viernes, noviembre 21

Sevilla hace las cosas bien

Vivir en Sevilla es una maravilla, y es que la Junta ha comenzado a sancionar a los cines con multas de hasta mil euros cuando los empleados de la sala impiden al público entrar con su refresco, sus palomitas o sus chucherías. El Reglamento General de la admisión de personas en los establecimientos de espectáculos públicos y actividades recreativas del año 2003 establece que no se permite la entrada de alimentos cuando no se puedan consumir en el interior, si en el recinto hay puestos de venta, confiscar la bebida o las palomitas sería ilegal.
La verdad es que ya se podían poner las pilas otras Comunidades Autónomas porque pagar el abusivo precio de seis euros por una entrada de cine y que, encima, estés sujeto a la dictadura de comprar las chuches en el recinto me parece una cacicada. Nosotros hace mucho tiempo que no lo hacemos (y más desde que en los Kinépolis de Valencia han puesto un Opencor que vende el mismo producto por casi un euro menos), aprovisionamos fuera del recinto y lo guardamos todo en el bolso de la novia.
Lo dicho: que el resto de las Comunidades Autónomas tomen ejemplo y copien lo bueno de la Junta de Andalucía, que en estos tiempos de crisis, estas pequeñas cosas, son las que van salvando la economía doméstica.











¡¡¡Os recordamos que hoy toca actualización de Tajundra!!!

By David Mateo with 6 comments

6 comentarios:

Yo igual soy un poco especial con el tema, pero en el cine incluso me molesta la gente que no tiene cuidado al sorber con la pajita y al abrir el plástico de los caramelos, etc. Por no hablar de los que hacen 'globitos-bomba' con el chicle. Cuando la sala está llena puede ser un poco odioso.

Tengo un amiguete que le pasa lo mismo que a ti.

Yo no quiero ser abogado del diablo... Me parece una cacicada obligarte a comprar palomitas en plan monopolio. Pero el hecho es que hoy las salas de cine viven de las palomitas... Y no es una boutade, es así de triste. Sin palomitas, adiós cine. Tu mismo, un puñado de maiz no vale ni 5 centimo... Se le pone un cucurucho, un refresco y aceite, y voila hops, 4,5 el menú combo infantil. El negocio del siglo. :))

A mí me parece bien que te permitan entrar con tus propias provisiones, pero coincido en que el ruido y la suciedad que se ocasionan no son muy agradables. Por otra parte, los precios de refrescos y palomitas resultan abusivos en los cines. Deberían reconsiderar eso y tal vez tendrían más negocio.

Definitivamente el mundo es más pequeño de lo que me imagino.
por aquí en América sucede los mismo con los cines, y mi novia y yo también no aprovisionamos en cualquier super cercano.
Los precios de las chucherias dentro de las cafeterías de los teatros cuestan casi el triple que en cualquier almacén, es un verdadero abuso.

Por cierto, hablando de cine, hoy voy a ver la nueva de James Bond, a ver qué tal.

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