Birras, libros y fútbol. ¿Qué más se puede pedir? Un pantallón en el Bibliocafé para que mientras estás asistiendo a la presentación de turno puedas desviar la mirada y ver como Aduriz o Soldado marca un gol. Pero como el paraíso de los lectores-futboleros todavía es una utopía, reduzcámoslo al mínimo común denominador: cerveza y libros… ¡¡que gran matrimonio!!
Aunque vamos demasiado rápido, así que rebobinemos la cinta y vayamos al principio. El sábado prometía una quedada tranquila: tertulieta, comilona y paseo por las librerías en busca del tocho de turno. Pero llegó del Sur el hombre con la lengua más rápida del Oeste: Juan de Dios Garduño, con un libro bajo el brazo: ‘Y pese a todo el mundo seguía girando’… ¡Uy, no, ese no es el título nuevo! ¡Ese era el título antiguo! El título moderno es mucho más sencillo: ‘Y pese a todo…’ Así que ante la insistencia del susodicho, decidimos variar los planes. Había que ir al Bibliocafé y asistir a la presentación que preparaba el Garduño junto a tres sospechosos habituales: Sergio Hard Mars, Emilio Cadavezmásmalo Bueso y J.E. Soyelbuenodelapelícula Álamo.
Debo admitir que cuando llegué a la Avenida Aragón (territorio típicamente futbolístico de la ciudad de Valencia), tuve la tentación de comprarme la entrada del Valencia – Racing y pasar de todo. Las riadas de gente confluyendo desde todos los puntos cardinales, las camisetas, la emoción previa al partido, la testosterona… en fin, aquellos que amen el fútbol entenderán de qué les hablo. Pero resistí como un campeón la tentación y me reuní con los amiguetes en un bar situado en los aledaños del Sacrosanto Mestalla.
Por cierto, que por allí apareció el bueno de Luís Martínez Semper, que se dejó a Pepe Simeón absorto en sus tareas librerísticas en Almenara, y se llevó una buena dosis de frikismo literario en vena que espero le haga volver en otra ocasión.
Anduvimos de bar en bar hasta que se hizo la hora y con un 0 a 1 a favor del Hércules en el Nou Camp y con los rugidos enfervorizados que surgían del Mestalla, nos metimos en el Bibliocafé.
Antes de nada decir que el susodicho local es un lugar idílico que nos ha descubierto Sergio Mars y que combina cafetería, salón de actos y librería. Se respira el olor de la tinta y del papel en el ambiente y las mesas incitan a sentarse entorno al café y departir sobre la última novela que te llevas entre manos. Es un lugar acogedor, luminoso y, sobre todo, cómodo para entablar la tertulia. El único inconveniente es que los días de partido es imposible aparcar. Pero el día que se levante el Nuevo Mestalla, el Bibliocafé quedará emplazado en una zona inigualable. A ver si la cosa funciona y abren otro por el centro, cerca de las tiendas de comics.
Pronto comenzó a aparecer la fauna autóctona de Levante. Los chicos de la Revista Digital de Ciencia Ficción (Javier NO TIENES VERGÜENZA), los organizadores de la Hispacon, los familiares de los ponentes, etcétera, etcétera. Vamos, que la tarde prometía una buena plática sobre zombis.
Sergio Mars nos avanzó parte del programa de la Hispacon, que como ya sabrán se celebra en Burjassot durante el puente del Pilar, y dijo que tenían ya preparada una firma de libros con… ¡¡tachán!! ¡¡tachán!! ¡¡Laura Gallego!! Que Doña PILAR PIDRAZA (esta señora en este blog siempre aparece en mayúsculas) sería invitada de honor y que Juan Miguel Aguilera y Javier Redal —al que tuve el gusto de conocer el viernes— compartirían una de las mesas más llamativas. También habrá exposición de originales de Paco Roca y de su comic Arrugas. La organización cuenta con cinco salas para llevar a cabo las charlas, presentaciones y mesas redondas, y se prevé tal avalancha de invitados y actos, que en ocasiones las cinco salas estarán funcionando a la vez. ¡¡Casi nada!!
Pero regresemos al protagonista de esta historia: Juan de Dios Garduño y su ‘Pese a todo…’. Juande, que es un chico listo, ha decidido venirse a la ciudad del fantástico por excelencia: Valencia (a joerse, Sevilla Escribe, os hemos robado a Messi); con este fichaje postveraniego, Valencia se sitúa a la cabeza de las ciudades y Comunidades Autónomas de España con más escritores de fantasía, ciencia ficción y terror por metro cuadrado.
El libro de Juan de Dios Garduño ya es un fenómeno literario en todo el país. Sus ventas se han disparado en Cyberdark y la editorial piensa mandarlo a Sitges de promoción. Así que ahora mismo, podríamos situar la novela a la altura de otros pesos pesados del panorama zómbico español como ‘Los caminantes’ de Carlos Sisi o ‘Apocalipsis Zombi’ de Manuel Laureiro. Juande describe su novela como una historia de supervivencia de dos tipos que se quedan atrapados en un pueblecito nevado llamado Banghor (la ciudad original de Stephen King), rodeados de zombis, y que deben hacer frente a un buen montón de fantasmas del pasado para preservar su propia existencia. Aquí es donde llegó el Darth Vader de las letras terroríficas españolas, es decir, Emilio Bueso, y puso la nota más llamativa de toda la ponencia. ¿Por qué las editoriales se empeñan en enmascarar historias interesantes con portadas que, en ocasiones, espantan al lector? Emiliet, con mucha razón en sus argumentos, alegaba que una novela como ‘Y pese a todo…’: reflexiva, inteligente, emocional, no necesita de un monstruo espeluznante en la portada para venderse. Que con otro tipo de portada podría haber llegado a un sector mayor de público. En cierto modo entiendo a Emilio, pero en el mundo editorial hay un poder mucho mayor al de la lógica que traspasa cualquier concepto filosófico y que no se llama Fuerza, sino ‘comercialidad’. Dolmen ha encontrado su nicho de mercado y lo está explotando con una inteligencia y una sagacidad de la que no han hecho gala otras editoriales de género. Y esa clarividencia hay que elogiarla. ¿Que un zombi en la portada de ‘Y pese a todo…’ no transmite el verdadero mensaje que se amaga en la novela? Puede ser, porque todavía no la he leído. Pero lo terriblemente inquietante es que, quizás, sin ese zombi en la portada, la novela jamás habría sido editada.
Sea como sea, hay que entender que las mejores historias de zombis jamás tienen al monstruo como protagonista. Eso es algo de lo que se ha hablado miles de veces. Las historias de zombis tienen un atractivo extra y es que describen un mundo crepuscular y solitario en el que los personajes se mueven a través de sus propios sentimientos y mezquindades. Desde ‘La noche de los muertos vivientes’ de Romero a ese final catártico y despiadado de ’28 días después’, nos damos cuenta de que los verdaderos protagonistas de las historias de zombis jamás son los zombis, sino los personajes. Así que nos guste o no, ‘Y pese a todo’, con todos sus aciertos y todas sus virtudes, es una historia de zombis; por lo que el monstruo en la portada se justifica cuando contemplas el panorama editorial y ves que estamos ante una moda poderosa que hoy se extiende como una plaga por todos los medios de comunicación.
Creo que en esta reflexión estuvo la parte más interesante de la velada que depararon los cuatro ponentes. Tras la puesta en escena del libro de Juande, se habló del segundo volumen de ‘La antología Z’ de mis compañeros de NOCTE y se continuó debatiendo sobre zombis y sobre literatura de terror, como no podía ser de otra manera. Creo que este ciclo de presentaciones, que tendrá su continuación el próximo sábado con la novela ya anunciada en este blog: El lado extraño, de J.E. Álamo, publicada por Grupo AJEC, son un buen entremés para la próxima Hispacon y algo de lo que ya precisaba el fantástico valenciano desde hacía mucho tiempo: un punto de reunión para los distintos grupos y tendencias literarias que se dan cita en la ciudad. Un lugar de encuentro entre escritores y lectores. Un lugar, como he dicho al principio, donde los fans se puedan sentar ante una mesa y, con una birra en la mano, puedan hablar de libros.
Mucha suerte para Juan de Dios Gaduño y su ‘Y pese a todo…’, aunque visto lo visto, no la va a necesitar.
Debo admitir que cuando llegué a la Avenida Aragón (territorio típicamente futbolístico de la ciudad de Valencia), tuve la tentación de comprarme la entrada del Valencia – Racing y pasar de todo. Las riadas de gente confluyendo desde todos los puntos cardinales, las camisetas, la emoción previa al partido, la testosterona… en fin, aquellos que amen el fútbol entenderán de qué les hablo. Pero resistí como un campeón la tentación y me reuní con los amiguetes en un bar situado en los aledaños del Sacrosanto Mestalla.
Por cierto, que por allí apareció el bueno de Luís Martínez Semper, que se dejó a Pepe Simeón absorto en sus tareas librerísticas en Almenara, y se llevó una buena dosis de frikismo literario en vena que espero le haga volver en otra ocasión.
Un grupo de presidiarios alcohólicos que sábado sí, sábado no, les dejan salir a la calle con la excusa de montar una tertulia literaria. De izquierda a derecha: Víctor, David 1, David 2, Luís, Rafa y Juanjete 'abro y cierro los Viveros de Valencia.
Anduvimos de bar en bar hasta que se hizo la hora y con un 0 a 1 a favor del Hércules en el Nou Camp y con los rugidos enfervorizados que surgían del Mestalla, nos metimos en el Bibliocafé.
Antes de nada decir que el susodicho local es un lugar idílico que nos ha descubierto Sergio Mars y que combina cafetería, salón de actos y librería. Se respira el olor de la tinta y del papel en el ambiente y las mesas incitan a sentarse entorno al café y departir sobre la última novela que te llevas entre manos. Es un lugar acogedor, luminoso y, sobre todo, cómodo para entablar la tertulia. El único inconveniente es que los días de partido es imposible aparcar. Pero el día que se levante el Nuevo Mestalla, el Bibliocafé quedará emplazado en una zona inigualable. A ver si la cosa funciona y abren otro por el centro, cerca de las tiendas de comics.
Juande, aunque parezca mentira, no es un tipo que hable demasiado. Sin embargo, eso no es óbice para que algun miembro de la mesa se pegara una cabezadita mientras el escritor presentaba a su hijito bastardo.
Pronto comenzó a aparecer la fauna autóctona de Levante. Los chicos de la Revista Digital de Ciencia Ficción (Javier NO TIENES VERGÜENZA), los organizadores de la Hispacon, los familiares de los ponentes, etcétera, etcétera. Vamos, que la tarde prometía una buena plática sobre zombis.
Sergio Mars nos avanzó parte del programa de la Hispacon, que como ya sabrán se celebra en Burjassot durante el puente del Pilar, y dijo que tenían ya preparada una firma de libros con… ¡¡tachán!! ¡¡tachán!! ¡¡Laura Gallego!! Que Doña PILAR PIDRAZA (esta señora en este blog siempre aparece en mayúsculas) sería invitada de honor y que Juan Miguel Aguilera y Javier Redal —al que tuve el gusto de conocer el viernes— compartirían una de las mesas más llamativas. También habrá exposición de originales de Paco Roca y de su comic Arrugas. La organización cuenta con cinco salas para llevar a cabo las charlas, presentaciones y mesas redondas, y se prevé tal avalancha de invitados y actos, que en ocasiones las cinco salas estarán funcionando a la vez. ¡¡Casi nada!!
Pero regresemos al protagonista de esta historia: Juan de Dios Garduño y su ‘Pese a todo…’. Juande, que es un chico listo, ha decidido venirse a la ciudad del fantástico por excelencia: Valencia (a joerse, Sevilla Escribe, os hemos robado a Messi); con este fichaje postveraniego, Valencia se sitúa a la cabeza de las ciudades y Comunidades Autónomas de España con más escritores de fantasía, ciencia ficción y terror por metro cuadrado.
El libro de Juan de Dios Garduño ya es un fenómeno literario en todo el país. Sus ventas se han disparado en Cyberdark y la editorial piensa mandarlo a Sitges de promoción. Así que ahora mismo, podríamos situar la novela a la altura de otros pesos pesados del panorama zómbico español como ‘Los caminantes’ de Carlos Sisi o ‘Apocalipsis Zombi’ de Manuel Laureiro. Juande describe su novela como una historia de supervivencia de dos tipos que se quedan atrapados en un pueblecito nevado llamado Banghor (la ciudad original de Stephen King), rodeados de zombis, y que deben hacer frente a un buen montón de fantasmas del pasado para preservar su propia existencia. Aquí es donde llegó el Darth Vader de las letras terroríficas españolas, es decir, Emilio Bueso, y puso la nota más llamativa de toda la ponencia. ¿Por qué las editoriales se empeñan en enmascarar historias interesantes con portadas que, en ocasiones, espantan al lector? Emiliet, con mucha razón en sus argumentos, alegaba que una novela como ‘Y pese a todo…’: reflexiva, inteligente, emocional, no necesita de un monstruo espeluznante en la portada para venderse. Que con otro tipo de portada podría haber llegado a un sector mayor de público. En cierto modo entiendo a Emilio, pero en el mundo editorial hay un poder mucho mayor al de la lógica que traspasa cualquier concepto filosófico y que no se llama Fuerza, sino ‘comercialidad’. Dolmen ha encontrado su nicho de mercado y lo está explotando con una inteligencia y una sagacidad de la que no han hecho gala otras editoriales de género. Y esa clarividencia hay que elogiarla. ¿Que un zombi en la portada de ‘Y pese a todo…’ no transmite el verdadero mensaje que se amaga en la novela? Puede ser, porque todavía no la he leído. Pero lo terriblemente inquietante es que, quizás, sin ese zombi en la portada, la novela jamás habría sido editada.
En algunos suburbios, a J.E. Álamo lo llaman 'El Siciliano Rompepiernas'. Aquí vemos como amenaza a Juande diciéndole: 'Míreme a los ojitos. Como hable mal de mi relato zombi de la antología Z le rompo los testículos'. Varios informadores testifican que Garduño salió del Bibliocafé con los testículos intactos.
Sea como sea, hay que entender que las mejores historias de zombis jamás tienen al monstruo como protagonista. Eso es algo de lo que se ha hablado miles de veces. Las historias de zombis tienen un atractivo extra y es que describen un mundo crepuscular y solitario en el que los personajes se mueven a través de sus propios sentimientos y mezquindades. Desde ‘La noche de los muertos vivientes’ de Romero a ese final catártico y despiadado de ’28 días después’, nos damos cuenta de que los verdaderos protagonistas de las historias de zombis jamás son los zombis, sino los personajes. Así que nos guste o no, ‘Y pese a todo’, con todos sus aciertos y todas sus virtudes, es una historia de zombis; por lo que el monstruo en la portada se justifica cuando contemplas el panorama editorial y ves que estamos ante una moda poderosa que hoy se extiende como una plaga por todos los medios de comunicación.
Sergio Mars hizo las veces de maestro de ceremonía. Incluso llegó a expulsar gente de la sala. Ahí lo hemos pillado señalando a alguien del público. Emilio Bueso, que cada vez se parece más a un Sith de la Guerra de las Galaxias, se sonríe ante la malevolencia de Mars.
Creo que en esta reflexión estuvo la parte más interesante de la velada que depararon los cuatro ponentes. Tras la puesta en escena del libro de Juande, se habló del segundo volumen de ‘La antología Z’ de mis compañeros de NOCTE y se continuó debatiendo sobre zombis y sobre literatura de terror, como no podía ser de otra manera. Creo que este ciclo de presentaciones, que tendrá su continuación el próximo sábado con la novela ya anunciada en este blog: El lado extraño, de J.E. Álamo, publicada por Grupo AJEC, son un buen entremés para la próxima Hispacon y algo de lo que ya precisaba el fantástico valenciano desde hacía mucho tiempo: un punto de reunión para los distintos grupos y tendencias literarias que se dan cita en la ciudad. Un lugar de encuentro entre escritores y lectores. Un lugar, como he dicho al principio, donde los fans se puedan sentar ante una mesa y, con una birra en la mano, puedan hablar de libros.
Mucha suerte para Juan de Dios Gaduño y su ‘Y pese a todo…’, aunque visto lo visto, no la va a necesitar.
6 comentarios:
Grummie, soy tu padre.
A sus órdenes, Darth Emiliet!!
Me habría gustado pasarme, pero las obligaciones no perdonan. Me conformo con leer los comentarios.
Laura.
os chicos de la Revista Digital de Ciencia Ficción (Javier NO TIENES VERGÜENZA)-->Ni la conozco ;)
Los valencianos dais pena. Os reunís en locales en los que se habla de libros, presentais libros cada dos por tres, teneis una convención friki (LA convención friki por excelencia), os reunís un buen número de escritores, os vais de comida, frikiais por las librerías de la ciudad...
Espera, creo que "pena" no es lo que quería decir...
Un saludín
Joer, la verdad es que la historia l omerece. Recuerdo cuando me la leí hará cosa de un año y me temblaron las calandracas. :)
Juande ha sabido explotar muy bien esa trama y como ya eh dicho en mis dos reseñas, la siguiente ya le exige como mínimo este nivel.
Lamneto no haber estado allí, pero en la Hispacon nos vemos.
Fer
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