Ayer fue un día triste para mí. Muy triste. Quizás el más triste desde hacía… bufff… mejor ni trato de imaginarlo. No puedo negar que voy a estar de bajón por lo menos hasta dentro de dos o tres semanas. ¿Por qué? Os lo voy a contar inmediatamente.Estaba dando yo clase en el colegio Eluterio Pérez de la Vall, a los chavales de tercero, cuando di mi explicación de ¡¡cómo empecé a escribir viendo dibujos animados en la tele!! Es un momento divertido porque se crea mucha intriga en la clase y los chavales participan levantando la mano y respondiendo mis preguntas. El caso es que el rollo que les suelto es más o menos así: «… y es que a mí me encantan los dibujos animados de la tele. Me gustaban cuando era pequeño y me siguen gustando ahora. Pero cuando tenía vuestra edad, había algo de los dibujos que no me agradaba nada. ¿Sabéis el qué?» Obviamente, estamos ante una pregunta ambigua de difícil respuesta, pero siempre hay un osado que levanta la mano y se atreve a responder algo.
Pues bien, en la mañana de ayer reinó un silencio escrupuloso. Los niños estaban nerviosos. De pronto, uno, allá al fondo, levanta la mano con timidez y mira con ojitos curiosos. Yo lo señalo. El niño respira hondo, me vuelve a mirar con un poco más de decisión y, finalmente, dice: «Porque eran en blanco y negro.»
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David ve como el mundo se precipita sobre su cabeza.
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David trata de controlar la ansiedad que por momentos invade su sistema nervioso.
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En blanco y negro.
En blanco y negro.
En blanco y negro.
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De repente me desdoblé y me vi a mi mismo como esa figura gris que deambula por el geriátrico contando batallitas a los niños como Bart Simpson. El mocoso con pantalones de campana, patillas que le tapan las orejas y flequillo hasta las gafas de culo de vaso que vio por primera vez aquel corto de Disney en el que salía el ratón Mickey manejando un barco a vapor mientras intentaba que el gato no se lo zampara.…
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David ve como el mundo se precipita sobre su cabeza.
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David trata de controlar la ansiedad que por momentos invade su sistema nervioso.
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En blanco y negro.
En blanco y negro.
En blanco y negro.
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Habéis leído bien: En blanco y negro.
En blanco y negro.
En blanco y negro.
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He perdido la juventud.
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Aunque os parezca increíble, sí, saqué fuerzas para acabar la clase. Sí, tuve energías suficientes para volver a salir al patio, levantar la cabeza y vislumbrar el cielo azul. Sí, voy a seguir ejerciendo, aunque ya no sea el chico de la animación lectora y, de repente, me haya convertido en ese viejo gris y carca que los niños lo imaginan viendo dibujos animados en blanco y negro.…
Habéis leído bien: En blanco y negro.
En blanco y negro.
En blanco y negro.
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He perdido la juventud.
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Dios mío, que bajón. Que cruel es la vida.
18 comentarios:
Bueno, que tampoco es para tanto. Si me dijeras que creciste con el Spiderman de Ditko pues ya sería para tenerlo en cuenta ;)
C.
Venga, hombre, ¡arriba ese ánimo! Además, ¿y qué? Que los niños te ven mayor, pues tú los ves pequeñajos. Además, ¿hay algo con más clase que el glorioso blanco y negro?
Si es que cuando uno trabaja con críos tiene que llevar acorazado hasta el espíritu.
Un abrazo.
Tranqui, se te pasará. Todavía recuerdo cuando dando clase en la academia de inglés nueve pares de ojos se me quedaron mirarndo con cara de póquer y una voceita infantil repitió: ¿Super López?
ja, ja, ja... eso suele pasar también cuando, por primera vez, te llaman de usted. Piensa en la experiencia, en las etapas que has superado y hasta dónde has llegado. Hay quien no lo consigue y se queda por el camino...
Ánimo, que el mundo no se acaba y si te sirve de consuelo... yo te saco unos cuantos.
Besos
A mí normalmente los niños no me llaman de usted. Tienen la tremenda facilidad de unir mi nombre y mi apellido como si fuera uno solo. Es decir, Davimateo.
Por cierto, aunque parezca mentira, hoy en el Eluterio Pérez han vuelto a decir lo mismo. Van dos días seguidos.
Definitivamente, me voy a cambiar la camisa, la ropa, me voy a cortar el pelo, porque esto no puede seguir así.
Mañana cambio de cole.
No pareces viejo... de hecho no eres viejo, menos en espíritu. Pero a un ñajo le pareces el colmo de la adultez, es normal xD
Eso sí, creo que tienes a un humorista del tomate en la clase. Menuda perla xDD
Es duro que te digan esas cosas, como cuando te hablan de usted.... bueno, yo soy muy joven xD Con 18 años nadie te dice esas cosas ^^' Pero hace un par de años me llamaron "señora" T.T Me deprimí un poco... ¿cómo que señora?? Tenía 15 años, no era como para llamarme así... También me quedé helada cuando el otro día confundieron mi hermano con "mi marido". Esa también fué buena. Alguna vez nos habían confundido con "novios" (nos llevamos muy bien y muchas veces vamos juntos a los lados), pero... ¿marido??
En fin... Que el mundo está como una cabra. Y para los niños los profesores son de otra dimensión, no les cabe en la cabeza que quizá sean jovenes. Para ellos son "el profesor" y eso los transporta inmediatamente a "personas grandes y mayores". No es de extrañar que te dijeran eso. ^^ No te preocupes demasiado por ello. Además, la juventud está en el espíritu, no en el cuerpo!
Un saludo,
Aida
Eso pasa siempre. Yo tengo alumnos que ahora mismo están trabjando conmigo. Cuando les di clase hace 12 años eran pipiolos de 20 o así. Y ahora están ahí recordándome lo mayor que soy :) Lo peor es que me dicen ¿Se acuerda que me dio clase en...? Y me jode tener que decirles: si, pero ahora somos colegas así que como me llames de usted te mando directamente al registro para que selles cositas. Manda huevos :)
Que incomprendidos somos los que recién rebasamos las barrera de los 25, ¿verdad, Alfonso?
Joer, Aida, si con 15 ya te llaman señora, el otro tendría que tener 5 o seis añitos :p
pero David ¿ viejo tu ?
si aun no tienes ni 30 chavalote
Y yo que he engordado 18 kilos y aún siguen dandome la tabarra con que " estas muy muy muy delgado,qué no comes?
hace poco me dijeron aun hoy en dia esa perla.
Como más que un ejercito de espartanos coño,pero me cuesta engordar,no me taladren ya con el temita pesaos.
venga tio no te desanimes con lo de "viejo" que estas mu juvenil
Creo que los 30, al menos yo, ya no los vuelvo a cumplir. Que yo ya voy para los 33 :D
Yo, como no sepa quién es Ben-10 mi hijo me dice que soy un carca y que tampoco comprende lo de visionar dibujitos en blanco y negro, en glorioso Blanco y negro como decía Carlos Pumares.
Somos un poco mayores, pero eso es lo que hemos vivido, aunque aceptamos los gustos de la nueva generación.
Cómo te entiendo... Ayer me pasó más o menos lo mismo cuando un chaval me pidió la hora y me llamó "señor"...
Pero que exagerado por dios! si eres un chaval! además nosotros somos de la quinta de Mazinguer Z y no de la de Mickey en el barco de vapor.
Yo cuando daba clases a los peques siempre me echaban como 20 años más. Para esos mocosos hasta uno de 20 les parece anciano.
Ánimo! que en estos tiempos que corren no se puede uno derrumbar por tonterias.
Tú sí que eres rebonica!!!
Si te sirve de consuelo, los adolescentes son todavía más crueles.
- Profesor, ¿cuántos años tienes?
- 32
- ¡Que viejo!
- ¡La edad de mi padre!
- Depílate los pelos de las orejas
- Tienes canas
- A esa edad yo me suicidaría
- ¿Todavía lo haces con tu mujer?
Y lo que es peor...
- ¿Todavía lees tebeos?
- ¿Y dónde vas tú con esa camiseta de spiderman?
Al menos déjales claro que la camiseta es prequesada.
Los adolescentes son crueles
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