miércoles, agosto 6

Asombroso Spiderman nº 22, continúa la capullada de Quesadilla

No os preocupéis, dijo Quesadilla en su día, está todo controlado. Tenemos un plan. Hemos reunido a un grupo de guionistas que tienen muy claro lo que se llevan entre manos y montamos reuniones periódicas para velar por el futuro del personaje insignia de Marvel.

¿Y en qué consiste ese plan? En no tener ni zorra idea de nada. El equipo de Quesadilla, con el editor jefe a la cabeza, está más perdido que Pamela Anderson oficiando la misa de los domingos. No conocen al personaje. No conocen a los secundarios. No conocen la historia de Spiderman. Y, por supuesto, les importa tres cominos la tradición de un icono con más de cuarenta años de vida. El único objetivo de estos tiburones capitalistas es hacer dinero, y para alcanzar ese objetivo vale todo, incluso cargarse al propio personaje.

Fíjense ustedes hasta qué punto tienen un plan, que en uno de los cajetines de texto que hacen referencia a las peripecias anteriores del superhéroe, pone lo siguiente:

La versión resumida es que hace unos años, Harry era el Duende Verde y a Pete le preocupa que su amigo pueda haber recaído en el planeador. ¿Es que no vais nunca al cine?

La pregunta que habría que hacerle al sicario de Quesadilla de este mes —creo que se llama Gugengramenauer (tampoco tiene mucho sentido aprenderse los nombres, porque ahora los guionistas son tan efímeros como las hojas del calendario)— es: ¿Pero tú te has leído algún comic de Spiderman en tu puñetera vida? Tan difícil es decir: ¿Es que no habéis leído el Amazing 136 o la saga de Inferno? Pero claro, probablemente todos estos nuevos guionistas tienen un plan supremo que desconocemos el resto de los mortales y que jamás llegaremos a comprender. Fíjense si ese plan es complejo que sólo lo entienden ellos y ha provocado que las ventas de Amazing Spiderman, de estar en los puestos más altos del ranking, hayan caído en picado. Es lo que tienen los genios, que son unos incomprendidos.

La historia innovadora de este mes nos trae a un nuevo pseudoduende (y ya van… mejor ni me molesto en contarlos) y concluye con la archiconocida escena del empalamiento del planeador que a estas alturas ni frío ni calor, la verdad. En la entrevista que incluye el cómic, el guionista sufre un amago de delirium tremen y pide a voces que este villano sea el malo que protagonice Spiderman 5 (sí, este tío sufre obsesión con las películas, qué le vamos a hacer). La verdad es que uno se descojona vivo leyendo semejantes sandeces, pero claro, con Quesadilla al mando de la Casa de las Ideas, no puedes evitar que al mismo tiempo un escalofrío recorra tu espalda.

De nuevo aparece la superheroína Jackpot, o lo que es lo mismo, ese personaje que en un principio iba a ser Mary Jane pero que al comprobar que causaba vergüenza ajena decidieron cambiar su identidad secreta. Haciendo una analogía cinematográfica (algo que le encanta al guionista de este mes), es como si contrataran a Kirsten Dunst para Spiderman 5, la vistieran de payasa, la pusieran a hablar como en todas las películas anteriores y luego el productor dijera: Nooooooooo, que no es MJ, que tengo un plan. Obviamente, la industria del cine se descojonaría viva en su cara. Pues algo parecido está pasando en Amazing Spiderman con la salvedad de que en los comics es aún más delirante.

Quesadilla disfrazado en la intimidad de su hogar, mostrando sus más oscuros deseos.

Lo mejor de este mes es que sale mucho Spiderman y muy poco ese nuevo Peter Parker vago y haragán que ha creado Quesadilla. Supongo que habrá muchos lectores que estarán flipando con esta nueva colección (o no… ¡a saber!), pero lo que están haciendo todos estos guionistas de medio pelo es intentar crear historias como las que hizo Roger Stern en la década de los ochenta (Jackpot es una especie de Gata Negra y Amenaza un pseudoDuende), pero la diferencia es que entonces había un tío con las ideas muy claritas al frente de la colección y hoy hay un puñado de cerebritos cuya suma de todas sus neuronas no completan ni una de la de Stern. Y, por supuesto, al frente de esta tribu de tristes incomprendidos, está el incomprendido mayor del Reino: Quesadilla. Alguien en Marvel tendría que darse cuenta de que este hombre no sólo es un peligro para la propia empresa, ya que está hundiendo la colección franquicia de Marvel, sino que es un peligro para él mismo, pues con cada declaración que hace queda un poco más en ridículo. Ahora, siguiendo la moda de Perdidos (Quesadilla busca siempre similitudes, ya que por sí mismo es incapaz de dar con una idea innovadora), declara que el microuniverso de «Un nuevo día» avanza por delante del resto del Universo Marvel y que entre el último cómic de «Un día más» y las aventuras actuales han transcurrido varios meses. Pero claro, a la hora de relacionar al nuevo Spiderman con el megaevento que se está desarrollando en el resto de los cómics Marvel (La Invasión Secreta de los Skrulls) ese microuniverso se retrotrae sobre sí mismo, se pliega sobre la esfera temporal del Cosmos y crea una paradoja espacio-temporal para que los acontecimientos cuadren durante unos meses. ¡¡Vamos, que ni Stephen Hawking sería capaz de explicar una teoría tan convincente como las que se le ocurren a Quesadilla!!

En resumidas cuentas, que lo mejor de Asombroso Spiderman nº 22 es la publicidad de la contraportada del nuevo libro de mi amigo Pallarés: «El tejido de la espada», el resto del cómic es pura y apestosa basura.

¡¡Compren el Tejido de la Espada... a prueba de malos editores Marvel!!


By David Mateo with No comments

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