Y es que no paran de salir más y más reseñas de Noches de sal. En esta ocasión, la crítica viene de Ruta 42 y la escribe Maje Muñiz. Como siempre, os dejo un par de parrafitos para que la degustéis:
Cuando el protagonista consigue un encargo de una revista para ilustrar un cuento con sus dibujos, algo que cambiará las vidas de todos para siempre. Secreto, el pseudónimo que firma el relato, redacta de una manera tan increíble que cautiva a todo aquel que posa sus ojos en sus letras. Pero, ¿quién está detrás de ese nombre falso? La búsqueda que emprende Abel le lleva hasta la calle de los Secretos, donde encontrará a una persona que trastocará el rumbo de todo. Esta es la trama principal, producida en el pasado, que se intercala con escenas del presente en cada capítulo, produciendo un ritmo de lectura rápido, que desvela cosas que están ocurriendo para que vayas hilando con lo que ya ha pasado. Sumado a una narrativa fácil que también se lleva a cabo en seguida, devorando las páginas e intentando dar con el quiz del asunto. Algo que, finalmente, no resulta ser más que la lucha entre el bien y el mal (y no, no es un spoiler) pero tratada de una manera que, a veces horroriza por lo que le pasa a los personajes, y otras sorprende la humanidad que reside hasta en aquellos que han sufrido hasta quedar consumidos por dentro.
El resto de la reseña, en su web.
Cuando el protagonista consigue un encargo de una revista para ilustrar un cuento con sus dibujos, algo que cambiará las vidas de todos para siempre. Secreto, el pseudónimo que firma el relato, redacta de una manera tan increíble que cautiva a todo aquel que posa sus ojos en sus letras. Pero, ¿quién está detrás de ese nombre falso? La búsqueda que emprende Abel le lleva hasta la calle de los Secretos, donde encontrará a una persona que trastocará el rumbo de todo. Esta es la trama principal, producida en el pasado, que se intercala con escenas del presente en cada capítulo, produciendo un ritmo de lectura rápido, que desvela cosas que están ocurriendo para que vayas hilando con lo que ya ha pasado. Sumado a una narrativa fácil que también se lleva a cabo en seguida, devorando las páginas e intentando dar con el quiz del asunto. Algo que, finalmente, no resulta ser más que la lucha entre el bien y el mal (y no, no es un spoiler) pero tratada de una manera que, a veces horroriza por lo que le pasa a los personajes, y otras sorprende la humanidad que reside hasta en aquellos que han sufrido hasta quedar consumidos por dentro. 
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