Más índices de lectura

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Y esta vez relativos a Cataluña, en los que alarmantemente desciende el interés por la lectura conforme los adolescentes van creciendo. Aquí va el artículo publicado en La Vanguardia:

Los jóvenes catalanes de cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (Eso) leen un 10% menos que hace seis años, según los datos que recoge el estudio 'Hàbits de lectura dels infants i joves de Catalunya', que presentó el Consell Català del Llibre Infantil i Juvenil (Clijcat). El informe presenta datos del curso 2008/2009, que se comparan con los resultados del anterior informe, publicado en 2004.

Se evidencia que la práctica de la lectura entre niños y jóvenes desciende a medida que avanza su edad. Los niños de Primaria son buenos lectores, -en sexto leen libros cada día o una vez a la semana un 83,4% de los encuestados-, pero el porcentaje baja hasta el 44,1% en el caso de los estudiantes de cuarto de Secundaria, una cifra que también desciende respecto al nivel de 2004, cuando leía un 53,5% de los jóvenes.

El estudio también constata una diferencia que se da en el mundo adulto: que las mujeres leen más que los hombres. Al 69,9% de las niñas encuestadas les gusta leer, frente al 68,6 de los niños. La clave de esta diferencia se encuentra en el modelo familiar, puesto que el 71,8% de las madres leen libros, frente al 61,9% de los padres.

Los motivos por los que leen son muy dispares, pero tan sólo en los niños de sexto de Primaria se hace por gusto, el 57,9%. Los jóvenes de segundo y cuarto de Secundaria leen "porque se les obliga en el centro de enseñanza", con porcentajes del 55,1 y 60,2% respectivamente.

La diferencia de edad no afecta, en cambio, a los géneros preferidos. La novela de aventuras es la opción elegida por el 64,8% de los niños y jóvenes, aunque a medida que crecen se decantan por las de terror, fantasía y amor, siendo éstas las segundas más leídas por los estudiantes de cuarto de Secundaria (44,3%).

Entre las nueve actividades preferidas de los jóvenes en su tiempo libre, la lectura se encuentra en antepenúltimo puesto, sólo por delante de "hacer la siesta" y "ordenar la habitación".

Ante este panorama, uno de los miembros del consejo ejecutivo del Clijcat, Joan Portell, quiso lanzar un mensaje optimista, ya que compensó la bajada de lectores con el hecho de que "la lectura se está socializando, se está convirtiendo en un elemento de consumo cultural", según dijo. Para apoyar esta tesis, Portell recordó que el 73,2% de niños y jóvenes consideran que sus maestros les recomiendan buenos libros, y que el lector tiene cada vez más "un criterio propio". Junto a los datos de hábitos de lectura, se presentaron los datos de producción y facturación del libro en Catalunya.

En 2008 se produjeron en Cataluña 4.541 títulos de literatura infantil y juvenil, de los que 2.131 fueron en catalán. De literatura general se editaron 8.203 títulos, 1.184 de ellos en catalán. Estos datos se traducen en cifras de facturación que son de 180,13 millones de euros en el caso de la literatura infantil y de 566,79 millones en el caso de la literatura para adultos.

Entre tanto paro, entre tanta crisis económica, entre tantos malos rollos familiares… no nos estamos dando cuenta de que estamos moldeando una sociedad ignorante o, al menos, que no sabe aprovechar los recursos placenteros que la literatura pone a nuestro alcance. Hace sesenta años, España vivió sumergida en el fenómeno pulp. No había televisión, sí que había seriales de radio (por cierto, este fin de semana faltó Ricardo Palmerota, uno de los mayores defensores de la radionovela y la voz de nuestro queridísimo maestro Yoda) y la mayoría de los españoles acudían a un magazine a leer historias de vaqueros, de detectives, de ciencia ficción o de terror. Después, llegó la tele y se convirtió en un fenómeno de masas… así hasta hoy, que nos encontramos con una caja boba que no hace más que vomitar basura.

El próximo mes de marzo llega el parón analógico (no me pregunten cuándo porque ni lo recuerdo ni me interesa). En la radio y en la televisión nos bombardean con un lema: ¿Imaginas tu vida sin la televisión? Yo sí que me la imagino, de hecho no tengo que esforzarme demasiado. No veo canales convencionales. Me limito al DVD y poco más. Cada vez me interesa menos la tele y amo más mis libros. Ojalá el dichoso apagón nos devolviera esa época pulp donde la familia se reunía con un libro en las manos; los chavales catalanes leerían más y el Consell Català del Llibre Infantil i Juvenil estaría más contento.

By David Mateo with 5 comments