Anda que en este mundillo literario no acaban pasándote cosas chungas y jocosas… pues bien, nunca estás preparado para lo último. Lo que descubrí hace un par de días, navegando por Internet resulta casposo hasta decir basta. Una persona con la que intercambié libros (una práctica habitual entre autores) se dedica a revenderlos en un foro de compra-venta… ¡¡¡!!! … Pues sí. La verdad es que conociendo el percal tampoco debería sorprenderme demasiado. En el fondo hasta me genera cierta gracia ver hasta qué punto es capaz de degenerar una persona que dice llamarse autor pero que, en realidad, se dedica a vender los libros que tiene firmados por sus colegas.
Si queréis que os sea sincero tampoco me preocupa demasiado. Al fin y al cabo, las personas dan para lo que dan y lo que realmente deseo es que mis pequeñines estén en manos de lectores que los aprecien de verdad. Me preocupan más los compradores de los ejemplares. Más que nada porque normalmente suelo realizar firmas personalizadas. Nada de: «A mi querido lector con mucho cariño.» Me cuido de escribir las firmas eligiendo la fórmula más atractiva según a quién vaya dirigida. Y me consta que cuando realicé esas firmas, había mucho cariño de por medio.
Bueno, a los compradores de libros de segunda mano que pululan por la red, antes de comprar volúmenes sueltos de La tierra del dragón, me gustaría daros un consejo: que no os den gato por liebre y que no os metan un libro viejo por nuevo. Y lo más importante: aseguraos de que el libro tenga TODAS LAS PÁGINAS INTACTAS. Porque… ¿verdad que sería de un gusto pésimo recibir un libro al que le han arrancado una página? Aunque teniendo en cuenta a cómo se vende el pescado en ciertos lares, vete tú a saber. Mejor no hablar de gustos o no gustos.
11 comentarios:
Sabía que en las librerías de viejo o segunda mano se encontraban libros dedicados, que al examinarlos para ver si estaban en buen estado era posible encontrarse firmas, dedicatorias, etc, pero no que alguien comerciara directamente y con todas sus ganas, un libro es algo bastante personal, dedicado ni te cuento...
Pues desgraciadamente algun inconsciente lo hace. Tampoco es raro encontrar en ciertos mercadillos de calle libros que todavía no han salido a la venta. Hay algunos que reciben los libros por cortesía del editor y no tardan ni 24 h. en contactar con el saldista de turno.
Qué fuerte David me dejas helada a cada entrada tuya que leo refiriéndote al sufrido "mundillo"...
de verdad que hay gente para todo en este mundo...
sin más comentarios
Y ten por seguro que al menos para mí, un libro es la joya más preciada y más aún si cabe, si es dedicado de forma tan personaliza y con tanto cariño como lo pueda hacer un autor al que admiro y que para más inri es amigo.
Pues me parece una practica muy baja. Yo por mi parte tengo bien resguardos a tus "pequeñines" en mi biblioteca, por los menos los dos que han alcanzado este lado del mundo, justo a un lado de la obra de Howard y de Tolkien.
David, ahí hay una industria paralela a explotar. :D
Hay que ver, lo que no idee el ser humano...
Lo cierto es que uno tiende a pensar que to er mundo e güeno. Supongo que estas cosas sólo las hacen los cuatro descerebrados de turnos. Tampoco es algo que me afecte demasiado. Me pareció una buena anécdota para contar en el blog.
¡Joder! Carroñeros en todas partes. Bueno, supongo que también hay que verlo por el lado positivo, cuando se aproximan estos chacales es porque tú eres el león ¿no?. ;-D
León o borreguito... quién sabe. La selva es tan indómita que ya no sabes ni qué piel llevas.
Si hablamos del mismo, creo que sí, utiliza el mismo lugar como lugar de promoción de su trilogía (o tetra que ya no sé) , que ya manda webs.
Además que eso de revender libros dedicados, primero denota una total falta de respeto por el autor que te lo ha firmado y segundo, esta persona no tiene ningun aprecio por el libro en sí.
Lamentable de cualquier forma, esa persona no ama los libro
Sé que no es lo mismo pero yo cedí a la Biblioteca de La Eliana un libro firmado por Harold Robbins. El libro ni siquiera era mío, había llegado a mis manos heredado, pero ni siquiera de mi familia. Pensé que ya que a mí no me gustaba el autor, alguien podría disfrutarlo.
Tiempo más tarde me di cuenta de algo... ¿y si luego alguien cogía ese libro con el fin de venderlo por estar firmado por el autor?
Olvidé el asunto y el libro acabó en el bookcrossing de la Eliana donde muy pocos libros vuelven al lugar donde fueron encontrados.
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