Echando el higadillo pero al final llego a mi cita semanal con las columnas de Sedice. Hoy toca desgranar las últimas páginas de La sombra del viento y los recursos estilísticos que engloba la novela en apenas cincuenta o sesenta páginas. Todo un portento narrativo del flashback.Ayer, leyendo las últimas páginas de «La sombra del viento», la exitosa novela de Carlos Ruíz Zafón, me encontré de bruces con un pasaje de la historia que me pareció extremadamente sorprendente en el ámbito literario. El cuento, dentro del cuento, que a su vez está dentro de otro cuento y que acaba estando en el interior de un último cuento. ¿Qué cómo es eso? Voy a intentar explicarlo un poco más despacio y de forma más concisa, sin entrar en destripes innecesarios pero citando momentos de la obra que ayudará a quienes la hayan leído a hacerse una idea de a lo que me refiero, y a los que no la hayan leído todavía a comprender por donde van los tiros.
«La sombra del viento» es una novela que discurre entre dos líneas temporales: la de Daniel, el protagonista, situada entre 1945 y 1956, y la de Julián Carax, un misterioso escritor que tuvo que afrontar una vida trágica quince o veinte años atrás y cuya pista el protagonista se empeña en seguir a lo largo de la novela, reconstruyendo su pasado. Bien, hay un punto en la última parte del libro, en la que Daniel recibe una carta de un personaje llamado Nuria Monfort y el autor, es decir, Zafón, propone un mega-flashback de treinta años atrás (más o menos lo que hace a lo largo de toda la novela cada vez que quiere referirse a Julián Carax y su agitada vida).
Como siempre, para leer el resto, al enlace.
Por cierto, acojonante el exceso de testiculina de algunos directores de ezines ante la aparición, sorprendente e inesperada, del nuevo concurso de moda en el fandom: I Premio de las Editoriales Electrónicas. Nadie sabe de dónde viene, de dónde sale la pasta o quién ha convocado a quién. Algunos todavía lo están flipando al ver su nombre en la lista de patrocinadores del premio, otros han pillado tal rebote que si los egos tuvieran que meterse en los pantalones, las costuras reventarían. Hay veces que estas cosas suenan a chiste y con toda la razón del mundo.
6 comentarios:
No sé por qué, pero no me reconoce la cuenta de Sedice. En fin, te comento por aquí.
Como bien dices, Zafón utiliza un recurso conocido como "el documento encontrado", que, por ejemplo, ya utilizó Cervantes en El Quijote. Es una forma eficaz de narrar en flashbacks a través de diarios de personajes, cartas, etc... Además, es muy ameno, pues te cambia de persona narrativa, y por tanto de estilo.
Si te ha gustado ese rollo, te recomiendo que busques El niño de los coroneles, de Fernando Marías, un libro sobre las torturas y los límites de la maldad que ganó el Premio Nadal hace unos añitos. Muy oscuro, no apto para estómagos sensibles.
Y si os gusta el terror clásico, intentad leer Lobo, de Adolfo Gracía Ortega. En apenas 200 páginas tienes flashbacks para regalar. El libro trata de una investigación policial... en el que el asesino parece ser un hombre lobo. Acojonante la parte del diario del asesino, inquietante como poco.
Salud (y a seguir descubriendo)
Me apunto ambos, Claudio. Aunque debo decir que, aunque La sombra del viento me ha gustado -el estilo de Zafón es muy bueno-, me parece un libro un tanto sobrevalorado. Es más, creo que en algunos puntos los flashbacks resultan cargantes, aunque en otros estén llevados de forma magistral (tal es el ejemplo que he puesto en la columna).
La sombra del viento peca en algunos momentos de un guión un tanto juvenil y en otros momentos se vuelve muy adulta.
Sea como sea, es un buen libro.
nanuscrito encontrado. POr las páginas que hojee de Elemental, querido Chaplin, creo que Rafa Marín también lo usó en su novela. Es un recurso común para dar veracidad a la historia que se cuenta.
Sí, pero en este caso yo me refiero a ese flashback, dentro de un flashback, que a la vez es otro flashback del presente. A mí me pareció bastante impresionante y nada fácil de conseguir.
en cuanto al premio de editoriales electrónicas, pues parece bastante oficial, pues me han llegado las noticias y las convocatorias por diferentes medios, varios de ellos de esas mismas editoriales
SalU2
No, si oficial es (en el momento en que se hace público deber serlo), otra cosa es el caos interno que se ha armado y que nadie ha visto (y por supuesto yo no mencionaré aquí). Ver la actitud de algunos reputados websmaster me ha producido vergüenza ajena, pero allá cada cual con su ego.
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