado. No se me ocurre imagen más fría que un superviviente del holocausto entrando en una biblioteca de libros escritos por máquinas. Suena aterrador.

No me parece que nos encontremos en el umbral de una nueva generación de escritores con mente de microprocesadores y corazón de metal. El hombre intelectual todavía tiene que dar mucho de sí y no creo que haya llegado el momento de vender nuestro legado cultural a una conciencia artificial. El ser humano debe seguir avanzando hacia una sociedad global y más cómoda, en la que la máquina, inevitablemente, acompañará al hombre. Pero nuestro intelecto es nuestro intelecto. Nosotros escribimos nuestra propia historia, nuestras inquietudes, nuestras leyendas, y no creo que todavía haya llegado máquina alguna que pueda sustituir nuestra capacidad de imaginar.

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[1] Lo que ha olvidado decir el artífice de esta noticia es que de ahí a que salga un cerebro artificial capaz de clonar a un periodista hay un suspiro. Al fin y al cabo, las tareas siempre se comienzan por la parte más difícil.

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miércoles, enero 23

Comando Pé

Comando Pé, Comando Pé,
siempre alerta está…

Comando Pé, Comando Pé,
siempre alerta está…

Son cinco jóvenes y su robot,
cuya misión es la de proteger,
la tierra de los ataques,
de seres de otras galaxias.

Son cinco jóvenes de gran valor,
que tienen una fuerza superior,
son inseparables, son invencibles,
son el comando Peeeeeeeeee.

MUTACIÓN

Comando Pé, Comando Pé,
siempre alerta está…

Comando Pé, Comando Pé,
siempre alerta está…

Timmy, Kio, Jason, Mark
y la Peni lucharán,
nave Fenix a volar,
la batalla van a ganar.

Comando Pé, Comando Pé,
siempre alerta está…

(Palabrita del niño Jezú que no es broma)

By David Mateo with No comments

Pequeños grandes escritores


Ideas disparatadas, historias que empiezan y no saben donde van, pero, en el fondo, una genialidad desbordante que sólo puede surgir de la cabeza de un niño. Después de dos años de talleres, he decidido abrir un blog donde subiré los cuentos de mis alumnos. Son cuentos breves y que se leen muy rápido. Por supuesto, los adapto para que su degustación sea más grata, pero en ningún momento les cambio el sentido y respeto esos giros locos e inesperados que, a su manera, dan genialidad a las historias que surgen de esas mentes malvadas.

En realidad esta actividad se plantea para que ellos comprueben con sus propios ojos que Internet es un mundo lleno de vida, que la escritura y la lectura no sólo se restringe al papel, sino que va más allá y hay un mundo maravilloso por descubrir en la pantalla del ordenador. En tal caso, estáis todos invitados a que os paséis por Pequeños grandes escritores y degustéis esos bocados de pura delicatessen que surgen de la mente disparatada de los niños.

Hoy: «Esqueletos asesinos» (en efecto, no podíamos empezar de otra manera), de Javi y Dan de Moncofa (Castellón).

Enlace al blog de Pequeños grandes escritores, aquí.


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martes, enero 22

El escritor humilde

Debo suponer que todos aquellos que nos embarcamos en un proyecto parecido al de Historias Asombrosas (abónense) en el que incurren autores consagrados y nuevos valores, lo hacemos desde el respeto y la buena fe. Cuando llevamos entre manos una publicación que atañe a los autores noveles que están tratando de abrirse paso en el complejo mundo de la escritura, debemos ser sumamente respetuosos con esos nombres que el gran público desconoce y que en cualquier momento pueden pegar la campanada.

La falta de humildad, o lo que es lo mismo, el escritor que se cree algo y a menudo observa por encima del hombro al resto de sus congéneres, suele ser símbolo de escritor fracasado, caduco o corto de miras. ¿Por qué corto de miras? Porque el buen escritor debe ser consciente de que entre la gente que le rodea, de esos nombres anónimos que surgen de los foros y blogs, en cualquier momento puede aparecer un puñado de buenos escritores con mejores herramientas para ensamblar una historia que llegue a la gente y que, fácilmente, te deje en la estacada.

Desde que comencé a escribir, hay dos frases que se han quedado grabadas en mi cabeza. Una la leí en un libro, «Mientras escribo» (¡cómo no!) de Stephen King, venía a decir más o menos lo siguiente: «¿Quiere usted escribir? No lo mencione tanto. Escriba.» La otra la pronunció Juanmi Aguilera durante una comida: «En España hay mucha gente que escribe bien y podría publicar, pero para publicar hay que ser constante y encontrar la capacidad de escribir un libro tras otro.» Como editor tengo una fe ciega en los aficionados que se ponen delante del ordenador y comienzan a desarrollas sus primeros cuentos. Como escritor les guardo un respeto terrible. Es más, considero que el buen escritor es aquel que, en vez de cerrarse en sí mismo y vivir con sus esputos, se abre a nuevas tendencias y conoce la lengua de otros escritores, mejores o peores, más hábiles o más torpes. Porque tengamos una cosa bien clara: alcanzar una vida soñada en la élite de la literatura está al alcance de muy poquitos y, normalmente, la gente que llega hasta ahí no es la que mejor escribe. Incluso el autor novel que mejor maneja el lenguaje pero de lo único que se preocupa es de engrandecer su ego, corre el riesgo de quedarse tirado en una cuneta y ser burla y escarnio de aquellos de los que él mismo se mofa. Tengamos claro que, normalmente, esa petulancia suele poner un velo en los ojos del escritor confiado y éste no llega a ser consciente de sus propios errores. No basta con ser un buen arquitecto en el uso del lenguaje, sino que hay que ser capaz de transmitir, de insuflar alma a las letras, de encontrar una buena historia que llame al lector y lo retenga. Y para ser un buen narrador, no sólo hay que ser un buen juntaletras, sino que también hay que tener la capacidad de crear historias que hechicen a la gente.

Desde el respeto se puede conseguir mucho. Hay muy pocos escritores que se dedican a chafar la cabeza del compañero o a hablar mal de otros autores, os lo aseguro, ya conozco unos cuantos profesionales y la mayoría son respetuosos y disfrutan ejerciendo su labor de escritor. El que quiera enfrascarse en ese juego de mala sangre, allá él, probablemente quedará marcado por la comunidad literaria. Con ello no quiero decir que entre todos los que estamos metidos en este sarao existan lazos fraternales que nos unan en la vida y en la muerte. No seamos tan cabezahuecas. Un colega que trabaja en la radio suele decir: «Mis mejores amigos están fuera de la profesión.» Pero ni un extremo ni otro. El que quiera trabajar haciendo letras, tiene que ser consciente de que en el camino acabará encontrándose con otra gente que haga letras, es ley de vida. Algunos estarán mejor dotados, otros serán menos aptos, pero a todos hay que guardarles respeto. ¿Por qué? Porque todos hemos empezado en una silla de mimbre, con una libreta en la mano y garabateando palabras con un bolígrafo BIC, y el que renuncia a su pasado sólo para reírse del que está dando sus primeros coletazos no es más que un inconsciente deshumanizado porque se está señalando a sí mismo en otra faceta de su vida.

A todos los autores que estáis empezando a escribir, que os ilusionáis con publicar y que acabáis horrorizados con el proselitismo barato que se ejerce en algunos lugares, pasad de ellos. En la mayoría de los casos esa verborrea calenturienta suele proceder de mentes atrofiadas que no han conseguido nada, se han vendido a sí mismos como una marca registrada cuando vivían tiempos mejores y, ahora, con la puesta en escena de un mercado abierto, renovado y menos viciado, ven como su hegemonía chusca y pasada de moda caduca y se ven obligados a sermonear desde el atril como lo hacía el clero en tiempos de Mari Castaña. Basta con que echéis una ojeada al nuevo redil de escritores que publica en editoriales más o menos conocidas, para comprender que trabajando —trabajando por un tubo, porque publicar nunca va a ser fácil— puedes llegar a una meta y, desde ahí, ir avanzando posiciones poquito a poco. No os desaniméis. Seguid escribiendo. Escribid mucho. Seguid haciendo historias bonitas, sea cual sea vuestro afán. El mundo editorial os espera y, como me dijo una vez Domingo Santos, llegar es complicado, pero si lo hacéis, disfrutaréis de un mundo apasionante lleno de sorpresas.

Escribid, malditos, escribid.


By David Mateo with 11 comments

lunes, enero 21

¿Eres optimista?

Plantéate esta pregunta: ¿Eres optimista? Respóndete a ti mismo y, después, escucha la siguiente reflexión.




Tratamos de ser optimistas, salimos a la calle vestidos con nuestros trajes más coloridos, esbozando sonrisas que aspiran a ser realistas pero que en ocasiones apestan a falsedad, con la careta del «soy feliz y el mundo se rinde ante mí». Es más, hay veces que dejamos claro en nuestras conversaciones que somos optimistas por naturaleza, que tratamos de ver la vida con ojos serenos, ponderados y que nuestro pensamiento es tan lúcido que los problemas no nos hacen daño. Recordemos la famosa frase de Edison: La gente que dice que no se puede hacer no debería interrumpir a quienes lo están haciendo. La persona optimista no se relaciona con la falta de problemas, sino por su capacidad a la hora de afrontarlos.

Aun así, siempre estamos hablando de una proyección de nuestro propio yo de cara al exterior, pero en nosotros mismos subyace una verdad ineludible y que el gesto más hipócrita o sereno no puede esconder. Cuando vienen mal dadas se revela la verdadera naturaleza del hombre. No es hasta el momento en que te enfrentas a un problema de magnitud doce en la escala Richter, cuándo se revela la auténtica naturaleza de tu yo interior. Entonces puedes engañarte a ti mismo diciendo que eres optimista, que sujetas con fuerza las riendas de los problemas y que te rodea una pátina de aceite que hace resbalar los inconvenientes y las trabas que pone la vida, pero la realidad está dentro de ti y te enfrentas cara a cara con ella en la soledad. Sólo cuando todo está turbio, cuando miras hacia el frente y ves un problema lo suficientemente gordo como para que se te represente bajo la forma de un muro inexpugnable, alcanzas a ver la naturaleza real de tu psique.

No quiero dramatizar con esta reflexión, simplemente quiero reflejar esas sensaciones que nos atañen a todos en el día a día y que de alguna manera determinan nuestro propio ser, nuestra propia identidad. Y que, en momentos puntuales, lo que somos, lo que nos determina como personas y seres humanos, puede convulsionarse por un simple acontecimiento y somos capaces de poner en duda nuestra personalidad más profunda y los valores que hemos ostentado durante mucho tiempo. El optimista no es aquel que afronta los problemas diarios con una sonrisa. No lo creo. El verdadero optimista es aquel que se adapta a los tiempos y es capaz de capear los problemas sea cual sea el sentido del viento que los trae. Es aquel que se crece ante las adversidades y no las ve con ojos impasibles, sino con mirada juiciosa y es capaz de sacar luz de dónde sólo hay sombras.

Ahora dime: ¿Eres optimista?








By David Mateo with 3 comments

domingo, enero 20

¿Por qué tiene que existir una revista de relatos como Historias Asombrosas?

Por dos simples razones (luego ya podéis añadir vosotros las vuestras):

1ª Porque vale doce miserables euros al año. Doce euros al año y la recibís cómodamente en vuestra casa, sin gastos de envío. Paraos un momento a pensar y calibrad qué son doce euros al año y en qué cosas acabáis gastando esa cantidad sin ser conscientes del desembolso:

El postre y el café de una opípara cena.

La decimosexta reedición de la novela gráfica que tenéis repetida y la compráis sólo por el gusto de tener la nueva edición.

Las dos entradas de cine (la tuya y la de la novia/o) de una película mediocre de Jolibú.

Un José Cuervo con lima en el bar de moda.

La botellita de vino de la casa con la que os encapricháis en la cena del sábado.

La caja de galletas variadas que metéis en el carro de la compra del Carrefú.

El jerseycito rebajado del Zara (¡¡pero si ya no os caben en el armario!!).

La propina que dejáis al cabo de un mes al camarero estirado.

Las botas de baloncesto de la tienda Adidas, aunque hace veinte años que no distinguís un balón de fútbol de baloncesto.

El librito de Reinos Olvidados correspondiente al mes de febrero que cierra el ciclo de «La muerte del dragrón colorao y la reina araña». (Que sí, pilluelos, que yo sé que os los compráis).

Un librejo manga de los treinta y dos que os compráis al mes.

El último volumen de Marvel/DC que reedita «Lo mejor de…» y que ya tenéis en la colección ordinaria.

2º Porque estáis hartos de ir a una librería y no ver revistas de género y, encima, tener que ver revistas de:


Gente corriendo

Tenis

Relojes y estilográficas

Acuarios

Los caballos y su maravilloso mundo

¡¡Loros!!

¡¡Y REPTILES!!

Así que, ya sabéis, suscribiros, suscribiros, suscribiros, suscribiros, suscribiros y, si no os ha quedado claro, suscribiros.




By David Mateo with 5 comments

viernes, enero 18

Historias Asombrosas YAAAAA


Me acaba de llegar el siguiente comunicado:

¡RESERVA HOY MISMO TU EJEMPAR DE HISORIAS ASOMBROSAS!

SE HAN ABIERTO LAS RESERVAS Y SUSCRIPCIONES PARA NUESTRA NUEVA PUBLICACIÓN ¿A QUÉ ESTAS ESPERANDO?

Desde hoy mismo puedes reservar tu ejemplar de Historias Asombrosas por tan sólo 3 euros (gastos de envío incluídos). Resérvalo aquí.

Y si lo que quieres es recibir todos sus números cómodamente en tu domicilio, puedes suscribirte durante un año (cuatro números) por tan sólo 12 euros (gastos de envío incluídos). Suscríbete aquí.

Esta es una oferta válida para todo el territorio español. Otros dirigirse al siguiente email: info@scifiworldmagazine.com

Coordinada por David Mateo (Tierras de Acero Mgzn) y patrocinada por Nod 32, el primer volumen de Historias Asombrosas ofrece relatos de Javier Negrete, Domingo Santos, Rafa Marín, Victor Conde, Claudio Cerdán, Elena Pérez, Enric Herce, Javier Márquez y la promesa del fantástico valenciano Anabel Zaragozí. La ilustración de cubierta es obra de David M. Rus.

EL 25 DE ENERO A LA VENTA.

¡¡Aleee, a reservar todo el mundo!! Que se demuestre que hay hambre de revista.



By David Mateo with 5 comments

Regresan Mulder y Scully

Vale, sí, estoy de acuerdo con vosotros. Que la serie acabó como el rosario de la aurora, que ni los propios guionistas sabían lo que querían hacer y las dos o tres últimas temporadas fueron de juzgado de guardia, y de lo social, y de lo penal, y de lo que haga falta. Que ver a Mulder y Scully metidos en la cama de un motel de Nuevo México, divagando sobre los años que le queda a la humanidad de vida puede que no sea el final más esperado, que toda la saga paralela de los alienígenas replicantes apestaba (a pesar de que salió Lucy Lawless) y que el agente Doggett y Mónica Reyes, que trataron de encolomárnoslos como los nuevos protagonistas, no poseían la química de David Duchovny y Gillian Anderson. Es más, el último recuerdo que tengo de Robert Patrick es de ir siempre con la pistola en la mano y con expresión de lelo en la cara.

Para bordar una última temporada potable, tuvieron que llevarse por delante a los pobres Tiradores Solitarios en un capítulo casi intrascendente. Vale, salvan al mundo de una infección masiva viral, pero ese final tendría que haber sido engarzado a la trama principal. Jeffrey Spender, el hijo del Fumador, acaba convertido en una especie de mutante asqueroso por culpa del virus extraterrestre y al pobre Krycek creo que se lo cargan definitivamente al final de la octava temporada (pero tampoco pondría la mano en el fuego). Tampoco recuerdo ya muy bien lo que le pasa a Marita Covarrubias, esa burócrata de la ONU que estaba cañón y que era mi personaje preferido de la serie. Supongo que acabaría agonizando por culpa del dichoso virus extraterrestre en algún zulo del Fumador.

No obstante, las cinco o seis primeras temporadas de Expediente X fueron grandiosas. Los episodios que componían la saga extraterrestre eran de infarto. Las conspiraciones entrecruzadas, el no saber exactamente lo que iba a pasar pero tener la sensación de que una amenaza terrible aguardaba a la vuelta de la esquina, los personajes duales, las traiciones, las muertes inesperadas (¡¡cómo jode el asesinato de Garganta Profunda al final de la primera temporada!!), todo ello salteado con inolvidables episodios como aquel del mutante que absorbía la grasa de las mujeres obesas, la muñeca asesina (en cuyo guión estuvo soslayadamente involucrado el propio King), el pueblo caníbal o la pequeña subtrama en la que Mulder se enfrentaba al contorsionista Eugene Victor Tooms, conformaban un cóctel explosivo que te hacía volver a la serie una y otra vez. A pesar de que las cadenas españolas se encargaron de mutilarla vilmente con repeticiones innecesarias, cambios de horarios y desbarajustes a la hora de emitir cronológicamente las distintas temporadas y no ha sido hasta hace poco cuando, gracias a la llegada del DVD, cuando hemos podido disfrutar de Expediente X en todo su esplendor.

Pues nada, nada, a lo que iba, no me enrollo más. Que ayer en Scifiworld aparecieron las primeras imágenes de la nueva película de Expediente X. A pesar de todos los problemas que hemos contado anteriormente, da un gustazo tremendo volver a ver a Mulder y Scully juntos. Ojalá los guionistas tengan entre manos una buena película y esa trama que quedó inconclusa avance unos cuantos pasitos más. Volver a reencontrarnos con viejos personajes como Dogget, Skinner (el personaje más golpeado de la historia de la televisión) o Marita Cobarrubias va a ser una auténtica delicia. Y, sobre todo, los fans de la serie estamos deseando ver el momento en que esa terrible «verdad» que desvela el Fumador en sus últimos minutos de vida en la montaña de Nuevo México se haga realidad en la nueva película. Por favor, no nos decepcionéis.


By David Mateo with No comments

jueves, enero 17

Cine de barrio… con monstruos


Si Parada y la Carmen Sevilla llevan veinte años haciendo sus ranking de películas casposas, ¿por qué no vamos a hacer en la Sombra de Grumm nuestro propio ranking con monstruitos y aberraciones molones? Que haberlos haylos, no lo dudéis. Y, por supuesto, como la cabra tira al monte, voy con mis preferidos. La mayoría son monstruos muy frikis, he evitado incluir a los Drácula, Chuky y demás morralla monstruosa que suelen salir en el Official Ranking of Monster Internacionality y me he quedado con los que a mí más me gustan, desentendiéndome de su protagonismo mayor o menor en la película. Así que… bienvenidos a la parada de los monstruos frikis.

Y para empezar, la que bien podría haber sido la novia de Espinete de no ser porque esta potra tiene tanto ardor que no le hubiera durado ni dos telediarios en la cama. Obviamente, nos referimos a: ¡¡La mujer erizo, de Razas de noche!! Por ahí he leído que contrataron a una tipa normal y le metieron mil capas de sílex encima. La buena moza no sale mucho en la peli, pero el disfraz mola mogollón. Algunas lenguas pérfidas aseguran que parece más águila que erizo, pero a mí no me lo parece en absoluto.

¿Lo veis? Si es que son iguales del tó.

Si Drew Barrymore no quedó lo suficientemente traumatizada con el extraterrestre chungo de E.T., Lewis Teague y Stephen King no la iban a dejar tranquila y en el último capítulo de la película de Los ojos del gato se sacaron de la manga una especie de duende cabrón (que seguro le hubiera dado sopas con onda a los critters, a los gremlins y a los goulies juntos) que vive detrás de una pared y por las noches se dedica a acosar a la pobre infante. El duelo entre el gato y el troll es soberbio y muy divertido.

Además, el duende gatuno conserva ese halo mágico y aterrador que lo hace mega-super-entrañable. Por cierto, más malas lenguas, se dice que por las noches Stephen Kign se llevaba a la niña a un plató aparte y le contaba historias de miedo, por eso la pobre Barrymore sale con cara de espantá.

Aquí viene mi película de fantasmas preferida: ¡¡Sleepy Hollow!! Que sin duda trae consigo a uno de los engendros más acojonantes de todos los tiempos: el jinete sin cabeza.

Basada en el relato de Washington Irving (ésta sí que es una buena adaptación y no «Soy leyenda»), el señor Burton hizo una de las pelis de espectros más interesantes que han pasado por la pantalla. ¿Y quién era el jinete? Nada más y nada menos que Christopher Walken, en la que es, sin duda, la película en la que sale más favorecido de toda su producción. Cabezas que rulan por el suelo, iglesias asediadas, árboles que escupen sangre y torsos humanos y todo con esa envoltura mágica y elegante que Burton inyecta en sus películas.

Mutantes, duendes y fantasmas… ¿qué nos toca ahora? ¡¡Zombis!! ¿Y quién ha dicho que los zombis son feos?

Linnea Quigley, la reina de las películas cutres de terror erótico, se marca sobre una tumba el estreptease más caliente que jamás se ha visto en una película de resucitados. Obviamente, estamos hablando de El retorno de los muertos vivientes. ¿Y qué es lo que consigue? Que a los diez minutos una marabunta de zombis se la coman viva y acabe convertida en la que sin duda es la zombi más erótica que jamás se ha visto en una pantalla de cine. A su lado, Milla Jovovich es una aprendiz de Betty la Fea.

No sale mucho en la película, pero sus dos minutos y medio como estrella del starshow mortuorio no tienen desperdicio. Muchos hubieran pagado para que este bombón necróticoviviente les hubiera clavado sus delicados dientecitos.


¿Qué pasa cuando montas una expedición por la gruta de una montaña y enganchas a cinco amigas para que te acompañen? Pues que tarde o temprano te vas a encontrar con un ejército de gollums hambrientos y cegatos que te van a comer vivo. Pues eso es lo que le pasa a Shauna Macdonald y a sus desenfadadas compañeras en The descent, una película que pasa por las entrañas de mi dvd como mínimo una vez al mes. Y es que como mola ver a un grupo de tipas guapas luchando, jadeando, sudando como perras, mientras una manada de monstruos están a punto de sorberles hasta el tuétano de los huesos.

Lo mejor del cine de terror de Serie B adaptado a nuestros días, con ríos de hemoglobina y adrenalina en estado puro. Sin duda una de las mejores películas de terror de los últimos tiempos. Si quieres ver a Smeagol mosqueado de verdad y con ganas de cargarse a todo Dios, esta es sin duda tu película.

¡Perdón, anoche en la cama, mientras pensaba en esta frikada para rellenar hoy el blog, se me ocurrió otra bestezuela más que se me olvidó añadir antes! Así que tras unos segundos de reflexión conmigo mismo os presento a la criatura dimensional que se cuela en la casita de Barbara Hershey cada noche y que cuando se manifiesta lo hace en forma de rayito eléctrico: El ente.

Pero este ectoplasma picaruelo no se conforma con mover sillas y mesas como cualquier hijo fantasmagórico de vecino. No, señor. El muy bribón, ya que se cuela en la vida de una de las mujeres cañón del barrio, se dedica a magrear los pechos de la Hershey y hacerle cositas malas en la cama. Si es que hay algunas que logran poner de los nervios hasta los seres que viven en el universo paralelo.


Bueno, otro día más monstruos frikis para el recuerdo. Si tengo ganas…


By David Mateo with 8 comments

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