El Big Bang que salvó a Antena 3

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Así argumenta Antena 3 el primer capítulo de «El barco», la nueva superproducción llamada a sustituir al internado:

Algo ha sucedido en tierra a las pocas horas de que el buque escuela “Estrella Polar” zarpara de puerto. Tras una aparatosa tormenta no prevista en ninguna carta marítima, han dejado de funcionar todos los sistemas de navegación. Las comunicaciones se han interrumpido. Es como si no hubiese nadie al otro lado, como si el mundo, tal y como lo conocíamos hasta ahora, hubiera desaparecido.

La puesta en funcionamiento, después de varias averías, del acelerador de partículas construido en Ginebra ha fallado, provocando un nuevo Big Bang. Lo que parecía sólo una amenaza catastrofista se ha hecho realidad. Afortunadamente había previsto un “Protocolo Extremo de Seguridad” por si algo salía mal.
Sólo Julia, la científica del buque, conoce la importancia de que, durante la tormenta, el Estrella Polar permanezca en la falla natural que ella misma había marcado como coordenadas de destino. En pocas horas, comprenderá que algo ha salido mal y se verá en la obligación de contar a la tripulación parte de lo que sabe: existe esperanza más allá de la tragedia pero, por el momento, es mejor que sólo ella conozca toda la información.
¿Cómo iban a sospechar los tripulantes del Estrella Polar que el encendido de la máquina provocaría un nuevo Big Bang en el planeta, que los continentes se moverían, que el mar se tragaría el mundo, que peces desconocidos y monstruosos emergerían de las profundidades abisales, que no volverían a ver a su familia, a sus amigos?... ¿Cómo lo iban a saber, si no sabían ni lo que era un acelerador de partículas?

Tras este apoteósico argumento, la única sospecha que me queda más o menos clara es que no sólo los tripulantes del Estrella Polar desconocen lo que es un acelerador de partículas o lo que es un Big Bang, sino que los guionistas andan un poco perdidillos. Si uno le echa un poco de imaginación y trata de imponer algo de lógica en este descalabro de argumento podría llegar a imaginar que el Estrella Polar ya no está nuestra propia esfera de sucesos y algo lo ha trasladado a un mundo semejante al nuestro pero distinto; vamos, que jugamos con las dimensiones. Pero me extrañaría que los guionistas de una serie creada para divertir, entretener y enamorar a los espectadores fueran capaces de sacarse semejante as de la manga.
Supongo que el efecto 2000 todavía no se ha borrado de la mente de las masas supersticiosas del planeta y algo tan importante como el CERN se pone en entredicho con una vulgaridad que raya lo obsceno. Al fin y al cabo, el 2012 está a la vuelta de la esquina y hay que seguir poniendo nervioso al populacho.
La imaginería española es de traca, a veces uno se siente como si todavía viviera en una sociedad en la que la gente tiene la necesidad de que la Tierra sea plana y las fronteras llenas de monstruos. Aunque el mensaje final de la serie y el trasfondo de los personajes conlleve mezclar LOST con un poco de «Física y química» y repetir hasta la saciedad la fórmula del adolescente que se pirra por la chavalita y el profe que le calienta la entrepierna a la directora. Aunque supongo que, emulando a alguna aventura de Julio Verne, aquí cambiaremos profesores por intrépidos marineros y directora por capitana con escote subidito. En fin, que ya tenemos nueva serie que atraerá a las masas, empalmará a la canallesca cuando el Sandocán o la Sandocana de turno muestre pechera en lo alto del palo mayor y lanzará un mensaje apremiante entre aquellos que todavía esperan que un satélite de la NASA descubra que la Tierra realmente es plana: ¡¡Cuidado, el Big Bang puede acontecer mañana mismo, resguardaros en los sótanos pues solo así podréis sobrevivir a la lenta e inevitable descomposición del Universo!!

¡¡Y es que en el fondo, a todos nos vendría bien un Big Bang de vez en cuando, para echar una cabezadita en la proa de un barco y mostrar biceps torraditos por el sol!! xD

By David Mateo with 6 comments