Después de casi un año, Noches de sal sigue llamando la atención de lectores y críticos. En este caso, Javier Arnau escribe para Planetas Prohibidos y para su blog Preveniendo desastres la reseña de Noches de sal. Os trascribo un par de parrafitos:
arias cosas me sorprenden de David Mateo autor; su enorme capacidad de trabajo, la gran labor de documentación e investigación que le dedica a sus novelas, y la “facilidad” para plasmar todo ese esfuerzo en grandes (por tamaño y calidad) libros. También su capacidad para cambiar de registro (normalmente dentro del ámbito fantástico, pero también tiene algún que otro libro que se sale de este género); aunando todo esto, David es capaz de publicar con escaso margen de tiempo una novela de fantasía histórica (Heredero de la Alquimia), otra de terror (Noches de Sal), y aún otra más de zombies (Carne Muerta). Centrándonos en Noches de Sal, lo primero que debo de reconocer es que me costó un poco entrar en la historia (igual que reconozco que posteriormente no podía dejar de leerla); habiendo leído su anterior obra, Heredero de la Alquimia, de fantasía histórica, me costó un tanto engancharme a los capítulos de los estudiantes de medicina de Valencia, Abel, Lore, Patri y Rafa. Ésta es una de las dos líneas temporales en la que se divide la novela, la situada unos 15 años atrás, siendo la otra, la intercalada, la perteneciente a la “actualidad”. Pero ya digo, que fue sólo una “impresión” mía, y enseguida me atrapó la historia, sobre todo en cuanto los capítulos comienzan a alternarse, y empiezan los macabros asesinatos en serie de Pilatos. La línea de 15 años atrás nos va dando a conocer a los protagonistas, y va desarrollando los hechos que desembocarán en la otra, la supuesta actual. Debo de reconocer que, igual que suelo comentar que en IT, de Stephen King, (por la posible similitud en cuanto a las líneas temporales) esa estructura alternada de capítulos/líneas temporales no me llegó a enganchar, y finalmente no acabé su lectura, en este caso me sucedió justamente al revés, y me costaba dejar la lectura porque cada alternancia me dejaba con ganas de más, en un bucle que hacía difícil que parara la lectura. Y esto se iba acentuando conforme las dos líneas van confluyendo, conforme avanza la trama, y se van resolviendo los enigmas que David va planteando a lo largo de las más de 500 páginas que componen Noches de Sal. Además, David nos muestra una Valencia diferente a todo lo que nos podríamos esperar de una ciudad de la costa mediterránea; una Valencia oscura, tenebrosa, gótica. Y, creedme, para los que conocemos las zonas en las que se sitúan las diferentes escenas del libro, eso nos crea un cierto desasosiego. Pero no sólo Valencia, si no otras ciudades y emplazamientos cercanos: Sagunto, Godella, etc.
El resto en la web de Planetas Prohibidos. Desde la sombra de Grumm, muchas gracias a Javier Arnau.
arias cosas me sorprenden de David Mateo autor; su enorme capacidad de trabajo, la gran labor de documentación e investigación que le dedica a sus novelas, y la “facilidad” para plasmar todo ese esfuerzo en grandes (por tamaño y calidad) libros. También su capacidad para cambiar de registro (normalmente dentro del ámbito fantástico, pero también tiene algún que otro libro que se sale de este género); aunando todo esto, David es capaz de publicar con escaso margen de tiempo una novela de fantasía histórica (Heredero de la Alquimia), otra de terror (Noches de Sal), y aún otra más de zombies (Carne Muerta). Centrándonos en Noches de Sal, lo primero que debo de reconocer es que me costó un poco entrar en la historia (igual que reconozco que posteriormente no podía dejar de leerla); habiendo leído su anterior obra, Heredero de la Alquimia, de fantasía histórica, me costó un tanto engancharme a los capítulos de los estudiantes de medicina de Valencia, Abel, Lore, Patri y Rafa. Ésta es una de las dos líneas temporales en la que se divide la novela, la situada unos 15 años atrás, siendo la otra, la intercalada, la perteneciente a la “actualidad”. Pero ya digo, que fue sólo una “impresión” mía, y enseguida me atrapó la historia, sobre todo en cuanto los capítulos comienzan a alternarse, y empiezan los macabros asesinatos en serie de Pilatos. La línea de 15 años atrás nos va dando a conocer a los protagonistas, y va desarrollando los hechos que desembocarán en la otra, la supuesta actual. Debo de reconocer que, igual que suelo comentar que en IT, de Stephen King, (por la posible similitud en cuanto a las líneas temporales) esa estructura alternada de capítulos/líneas temporales no me llegó a enganchar, y finalmente no acabé su lectura, en este caso me sucedió justamente al revés, y me costaba dejar la lectura porque cada alternancia me dejaba con ganas de más, en un bucle que hacía difícil que parara la lectura. Y esto se iba acentuando conforme las dos líneas van confluyendo, conforme avanza la trama, y se van resolviendo los enigmas que David va planteando a lo largo de las más de 500 páginas que componen Noches de Sal. Además, David nos muestra una Valencia diferente a todo lo que nos podríamos esperar de una ciudad de la costa mediterránea; una Valencia oscura, tenebrosa, gótica. Y, creedme, para los que conocemos las zonas en las que se sitúan las diferentes escenas del libro, eso nos crea un cierto desasosiego. Pero no sólo Valencia, si no otras ciudades y emplazamientos cercanos: Sagunto, Godella, etc.
El resto en la web de Planetas Prohibidos. Desde la sombra de Grumm, muchas gracias a Javier Arnau.
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