lunes, enero 21

¿Eres optimista?

Plantéate esta pregunta: ¿Eres optimista? Respóndete a ti mismo y, después, escucha la siguiente reflexión.




Tratamos de ser optimistas, salimos a la calle vestidos con nuestros trajes más coloridos, esbozando sonrisas que aspiran a ser realistas pero que en ocasiones apestan a falsedad, con la careta del «soy feliz y el mundo se rinde ante mí». Es más, hay veces que dejamos claro en nuestras conversaciones que somos optimistas por naturaleza, que tratamos de ver la vida con ojos serenos, ponderados y que nuestro pensamiento es tan lúcido que los problemas no nos hacen daño. Recordemos la famosa frase de Edison: La gente que dice que no se puede hacer no debería interrumpir a quienes lo están haciendo. La persona optimista no se relaciona con la falta de problemas, sino por su capacidad a la hora de afrontarlos.

Aun así, siempre estamos hablando de una proyección de nuestro propio yo de cara al exterior, pero en nosotros mismos subyace una verdad ineludible y que el gesto más hipócrita o sereno no puede esconder. Cuando vienen mal dadas se revela la verdadera naturaleza del hombre. No es hasta el momento en que te enfrentas a un problema de magnitud doce en la escala Richter, cuándo se revela la auténtica naturaleza de tu yo interior. Entonces puedes engañarte a ti mismo diciendo que eres optimista, que sujetas con fuerza las riendas de los problemas y que te rodea una pátina de aceite que hace resbalar los inconvenientes y las trabas que pone la vida, pero la realidad está dentro de ti y te enfrentas cara a cara con ella en la soledad. Sólo cuando todo está turbio, cuando miras hacia el frente y ves un problema lo suficientemente gordo como para que se te represente bajo la forma de un muro inexpugnable, alcanzas a ver la naturaleza real de tu psique.

No quiero dramatizar con esta reflexión, simplemente quiero reflejar esas sensaciones que nos atañen a todos en el día a día y que de alguna manera determinan nuestro propio ser, nuestra propia identidad. Y que, en momentos puntuales, lo que somos, lo que nos determina como personas y seres humanos, puede convulsionarse por un simple acontecimiento y somos capaces de poner en duda nuestra personalidad más profunda y los valores que hemos ostentado durante mucho tiempo. El optimista no es aquel que afronta los problemas diarios con una sonrisa. No lo creo. El verdadero optimista es aquel que se adapta a los tiempos y es capaz de capear los problemas sea cual sea el sentido del viento que los trae. Es aquel que se crece ante las adversidades y no las ve con ojos impasibles, sino con mirada juiciosa y es capaz de sacar luz de dónde sólo hay sombras.

Ahora dime: ¿Eres optimista?








By David Mateo with 3 comments

3 comentarios:

Pues yo diria que, aunque tambien es algo que esta en nuestra naturaleza, se puede aprender a ser optimista. La actitud con la que nos enfrentamos a las cosas siempre influye en el resultado de nuestros esfuerzos. Eso es ley de vida.

Lo malo es cuando los acontecimientos nos superan. Ahí es donde se destapa nuestra verdadera naturaleza. ¿Cómo afrontamos esos acontecimientos? ¿Desde qué perspectiva?
Yo creo que la naturaleza del ser humano tiende a ser más negativa cuando se destapa el principio de incertidumbre.

Estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque creo que hay personas que lo son por naturaleza mientras otros tenemos que esforzarnos para serlo

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