lunes, septiembre 15

Jekyll, actualizando un mito

Resulta muy complicado encontrar hoy en día buenas actualizaciones de los viejos clásicos de terror, sobre todo cuando el producto va dirigido a la televisión. En los últimos tiempos hemos visto como demonios, vampiros y fantasmas se han convertido en una suerte de paradigma romántico y sensiblón que nos hastía y nos hace olvidar la figura del monstruo. No es la primera vez que reclamo en la Sombra de Grumm que se dejen de fantasmas y espectros necesitados de ayuda, que se olviden de vampiros torturados por el amor y la soledad… hay que retomar ya la figura del monstruo destructivo, podrido y visceral. El asesino que de verdad aterra. La criatura que nos hace estremecernos por la noche.
Tenía que ser la BBC (¡cómo no!) la que nos devolviera el regusto por las series de terror, en esta ocasión actualizando (o continuando… no sé cuál es la palabra que se ajusta más) el mito de Jeyll y Hyde. Steven Moffat, no contento con su maravilloso Doctor Who, es el encargado de devolvernos este antiguo clásico de terror, para ello se apodera de todo lo que Robert Louis Stevenson creó en su novela y lo utiliza en la trama para encadenar un par de interesantes giros argumentales. Por lo tanto no estamos ante una serie que da la espalda al mito, sino que se sirve de él para crear una historia inteligente y que va increscendo conforme avanza hacia el inevitable final.


No estamos ante una serie interminable ideada para extenderse durante veinte temporadas. Son en total seis capítulos de una hora de duración cada uno, en los que James Nesbitt encarna al doctor Tom Jackman, y por supuesto a su alter ego Hyde, y Gina Bellman es Claire Jackman, la sufrida mujer de Jekyll y la madre de sus dos hijos.
La historia comienza en el momento en que Tom contrata a la psicóloga Katherine Reimer (la guapísima Michelle Ryan… la mujer con las piernas más largas del planeta) para que trabaje de mediadora entre sus dos identidades. Catherine tiene una premisa básica: respetar la intimidad de Tom y Hyde y no entrometerse en los asuntos de uno con el otro. Hasta ese momento, Tom ha sido capaz de mantener a Hyde alejado de su mujer y de su familia, incluso ha logrado contener el instinto asesino de su alter ego bajo amenazas, pero la cosa comienza a cambiar cuando las apariciones de Hyde se vuelven más repentinas y más seguidas. Está a punto de suceder algo, y no sólo Katherine Reimer está pendiente de la vida del bueno de Tom. Una agencia paragubernal sigue los pasos del desafortunado psicólogo y está dispuesta a sacar partido de las misteriosas transformaciones de nuestro sufrido protagonista.
La cosa se complica un poco más cuando Claire Jackman contrata a un par de detectives lesbianas para seguir los pasos de su marido. Las ausencias cada vez más prolongadas e injustificadas de Tom sacan de quicio a Claire y le hacen pensar que tiene una amante lejos de casa.
El argumento, que en un principio parece bastante sencillo, esta lleno de trampas y giros sorprendentes. Nada es lo que parece, todos son cabos sueltos que al final acaban encajando unos con otros, provocando alguna exclamación de sorpresa. En solo seis capítulos Jekyll consigue mantener más tensión que otras series que necesitan temporadas y temporadas para despegar, además, el personaje de Hyde es soberbio y descarnado, histriónico hasta decir basta, y en más de una ocasión te hace soltar una carcajada para al instante siguiente encogerte el corazón.
Jekyll es una serie imprescindible que no deberíais dejar escapar. No me seáis perezosos que son sólo seis capítulos.

By David Mateo with 4 comments

4 comentarios:

Es que la BBC saben hacer buenas series...

Me la apunto.

Un saludin

Pues con permiso de Torchwood y Dr. Who, esta es una auténtica maravilla.

En V.O., por supuesto.

RM

Sí, porque si tienes que esperar a ver Dr. Who doblado, apaga y vámonos. Y para seguir Torchwood hay que ser noctámbulo :-s

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