Hola, soy un vampiro anónimo,
Le he pedido un pequeño espacio a David Mateo en su blog porque últimamente tengo muchas inquietudes que no me dejan dormir por las noches y, de alguna forma, siento que ha llegado el momento de liberarlas o, definitivamente, explotarán en mi interior. Se estarán sorprendiendo por el lenguaje modélico que estoy utilizando (o dadas las circunstancias actuales, circunstancias que paso a exponer a continuación, no se estarán sorprendiendo), pero en realidad soy un vampiro malo. Soy un vampiro muy malo. Un vampiro malísimo. Lo que podría decirse un vampiro malo, malo de la muerte. Cuando era vampirito soñaba con ser un vampiro como los de Stocker, o como los de Lord Byron, o como los de Brian Lumley. También soñaba con vivir en Jerusalem’s Lot, o en Barrow, incluso si me apuran soñaba despierto con que la civilización humana se desintegrara a causa de un virus y, con una panda de amiguetes, montáramos fiestorros en el jardín del último hombre vivo sobre la tierra y nos lo pasáramos pirata mientras le gritábamos: ¡¡Sal Neville!! He tenido sueños eróticos con un bareto llamado «La teta enroscada», situado en la frontera con México, en el que me follaba todas las noches a la Salma Hayek con una serpiente. Incluso alguna vez he querido montar una banda callejera de jóvenes ocultos que tuviera como líder espiritual a Jan Valek.
Pero hoy los tiempos han cambiado, eso de que los vampiros seamos lascivos, tengamos vampiresas que nos la pongan dura y nos dediquemos a sodomizar vírgenes hasta que se vuelvan locas de deseo, ya no se lleva. Y mucho me temo que con Obama en la Casa Blanca y Zapatero en la Moncloa va a seguir así durante mucho tiempo. Ahora entre los vampiros se ha puesto de moda una cosa que mis abuelos no entienden muy bien: el cortejo. Cagüenmipenanegra. Tengo un antepasado del siglo XI, que está medio sordo, que cada vez que le digo: Voy a cortejar a una virgen. Me responde: ¿Y para qué te la quieres llevar al cortijo? Si con desvirgarla y desangrarla sobra.
Y es que en esta perra sociedad moderna, en la que todo está mal visto, tienes que pedir perdón hasta por salir a la calle. Antes violábamos, mutilábamos, arrancábamos la carne a mordiscos para que la sangre chorreara a borbotones por las venas y nos atragantáramos como cerdos con ella... y no pasaba nada. Ahora a la moza hay que hacerle ojitos, darle un par de vuelos por la ciudad en las noches de luna llena, buscando el maravilloso fulgor de las estrellas, la vía láctea y su puta madre. Y luego ni mojas. Total… ahora se ha puesto de moda el romanticismo. Cagüenmipenanegra.
¿De qué te sirve ser un No Muerto si al final estás compitiendo con un humano por el amor de una chavala y no puedes dejarlo seco a mordiscos y quedarte para ti la perra gorda?
Los vampiros del Siglo XXI no somos románticos… somos gilipollas. O nos estamos pegando de hostias con los hombres lobo (al menos eso mola) o nos dedicamos a vivir durante un montón de siglos sólo para llegar al XXI y subnormalizarnos ante la primera guarrilla con cara de Candy Candy y tetorras de silicona. Y la culpa la tiene toda Anne Rice por crear a ese mojigato de Louis Pointe Du Lac. Si al menos la cosa hubiera quedado ahí como anécdota, pero noooooo… que bah… todos a seguir su ejemplo, que mola eso de ser vampiro atormentado, de respetar al ser humano, de comer sangre de ratas y sapos, de no forzar a las vírgenes y no tener una recua de vampiresas que te calienten la cama todas las noches. Ahora lo que se lleva es el vampiro guaperas con gomina, que se queda mirando a las tías en la discoteca (ojo, todas adolescentes, que eso le va más al público) y las corteja como si fuera un humano más. ¡¡¡PUAJJJJ… que asco!!! Que si Moonlight, que si True Blood, que si Blood Ties, que si los vampiros de la Stephenie Meyer… ¡Ánda y váyanse ustedes a cagar! Aquí tenía que venir Barlow y poner firmes a todos.
¿Pero saben cuál es el colmo de todo esto? ¿Lo que me ha llevado a pedir este espacio a David Mateo y desahogarme antes de verme obligado a acudir a la psicólogo de Tony Soprano y empezar a contarle todas mis penas? La campañita de Canal Plus:
¿Pero cómo qué 4 de diciembre día del vampiro? ¿Pero qué es eso de los derechos de los vampiros? Pero si en una sociedad normal, vosotros, piltrafillas humanas, tendríais que estar agonizando entre ríos de sangre. Pero qué derechos, ni qué derechos. Si nosotros somos la raza superior y vosotros sois simple ganado. Si está dicho que en el Apocalipsis seremos nosotros los que habitaremos las ciudades y ustedes los que se arrastrarán por las cuevas como meras lombrices. ¿Veis? ¡A eso nos han reducido todos estos años de romanticismo, delicadeza y feminidad! A esto nos han reducido todos esos autorcetes y directorcillos de Hollywood que nos ven con buenos ojos y no como lo que realmente somos: putos cadáveres con vida, No Muertos que se dejan arrastrar por la lascivia, cabrones usureros que viajamos de Transilvania a Londres para propagar la corrupción y ponernos ciegos con sangre de virgen. Nosotros luchamos contra Van Helsing, licántropos y Blade, no contra mierdecillas adolescentes con las hormonas desatadas.
Somos vampiros, somos malos, damos miedo, pertenecemos a la banda de los zombis, los engendros, los mutantes, los monstruos y los alienígenas carnívoros. No necesitamos de vuestra piedad, porque no sois más que los entremeses. ¿De qué vais? ¡Pasad de nosotros! ¡Olvidadnos! ¡Dejad de utilizarnos como si fuéramos el príncipe de Blancanieves!
Le he pedido un pequeño espacio a David Mateo en su blog porque últimamente tengo muchas inquietudes que no me dejan dormir por las noches y, de alguna forma, siento que ha llegado el momento de liberarlas o, definitivamente, explotarán en mi interior. Se estarán sorprendiendo por el lenguaje modélico que estoy utilizando (o dadas las circunstancias actuales, circunstancias que paso a exponer a continuación, no se estarán sorprendiendo), pero en realidad soy un vampiro malo. Soy un vampiro muy malo. Un vampiro malísimo. Lo que podría decirse un vampiro malo, malo de la muerte. Cuando era vampirito soñaba con ser un vampiro como los de Stocker, o como los de Lord Byron, o como los de Brian Lumley. También soñaba con vivir en Jerusalem’s Lot, o en Barrow, incluso si me apuran soñaba despierto con que la civilización humana se desintegrara a causa de un virus y, con una panda de amiguetes, montáramos fiestorros en el jardín del último hombre vivo sobre la tierra y nos lo pasáramos pirata mientras le gritábamos: ¡¡Sal Neville!! He tenido sueños eróticos con un bareto llamado «La teta enroscada», situado en la frontera con México, en el que me follaba todas las noches a la Salma Hayek con una serpiente. Incluso alguna vez he querido montar una banda callejera de jóvenes ocultos que tuviera como líder espiritual a Jan Valek.
Pero hoy los tiempos han cambiado, eso de que los vampiros seamos lascivos, tengamos vampiresas que nos la pongan dura y nos dediquemos a sodomizar vírgenes hasta que se vuelvan locas de deseo, ya no se lleva. Y mucho me temo que con Obama en la Casa Blanca y Zapatero en la Moncloa va a seguir así durante mucho tiempo. Ahora entre los vampiros se ha puesto de moda una cosa que mis abuelos no entienden muy bien: el cortejo. Cagüenmipenanegra. Tengo un antepasado del siglo XI, que está medio sordo, que cada vez que le digo: Voy a cortejar a una virgen. Me responde: ¿Y para qué te la quieres llevar al cortijo? Si con desvirgarla y desangrarla sobra.
Y es que en esta perra sociedad moderna, en la que todo está mal visto, tienes que pedir perdón hasta por salir a la calle. Antes violábamos, mutilábamos, arrancábamos la carne a mordiscos para que la sangre chorreara a borbotones por las venas y nos atragantáramos como cerdos con ella... y no pasaba nada. Ahora a la moza hay que hacerle ojitos, darle un par de vuelos por la ciudad en las noches de luna llena, buscando el maravilloso fulgor de las estrellas, la vía láctea y su puta madre. Y luego ni mojas. Total… ahora se ha puesto de moda el romanticismo. Cagüenmipenanegra.
¿De qué te sirve ser un No Muerto si al final estás compitiendo con un humano por el amor de una chavala y no puedes dejarlo seco a mordiscos y quedarte para ti la perra gorda?
Los vampiros del Siglo XXI no somos románticos… somos gilipollas. O nos estamos pegando de hostias con los hombres lobo (al menos eso mola) o nos dedicamos a vivir durante un montón de siglos sólo para llegar al XXI y subnormalizarnos ante la primera guarrilla con cara de Candy Candy y tetorras de silicona. Y la culpa la tiene toda Anne Rice por crear a ese mojigato de Louis Pointe Du Lac. Si al menos la cosa hubiera quedado ahí como anécdota, pero noooooo… que bah… todos a seguir su ejemplo, que mola eso de ser vampiro atormentado, de respetar al ser humano, de comer sangre de ratas y sapos, de no forzar a las vírgenes y no tener una recua de vampiresas que te calienten la cama todas las noches. Ahora lo que se lleva es el vampiro guaperas con gomina, que se queda mirando a las tías en la discoteca (ojo, todas adolescentes, que eso le va más al público) y las corteja como si fuera un humano más. ¡¡¡PUAJJJJ… que asco!!! Que si Moonlight, que si True Blood, que si Blood Ties, que si los vampiros de la Stephenie Meyer… ¡Ánda y váyanse ustedes a cagar! Aquí tenía que venir Barlow y poner firmes a todos.
¿Pero saben cuál es el colmo de todo esto? ¿Lo que me ha llevado a pedir este espacio a David Mateo y desahogarme antes de verme obligado a acudir a la psicólogo de Tony Soprano y empezar a contarle todas mis penas? La campañita de Canal Plus:
¿Pero cómo qué 4 de diciembre día del vampiro? ¿Pero qué es eso de los derechos de los vampiros? Pero si en una sociedad normal, vosotros, piltrafillas humanas, tendríais que estar agonizando entre ríos de sangre. Pero qué derechos, ni qué derechos. Si nosotros somos la raza superior y vosotros sois simple ganado. Si está dicho que en el Apocalipsis seremos nosotros los que habitaremos las ciudades y ustedes los que se arrastrarán por las cuevas como meras lombrices. ¿Veis? ¡A eso nos han reducido todos estos años de romanticismo, delicadeza y feminidad! A esto nos han reducido todos esos autorcetes y directorcillos de Hollywood que nos ven con buenos ojos y no como lo que realmente somos: putos cadáveres con vida, No Muertos que se dejan arrastrar por la lascivia, cabrones usureros que viajamos de Transilvania a Londres para propagar la corrupción y ponernos ciegos con sangre de virgen. Nosotros luchamos contra Van Helsing, licántropos y Blade, no contra mierdecillas adolescentes con las hormonas desatadas.
Somos vampiros, somos malos, damos miedo, pertenecemos a la banda de los zombis, los engendros, los mutantes, los monstruos y los alienígenas carnívoros. No necesitamos de vuestra piedad, porque no sois más que los entremeses. ¿De qué vais? ¡Pasad de nosotros! ¡Olvidadnos! ¡Dejad de utilizarnos como si fuéramos el príncipe de Blancanieves!
Viva Drácula.
Viva la Condesa Sangrienta.
Viva Nosferatu.
Viva Christopher Lee.
Con cariño,
El Vampiro Cabrón.
El Vampiro Cabrón.
17 comentarios:
Juas, juas. ¡Qué bueno!
Y cuánta razón tienes.
Sobran vampiros amariconados y afeminados y faltan astutos salidorros.
Pues no están buenas las vampiresas ni nada...
El verdadero vampiro debe volver YA. Guillermo del Toro... sálvanos.
Estimado vampiro cabrón, sus sentidas palabras han causado una profunda impresiòn en mí y no puedo por menos que expresarle mi mayor solidaridad.... A este paso, le veo comiendo morcilla de Burgos y de controlador de parquímetros. Con lo que ustedes han sido... Por otro lado, sigo con honda preocupación los cambios en los hábitos sexuales de los vámpiros. Puestos a que te rechupeteen.... mejor una vampira calentorra que un farfollas con gomina. Y es que estas cosas, se sabe donde empiezan pero no donde terminan.
Su seguro servidor, Sim
i like your blog
Me imagino que la campaña es por el estreno de True Blood en castellano, que pos cierto terminó ayer en los USA.
De todas formas, quiero romper una lanza en favor de True Blood. Desde luego, la acusación de "vampiros maricones" le encaja a la perfección a la serie, pero también es verdad que tiene los mejores títulos de crédito que he visto nunca en una serie. Y describen en gran medida el ambiente malsano del pueblucho de la América profunda donde sucede la acción.
No olvidemos también que los vampiros de "El sueño del Febre", de Martin, tenían su pluma y por ello la novela era peor.
Peroe ntiendo que te refieres no al uso de la mariconería vampírica, sino al abuso, y en eso te doy la razón.
Juanmi.
" y no por ello la novela era peor", quería decir (lo malo de teclear rápido y no repasar)
Exactamente. A mí Entrevista con el vampiro me gustó en su día, True Blood ya no tanto, aunque es una serie a la que le daré una segunda oportunidad cuando esté en español a ver si me engancha. Pero es que el abuso es terrible. Y en algunos casos el producto final es deleznable, como Blood ties o Moonlight.
Fear itself, primer episodio: ahí hay una historia chulaca de vampiros.
He visto ese episodio de Fear Itself, es bueno. Ya verás el segundo con Eric Roberts...
Y sí True Blood, tiene un inicio lento, pero es el ambiente que se respira en toda la serie, pero creo que merece un voto de confianza solo por Alan Ball. Coincido que los títulos de crédito son geniales.
Lo de Anne Rice dejó de gustarme ya en La Reina de los Condenados, de la que me salté pa´ginas y páginas enteras, a partir de ahí ya degenera cosa mala.
Stephanie Meyer y demás, puede estar muy bien para cierto sector adolescente si luego no se quedan ahí y avanzan hacia lecturas más maduras, pero a mí no me venden el vampiro romántico ni de coña.
A mi 30 dias de noche me gustó por eso mismo,por presentar unos vampiros salvajes que daban miedo.Esos vampiros románticos y vestidos a la última moda me dan ganas de vomitar.Saludos al vampiro cabrón jeje
Pues tengo las tres series de las que hablas pendientes de sacar un rato para verlas....pero si es cierto, que hace tiempo que no reaparece ese vampiro sanguinario, temidos por todos y violento a mas no poder.
El problema es que se equivocaron de vampiro en el que fijarse, si se hubieran fijado en Lestat de Lioncourt, en vez de en el mojigato de Louis...
Por cierto, "muchas inquietudes que no me dejan dormir por las noches"; supongo que las inquietudes no le dejaran dormir por las mañanas al vampiro sanguinario :-P.
Ahí, ahí, tú si que hilas fino, Rax :D
Hola.
Yo soy de la opinión de John Wayne: el mejor vampiro es el vampiro muerto.
Saludos.
Muy buen post y alegato, me he divertido un montón leyéndote :) te felicito.
Te pongo en favoritos para echar un colmillo más a fondo en mis noches de insomnio.
Mordiscos ^^(..)^^
Pues bienvenida y que este blog alivie esas noches en el que el sueño se perturba y huye como ruin cobarde.
En estos tiempos de cogersela con papel de fumar, no sea que ofendamos al colectivo de turno, que necesario es encontrarse con tanta verdad junta y en tan poco espacio. ¡Ole tus huevos, vampiro cabrón!
Tampoco creo que nadie deba sentirse ofendido. Es más, si alguien tiene derecho a expresar ese malestar somos nosotros; los amantes de los vampiros a la vieja usanza, los vampiros que eran No Muertos y que asesinaban indiscriminadamente. Al fin y al cabo, somos nosotros los que hemos dejado de disfrutar de esas historias.
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