lunes, octubre 18

La red social, el nuevo trabajo de David Fincher

Hace diez años, nuestras vidas, nuestras identidades, nuestra imagen social vivían resguardadas bajo un paraguas impermeable. Una capa impenetrable que nos sumía en el anonimato ante el prójimo. Con Facebook, todo eso cambió. Nuestras identidades se volvieron públicas, acudimos a una página web a subir nuestras fotos, nuestros pensamientos, nuestro perfil íntimo, exponiendo todo aquello que nos hacía individuos privados. Dejamos de ser exclusivos y particulares para convertirnos en desvergonzados exhibicionistas.
Facebook revolucionó nuestra forma de pensar y nuestra forma de mostrarnos al mundo exterior. Incluso, llegó a cambiar nuestras conductas, encadenándonos a una página en el que el tesoro más valioso es la acumulación de contactos.
¿Pero quién creó Facebook y con qué fin? De ese tema trata la nueva película de David Fincher, probablemente junto a Tarantino, Eastwood, Snyder o Nolan, uno de los directores más interesantes del panorama actual.


Facebook nace como un proyecto común entre los hermanos Winklevoss y Mark Zuckerberg. Se trata de un start-ups, una empresa de jóvenes emprendedores que pretende llamar la atención del público. Pero mientras los Winklevoss quieren una red elitista y más exclusiva para los clubs sociales de Harvard, Mark Zuckerberg decide abrirla a todo tipo de usuarios, convirtiéndola en una web plural y numerosa.
Para poner en marcha este proyecto, Mark necesita la ayuda de un economista, su amigo Eduardo Saverin, que cubre los gastos necesarios para poner en marcha el portal. A partir de ahí, Facebook se extiende rápidamente por las universidades de Inglaterra y el proyecto se convierte en una bola de nieve cada vez más enorme. La irrupción de Sean Parker, creador de Napster, provoca el cisma definitivo que enfrenta a los dos amigos. Mientras Saverin apuesta por el modelo de financiación tradicional, el excéntrico Parker impone un modelo financiero en el que la idea y la explosión del producto debe llevarse a cabo rápidamente y por encima de cualquier sentimiento. Como ya os podréis imaginar, en los negocios no hay amigos, y todo acaba en dos juicios que se van desarrollando a lo largo de toda la película: por un lado el de Mark contra los Winklevoss y por otro el de Mark contra su amigo Eduardo.
El guión de la historia corre a cargo del guionista de «El ala oeste de la Casa Blanca», Aaron Sorkin, y eso se nota y mucho. Guiones rápidos, conversaciones interesantes y fluidas, casi da la sensación de encontrarte ante un episodio de House. Y es que la mayoría de los chavales que aparecen en la película tienen ese aire pedante y resabiado del que Hugh Laurie hace gala en su serie. Cabe destacar ese autismo egocéntrico y prepotente que impregna la actuación de Jesse Eisenberg y que tanto nos recuerda al talante de algunos informáticos/genios. No en vano, Mark Zuckerberg es la persona más joven del mundo con una de las mayores fortunas. Sin embargo, la primera y la última escena del film definen perfectamente la vida de este personaje: miles de contactos virtuales, pero el hombre más solitario del mundo.
Creo que «La red social» va a ser una de las películas del año, sin ninguna duda. Por su frescura, por su excelente factura y por la capacidad de David Fincher a la hora de crear personajes. Probablemente, muchos dejemos de ver Facebook tal como lo percibimos ahora tras vislumbrar a los personajillos que se encuentran tras la cortina. Aunque a estas alturas, con tantas de nuestras fotos flotando impunemente en la red, difícilmente volvamos a recobrar nuestra individualidad.

By David Mateo with 6 comments

6 comentarios:

Es curioso que internet tenga esa dualidad, por un lado puedo preservar mi anonimato para arremeter contra lo que se tercie o hacerme pasar por una quinceañera... Por otro salimos etiquetados sin beberlo ni comerlo en la página de un cuñado, engullendo un montadito y con texto "el bestia de mi kuñao es como el Atila del embutido"...

Por cierto, yo suelo utilizar pipl para chafardear sobre quién es quien. No funciona con Martinezes ni goanzalezes pero con David Mateo sí.

Por cierto II. Te lo dije, David, te lo dije...

Es un buscador de datos personales. Pones un nombre y mira fotos, perfiles en redes, webs, blogs... Y debe haber algunos mucho más sofisticados, fijo (este es de hace unos dos años). Profesionalmente se usa cuando te preguntas ¿y este pájaro quién es/que pinta tiene?
Ya te digo, funciona sólo si no te llamas martinez.
Seguro que por aquí hay gente sabe trucos mejores, vamooos

Jo, a mí es que esas tecnologías me vienen grandísimas.

Me moló. Coincido con tu Olimpo de directores actuales.

Es que el buen gusto es el buen gusto :D

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