Dejar atrás «Noches de sal» ha sido complicado. Romper ese nexo de unión que te une a una novela y lanzarse a la siguiente ha supuesto más de un quebradero de cabeza. Pero «Noches de sal» ya es algo lejano para mí. Tengo la sensación de que fue escrita por otro y que queda olvidada en un recodo del tiempo. Eso es buena señal, porque significa que estoy metido de lleno en el siguiente libro, que lleva el título provisional de «Prohibido salir con el cliente».
La verdad es que esta nueva novela es un cambio radical respecto a la otra. Sigue siendo de terror, pero es más compleja, más detallada, con más vericuetos. «Noches de sal» enfrentaba al personaje cotidiano a lo sobrenatural. Era la normalidad ante lo extraño y lo imposible. En «Prohibido salir con el cliente» pasa completamente lo contrario: gran parte de los personajes ya han asumido el mundo paranormal como suyo y han creado a su alrededor un complejo sistema de sociedades secretas enfrentadas.
De repente me siento como en «Encrucijada», grandes panteones mágicos que luchan entre sí, buscan ostentar el poder y dominarse mediante el vínculo de la magia. En la novela de terror que me llevo entre manos no hay magia, por supuesto, pero el factor por el que se pegan ambos bandos es igual de tenebroso.
La verdad es que es muy divertido retorcer instituciones que existen en la actualidad para convertirlas en algo ficticio que debe cumplir una misión. Me gusta trabajar con sociedades secretas que pululan entre nosotros. La novela se inspira en «Giovannina está contigo» (de próxima publicación en el Paura), aunque el entramado aquí es bastante más estable y el factor deux machina que existe en la novela de Paura, en «Prohibido salir con el cliente» no se da porque está presente desde el principio.
Una vez más, la novela se sitúa en Valencia, aunque arranca en pleno Festival de Sitges con una introducción bastante divertida. El escenario debo admitir que está cogido un poco por los pelos, pero es que me encuentro cómodo en Valencia: es mi ciudad, la conozco y sé que acabaré dando con los escenarios más adecuados.
Y es que si «Noches de sal» era oscura y sobrenatural, «Prohibido salir con el cliente» va a ser sucia, muy sucia. Si «Noches de sal» bebía del Siglo de Oro valenciano y sus dramaturgos, «Prohibido salir con el cliente» va a ir más atrás y parte de su historia arranca en la época del último rey romano, antes de la Primera República y la Roma de los grandes césares. Me obsesionan los personajes supervivientes. Me gusta trabajar con fuerzas arcanas de otros tiempos y elementos muy violentos capaces de arrastrar una maldición legendaria cuyos mitos trascienden a la Biblia. Al fin y al cabo, alguien que sobrevive a una piara de cerdos debe ser muy poderoso, ¿no?
La verdad es que esta nueva novela es un cambio radical respecto a la otra. Sigue siendo de terror, pero es más compleja, más detallada, con más vericuetos. «Noches de sal» enfrentaba al personaje cotidiano a lo sobrenatural. Era la normalidad ante lo extraño y lo imposible. En «Prohibido salir con el cliente» pasa completamente lo contrario: gran parte de los personajes ya han asumido el mundo paranormal como suyo y han creado a su alrededor un complejo sistema de sociedades secretas enfrentadas.
De repente me siento como en «Encrucijada», grandes panteones mágicos que luchan entre sí, buscan ostentar el poder y dominarse mediante el vínculo de la magia. En la novela de terror que me llevo entre manos no hay magia, por supuesto, pero el factor por el que se pegan ambos bandos es igual de tenebroso.
La verdad es que es muy divertido retorcer instituciones que existen en la actualidad para convertirlas en algo ficticio que debe cumplir una misión. Me gusta trabajar con sociedades secretas que pululan entre nosotros. La novela se inspira en «Giovannina está contigo» (de próxima publicación en el Paura), aunque el entramado aquí es bastante más estable y el factor deux machina que existe en la novela de Paura, en «Prohibido salir con el cliente» no se da porque está presente desde el principio.
Una vez más, la novela se sitúa en Valencia, aunque arranca en pleno Festival de Sitges con una introducción bastante divertida. El escenario debo admitir que está cogido un poco por los pelos, pero es que me encuentro cómodo en Valencia: es mi ciudad, la conozco y sé que acabaré dando con los escenarios más adecuados.
Y es que si «Noches de sal» era oscura y sobrenatural, «Prohibido salir con el cliente» va a ser sucia, muy sucia. Si «Noches de sal» bebía del Siglo de Oro valenciano y sus dramaturgos, «Prohibido salir con el cliente» va a ir más atrás y parte de su historia arranca en la época del último rey romano, antes de la Primera República y la Roma de los grandes césares. Me obsesionan los personajes supervivientes. Me gusta trabajar con fuerzas arcanas de otros tiempos y elementos muy violentos capaces de arrastrar una maldición legendaria cuyos mitos trascienden a la Biblia. Al fin y al cabo, alguien que sobrevive a una piara de cerdos debe ser muy poderoso, ¿no?
2 comentarios:
Pinta bien tu nueva obra. Aunque como escritor reconozco que hay mucho entramado detrás de bambalinas para salir con algo de respeto.
mucha suerte en tu nueva aventura literaria, David. Desde el otro lado del Atlántico te envío bastante energía positiva.
ch3p3
Muchas gracias, José Luis. Queda todavía mucha guerra por delante con esta novela, así que supongo que asomará por este blog de vez en cuando.
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