No se me ocurre mejor cosa que regalaros que un cuento. Pero no un cuento cualquiera. «Dentro de la casita…» es un cuento muy especial, al menos para mí. Lo escribí hace unos cuantos meses y lo tenía guardado para algún concurso literario. Sin embargo, éste no es un cuento que pueda a presentar a cualquier certamen con aspiraciones ganadoras. Es un cuento fantástico, de terror, disparatado, enfermizo, con fuertes dosis de erotismo. Es decir, tiene todas las etiquetas para convertirse en un solemne perdedor.
Tampoco quiero publicarlo en ningún ezine. No porque desconfíe de la sufrida gente que los edita o los deja de editar, ni mucho menos. Pero creo que este blog es su lugar natural, el lugar donde debe de estar. De aquí todo el mundo lo puede coger, imprimirlo, leerlo, releerlo, difundirlo por otros medios… no me importa (siempre y cuando se respete la integridad de la obra). Alguno estará pensando que estoy desaprovechando un relato. También me la sopla. Yo lo considero muy bien aprovechado, sobre todo si los que lo vais a leer sois vosotros, los lectores de mi obra y los lectores habituales de este blog.
Son diez mil palabras a vuestra disposición, con arte del genial David Rus, que ha trabajado a contrarreloj para redondear las ilustraciones que habitan entre las palabras.
Gracias, una vez más, David.
No recordaba que mientras escribía «Dentro de la casita…», falleció un colega escritor: Enrique Timón. Se lo dediqué en su día y vuelvo a dedicárselo hoy. Va por ti Enrique, allá dónde estés.
Por lo demás, deciros que «Dentro de la casita…» es la continuación de un relato titulado «El regalo de bodas», publicado en la antología Perversa. No es que sea una continuación al uso. Simplemente un personaje (que ni siquiera aparece en escena) constituye el nexo de unión entre ambas obras, un guiño para dejar claro que alguien que debería estar muerta no lo está del todo. E igual que «El regalo de bodas» era una adaptación del cuento de Blancanieves, «Dentro de la casita…» es una versión macabra de ese relato, ya de por sí siniestro, protagonizado por dos hermanitos que se pierden en un bosque y dan con una casita de…
Mejor no sigo. Descubridlo vosotros mismos.
Brujas, demonios, nigromantes traficantes de órganos, lombrices, gatos, un sótano oscuro y mucho chocolate constituyen los detalles de este presioso cuentesito de Navidad no recomendado para menores de 13 años.
Como he dicho al principio, no se me ocurre otro modo de felicitaros las fiestas, daros las gracias por vuestra constancia y seguimiento a lo largo de este año y desearos lo mejor de lo mejor en el próximo 2009.
¡Mucha salud y cuidado con los excesos! ¡Feliz Navidad!
LEER CUENTO.
Tampoco quiero publicarlo en ningún ezine. No porque desconfíe de la sufrida gente que los edita o los deja de editar, ni mucho menos. Pero creo que este blog es su lugar natural, el lugar donde debe de estar. De aquí todo el mundo lo puede coger, imprimirlo, leerlo, releerlo, difundirlo por otros medios… no me importa (siempre y cuando se respete la integridad de la obra). Alguno estará pensando que estoy desaprovechando un relato. También me la sopla. Yo lo considero muy bien aprovechado, sobre todo si los que lo vais a leer sois vosotros, los lectores de mi obra y los lectores habituales de este blog.
Son diez mil palabras a vuestra disposición, con arte del genial David Rus, que ha trabajado a contrarreloj para redondear las ilustraciones que habitan entre las palabras.
Gracias, una vez más, David.
No recordaba que mientras escribía «Dentro de la casita…», falleció un colega escritor: Enrique Timón. Se lo dediqué en su día y vuelvo a dedicárselo hoy. Va por ti Enrique, allá dónde estés.
Por lo demás, deciros que «Dentro de la casita…» es la continuación de un relato titulado «El regalo de bodas», publicado en la antología Perversa. No es que sea una continuación al uso. Simplemente un personaje (que ni siquiera aparece en escena) constituye el nexo de unión entre ambas obras, un guiño para dejar claro que alguien que debería estar muerta no lo está del todo. E igual que «El regalo de bodas» era una adaptación del cuento de Blancanieves, «Dentro de la casita…» es una versión macabra de ese relato, ya de por sí siniestro, protagonizado por dos hermanitos que se pierden en un bosque y dan con una casita de…
Mejor no sigo. Descubridlo vosotros mismos.
Brujas, demonios, nigromantes traficantes de órganos, lombrices, gatos, un sótano oscuro y mucho chocolate constituyen los detalles de este presioso cuentesito de Navidad no recomendado para menores de 13 años.
Como he dicho al principio, no se me ocurre otro modo de felicitaros las fiestas, daros las gracias por vuestra constancia y seguimiento a lo largo de este año y desearos lo mejor de lo mejor en el próximo 2009.
¡Mucha salud y cuidado con los excesos! ¡Feliz Navidad!
LEER CUENTO.
12 comentarios:
Chapeau, mon ami
Muchas gracias, querido!! :-)
Un cuento acojonante. Enhorabuena, David. Me has hecho disfrutar de lo lindo. Feliz navidad.
m, no soy el único que escribe cuentos.
JM
Muchas gracias por tu comentario, Toni.
No escribas cuentos, Vilar, escribe un libro ;-)
Por cierto, leyendo el hilo de Sedice de lo mejor del año en fantasía, varios amigos han destacado "El regalo de bodas" como uno de los cuentos más destacados del año:
http://www.sedice.com/modules.php?name=Forums&file=viewtopic&t=36517
Debo darles las gracias por sus comentarios. Querían una continuación del cuento y la tienen ya disponible. Sin embargo, puede que esta continuación no sea lo que muchos esperaban ya que se aparta un poco de la ambientación épica del Regalo de bodas y se centra en otros personajes.
Sea como sea, me siento muy afortunado por vuestro reconocimiento. Gracias mil!!
Todavía no he leído el cuento. Lo voy a hacer dentro de muy poco, pero tan sólo ver que lo dedicas a la memoria de Enrique Timón, ya me muestra la grandeza que tienes, de verdad. Seguro que también me fascina el cuento .-) Y a Enrique, allá donde estés, un cariñoso saludo de tantos que no te olvidamos.
Este relato lo escribí cuando faltó Enrique. Ahora me he limitado a copiar y a pegar, no he cambiado ni una coma del original. Los relatos arrastran sensaciones, sentimientos... y una parte de la tristeza que me embargó cuando faltó Enrique, se encuentra en este cuento.
Pues me ha parecido estupendo, un manjar para los sentidos,... para todos los sentidos... ja ja . Eso sí, haces bien en indicar que es para mayores de 13 años. Una de las mejoras piezas que he leído en el 2008, que buen broche para el fin de año !!
Joder, que comentario, Uwe. Muchísimas gracias, de verdad. Como emociona escuchar cosas como esas. Se me ponen los pelos como escarpias.
muy bueno! a la altura de la anterior parte. He disfrutado muchisimo tu regalo de Navidad.
A ver si a lo largo de este año encuentro algunas semanillas para hacer una tercera parte, que la historia da para más.
Gracias, Kashna, por tu comentario :-)
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