jueves, mayo 14

Espresso Book Machine

Para que no nos acusen de hablar únicamente de nuevas tecnologías hoy voy a presentar una máquina ingeniosa que va a dar vidilla al libro analógico, al libro de toda la vida, al libro que huele a tinta y a pergamino. Y es que las librerías de Londres han incorporado un nuevo mecanismo de imprenta que permite acceder a cualquier libro en apenas unos minutos: el Expresso Book Machine, o la máquina de hacer libros. Una máquina revolucionaria que selecciona y pone a nuestra disposición cualquier libro integrado en su base de datos, perfectamente impreso y encuadernado. Hay quien lo llama ya el «cajero automático» de los libros. Entre las ventajas de este nuevo sistema es el de incluir una gran selección de títulos, acabar con los libros agotados, evitar las esperas interminables y el acceso desde cualquier librería o gran almacén. Hay quien dice que esta nueva máquina es una revolución a la altura de la imprenta de Gutenberg.
La maquinita en cuestión cuesta unos 130.000 euros y es capaz de imprimir cien páginas por minuto, además de encolarlas y encuadernarlas.
El precio del libro “instantáneo” aún está por determinar. La cadena de librerías inglesa evaluará la evolución de la demanda para poder imponer un coste ajustado, pero se supone que tendrá un precio similar al de los libros tradicionales. También están pensando contactar con editoriales británicas para incluir obras con derechos de autor pues inicialmente, el catálogo de la Espresso sólo contempla libros cuyos derechos de autor ya han caducado (los clásicos de toda la vida). Se espera llegar al millón de ejemplares para el final del verano.
Presentada en la librería Blackwell de Charing Cross Road, la calle que durante décadas ha sido la meca de los libreros de Londres, el abanico de libros disponibles de la nueva impresora asciende a 500.000, incluida, por ejemplo, una edición facsímil del manuscrito original de “Alicia en el país de las maravillas”, de Lewis Carroll. Y la cifra se va a incrementar en cuestión de meses. La librería espera aumentar el catálogo hasta el millón de títulos a finales de verano; algo así como 37 kilómetros de estanterías, o más de 50 librerías comprimidas en una sola. La mayoría de los libros incluidos son obras cuyos derechos de autor han caducado pero la librería ya colabora con varias editoriales británicas para aumentar el número de libros sujetos a derechos de autor. Y, según la cadena, la respuesta ha sido muy positiva.
Descrito como el cajero automático de los libros por su propietario estadounidense, On Demand Books, las máquinas Espresso ya funcionan en EE UU, Canadá y Australia, e incluso en la Biblioteca Alejandrina de Egipto, pero la presentada en Charing Cross de Londres es la primera instalada en una librería del Reino Unido. Le ha costado a Blackwell 130.000 euros, pero la cadena considera que estará amortizada en un año”.
Información obtenida del diario «El País».
Así que todos los amantes de la publicación tradicional pueden respirar tranquilos. La industria sigue evolucionando y nos sirven nuevos métodos de impresión y de adquisición de libros analógicos. Los libros electrónicos están ahí, pero el papel se resiste a decirnos adiós.

Un par de vídeos de la maquinita:



By David Mateo with 7 comments

7 comentarios:

Grandioso, adiós a los libros descatalogados.
Me parece un invento revolucionario.

Al fin un buen invento, que sin duda desbancará al kindle. ;-)

Este tipo de impresoras-encuadernadoras (lo en verdad meritorio es que encuaderna) hace ya tiempo que están… Permiten tirar libros de uno en uno encuadernados… Pendad que en Lulu o Bubok imprimir libros de a uno sale por 14 euretes. La novedad es el precio, 130.000 euros está muy bien. Yo creo que esto va a ser más revolucionario que el libro electrónico… En realidad, la gran super bomba es la impresión digital y la posibilidad de tirar libros de veinte en veinte, con los mismo costes que de mil en mil… De donde vamos a un mercado de tres patas por un lado mainstream, por otro selectivo de compra por demanda, por otra gratuito, de descargas. Quien lo sabe?
Felicidades a los culés, vaya trituradora.

El inventito en cuestión apareció por primera vez hace nueve años; poco después de los primeros prototipos de lectores de tinta electrónica, y parecía que iba a ser cuestión de meses que contásemos con expendedoras de libros en la librería del barrio. Ya hemos visto que no ha sido así. Es curioso cómo la industria retiene este tipo de tecnologías durante años.

La verdad es que no es más que una impresora que encuaderna. Me imagino que el mantenimiento cuando se atasca una hojita, tiene que costar un ojito.

Como decía Sim, el invento está bien aunque la impresión bajo demanda hace tiempo que existe. La idea me parece buena, aunque lo cierto es que habrá que ver la calidad de estos "libros automáticos" encolados. ¿Y el cosido? Me temo que no aguantarán tantas lecturas como uno tradicional. Me quedo con estos, y los electrónicos como complemento.

Saludos.

Vi una máquina parecida en la Biblio de Alejandría, un monstruo enorme que tiró un ejemplar en tan solo 15 minutos. Se acabaron las devoluciones de libros a las editoriales.
Mazarbul

    • Popular
    • Categories
    • Archives