Por cierto, antes de que me enrolle con otras chorradas y no suba lo que es verdaderamente importante (que es un hábito bastante usual en mi vida cotidiana), el próximo jueves, 8 de Noviembre, en Castellón, en el Salón de Actos de Castalia Iuris:
Un servidor ha sido invitado junto a Jose Miguel Vilar (maestro de ceremonias), Juanmi Aguilera y Emilio Bueso. El acto se celebrará a partir de las 19:00 horas.
6 comentarios:
Más que maestro de ceremonias, aprendiz...
Baja del árbol modesto. Además, en estas peleas todos somos aprendices. Aquí el único que está para dar clases es el Juanmi, que se conoce el percal como nadie. Pero trataremos de no quedar demasiado mal.
Y a las 19 horas ¿qué cristiano puede salir de su trabajo? Estos escritores de fantasía... ummmhh no se en qué mundo viven
Puede ser, pero ten en cuenta un par de cuestiones. Normalmente no son los autores los que ponen el horario, sino que son los establecimientos los que dictaminan ese horario.
En caso de la galería Castalia Iuris supongo que atenderá a un protocolo de actos. En caso de las librerías, la cuestión es meramente por el horario del establecimiento. Piensa que la mayoría cierra a las ocho y media o a las nueves y, normalmente, una presentación suele durar de media hora a tres cuartos de hora. Teniendo en cuenta que luego hay que recoger tinglado y las librerías deben cerrar caja, despachar a los últimos clientes, etc etc... el horario impuesto suele ajustarse a esa hora.
Si te sirve de consuelo, en Babel, una de las librerías más importantes de Castellón, ese mismo día se presenta una novela juvenil en valenciano y el horario es exactamente el mismo.
Sea como sea, no creo que te falte parte de razón. Son muy pocos los afortunados que pueden desplazarse a un establecimiento a las siete de la tarde, pero es lo que hay.
Era una queja con toque de broma. Ya se que los escritores lo que más querrían es ver la sala llena de gente.
Pero es lo que hay, en fins...
Si, pero en parte tu queja tiene un fondo de razón. Luego pasa lo que pasa, salas desiertas a las que no va ni Dios...
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