Mucho me temo que en la última columna publicada en Fantasymundo, tal como dice Alejandro, saco mi lado 'abuelo cebolleta' y le meto un poco de caña a la actual literatura juvenil. Aunque debo admitir que siempre que hablo de este tema, me siento un poco dividido. Por un lado, mi faceta de dinamizador cultural (que trabaja constantemente con los chavales) no deja de admitir que es bueno que los chavales lean y que consuman cultura. Sin embargo, sigo preguntándome si la nueva ola de literatura juvenil concita los suficientes referentes culturales como para considerarse digna. Como muestra un extracto del texto:
La nueva novela juvenil romántica o «paranormal romántica», defínanla como quieran, adolece de un hilo argumental que dé consistencia a la historia contada. El cuarenta por cien de la novela la conforman los personajes, el sesenta por cien los sentimientos hábilmente dosificados a lo largo del libro y sólo el diez por cien queda destinado a la trama. Por supuesto, eso supone un abismo en términos literarios cuando dirigimos la mirada hacia el género fantástico adulto en donde el culebrón también tiene su parcela de importancia, pero los personajes y la trama sí que son eslabones ineludibles de la historia.
Literatura fantástica adulta vs literatura fantástica juvenil. La polémica está servida. Pueden leer el artículo completo en este enlace.
La nueva novela juvenil romántica o «paranormal romántica», defínanla como quieran, adolece de un hilo argumental que dé consistencia a la historia contada. El cuarenta por cien de la novela la conforman los personajes, el sesenta por cien los sentimientos hábilmente dosificados a lo largo del libro y sólo el diez por cien queda destinado a la trama. Por supuesto, eso supone un abismo en términos literarios cuando dirigimos la mirada hacia el género fantástico adulto en donde el culebrón también tiene su parcela de importancia, pero los personajes y la trama sí que son eslabones ineludibles de la historia.
Literatura fantástica adulta vs literatura fantástica juvenil. La polémica está servida. Pueden leer el artículo completo en este enlace.
5 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo con tu artículo. Y no lo definiría como crítica; es sencillamente una realidad. La inmensa mayoría de la literatura juvenil fantástica actual es romance juvenil (la mitad de las veces, con triángulo amoroso, que ahora está muy de moda) con un fondo fantástico para condimentar. Y ese es el problema: que es fantasía condimentando una historia de amor, no de amor condimentando una historia de fantasía.
Al margen de que suele haber incoherencias brutales, como por ejemplo el hecho de que seres centenarios o milenarios (que siempre tienen pinta de guapo adolescente) se encamoren de niñas de 15 ó 16 años...
Pensándolo bien, me acabas de dar material para comentar mi opinión en mi propio blog. Muchas gracias :-P
Esa es la gran diferencia. Antiguamente, en los viejos cuentos, los vampiros y demás engendros buscaban a las niñas virginales para desangrarlas y comérselas. Eran presas fáciles. Hoy se enamoran de ellas. Ni siquiera se las follan por miedo a soliviantarlas. Muy mal.
Digo yo, o quiero creer, que con el tiempo algunos jóvenes harán caso a los abuelos cebolleta (de hecho a los redactores jóvenes de la web los voy adoctrinando xD) y leerán cosas con más enjundia. Y compararán...
Sino estamos perdidos... quiero pensar que la mayor parte evolucionará sus lecturas.
Con que sigan leyendo, ya me doy con un canto en los dientes.
No veo yo cuál es el cambio. Antes se leían géneros "menores" (ciencia ficción y fantasía). Hoy... también (literatura romántica). A la misma edad. Las hormonas son las mismas también (véanse las aventuras de Conan o las de los chicos maravillosos ultra masculinos de las historias del pulp).
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