Luna nueva

Compartir

Hoy voy a hablaros del fenómeno del momento. Una de las últimas películas de vampiros estrenadas en la gran pantalla. En esta ocasión la historia se remonta a la antigüedad, cuando una poderosa reina vampira corrompía una población de humildes aldeanos y todas las mujeres caían presa de una maldición. Cuenta la leyenda que al castillo de la todopoderosa vampira llegó un noble cruzado armado con una espada sagrada con la que pudo combatir a la oscuridad. La vampira y el humano lucharon a muerte en los pasillos del castillo y, justo cuando las fuerzas del cruzado estaban a punto de languidecer, la espada mágica atravesó el corazón de la vampira. Pero antes de expirar, las garras de la estrie trazaron una marca en el pecho del cruzado y prometió su resurrección el día en que uno de sus descendientes regresara a la aldea y su sangre fluyera junto a la de una muchacha virgen. Así, la reina vampira Mircalla murió, pero Cragwich siguió encantada y todas sus mujeres siguieron siendo vampiras… lesbianas.

¿Qué? ¿De verdad creíais que iba a perder ciento veinte minutos de mi vida viendo la segunda parte de Crepúsculo para luego reseñárosla en el blog? Ya lo hice con la primera y durante diez días sufrí ataques de gastroenteritis agudos. Ni hablar del peluco… esta entrada de blog alude a la luna nueva que sale en «Lesbian vampire killers», la pelis de vampiros que he disfrutado este fin de semana en mi casa y que probablemente tenga más cosas de vampiros que los estupidizados chupasangres de Crepúsculo, por cierto, el otro día dijeron en «La claqueta» que en toda la película de la Meyer y compañía no hay ni un solo mordisco. ¡Eso ya es un record! Vampiros que no muerden. Que grande.
El caso es que en «Lesbian vampire killers» las vampiras de Carmilla sí que muerden... y mucho. Pero tampoco es creáis que es un continuo desfile de bellezas vampirizadas en pelotas derramando ríos de hemoglobina. Más bien no, la película tiene mucha tía maciza, pero nada de sexo y menos gore. Es más bien un subproducto de entretenimiento bastante light, aunque, eso sí, tiene sus momentos y, no os voy a engañar, me lo pasé francamente bien viéndola.
La película arranca cuando a Jimmy le deja su novia para irse con otro y Fletch pierde su trabajo de payaso animador de cumpleaños por romperle la cabeza a un niño. En ese momento comprenden que necesitan unas vacaciones, pero como andan bastante mal de pasta, el azar les lleva a darse un voltio por Cragwich. Allí, la maldición de Carmilla provoca que todas las mujeres que cumplen los dieciocho años irremediablemente se conviertan en vampiras lesbianas. En cuanto llegan a la aldea, Jimmy y Fletch ven como sus sueños se hacen realidad cuando descubren a una cuadrilla de chicarronas muy potentes lideradas por Lotte (MyAnna Buring), pero los aldeanos del pueblo les reservan una desagradable sorpresa que les llevará hasta el castillo donde reposan los restos de la mismísima reina vampira Carmilla.
Pues eso, una película sin pretensiones, llena de gamberradas y diálogos chorras, pero que se deja ver muy bien y con unos efectos especiales notables para la clase de película que es. Al menos, yo me divertí viéndola.

By David Mateo with 14 comments