De todas las frases pronunciadas por los autores invitados en la pasada Feria del Libro de Moncofa, me quedo con la siguiente: «Hoy me siento como el último sioux que campa pacíficamente por la pradera, consciente de que mi tiempo está expirando y muy pronto una vía de hierro atravesará los campos y extinguirá mi forma de vida». Esta frase la pronunció Fernando Marías durante la inauguración. El futuro electrónico va a cambiar un modelo de mercado, una forma de editar, un modo de hacer negocio. Y a estas alturas, mucho me temo, que las editoriales tocan una música, los lectores otra y la piratería una bien diferente. Ni mucho menos los lectores debemos imponer el precio del libro, pero tampoco vamos a dejar que nos lleven por senderos que no deseamos tomar. No a los precios abusivos en los libros electrónicos. Un archivo de ordenador no cuesta lo mismo que un libro de bolsillo o de rústica. Y si las editoriales quieren buscar intermediarios que encarezcan el producto por el mero capricho de obtener un mejor posicionamiento, allá ellas, pagarán las consecuencias a la larga cuando compitan con la piratería. No a los contratos leoninos producto de la desesperación y de las prisas, sobre todo ahora que vemos cómo el futuro electrónico se nos precipita y necesitamos «nombres» para no extinguirnos. Ha habido una eternidad para pensar, para planificar, para ajustar costes, para llegar a acuerdos, para tender la mano a la parte más débil de la ecuación, que es el autor, para modelar una forma de negocio que ya debería discernirse.
El escritor profesional es una especie en vías de extinción que ve peligrar su hábitat ante la amenaza de la piratería. Pero la verdadera amenaza no es la piratería… no, señor. La verdadera amenaza es una industria viciada que ha llegado tarde y en vez de pensar en beneficios futuros, sólo piensa en beneficios inmediatos. Se quiere estrujar los bolsillos de los amantes de la literatura con precios que para nada son acordes al producto ofertado. Se quiere estrujar los bolsillos de los ya estrujadísimos escritores con contratos que buscan el beneficio rápido sin importar demasiado el mañana. Ese no es el camino del libro electrónico. Vamos a superar una crisis económica solo para caer en otra más grave: una crisis del modelo de negocio.
No obstante, durante mucho tiempo, bastantes escritores hemos luchado para colocar nuestro nombre en la red. Y si el modelo de negocio se enturbia, se degrada, se corrompe o se vuelve abusivo, llegará el momento de decir basta y buscar otro camino. Creo, sinceramente, que todavía es temprano para establecer un contacto directo entre autor y lector. No creo en la autoedición y nunca he creído en ese modelo. Es más, me gustaría que el negocio siguiera por este mismo cauce profesional que ahora mismo existe. Pero si la baraja se rompe, si la industria se vuelve loca o si los escritores percibimos que al lector se le está tomando el pelo con precios abusivos de nuestros libros, muchos nos bajaremos del carro. Yo el primero. Consciente de la cantidad de lectores que cada día acuden a este blog, no me importaría, llegado el momento, convertir este humilde espacio en un escaparate de venta directa de mis libros. El futuro impondrá las reglas y los autores tenemos que preservar nuestros intereses.
Por cierto, parece que la industria del comic se está dando más aire que la del libro.
El escritor profesional es una especie en vías de extinción que ve peligrar su hábitat ante la amenaza de la piratería. Pero la verdadera amenaza no es la piratería… no, señor. La verdadera amenaza es una industria viciada que ha llegado tarde y en vez de pensar en beneficios futuros, sólo piensa en beneficios inmediatos. Se quiere estrujar los bolsillos de los amantes de la literatura con precios que para nada son acordes al producto ofertado. Se quiere estrujar los bolsillos de los ya estrujadísimos escritores con contratos que buscan el beneficio rápido sin importar demasiado el mañana. Ese no es el camino del libro electrónico. Vamos a superar una crisis económica solo para caer en otra más grave: una crisis del modelo de negocio.
No obstante, durante mucho tiempo, bastantes escritores hemos luchado para colocar nuestro nombre en la red. Y si el modelo de negocio se enturbia, se degrada, se corrompe o se vuelve abusivo, llegará el momento de decir basta y buscar otro camino. Creo, sinceramente, que todavía es temprano para establecer un contacto directo entre autor y lector. No creo en la autoedición y nunca he creído en ese modelo. Es más, me gustaría que el negocio siguiera por este mismo cauce profesional que ahora mismo existe. Pero si la baraja se rompe, si la industria se vuelve loca o si los escritores percibimos que al lector se le está tomando el pelo con precios abusivos de nuestros libros, muchos nos bajaremos del carro. Yo el primero. Consciente de la cantidad de lectores que cada día acuden a este blog, no me importaría, llegado el momento, convertir este humilde espacio en un escaparate de venta directa de mis libros. El futuro impondrá las reglas y los autores tenemos que preservar nuestros intereses.
Por cierto, parece que la industria del comic se está dando más aire que la del libro.
16 comentarios:
Se puede decir más alto, pero no más claro.
Hay cosas en las que uno no se puede andar con rodeos y hay que decirlas tal y como son. Muy valiente tu paso, David, pero ¿los autores de primera línea, las estrellas del dream team literario, se les ocurrirá también dar una bofetada a la industria o se quedará en cosa de una mayoría menos conocida?
Pues como les toquen mucho los huevos, como se los están tocando desde algunas editoriales, acabarán cansándose. Tú no puedes estirar demasiado la cuerda porque al final se rompe, sobre todo con gente que tiene un número de lectores asegurados.
Todo esto es un paso de valentía, de cambio de modelo, de renovación y, sobre todo, de riesgo. Lo que pasa es que cuando tú no ganas nada, como un escritor piltrafilla como yo, tampoco arriesgas nada, pero hay muchos autores que su modo de vida depende del modelo editorial actual. El cambio provoca incertidumbre y desasosiego, pero al final es inevitable. Tampoco hay que precipitarse, porque lo suyo es que las editoriales siguieran manejando el cotarro y no se declarase la anarquía literaria, sería negativo para todos. Pero, en cinco, seis o diez años esto va a cambiar muchísimo.
Particularmente, a mí tanto me da pagar a una editorial por tu próximo libro que pagarte a ti directamente. Sobre todo en formato digital, que tendrás mayor posibilidad de preparar una presentación más que digna.
La editoriales deberían poner sus barbas a remojar...
Ya, pero no estaría mal que alguna vez, no digo todos los meses, sólo alguna vez, un peso pesado levantara la voz y dijese también alguna verdad. Estilo Juan Marsé con el cine español. Porque, si no, cada entrevista que leo en el dominical me sabe "A Dios rogando..." y hay que respetar a todos, incluida la industria que para eso nos paga, pero primero uno respeta a sus lectores. Con estas cosas creo que arriesgan más los autores discretos y poco conocidos que los grandes dinosaurios de portada. En fin...
El problemas es que todos, de momento, estamos jugando a ciegas. Es normal que un gran escritor no se desmarque y diga abiertamente: cambio de acera, porque al fin y al cabo se esta jugando con sus habichuelas y con el pan de sus hijos. Pero vamos a tener paciencia y ver qué pasa cuando el modelo de mercado electrónico se asiente y todo se vuelva más íntimo entre lector y escritor.
Sea como sea, siempre tiene que haber un filtro que depure las obras o las sintetice para que no nos llegue 'en bruto'. Hasta ahora ese filtro se llamaba editorial. Ya veremos como se llamará en un futuro más o menos cercano: ¿editor? ¿corrector? ¿agente? ¿promotor? Vete tú a saber.
Tus palabras me han animado a pegarme un tiro, David.
Por otro lado, quiero el Ipad para "leer" cómics. Si por cinco euros tengo toooooda la linea de Panini, no dudes que seré hasta legal.
Por cierto, el Ipad viene con fuerza, pero no perdáis de vista el de Asus, a color y con doble pantalla. ¡Y por cien putos euros! Mirad el enlace:
http://www.gizmos.es/19105/hogar/asus-lector-de-ebooks-mas-detalles-y%C2%A1precio/
Y hablando del tema...
http://www.elpais.com/articulo/cultura/libro/digital/despega/elpepucul/20100506elpepucul_4/Tes
Que pasada (no que te pegues un tiro, sino el Asus). Es que conforme vayan pasando los meses, la lucha va a ser más enconada. Aparecerán nuevos cacharros, pero lo que debe de prevalecer son los archivos que contienen la información.
Por cierto, ésto me lo pasó un amiguete al que le doy las gracias. Si alguien tiene la loca teoría de que las empresas encontrarán un modo seguro de proteger sus libros electrónicos, ya puede ir quitándoselo de la cabeza. Un tipo indicando pasito a pasito como cargarse el DRM de los libros del Kindle:
http://www.ebooktips.es/2009/12/25/quitar-el-drm-de-los-libros-del-kindle/
Ojo, no pongo este enlace para hacer proselitismo de la piratería, pero sí para dejar claro que cualquier cortafuego que invente la industria podrá ser nautralizado por la piratería. La piratería solo puede acabar por intervención de la señora ministra de cultura, pero mientras hayan otros intereses crados con las compañías que comercializan las redes de ADSL, ésto no se cortará. Aun así, la piratería puede servir de escarmiento y de concienciación para establecer un precio adecuado para el libro electrónico.
Te equivocas Mesala.
Fdo. Ben Hur
Aquí tenéis un ejemplo de lo que hay que hacer, en opinión: http://www.librosentuiphone.com/e/Home.html
>>Desde 0,79€ a 1,59€, horas de diversión con tus autores favoritos.
Ahí está el sueño dorado del futuro. Libros por menos de dos euros. Ese es el camino de la literatura.
Aupa David. El Corte vende Encrucijada en e-book por 7 euros. No es muy caro pero tampoco barato (para un e-book). De todas formas venden otros e-libros que llegan con tranquilidad a los 15 euros. http://ebooks.elcorteingles.es/ENCRUCIJADA-LibroEbook-9788496554795.html
No creo que vaya a ser la industria actual la que nos lleve a un modelo razonable en el tema de los libros electrónicos. En general se trata de gente que ha aprendido y vivido de (en el buen sentido) un modelo concreto.
Seguramente les costará muchísimo cambiar radicalmente su esquema mental, así que los imagino tratando de exprimir al máximo el actual modelo (papel, listas de best seller...) y tratando de que el modelo nuevo sea lo más parecido al antiguo.
Tarde o temprano irán apareciendo editores y empresas con una nueva mentalidad, que propongan otras soluciones. La selección natural del mercado hará el resto. La mala noticia es que a nuestra generación de escritores nos pilla en medio, no solo hemos aprendido con el modelo antiguo, además es probable que tarde unos años, puede que bastantes, el que se consolide un modelo nuevo. ¿Y mientras quien le mete cientos de horas a una novela, sabiendo que será pirateada el mismo día que salga? Pues los aficionados con tiempo libre y más ganas de escribir que de amortizar esas horas invertidas. Y eso limita mucho el campo.
Saludos de uno que seguirá escribiendo "caiga lo que caiga" ;-)
¡¡Cuánto tiempo, Guillem!! ¿Te escaparás a la Hispacon de Valencia?
Tengo pedida toda la semana libre, a ver si me los dan y aprovecho para la hispa. y un poco de turismo.
Publicar un comentario