sábado, noviembre 29

El anillo de diamante y la luna.


Mi novia quiere que le regale un anillo de diamante. Yo le digo que no.

Mi novia insiste en que le regale un anillo de diamante. Yo le digo que cuando gane el Planeta.
La verdad es que me gustaría comprarle un anillo de diamante a mi novia, si con eso consigo hacerla un poco más feliz, desgraciadamente los exiguos números de mi cuenta corriente dan fe de que ni siquiera puedo comprar un anillo (sin diamante).
El otro día, confidente colorao me pasó esta noticia: Abramóvich regala a su novia una parcela de 40 hectáreas en la Luna.

El multimillonario ruso Román Abramóvich ha regalado a su novia, la ex modelo Dasha Zhúkova, una parcela de cien acres (cerca de 40 hectáreas) en la Luna, informó hoy el diario digital News Ru.
El terreno, situado en el hemisferio sur del satélite, puede verse perfectamente desde la Tierra con un telescopio no muy potente, por lo que su propietaria podrá controlar cuando lo desee el estado de sus "propiedades".
Zhúkova, de 27 años, podrá llevar a cabo con su parcela lunar las mismas operaciones como si fuese una de la Tierra, es decir, venderla, dejarla en herencia o regalarla.
Las inversiones en la Luna están sujetas a la legislación internacional y, según la compañía que se encarga de organizar las mismas, únicamente se requiere garantizar el apoyo económico para la regulación de las actividades en ese satélite.
El Space Settlement Institute (Instituto de Colonización del Espacio) señala que el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre de 1966 no prohíbe a inversores privados poseer propiedades en otros planetas y sus satélites naturales.
Una de las organizaciones más conocidas que representa los intereses de los inversores en el cosmos es la compañía 'Lunar International', que vende parcelas en la superficie lunar e invierte el dinero obtenido en financiar investigaciones en la Luna.


Inmediatamente, me viene a la cabeza el capítulo de los Simpsons en el que Apu desea conquistar a su novia y Homer y sus colegas de Springfield le sabotean todos los planes por envidia.
Luego me quedo pensando: ¿Abramóvich y su novia serán felices? No lo sé.
Sigo pensando: ¿Mi novia y yo somos felices? Eso sí que lo sé: sí.
Entonces todas las tonterías se me van de la cabeza.
Mi novia sigue pidiéndome un anillo de diamante. Yo sigo diciéndole que no.
Da igual, los dos vivimos muy felices sin el anillo de diamante.

By David Mateo with 6 comments

6 comentarios:

Pero... ¿y el pobre vendedor de anillos de diamante?

A ver si vais a tener vosotros la culpa de la crisis...

Yo creo que sí. Aunque siempre nos quedará un banco al que pedirle un crédito (y París...)

Mira, te iba a sugerir que le regalaras una estrella, había leído hace tiempo que eso es posible. Pero mira por donde investigando el tema, averiguo que se ha convertido en un negocio denunciado por la propia Unión Astrofísica Internacional, organismo que oficialmente nombra estrellas y que no se va atener al nombre que le ponen estas empresas.
Como curiosidad, te paso el link de un foro (astroseti) que tiene gracia, porque si bien aconsejan a un chaval que no lo haga ( lo de la estrellita) luego echas un vistazo a la publicidad de la cabecera de la página y no puedes menos que reírte. ¡A dónde no llegará la picaresca! http://foros.astroseti.org/viewtopic.php?p=51013&sid=4e95db3f384be533aa7ee710421f8593

Me ha gustado mucho esta entrada, le das un toque muy humorístico. Por cierto, ¿qué hará el abramovich si con el telescopio ve okupas en la parcela de su novia?
¿Se someterán a los tribunales terrestres o lunares? ¿Tendrá más valor un texto escrito en terrestre o en lunatico?

Seguro que has leído "El principito". Coge una cajita de joyería, de las pequeñas. Le pones algo dentro, para que suene. Y le pegas la tapa bien bien con loctite.
Después se lo regalas y le adviertes a tu novia que dentro está el anillo con el diamante más grande del mundo, pero que no lo puede abrir para que no se estropee.
No es igual que uno de verdad, pero se reirá un buen rato. (Y tú haciéndolo). ;)

Lo que pasa es que las ovejas imaginarias no brillan y las joyas imaginarias sí.

    • Popular
    • Categories
    • Archives