Voceras

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Últimamente me han llegado desde varios canales ciertos comentarios de que este blog es endogámico porque continuamente se refiere a mi persona, a mis amigos o a mis colegas escritores. Tras meditarlo mucho, voy a decirles a todos esos critiquetas que tienen más razón que un santo. Es más, voy a coger el pendón de sus inteligentísimas teorías y voy a dedicarme a decirle endogámica a Coca-Cola por utilizar la red como trampolín para vender sus productos.

Señora Coca-Cola, es usted una empresa endogámica porque tras invertir millones y millones de dólares en promocionarse por buena parte del mundo, tiene la desfachatez de poner su nombre en cada anuncio o en cada propaganda que sale en la red. Y no sólo eso, además tiene el morro de promocionar todos sus derivados aprovechando ese buen posicionamiento comercial. Mire usted, atendiendo a los valores de la ética, de la moralidad, del buen consumo, usted lo que tendría que hacer ahora que se ha colocado en primera línea de fuego es promocionar Pepsi-Cola. ¿Por qué? Porque según mi criterio personal e intelectual, el sabor de Pepsi-Cola es más genuino y más próximo al de la cola original. Además, la lata de la Pepsi-Cola es azul y no roja y no nos engañemos, a mí y a los cinco colegas que nos juntamos cada miércoles para cenar, nos gusta el color azul porque nos evoca el maravilloso color del Mar Mediterráneo donde vivimos.
Así que olvídese de seguir creando todos esos anuncios endogámicos que viene haciendo últimamente. De la espalda a todos esos amigos y contactos dentro del mundo de los refrescos que tanto se ha trabajado a lo largo de estos últimos años y dedíquese a hacer encaje de bolillos… o mejor aún, utilícelos para promocionar la única y genuina Pepsi-Cola, que es la que a mí me gusta.

En fín, tras esta concienzuda exposición de ideas chorras, y volviendo al mundo de la realidad, debo admitir que en este blog hago mucha autopropaganda, pero lo cierto es que el autor nacional vive en un mundo hostil, sobre todo en el de la literatura de género. A mí no me importa, gracias a Dios, he conseguido un buen número de lectores que compran mis obras y hay editores que siguen confiando en mí (Equipo Sirius, Codexval, Inquedanzas, Edimater… y espero que pronto se sume alguna más). Y yo, por supuesto, a través de este blog seguiré amargándoos con mi lamentosa vida literaria (ya tenéis moral para leerme) y comentando los libros que me parecen interesantes o las novelas que publican mis amigos… amigos que considero buenos escritores. Y los que se quedan fuera… pues lo siento mucho, mi tiempo es limitado, nadie me paga por leer, ni tengo todo el tiempo del mundo para empollarme todo lo que se publica de género.
A los que esto no les guste, pues que sigan pataleando, me sigan poniendo verde o sigan rebuznando por sus foros sectaristas. Me da lo mismo, ni siquiera me interesa saber quienes son o a qué se dedican. El mundo está lleno de frustrados.

Por cierto, si alguien le interesa ver los 100 libros destacados en el 2009 por el New York Times, los tiene en este enlace.

By David Mateo with 19 comments