Voy a intentar no caer en el espoiler, aunque lo cierto es que con diez números en el mercado, espoilear esta serie resulta harto complicado.
Decía Rafa Marín que los zombis funcionan mejor en la tele que en el cómic. Y, en cierto modo, tiene razón. No quiero quitarle virtudes al cómic de Kirkman, que al paso que va está haciendo méritos para convertirse en la Biblia de los zombis. Pero lo cierto es que la serie va más allá del argumento de Kirkman… y si no va más allá, al menos le da otra dimensión.
El capítulo arranca con un inevitable homenaje a Lost, una de las series que más ha influido en el mundo audiovisual en los últimos tiempos. De ahí nos vamos a una trepidante persecución y al primer punto focal del episodio: el hospital. Es donde vivimos los minutos más sórdidos y angustiosos. El ambiente se vuelve enfermizo y la escena de la puerta y las cadenas llega a ser desasosegante. El zombi se convierte en una criatura terrorífica, al menos en esta primera parte. Pero el encuentro con Morgan Jones y su hijo Duane nos depara una visión distinta. Dejamos de contemplar al zombi como una amenaza y observamos su lado más ‘humano’. Esa es la diferencia entre el comic y la serie. El comic de Kirkman transmitía mucho, pero es que la serie de Frank Darabont se apoya perfectamente en el argumento y lo amplía en todas sus dimensiones. La música, la perfecta interpretación de los actores, la minuciosa recreación de los zombis crea un clima tan sugerente, que es imposible no acabar con la piel de gallina.
Se nota que AMC ha puesto toda la carne en el asador. Tanto los caminantes dispersos como los zombis que se aglutinan en la masa, están cuidados al detalle. Hay algunos que destacan entre la muchedumbre simplemente por sus miradas, por sus poses o por su imponente presencia. Contemplar la serie en versión original resulta apabullante: los gruñidos, chasquidos y berridos que lanzan los zombis provocan que el estómago se te encoja. Yo no soy un gran aficionado a ver las series en versión original subtitulada, ya que normalmente las traducciones dan pena, pero en este caso hay que hacer una excepción. Ya sabemos de sobra lo mal que funciona en ocasiones el doblaje al castellano.
Si estáis esperando con ganas esta serie… esperadla con más ganas todavía, ya que los «Muertos vivientes» es el comic de Kirkman y más… mucho más. Todavía no sabemos si en los próximos días, la serie seguirá a pies juntillas el argumento del comic, visto lo visto parece que no; pero si la cosa sigue así, nos aguarda un festín de zombis, vísceras y sangre que hará las delicias de todo aficionado.
Por cierto, en este primer capítulo guiño al señor Romero en toda regla.
Decía Rafa Marín que los zombis funcionan mejor en la tele que en el cómic. Y, en cierto modo, tiene razón. No quiero quitarle virtudes al cómic de Kirkman, que al paso que va está haciendo méritos para convertirse en la Biblia de los zombis. Pero lo cierto es que la serie va más allá del argumento de Kirkman… y si no va más allá, al menos le da otra dimensión.
El capítulo arranca con un inevitable homenaje a Lost, una de las series que más ha influido en el mundo audiovisual en los últimos tiempos. De ahí nos vamos a una trepidante persecución y al primer punto focal del episodio: el hospital. Es donde vivimos los minutos más sórdidos y angustiosos. El ambiente se vuelve enfermizo y la escena de la puerta y las cadenas llega a ser desasosegante. El zombi se convierte en una criatura terrorífica, al menos en esta primera parte. Pero el encuentro con Morgan Jones y su hijo Duane nos depara una visión distinta. Dejamos de contemplar al zombi como una amenaza y observamos su lado más ‘humano’. Esa es la diferencia entre el comic y la serie. El comic de Kirkman transmitía mucho, pero es que la serie de Frank Darabont se apoya perfectamente en el argumento y lo amplía en todas sus dimensiones. La música, la perfecta interpretación de los actores, la minuciosa recreación de los zombis crea un clima tan sugerente, que es imposible no acabar con la piel de gallina.
Se nota que AMC ha puesto toda la carne en el asador. Tanto los caminantes dispersos como los zombis que se aglutinan en la masa, están cuidados al detalle. Hay algunos que destacan entre la muchedumbre simplemente por sus miradas, por sus poses o por su imponente presencia. Contemplar la serie en versión original resulta apabullante: los gruñidos, chasquidos y berridos que lanzan los zombis provocan que el estómago se te encoja. Yo no soy un gran aficionado a ver las series en versión original subtitulada, ya que normalmente las traducciones dan pena, pero en este caso hay que hacer una excepción. Ya sabemos de sobra lo mal que funciona en ocasiones el doblaje al castellano.
Si estáis esperando con ganas esta serie… esperadla con más ganas todavía, ya que los «Muertos vivientes» es el comic de Kirkman y más… mucho más. Todavía no sabemos si en los próximos días, la serie seguirá a pies juntillas el argumento del comic, visto lo visto parece que no; pero si la cosa sigue así, nos aguarda un festín de zombis, vísceras y sangre que hará las delicias de todo aficionado.
Por cierto, en este primer capítulo guiño al señor Romero en toda regla.
5 comentarios:
buf! pero qué ganas le tengo, qué ganas...!!
Pues es muy muy cañera!!
Se me han puesto los dientes largos...
Pues ya queda nada.
A mí me ha encantado este primer capítulo (aunque sea pirata).
Creo que hayun trabajo muy bien hecho que va a complementar y deaarrollar a lós cómics.
La primera escena, pese a no salir en el cómic es brutal, así como la salida del hospital.
En fin, creo que va a ser una serie de culto sin duda.
Publicar un comentario