Con un balance provisional que sitúa entre un quince y un treinta por ciento el aumento de las cifras de ventas, la Feria del Libro ha vuelto a ser punto de encuentro de numerosos madrileños y visitantes que se han acercado al certamen que mañana cerrará sus puertas.
La tan temida lluvia que habitualmente preocupa a editores y libreros ha sido sustituida por un calor tórrido que no ha asustado a los lectores, entre ellos muchos niños, que se han acercado al parque del Retiro.
Tras un muestreo realizado esta mañana entre cincuenta editoriales, treinta librerías generales, treinta librerías especializadas y dos grupos y distribuidores, Teodoro Sacristán, director del certamen, ha señalado: «Hemos salvado la feria, y estamos contentos porque se ha vendido más».
Extraordinario aumento de ventas
En el caso de las editoriales «y quitando los grandes grupos o casos como Contexto, que este año cuenta con muchas novedades y ha experimentado un aumento del 40%, las ventas han aumentado entre un 15 y un 35 por ciento, por lo que estamos muy satisfechos».
Otro de los datos revelados en este muestreo es que las librerías generales han logrado buenos resultados, con un aumento que va del 5 al 20 por ciento, mientras que el aumento en las especializadas se sitúa en el 10%.
«En los grandes grupos los porcentajes van desde un 15 a un 30 por ciento más de ventas y en las distribuidoras las cifras alcanzan entre un 25 y un 30 más de ventas».
Temor a la crisis
Satisfecho con estas cifras todavía provisionales, Teodoro Sacristán ha recordado que los participantes en la feria vinieron con mucha prevención «y pensábamos que los resultados iban a ser similares a los del año pasado, por lo que estamos contentos».
Para lograr estos números ha sido muy importante el hecho de que el pasado jueves fuera fiesta en Madrid. «Dos editores que llevan participando 25 y 30 años en la feria me han comentado que fue un día histórico. Hacia mucho tiempo que no nos tocaba una fiesta en mitad de la feria, y fue espectacular».
La presencia de grandes firmas y la publicación de bestsellers también han contribuido en este balance positivo, pero la feria no solo vive de ellos, ya que los libros «de fondo» tienen un importante papel en la cita madrileña.
El libro de fondo
«Los libros de fondo son los que más se venden. Existen ferias más pequeñas que tienen que someterse al mercado, pero aquí, con 357 casetas, está representado el fondo editorial español y, además, están los bestsellers, aunque la feria no subsiste de ellos», ha comentado el director, para quien también es importante el hecho de que el certamen esté muy asentado en Madrid, así como las actividades paralelas, que atraen público que además compra.
Por su experiencia y por lo que comenta con los participantes, Teodoro Sacristán mantiene que existe mucho lector de feria que durante el año quizá no se acerca a una librería, «pero que vienen a la feria y cargan con libros para varios meses».
Autores y obras
Un ejemplo de la importancia que tienen en la feria los libros de fondo es el caso de la editorial Galaxia Gutenberg, a cuya caseta se acercan numerosos lectores solicitando las obras completas de consagrados autores y poetas como José Ángel Valente, José Miguel Ullán, y obras como Extravío en la luz, de Antonio Gamonedam, que va por su séptima edición, o Locus Amoenus. Antología de la Lírica Medieval de la Península Ibérica, de Carlos Alvar.
En cuanto a las firmas, los lectores de Alberto Vázquez-Figueroa esperaban pacientemente a que el escritor les dedicara ejemplares de Sau; Juan Manuel de Prada hacía lo mismo con su obra La nueva tiranía y Andrés Trapiello con Los confines.
Otros muchos, con las vacaciones estivales próximas, se acercaban a las librerías especializadas en viajes o al televisivo Richard Vaughan, que ha firmado ejemplares de sus métodos para aprender inglés.
Conocidos personajes de los niños, demostraciones de papiroflexia y actividades en los pabellones infantiles atraían la atención de los más pequeños, algunos de los cuales hacían pacientemente cola junto a sus padres para acercarse al famoso ratón escritor Gerónimo Stilton, compraban ejemplares de Kika Superbruja o disfrutaban mojándose con las duchas de agua vaporizada.
Artículo procedente de Ecodiario
La tan temida lluvia que habitualmente preocupa a editores y libreros ha sido sustituida por un calor tórrido que no ha asustado a los lectores, entre ellos muchos niños, que se han acercado al parque del Retiro.
Tras un muestreo realizado esta mañana entre cincuenta editoriales, treinta librerías generales, treinta librerías especializadas y dos grupos y distribuidores, Teodoro Sacristán, director del certamen, ha señalado: «Hemos salvado la feria, y estamos contentos porque se ha vendido más».
Extraordinario aumento de ventas
En el caso de las editoriales «y quitando los grandes grupos o casos como Contexto, que este año cuenta con muchas novedades y ha experimentado un aumento del 40%, las ventas han aumentado entre un 15 y un 35 por ciento, por lo que estamos muy satisfechos».
Otro de los datos revelados en este muestreo es que las librerías generales han logrado buenos resultados, con un aumento que va del 5 al 20 por ciento, mientras que el aumento en las especializadas se sitúa en el 10%.
«En los grandes grupos los porcentajes van desde un 15 a un 30 por ciento más de ventas y en las distribuidoras las cifras alcanzan entre un 25 y un 30 más de ventas».
Temor a la crisis
Satisfecho con estas cifras todavía provisionales, Teodoro Sacristán ha recordado que los participantes en la feria vinieron con mucha prevención «y pensábamos que los resultados iban a ser similares a los del año pasado, por lo que estamos contentos».
Para lograr estos números ha sido muy importante el hecho de que el pasado jueves fuera fiesta en Madrid. «Dos editores que llevan participando 25 y 30 años en la feria me han comentado que fue un día histórico. Hacia mucho tiempo que no nos tocaba una fiesta en mitad de la feria, y fue espectacular».
La presencia de grandes firmas y la publicación de bestsellers también han contribuido en este balance positivo, pero la feria no solo vive de ellos, ya que los libros «de fondo» tienen un importante papel en la cita madrileña.
El libro de fondo
«Los libros de fondo son los que más se venden. Existen ferias más pequeñas que tienen que someterse al mercado, pero aquí, con 357 casetas, está representado el fondo editorial español y, además, están los bestsellers, aunque la feria no subsiste de ellos», ha comentado el director, para quien también es importante el hecho de que el certamen esté muy asentado en Madrid, así como las actividades paralelas, que atraen público que además compra.
Por su experiencia y por lo que comenta con los participantes, Teodoro Sacristán mantiene que existe mucho lector de feria que durante el año quizá no se acerca a una librería, «pero que vienen a la feria y cargan con libros para varios meses».
Autores y obras
Un ejemplo de la importancia que tienen en la feria los libros de fondo es el caso de la editorial Galaxia Gutenberg, a cuya caseta se acercan numerosos lectores solicitando las obras completas de consagrados autores y poetas como José Ángel Valente, José Miguel Ullán, y obras como Extravío en la luz, de Antonio Gamonedam, que va por su séptima edición, o Locus Amoenus. Antología de la Lírica Medieval de la Península Ibérica, de Carlos Alvar.
En cuanto a las firmas, los lectores de Alberto Vázquez-Figueroa esperaban pacientemente a que el escritor les dedicara ejemplares de Sau; Juan Manuel de Prada hacía lo mismo con su obra La nueva tiranía y Andrés Trapiello con Los confines.
Otros muchos, con las vacaciones estivales próximas, se acercaban a las librerías especializadas en viajes o al televisivo Richard Vaughan, que ha firmado ejemplares de sus métodos para aprender inglés.
Conocidos personajes de los niños, demostraciones de papiroflexia y actividades en los pabellones infantiles atraían la atención de los más pequeños, algunos de los cuales hacían pacientemente cola junto a sus padres para acercarse al famoso ratón escritor Gerónimo Stilton, compraban ejemplares de Kika Superbruja o disfrutaban mojándose con las duchas de agua vaporizada.
Artículo procedente de Ecodiario
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¿Qué crisis?
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