Varias claves para descubrir 'El sueño de los Dioses'

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Allá por el año 2003 aparecía una novela, firmada por un autor español, que rápidamente llamó la atención de todo el mundo: La espada de fuego. Hoy, vista desde la distancia, podría definirse como una pequeña aventura iniciática de lo que más tarde sería una de las obras magnas de Javier Negrete: El espíritu del mago. La segunda historia ambientada en Tramorea salió dos años después, concretamente en el 2005 y enfrentaba al Zemalnit al poderoso ejército del Martal, una horda salvaje, encabezada por el Enviado, dispuesta a reducir a cenizas a la civilización a base de poner en marcha enormes monstruos mecánicos que sembraban el caos allá donde fueran.
El pobre Derguin las pasaba canutas en Narak para sacudirse de encima las intrigas del politarca Agmadán y por el camino perdía a uno de sus amores: la cortesana Neerya. Asistimos a una de las mejores batallas jamás escritas en la literatura patria: la Horda Roja de Kratos May contra el Martal de Ulisha, con carga incluída de las Atagarias de Tanaquil. El libro finalizaba con el regreso de Mikhon Tiq, la aparición de la extraña máscara del líder religioso conocido como El Enviado y el descubrimiento de que Ariel es la hija de Derguin.
A partir de aquí arranca «El sueño de los dioses». Voy a intentar ser lo más liviano posible en mis comentarios y ya ampliaremos esta reseña cuando aparezca la novela (o habría que decir «las novelas»), pues conforme fue pasándomela Javi, tras la lectura de las cien o ciento cincuenta primeras páginas, parecía bastante evidente que el ritmo de narración, que sigue siendo trepidante e intenso, invitaba a una novela más larga que «El espíritu del mago».
Pero vamos a lo que vamos, que es la novela en sí. Quien pensara que Derguin iba a quedarse con los brazos cruzados y dejar a Neerya en manos de Agmadán, está muy equivocado. El primer capítulo de «El sueño de los dioses» arranca en Narak. Yo esperaba algo así como «El retorno del Jedi», con Luke Skywalker haciendo el ganso en el palacio de Jabba mientras intenta rescatar a Han Solo de la carbonita, pero las cosas en Tramorea nunca son como deberían ser, y Derguin se deja caer por Narak buscando otra cosa que le han robado tras la batalla en la Roca de Sangre. Por desgracia, Narak ha sido reducida a cenizas por una fuerza desconocida.
Flashback a la carga de las atagarias contra el martal y punto de vista sobre Ziyam (es decir, la hija cabrona de la reina Tanaquil que se cargó al pobre Mazo). El personaje de Ziyam se vuelve muy sugerente en esta tercera parte. Es una atagaria atenazada por la sed de poder y por un deseo desquiciante hacia el propio Derguin. Todo eso la lleva a hacerse con un objeto muy peligroso: la máscara del Enviado. A partir de ese momento, Ziyam entra en conexión con una entidad muy poderosa que desatará todas las tragedias que vendrán a continuación.
No voy a extenderme más hasta la salida del libro, aunque voy a soltar un par de perlas para picaros un poco más la curiosidad.
—La relación entre Kratos y Derguin se vuelve tan fraternal que las tensiones se disparan entre ambos.
—Hay una reunión a la orilla de un lago entre una madre y una hija que me puso todos los pelos de punta.
—Togul Barok es muy cabrón.
—Tramorea no es como Lost (Perdidos), ya desde la mitad del libro comenzamos a obtener respuestas a los grandes enigmas que se han planteado a lo largo de la saga, como por ejemplo, quién es el Rey Gris.
—Todos los personajes de «El espíritu del mago» mantienen su rol en «El sueño de los dioses», desde Aidé hasta Rhumi.
—Como era de prever, hay mucha ciencia ficción en la historia… y Javier ya no esconde los conceptos más hard tras simbolitos que los personajes principales (y el lector) no entiende.
—No es necesario leerse todo «El espíritu del mago». En apenas dos capítulos, Javi te da todas las claves para entrar en Tramorea de lleno y disfrutar de la novela como si no hubieran pasado cinco años.
—Los dioses son… bueno, dejémoslo en que acojonan mucho.


¡¡Pues nada, el 26 de octubre a la venta!!

By David Mateo with 4 comments