Hace unos cuantos meses en Sedice se publicó una columna controvertida de Enric Herce en la que se debatía las críticas literarias entre fandomitas. El caso es que surgió una amarga polémica sobre mi primera novela «Nicho de reyes» y una crítica que apareció en la página de Regina Irae. La crítica, vista con perspectiva, es muy realista y la administradora remarca los puntos positivos y negativos de la novela. La cuestión es que en los comentarios, un maleducado refugiado tras el seudónimo del anonimato cargaba con graves insultos contra la administradora y alababa los puntos positivos de la novela.
En la polémica que comenzó en Sedice y después se trasladó al blog del propio Enric, se sacó un enlace a la crítica de Regina Irae y se puso como ejemplo de las reacciones negativas de algunos lectores (obviamente, lectores de mi obra). Más tarde, comenzó a llegarme el rumrum de que alguien cercano a mí era el responsable de esos insultos.
El tiempo, que suele quitar o poner a cada cual en su lugar, hizo que la administradora de esa web coincidiera conmigo en el Facebook y mantuviéramos una grata conversación al respecto de toda esta polémica. Sí, lo admito, tenía una espinita clavada y, ante todo, quería dejar claro a la administradora que nadie de mi entorno había dejado caer esa crítica y, si esto no le bastaba, disculparme por el mal trato dispensado. La propia administradora me dijo que el anónimo era uno de esos trolls que deambulaba por su web desde hacía tiempo. El típico imbécil al que controlas y que tiene mucho tiempo que perder al cabo del día.
Hoy, en cierta forma, me siento aliviado. La web Regina Irae ha decidido borrar por iniciativa propia todos los comentarios insultantes del anónimo, incluido el que estaba en «Nicho de reyes». Me parece una decisión superacertada por parte de la administradora, aunque si hubiera decidido dejarlo tampoco me hubiera parecido mal. Cada cual es dueño de su casa y actúa de la manera que cree conveniente en ella.
Gracias Regina.
En la polémica que comenzó en Sedice y después se trasladó al blog del propio Enric, se sacó un enlace a la crítica de Regina Irae y se puso como ejemplo de las reacciones negativas de algunos lectores (obviamente, lectores de mi obra). Más tarde, comenzó a llegarme el rumrum de que alguien cercano a mí era el responsable de esos insultos.
El tiempo, que suele quitar o poner a cada cual en su lugar, hizo que la administradora de esa web coincidiera conmigo en el Facebook y mantuviéramos una grata conversación al respecto de toda esta polémica. Sí, lo admito, tenía una espinita clavada y, ante todo, quería dejar claro a la administradora que nadie de mi entorno había dejado caer esa crítica y, si esto no le bastaba, disculparme por el mal trato dispensado. La propia administradora me dijo que el anónimo era uno de esos trolls que deambulaba por su web desde hacía tiempo. El típico imbécil al que controlas y que tiene mucho tiempo que perder al cabo del día.
Hoy, en cierta forma, me siento aliviado. La web Regina Irae ha decidido borrar por iniciativa propia todos los comentarios insultantes del anónimo, incluido el que estaba en «Nicho de reyes». Me parece una decisión superacertada por parte de la administradora, aunque si hubiera decidido dejarlo tampoco me hubiera parecido mal. Cada cual es dueño de su casa y actúa de la manera que cree conveniente en ella.
Gracias Regina.
9 comentarios:
Hooligans, trolls y gente de mal comportar existen en todos los ámbitos. Por lo poco que te conozco, dudo que amparases a alguien así, por mucho que defendiese tus obras...
Aunque a veces los que hacen spam en foros ajenos forman parte del entorno del escritor. Sé lo que me digo xDDDD
No lo negaré, pero la gente que está muy muy próxima a mí, suele tener la cabeza bien amueblada, ya son bastante mayorcitos y tienen muchas cosas que hacer al cabo del día como para preocuparse de mis libros.
Otra historia sería un lector jovencillo o algún maleducado que yo no puedo controlar, obviamente, y se dedica a dar la murga por alguna web.
Sea como sea, esto de Regina se remontaba a muuuucho tiempo atrás y por entonces yo no tenía tantos lectores.
Por cierto, Alejandro, tu comentario me da pie a una teoría que llevo mascullando desde hace mucho tiempo. Como cualquier otro escritor, tengo muy buenos amigos lectores de mi obra. Gente que ha leído mis libros, los ha comentado y ha experimentado la inevitable fiebre entusiasta por una saga que te engancha.
Pero el orden natural de las cosas dice que todo tiene un principio y un final. Es decir, si yo saco un libro, el lector lo leerá, lo comentará y luego se olvidará para él porque se pondrá a leer otras cosas. Ese es el orden lógico.
Me cuesta creer que en el panorama fandom exista hooligans sempiternos de una obra o un escritor, sobre todo cuando las tiradas de nuestros libros no permiten crear fiebres o legiones de lectores fanáticos.
Cuando alguien se dedica a dar la tabarra toooooodos los meses sobre un libro que no es suyo, un libro que tiene más años que cascorro, y encima es amigo del escritor, a mí me suena a cuerno quemao. Y, probablemente, le pase lo mismo a los lectores de un foro o de una página web.
Un libro que no es un fenómeno mediático, nace, se reproduce y muere. Es decir, tiene un ciclo vital que desde luego no se prolonga eternamente. A no ser que estemos hablando de ESDLA o Canción de hielo y fuego, que no es el caso.
A mí ayer ya me tocó meter la moderación de comentarios porque ya me vino uno de esos trolls que queman en los blogs yo los polvos que no echan.
Me alegra que hayas desentrañado el misterio. Aunque ya te digo que quienes estaban convencidos de que los comentarios eran obra de algún familiar, fan chalado y sobretodo tuyos, seguirán pensándolo.
Lo que pasó con esa columna de Sedice me dejó claras dos cosas: que hay mucho ente virtual que tiene en la más alta estima su criterio, y que sólo cambian de opinión en caso de que la nueva información sea más jugosa que la anterior.
Yo no he leído tu crítica en Regina Irae, pero si conozco a la Mala Mendoza... puede ser muy "mala", de ahí su apodo :-)
Lo de los trolls, pues malo es en efecto, pero hay grados. Para mi trolleo es el que entra anonimamente o con distintas identidades y tiene el objetivo manfiesto y repetido de provocar la reacción de los demás usuarios. Un comentario maleducado no sé si es suficiente para considerarlo trolleo, quizá sí.
El anonimato y la distancia de la red es lo que tiene. Hay muchas envidias, comportamientos a mala fe, y defensas fanáticas que en ocasiones eclipsan a la moderación y las buenas palabras. Pero esos siempre pasan y al final quedan los que de verdad tienen opiniones nutritivas. Hay gente que se toma el trabajo y la creación ajena como una amenaza a su autoestima, critican y vilipendian a diestra y siniestra para finalmente caer del barco en el que vamos todos.
Un saludo.
Es imposible controlar a los trolls, y sobre todo en un ámbito que se presta para ataques de este tipo como lo es la web.
Como alguien lo mencionada anteriormente, los desadaptados se encuentran en todas partes.
Tan sólo espero que no se trate de un admirador con algún disturbio mental, de aquellos que deciden inmortalizar al autor de sus obra favorita quitandole la vida, jejejej
David, depende de la personalidad del hooligan-troll. Los hay que son amigos del escritor o toman a éste como si fuera un semidios, a falta de referentes propios, y se dedican a defenderle aunque sea absurdamente.
Y los hay que le defienden absurdamente para dañar su imagen, también me he encontrado de estos, aunque son los menos por una razón básica: hay que odiar bastante para cometer una estupidez así. Más aún contra personas que tienen de veras amigos y no lo permitirían fácilmente, o en ambientes en los que es fácil luchar contra ellos.
No es que un libro sea un fenómeno mediático, sino que esa gente lo utiliza como excusa para defender el propio ego a través de otro o para dañar a otra gente. El mundo del troll es casi inescrutable xDDD
He tenido uno o dos trolls que iban contra mi sólo por ser webmaster (ni siquiera escritor de medio pelo o concursante de GH) y llevarles la contraria en un chat, con esto te lo digo todo, hay gente con muy poca vida dentro...
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