miércoles, abril 23

El hombre divergente, psicoanalisis de un matrimonio a la deriva

Conocí a Marc R. Soto en Huesca, durante las jornadas kingnianas en las que estuvo invitada gente como Edu Vaquerizo, David Jasso, Ismael Biurrun y Emilio Bueso. Me pareció un buen tipo desde el principio. Había leído cosas suyas en algún Paura y le había publicado un estupendo relato en Tierras de Acero MGZN, pero en Huesca surgieron los cimientos de una bonita amistad. Recientemente hemos coincidido en Valdeavellano y hemos vuelto a poner cosas en común. Tenemos un cuento a cuatro manos pendiente que sacaremos adelante sea como sea. Es una deuda que no podemos eludir.

El caso es que conforme conoces a Marc R. Soto vas adentrándote en la mente de alguien que capta la cotidianidad con una facilidad sorprendente y que acaba exponiéndotela de forma fidedigna y amena. El primer recuerdo que tengo de él es que llegó al salón de actos del Matadero (en Huesca) medio zombi porque se había pasado toda la noche leyendo la segunda parte de «La brújula dorada». Marc decía que ese segundo libro era muy bueno porque los protagonistas querían matar a Dios. Nos echamos unas cuantas risas.

Marc es un tipo sencillo, pero dotado de una sensibilidad desbordante que no esconde en ningún momento. Vale mucho la pena sentarse con él y hablar de literatura, en seguida comprendes que tiene una visión muy personal de las cosas y sabe transmitirla perfectamente. Y ahora me preguntaréis: ¿a qué ha venido este rollo si vamos a hablar de su libro? Pues porque Marc es uno de esos escritores que sabe plasmar ese costumbrismo cotidiano, esa sensibilidad que lleva dentro, en sus libros.

Hace unos días discutía con él que «El hombre divergente» se resume en una serie de fragmentos de «Escenas de matrimonio». ¡Perdón! ¡Perdón! ¡Qué barbaridad he dicho! Rebobinamos. «El hombre divergente» es una sucesión de fragmentos de «Escenas de matrimonio» en la que los gags se vuelven macabros y en vez de Jose Luís Moreno hay una mente muy sucia detrás las cámaras. ¿Mejor así? Creo que no. Mejor borren de su disco duro mental este desacertado comentario de «Escenas de matrimonio».

Lo cierto, y ahora en serio, es que la mayoría de los cuentos de «El hombre divergente» (comenzando por el relato que da nombre a la antología) giran entorno a matrimonios fracasados. Marc debe tener algo de consejero matrimonial (en otra vida tuvo que dirigir un gabinete psiquiátrico o algo así), porque describe con mucha facilidad los entresijos de varias parejas que se encuentran al borde del naufragio y sabe sintetizar como un perfecto alquimista las emociones que emanan de tales crisis. Cuentos como «Gatomaquia» (con un final ambiguo que te deja un regusto en el paladar bastante agrio), «Regreso al bosque» o «Sushi» entrelazan el fracaso del matrimonio con la muerte. Otros como «Bella y tierna historia de amor» tratan el tema de manera tangencial para convertirse en una destornillante historia de humor negro.

Advertencia: libro especialmente recomendado para aquellas parejas que se encuentran en trámites de divorcio. Permite coger ideas.

Pero para los amantes de las emociones fuertes y las situaciones desagradables, «El hombre divergente» presenta varios cuentos que no dejarán indiferente. «Arañas» no es el relato más adecuado para una parturienta y «Los muertos no caminan» está escrito con la exhaustividad y las buenas artes de un autor clásico. Lo más sorprendente de Marc es que no sólo aplica un tipo de registro narrativo en el libro, sino que es capaz de desplegar mil voces diferentes y adecuarlas a las exigencias de cada relato. Mientras leía «Ratas» no podía dejar de estremecerme en la cama. Hubo un par de momentos en los que estuve tentado de apartar la vista porque me vi superado por el dichoso cuento. Enseguida me vino a la mente el fatídico final de «El fugitivo» (el libro de Stephen King, no la adaptación cinematográfica que el sr. Marín define como una de las primeras películas de superhéroes) y las sensaciones que me envolvieron mientras el bueno de Ben Richards se dejaba las tripas en la cabina del avión.

Y hablando de Stephen King he de decir que no estoy muy de acuerdo con la comparación que la buena de Elia Barceló realiza entre este autor y Marc en el prólogo. King es más ligero que Marc, mucho más. Sé que la facultad que Marc R. Soto tiene a la hora de retratar la realidad y superponerla con el elemento sobrenatural puede tener puntos en común con la obra del maestro de Maine. Pero Marc es capaz de ir más allá que King y analizar escrupulosamente las sensaciones y pensamientos que pasan por la cabeza de sus protagonistas. Es uno de esos autores psicoanalistas que definen relaciones, situaciones y hechos a partir de las emociones que surgen de la psique del personaje de turno.

No quiero pasar por alto ni «Mosquitos», ni «El hombre divergente». El primer título es la novela más larga de todo el volumen. Describe la relación entre Nacho —un niño de diez años— y Mercedes, su hermosa y joven profesora de mates. Mercedes anda un tanto agobiada porque su maridito le está poniendo los cuernos con alguien más joven que ella (una vez más, Marc vuelve a esas «Escenas de matrimonios fracasados» que tanto nos gustan) y Nacho se está transformando en algo siniestro a causa de la picadura de un mosquito. La relación que se entabla entre ambos se vuelve morbosa y enfermiza (¡yummm… yummm!), pero lo que más sorprende de este relato es el enloquecimiento progresivo que sufre la pobre Mercedes. Como he dicho antes, Marc tiene algo de psicoanalista chungo que le permite jugar con los sentimientos de sus personajes y llevarlos al límite.

«El hombre divergente» recoge momentos puntuales de cada cuento y los sitúa en la vida de Eduardo Ledantes, entrecruzándose en una serie de flashes que te hacen dudar de todo lo que rodea al pobre hombre. Quizás la inclusión de «Sushi» acaba convirtiéndose en un paralelismo demasiado evidente y desluce un poquito el final de «El hombre divergente», ya que en su trasfondo son historias simétricas, pero tampoco saquemos las cosas de quicio porque la historia de Eduardo Landetes es una forma original de hacer balance del libro y revivir esos momentos que nos han hecho vibrar y estremecernos a lo largo de todo el volumen antológico.

En definitiva, uno de esos libros que no deberías dejar pasar y que acaba cayendo en un par de sentadas. Marc es uno de esos grandes escritores que anda escondido por el panorama español y que aparece habitualmente en antologías y volúmenes recopilatorios. Tras este «hombre divergente» espero que tengamos libro de Marc R. Soto año sí y año también, porque advertimos desde ya que es uno de esos escritores que crean adicción en cuanto pones los ojos en su trabajo.

Relato Ratas narrado en Divergencia Cero. ¡¡Acojonante!!

By David Mateo with 13 comments

13 comentarios:

Por cierto, no lo he dicho en la reseña, pero continúa la excelente labor que Grupo AJEC está realizando con todos esos autores del panorama nacional que destacan de manera sobresaliente en la creación de cuentos.

¿Para cuándo el de Santi Eximeno?

¡¡David Jasso Collection YAAAAAA!!

¡Vaya! ¡Me has sacado los colores!
No me acordaba ya de nuestra charla sobre la segunda parte de "Luces del Norte". ¡Cierto! Literatura juvenil en la que los protagonistas deben decidir si matan a Dios o permiten que la iglesia corrupta y el pecado sigan dominando su mundo...

Por cierto, que si te impresionó Ratas, espérate a a escucharlo en audio. Varios de los relatos del libro fueron escritos de modo que fuera posible locutarlos (durante algún tiempo emití varios de ellos en la radio de mi pueblo, allá en el Norte), y Ratas es el que mejor se adapta a ese formato.

Si te pica la curiosidad, en breve aparecerá en www.divergenciacero.com

Y, si, por supuesto, tenemos ese relato pendiente, no creas que me olvido...

Creo que dejando a un lado nuestra amistad, el libro merece todos los elogios, Marc. A mí me ha dejado con ganas de más y eso es buena señal. Cuando observas un trabajo con una visión neutra y ésta acaba siendo positiva, entonces el resultado es más que óptimo. A ver si dentro de poco disfrutamos de una nueva antología tuya o de un libro enterito made in Marc R. Soto.

Me pica la curiosidad, por supuesto, cuando subas el relato a Divergencia lo enlazaré a esta entrada de blog para que quede de muestra. De todas formas, hay que dejar claro a los lectores que Ratas es un relato bastante duro que puede no ser del gusto de todos. Es más, creo que no es el ejemplo del tono que adquiere el libro. Eso hay que dejarlo claro para que cuando la gente lo oiga (o lo lea) no se asuste demasiado.

Ratas es un relato que a mí me revolvió las tripas (nunca mejor dicho), que tiene su mensaje pero que resulta bastante impactante. Es efectista a más no poder, pero los otros cuentos no son tan bestias (o al menos no causan un impacto tan heavy).

En breve me haré con él. Si no lo tengo ya es porque me emperré en comprarlo en Estudio en escarlata y, no sé por qué oscura razón, le llegan más tarde los pedidos que al resto de libreros.

Enhorabuenda de nuevo, Marc ;)

Gracias, Uriel. Si te sirve de algo, ayer vi lo que tenían disponible en la página web, así que a lo mejor ya les ha llegado. Por cierto, que tú y yo teníamos unas pendientes, también....

Saludetes

Unas cañas pendientes, que me como las palabras como si fueran kikos...

Eso, eso, Eximeno & Jasso collections :)
"El hombre divergente" es un libro magnífico, magnífico.

Cierto, cierto. A ver si animamos a Santi y también se apunta ;)

Al saco, al saco...
Estoy más que harto de fiascos extranjeros, de apuestas 'seguras' que luego resultan ser bodrios. Y más todavía de experimentos editoriales, esos de corta aquí, paga allá, busca lo fácil, lo comercial vacío y plantamos 25000 copias en los anaqueles de la seeccion juvenil del El Corte Ingles, Fnac y similares (¿Verdad, Sr. Jasso?)
Y después de leer a Marc en varios sitios uno tiene buenas
vibraciones.

Marc, Tobías, Jasso, Santi... a tomar el poder.

Aquí en Valencia, en el Corte Inglés, la sección "fantástica" está a punto de desaparecer. Yo ya he borrado el Corte Inglés de mi ruta friki.

Pues cuando voy a el Corte Inglés de Alicante, los libros de literatura fantástica están bajo un cartel que pone "Literatura infantil".

Por cierto, que la novela de la que habla David en este post la tengo en la pila de lecturas pendientes y cada vez tengo más ganas de leermela en cuanto me deje el trabajo.

Por cierto, que hay muchas editoriales que apuestan por autores españoles, pero que lo hagan tanto como AJEC creo que hay pocas.

Oh David qué detallada y atractiva reseña después de ella cualquiera se resiste a esta obra de Marc por cierto, muy majo se le ve en la foto y la que estáis los dos juntos, de museo! jeje.

David Mateo dijo: "¡¡David Jasso Collection YAAAAAA!!"

Eso, eso. Yo también voto por eso.

Pero mientras alguien se decide a publicarlo (¿hay alguien ahí?), yo también os recomiendo el libro de Marc. Es estremecedor. El dominio del lenguaje y de la comunicación es absoluto. Marc es uno de los escritores más completos del país.

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