Variety ha informado que Celda 211 compite en los globos de oro con los últimos trabajos de Almodóvar y de Trueba, amén de un montón de películas más de distintas nacionalidades. Por desgracia no podrá ir a los Oscar por no haberse estrenado todavía en EEUU, pero sí estará en los Goya donde debería convertirse en la mejor película española del 2009.
Daniel Monzón realiza en esta película una crítica impecable al sistema y a la corrupción que salpica las altas esferas de nuestro país. La degradación de Juan Oliver te hace sentir cada vez más incómodo a lo largo de los cien minutos de metraje, además, los sentimientos que atenazan a los personajes, los distintos cambios de situaciones, la tensión que se va acumulando en la atmósfera del recinto penitenciario, incitan a que la película transcurra rápidamente y acabes con la sensación de que estás ante un film redondo.
No es una película carcelaria al uso. Es una historia imaginativa y original, que tiene en Luis Tosar (Malamadre) un pilar maestro que sostiene buena parte del argumento. La mirada de este actor es dura como el pedernal, inflige terror, te hace sentir inquieto. No es necesario que empuñe un arma para que comprendas que su alma esta manchada y eso, precisamente, es lo que más fuerza inyecta al personaje. La transición del Malamadre malcarado al Malamadre compasivo lo convierte en uno de los personajes más peculiares que han pasado por la gran pantalla del cine español. Por cierto, Antonio Resines en el papel del guindilla Utrilla está irreconocible, traspira violencia por cada poro de su piel.
‘Celda 211’ no es una película de género, tal como conocemos el género en este blog. Creo que los goyas perdieron su gran oportunidad de premiar el género como se merece con ‘El laberinto del fauno’. Celda 211 es una película negra, pero negra negra pura. Con personajes atrapados en una situación fortuita que conviven con la violencia y el declive de su humanidad. Se merece sin duda alguna el Goya y ojala reciba el Globo de Oro, de algún modo Daniel Monzón y todos aquellos que amamos un cine alternativo y de calidad que no se hace en este país saldríamos ganando. ¡A ver si hay suerte!
Por cierto, La Sombra de Grumm se une a la petición popular de que la Academia de Artes Cinematográficas Española se acuerde del señor Jacinto Molina (Paul Naschy) en la próxima gala de los premios Goya. El fantástico español, tan castigado y olvidado en los últimos tiempos, merece ese pequeño guiño.
Daniel Monzón realiza en esta película una crítica impecable al sistema y a la corrupción que salpica las altas esferas de nuestro país. La degradación de Juan Oliver te hace sentir cada vez más incómodo a lo largo de los cien minutos de metraje, además, los sentimientos que atenazan a los personajes, los distintos cambios de situaciones, la tensión que se va acumulando en la atmósfera del recinto penitenciario, incitan a que la película transcurra rápidamente y acabes con la sensación de que estás ante un film redondo.
No es una película carcelaria al uso. Es una historia imaginativa y original, que tiene en Luis Tosar (Malamadre) un pilar maestro que sostiene buena parte del argumento. La mirada de este actor es dura como el pedernal, inflige terror, te hace sentir inquieto. No es necesario que empuñe un arma para que comprendas que su alma esta manchada y eso, precisamente, es lo que más fuerza inyecta al personaje. La transición del Malamadre malcarado al Malamadre compasivo lo convierte en uno de los personajes más peculiares que han pasado por la gran pantalla del cine español. Por cierto, Antonio Resines en el papel del guindilla Utrilla está irreconocible, traspira violencia por cada poro de su piel.
‘Celda 211’ no es una película de género, tal como conocemos el género en este blog. Creo que los goyas perdieron su gran oportunidad de premiar el género como se merece con ‘El laberinto del fauno’. Celda 211 es una película negra, pero negra negra pura. Con personajes atrapados en una situación fortuita que conviven con la violencia y el declive de su humanidad. Se merece sin duda alguna el Goya y ojala reciba el Globo de Oro, de algún modo Daniel Monzón y todos aquellos que amamos un cine alternativo y de calidad que no se hace en este país saldríamos ganando. ¡A ver si hay suerte!
Por cierto, La Sombra de Grumm se une a la petición popular de que la Academia de Artes Cinematográficas Española se acuerde del señor Jacinto Molina (Paul Naschy) en la próxima gala de los premios Goya. El fantástico español, tan castigado y olvidado en los últimos tiempos, merece ese pequeño guiño.
11 comentarios:
Me encantó esta película cuando la vi. Muy buena.
La peli la tengo pendiente (y con muchas ganas).
Y lo de Naschy sería justicia divina (o infernal, que le va más al pelo). Después se quejarán de que el público dé la espalda al cine español. Lógico, si el cine autóctono es el primero que reniega de sus grandes creadores populares. Aquí, como uno no se dedique a reflexionar sobre lo humano y lo divino, no hay nada que hacer...
Creo que te gustará, Javi. Género negro con pelotas, con mucha crítica al sistema y con situaciones límite muy bien llevadas. El uso del terrorismo vasco en la peli es cojonudo y nos hace ver hasta qué punto estamos desnudos ante esta lacra.
Por cierto, Lizzy, lo mismo vuelvo a hacer turné por los coles de la Vall, así que nos veremos. Si sigues ahí, claro.
¿Habéis visto 'El corazón del guerrero', también de Daniel Monzón? Un pasote.
Y tanto, la imagen de Neus Asensi encuerada y con taparrabos es inolvidable.
Sí, hijo, sigo en el mismo sitio, enclaustrada con los de cuarto y escapándome entre clase y clase.
¿Trabajas otra vez con la biblioteca?
Sip, si todo sale bien, sí. Así que nos veremos el año que viene.
Hola David!
Me llamo Unai y soy un fiel seguidor de La Tierra del Dragón. Ultimamente me paso todos los días por tu Blog para echarle un vistacillo, la verdad es que me gusta todo lo que comentas en tus entradas, es muy interesante. Respecto a celda 211, es una de las mejores peliculas españolas que he visto, pero le pongo un pero: El final. ¿No te parece demasiado forzado? ¿Demasiado prematuro? Cuando los policias consiguen entrar en el centro, termina todo demasiado rapido, sin saber nada de los etarras o de los presos colombianos. ¿Tu que crees?
Un placer saludarte!
Hola Unai!! Que bueno verte por aquí, creo que me llegó un mensaje tuyo, te respondí, pero ya no he sabido más de ti.
A mí no me rechina tanto el final de la peli. Quizás sea un pelín precipitado, pero creo que deja entrever muchas cosas y mantiene la tensión. El problema últimamente de las pelis es que se alargan demasiado y ahora nos sorprenden las pelis cortitas. No sabría qué decirte, la verdad. Supongo que cada cual tiene su pequeño crítico dentro.
Un abrazo!!
eres bastante observador... Si que te mande un mensaje hace tiempo por el mail, pero pense que no te acordarias.
Esta claro que cada uno tiene su opinion y quizas tengas razón en que el final precipitado deja espacio a diferentes divagaciones y mantiene la tensión de la pelicula.
Respecto a la duracion, es cierto que nos estamos acostumbrando a peliculas largas, pero en celda 211 tengo la sensación que al final de la pelicula se acelera bastante el ritmo de la historia, como si no le quedase tiempo al director para terminarla en condiciones. De todas maneras es el unico pequeño detalle que resaltaria, por lo demas, lo ha clavado.
Un saludo David!
¿Pero no recibiste mi respuesta? Es más, desde la editorial me pasaron un mensaje tuyo, pero como te había respondido el anterior, éste lo pasé por alto.
Y nada, esta es tu casa. Como le digo a todo el mundo: quítate los zapatos y ponte en zapatillas.
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