El sábado por la noche tuve un sueño muy curioso. El protagonista es un equipo de élite donde hay varios mercenarios, y entre ellos destacan Claudio Cerdán y Luís Martínez Semper. El primer paso de su última operación es atacar un edificio farmacéutico. La jefa consigue una droga contagiosa que debe esparcir por el pueblo (sí, no me preguntéis porqué, pero el sueño se localiza en un pueblo). Tras conseguir los polvitos de la muerte… ¡¡asaltan una especie de torre con metralletas y... CARTUCHOS DE DINAMITA!! La misión consiste en subir a lo alto de la torre y esparcir la droga. Al final, la misión es un éxito pero los únicos que sobreviven son Claudio y Luís, aunque el segundo ha recibido un tiro en las tripas y está agonizando en el interior de un coche.Claudio sale todo chulo de la torre en ruinas y, cuando Luís le invita a subir al vehículo, Claudio le responde: «A partir de aquí tenemos que tomar caminos distintos»; obviamente, quiere quitárselo de encima para no tener que cargar con un peso muerto. Desde ese momento, Claudio se prepara concienzudamente para escapar del pueblo antes de que los polis cierren todas las salidas.
¿Os ha gustado el sueño? ¡Pues si queréis leer el último libro de este mercenario machorro llamado Claudio Cerdán, que asalta torres con cartuchos de dinamita, os dejo su último libro: EL PAÍS DE LOS CIEGOS, editorial Dibbuks.
El Tuerto Durán sale de la cárcel tras cinco años, pero se siente viejo y acabado. Traicionado por su antigua banda, pronto vuelve a hacerse un nombre en una ciudad corrupta y hostil. La extorsión, el soborno y el tráfico de drogas son su tarjeta de visita. El Tuerto sólo entiende un idioma: la violencia. Y es todo un experto. El dinero llega rápido, y también los problemas, con la aparición del cadáver de uno de sus camellos. Decidido a mantener su tapadera legal, El Tuerto investigará el asesinato perseguido por la policía y acosado por sus viejos compinches, viéndose sumergido en una trama de intereses que abarca desde la mafia rusa a la colombiana. Y, entre la tormenta de plomo y sangre, las calles murmuran que Magallanes, el maníaco que casi lo mata en prisión, está de vuelta por el barrio. Una novela repleta de personajes pintorescos, diálogos afilados, humor negro y crítica social. El país de los ciegos es una puñalada en el estómago, contundente y adictiva.
Lo siento por Luis, pero ya conocía las reglas: vivir juntos, morir solos.
Gracias por la cuña, David. Y yo que pensaba meterte un tiro en las tripas... :P
Eso de Luís lo dices ahora, pero en el sueño bien que pensabas: jódete, rata sarnosa.
Pero ante la adversidad es cuando Luis más se crece y saca fuerzas de flaqueza... Habrá seguro una nueva misión que cumplir, sin olvidarme de aquellos que me tendieron la mano... Jeje...
Guauuuuuu.... Semper vs Cerdán. Suena a título de novela policíaca.
Hale, a meter a Luis de personaje en la nueva que estoy escribiendo :P
Tiene buena pinta, si señor.
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