Mucha campaña electoral, muchas promesas, pero a la hora de la verdad… muy poca vergüenza. Por circunstancias un tanto desagradables que no creo que vengan a cuento, últimamente estoy acudiendo todos los días al Hospital Doctor Peset en Valencia. Como supongo sucederá en todos los hospitales de España, el consistorio se ha asegurado de acordonar la zona con los consabidos aparcamientos de zona azul. Es decir, hagamos de un lugar de primera necesidad, el caldo de cultivo para que el ayuntamiento se llene los bolsillos con la pasta del contribuyente. Y como pasa en el Peset, también sucede en
Hasta cierto punto puedo entender que el ayuntamiento se aproveche de la circunstancia de que un individuo vaya a visitar a una persona enferma, al fin y al cabo los políticos conforman la raza más amoral que existe sobre la faz de
¿Y qué hace la policía local mientras tanto? Cruzarse de brazos y dedicarse a multar al pobre contribuyente que acude a visitar a sus enfermos. En más de una ocasión he pasado por delante del hormiguero, en plena efervescencia, y he asistido con asombro a reyertas entre gorrillas y, justo al lado, un coche de patrulla afincado en doble fila junto al bar. Y ancianos, niños y personas mayores deambulando por las inmediaciones ya que el Peset aglutina a su alrededor institutos y zonas parroquiales. De vergüenza ajena.
Por favor, señora Barberá, ya que estamos pagando como buenos contribuyentes, ya que nos dejamos las perras en parkings, zonas azules y demás espacios acotados por el ayuntamiento, moléstese en limpiar esas mismas calles de yonquis metidos a gorrillas. Que por pasar unas cuantas horas en un hospital no tenga que soltar medio sueldo. Y si pagar por estacionar en una calle no basta, si de verdad tengo que dejar el coche en zona azul y, además, soltar una propina extra: que sea a un gorrilla de verdad, y no a un sinvergüenza que pueda tener un cútex metido en el bolsillo y, en cuanto te des la vuelta, te raje la carrocería del coche por no darle propina. Seamos todos civilizados, sí, pero que las autoridades sean las primeras en dar el ejemplo.
2 comentarios:
También uso y sufro el Peset en el sentido que indicas, pero no es el único centro en el que esto ocurre. Date un paseo por otros centros hospitalarios y te encuentras con el mismo problema: Nou d´Octubre, La Fe, sitios en los que los gorrilas campan por sus respetos y prácticamente te encuentras en territorio comanche. También he observado como la policía pasaba por ahí haciendo la vista gorda. Uno ya no sabe si es que no tienen medios o pasan mucho. Lo más jodido es que uno va a un hospital a lo que va y que encima te anden tocando los c.... En fin, paciencia, a denunciar estas situaciones en la medida de nuestras posiblidades y acordarse de llevar un rotulador indeleble para amenazar al gorrilla con pintarle la cara si hace falta.;-)
Joe.
Es lo que hay. Mientras la policía local mira hacia otro lado, los gorrillas a desplumarnos en la zona azul. Y ya no sólo eso: las peleas. En el tiempo que estoy dejándome caer por el hospital, ya he visto unas cuantas peleas por los alrededores del Hospital. En fin... muy mal.
Ayer, Joe, hablé con alguien por teléfono y se puso muy contento cuando mencioné tu nombre :-)
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