lunes, octubre 19

Ágora de Alejandro Amenabar

Que injustos son en ocasiones los críticos del cine español. Después de ver ayer Ágora todavía no alcanzo a entender el calado de algunas críticas, salvo que el único interés sea menospreciar al que hoy por hoy es el mejor director de España. El cine de Amenabar está a años luz del 80% del producto que se hace en nuestro país. Te puede gustar más o menos, pero Alejandro Amenabar está haciendo un cine con clara tendencia comercial, dejando a un lado los complejos y los clichés que saturan las producciones españolas y que hunden, cada vez más, nuestra industria en un pozo sin salida. Amenabar, cuando tenía menos presupuesto y ahora que tiene más porque ‘se lo ha ganado’, siempre ha hecho películas para el espectador y esa factura se nota y se agradece, por eso, cada año que las dos Aes estrenan película (Almodóvar y Amenabar) los índices de cine español se salvan. Por cierto, difícilmente esos índices subirán con las estúpidas subvenciones que el Estado da actualmente (la industria cinematográfica es una de las pocas empresas culturales que vive a costa de subvenciones públicas… ¿por qué la literatura no, por qué el mundo del comic no, por qué el mundo de la zarzuela no?). El cine tendría que vivir de capital privado, quizás ahora resulte impensable porque la situación económica no lo permita, pero en su día se tendría que haber evitado vivir de ‘la teta del Estado’ y puede que hoy en nuestras pantallas hubieran películas más comerciales, más competitivas a nivel internacional y, lo más importante, películas que de verdad atrajeran al público a las multisalas. Pero no pasa nada, que la ministra ha decidido dar subvenciones a las mujeres directoras… ¿cuándo van a llegar las ayudas a los inmigrantes con más de cinco años de estancia en territorio español o las ayudas para la creación de películas a personas que presenten una incapacidad física superior al 50%?
En fin, que nos vamos por las nubes y estamos hablando de Ágora. La última peli de Amenabar propone una visión muy interesante en torno al cisma de civilizaciones. Roma, tras la tercera guerra púnica y la invasión de las ciudades que conformaban la Liga Griega y las poblaciones helénicas, cambió sus ideales y dejó de ser un pueblo tosco, rudo y campesino, para convertirse en acaudalados ciudadanos del mundo (que ya lo eran) y, sobre todo, en hombres interesados en la filosofía y en la ciencia. Al pueblo de Roma se le puede acusar de muchas cosas, pero la principal influencia que absorbió de los griegos fue, sobre todo, la de la curiosidad. Catón insultaba a Sócrates, pero a la vez lo amaba con toda el alma porque en él veía a un camarada/competidor. Catón abrió una nueva vía de pensamiento filosófico que rápidamente se expandió por toda la Urbe y, cómo no, por todos los territorios del Imperio.
En Ágora damos un gran salto en el tiempo y nos vamos 400 años después de la muerte de Cristo. El pensamiento civilizado ha prosperado hasta convertirse en uno de los principales ejes que mueve la conciencia de muchos de los territorios anexionados a Roma, y Alejandría no se mantiene al margen de ese movimiento filosófico. Hipatia vive obsesionada con el cosmos, el movimiento de las estrellas y la ubicación del ser humano respecto al Universo —que nadie se preocupe por este tema porque Amenabar inocula en la peli las dosis adecuadas de ciencia y astronomía para no aburrir a nadie—, pero al mismo tiempo asiste a los movimientos religiosos que se están dando por toda Alejandría ante la creciente ola de fanatismo cristiano.
Y vamos a quid de la cuestión, a las críticas que Amenabar ha recibido desde diferentes sectores religiosos por vilipendiar la imagen del cristianismo. Ante esas críticas sólo se puede decir una cosa: señores, son ustedes unos ASNOS. Lo voy a repetir otra vez por si no ha quedado claro: ASNOS, de los que rebuznan y se cagan en los establos. Amenabar en ningún momento ataca a los cristianos o a los judíos, ataca al fundamentalismo religioso. Hay que tener muy claro que el fundamentalismo no comienza con el cristianismo, sino que los romanos ya dictaban leyes en función al capricho de sus dioses (aunque como bien explica Indro Montanelli en su ‘Historia de Roma’, muchas veces esos soliloquios entre sacerdotes paganos y dioses atendían más al interés del propio sacerdote o a la cuantía de la ofrenda realizada por el político o el general de turno). Pese a todo lo que nuestros antepasados habían progresado en el terreno de la ciencia, de las matemáticas, del arte y de la cultura, seguimos ante una plebe mayoritariamente bárbara, martirizada, temerosa y, sobre todo, pobre. Un pueblo sometido al yugo de los romanos que ha visto como el cristiano ha sido torturado hasta la exoneración y que se siente identificado por los discursos de los parabolanos. Ante esas premisas, es lógico que la plebe se levante ante sus opresores y reaccione con la única arma que tiene a su alcance: la violencia.
Los primeros pastores de la iglesia cristiana fueron oradores impulsivos y facinerosos porque no tenían otra opción. Si querían sepultar un régimen establecido, tan antiguo y poderoso como el paganismo, primero tenían que conseguir un ejército de adeptos y luego derrocar a sus sacerdotes mediante la violencia. Y no por eso todos los paganos fueron más científicos o mejores pensadores, a pesar de que su régimen sí aceptó el pensamiento libre en ciertos aspectos. Tal como nos muestra la película, los paganos echaron a correr en cuanto los cristianos y los judíos se hicieron con Alejandría y dejaron atrás a Hipatia y a sus pupilos, renunciando a todo el saber que se almacenaba en la Biblioteca de Alejandría y doblándose ante el poderío de los nuevos profetas.
El verdadero triunfo de los cristianos consistió en que el pueblo se sintiera identificado por la palabra de Dios —algo de culpa tendrían los paganos— y sobre todo por el sentido que sus obispos le daban a esa palabra. El cristianismo aunó una gran masa de adeptos que se situó en un solo lado de la balanza, aplastando a las minorías que estaban en desacuerdo. En cambio, Hipatia, en la película de Amenabar, demuestra una sensatez incomparable cuando ejerce un discurso más humanista: el de la igualdad del hombre pese a sus pensamientos dispares. Y ese es el discurso que paradójicamente más ataca la religión fundamentalista –llamémosla cristiana, judía, islámica o cualquier otra que se nos pase por la cabeza-, porque el fundamentalismo no vela por la seguridad del ser humano sino por la capacidad de instaurar un único pensamiento sobre una sociedad. Obviamente, los parabolanos vieron una amenaza en la ciencia simplemente porque muchos aristócratas romanos, que en ese momento ostentaban el poder, sentían cierta debilidad hacia ella, pese a que por miedo ya se habían bautizado en la doctrina cristiana. Pero los parabolanos siguieron atacando a los judíos, siguieron atacando a los paganos y, por qué no, siguieron atacando a esos hombres tan peligrosos que osaban contravenir los designios de Dios y se aferraban a dogmas tan descabellados como que la Tierra era redonda y giraba alrededor del Sol. Obviamente, a largo plazo, todos somos muy conscientes de lo que pasó, el fundamentalismo religioso triunfó sobre la ciencia y el humanismo, las antiguas civilizaciones se desfondaron y el hombre caminó de la mano de la Iglesia hacia una edad oscura, llena de supersticiones, de sangre y de guerras, que recibió el bonito nombre de Edad Media.
Amenabar simple y llanamente ha relatado una interesante paradoja de la derrota que el fundamentalismo asestó a la inteligencia humana. A los cristianos les tocó hacer de malos, cuando antiguamente fueron los buenos (creo que un pagano, al principio de la peli le dice a un parabolano: mi abuelo se descojonaba de ti cuando nuestros emperadores os asaban vivos atados a una silla de hierro en el circo). Pero no nos engañemos, por mucho que nos coman la cabeza desde los altares de la fe cristiana, en ningún momento el mal deriva de la religión, ni de Dios, ni de su palabra, la religión no es más que un estado de conciencia que alivia nuestra mente en los momentos más desesperados, el verdadero pecado radica en el hombre y en los sacerdotes de esa Iglesia que emplearon mal la palabra y la usaron para llegar al poder y expandirlo por todo el mundo. Y eso es lo que transmite la película de Amenabar que con tanto radicalismo atacan algunos sectores de nuestra iglesia, inconscientes de que el cristianismo de hoy no tiene nada que ver con el cristianismo que se tuvo que ejercer en una época en la que la violencia era la única forma de ejercer el poder.
Después de ver la Momia 2 denosté a Rachel Weisz como actriz, pero en Ágora me he reconciliado con ella. Creo que ha sabido encarnar perfectamente a la científica Hipatia y en sus rasgos leemos continuamente la frustración o el entusiasmo hacia los descubrimientos astronómicos, el dolor ante la sociedad que la rodea y el cariño que guarda hacia sus discípulos y seres queridos. Hay un par de escenas de su figura recortándose contra el plano cenital nocturno que pasan directamente a los anales del cine. Por otro lado, Max Minghella, pese a su juventud, encarna perfectamente la tortuosa mente del esclavo martirizado por el amor y sus creencias o por la curiosidad y el fundamentalismo. Y el duelo interpretativo entre Oscar Isaac y Rupert Evans alcanza un nivel sobresaliente en los últimos compases de la película, cuando el destino de Hipatia pasa por sus manos.
Le voy a dar un notable alto a la película. Como ya he adelantado al principio, Amenabar sigue demostrando que es el director con más entidad de nuestro cine. Su producción es digerible, atrae al público a las salas y concita el interés por un cine comercial no exento de matices muy ricos. Ojalá se hicieran muchas más películas como Ágora en nuestro país, otro gallo cantaría.

By David Mateo with 42 comments

42 comentarios:

Una crítica muy lúcida y detallada, aunque tengo la sensación de que contemplas más el contexto histórico donde se desarrolla la acción que las cualidades positivas o negativas de la historia. Tuve la sensación de que al personaje de Rachel Weisz le faltaba un poco de alma y eso provoca que emocionalmente la empatía del espectador se aleje un poco de la película.
Pese a todo, los planos cenitales, los planos de nuestro planeta desde el espacio, nos hacen ver lo diminutos que somos respecto al Universo y, sobre todo, lo intransigentes que podemos llegar a ser como especie.

Puede ser que tengas razón, pero la sensibilidad del crítico muchas veces viene definida por la temática que trata la peli, y en este caso el contexto histórico en el que transcurre Agora me chifla. Hace unos minutos estaba comentando esto mismo con un amigo vía email. Es cierto que la Hipatia de Amenabar peca de pura, pero creo que esa es la faceta que el director ha querido resaltar para acentuar su obsesión por la astronomía y, como he dicho en la entrada, su entusiasmo o su frustración ante los distintos enigmas que plantean las estrellas. Yo no se si la verdadera Hipatia era tan asceta, sobre ella corren muchísimos rumores (SPOILER como su muerte desollada con una concha de mar FIN DEL ESPOILER) pero creo que con esa pureza Amenabar ha logrado crear un humanista muy lúcido en cuyo discurso suena más poderoso el mensaje de que la esencia del individuo debe prevalecer sobre la necesidad de imponer una ley que determine al propio individuo.
Una vez más la ciencia nos muestra su pureza pues permite la discusión de las ideas, cosa que la religión, en sus primeros pasos no permitía. A uno los fundamentalistas lo colgaban por hereje por decir que la tierra era redonda mientras que los científicos decían: 'Esperad, suena descabellado, pero... ¿por qué no? Vamos a debatirlo.'
Por otro lado, también te doy la razón. En la película hay un momento en el que los cristianos se quieren cargar a los judíos y se desata la matanza, entonces la cámara asciende y nos encontramos con el planeta Tierra, perdido en el Universo, y todos los gritos horrorizados que provienen de él. Es entonces cuando a uno le embarga la sensación de que somos entidades muy pequeñas condenadas a recrear una y otra vez nuestro propio calvario y nuestros propios horrores. Y de eso no hay ningún Dios que nos pueda salvar, tan solo nuestro propio raciocinio.
Puede que me haya dejado influenciar por todo lo que transmite la película... pero es que toda esa esencia, todo ese mensaje está ahí y Amenabar lo transmite perfectamente.

Bueno yo me quedo conque Amenábar hace un muy buen cine, "chapeau".
Quizá lo que más me gustó fue el tema del heliocentrismo, que es una licencia, pero está muy bien.

En cuanto a la historia, pretender hacer juicios morales de la misma, no sé yo... Lo que sí sé es que cine e historia son dos lenguajes muy diferentes, y la verdad es que interpretar la historia desde el cine chungo, como entretenimiento pase, como divulgación... no lo veo plausible. Otra cosa es que AMenabar se maneje en el discurso progre tan manido, que yo creo que es lo que le ha valido tantas (injustas) críticas. Y pienso que insjutas porque es como si a David Mateo le criticaran las novelas por ser del Valencia.

Yo no creo que el fin del cine, o al menos de esta película, deba ser el de la divulgación, sino más bien el del esparcimiento. Pero el cine rico es aquel que puede provocarte cierta curiosidad o, cuanto menos, el deseo de aprender algo. El cine puede ser muy simple o deparar una doble lectura que en tu mano está ampliarla.

Hola David:

Yo creo que lo que se critica es que en una película basada en la Historia haya tantos fallos "históricos" y que eso se use para atacar el cristianismo (o su fundamentalismo). Acepto tu valoración pero:
- Llamarnos "asnos" a los que critiamos una película... pues bueno, me parece exagerado... y seguiré siendo un fiel seguidor de tu blog

- En "Mar adentro" la parte en la que aprece el sacerdotye ridiculiza alos cristianos de manera descarada (y ojo, afirmo que es una gran película). Revisa esa escena y verás que chirría.

Y creo, como tú, que Amenabar hace cine de verdad destinado al público y le aplaudo por ello, pero eso no le hace invulnerable a las críticas, ni perfecto, ni con derecho a tergiversar la verdad histórica.

Un sincero abrazo y gracias por permitir en tu blog una civilizada discursión

Miguel Ángel

Cuidado, no llamo asnos a los que critican la película. Si lees mi comentario, llamo asnos a las personas que, cegadas por una visión religiosa, se permiten el lujo de criticar una realidad histórica tan lamentable y que tanto dolor desató. El fundamentalismo religioso cristiano fue tan violento como el fundamentalismo de los paganos... y eso es un hecho. No voy a entrar a juzgar los valores o las creencias de Amenabar, eso debe de hacerlo él mismo, pero Agora expone sin tapujos una realidad y es que en boca del cristianismo, muchos fanáticos masacraron, destruyeron y redujeron a cenizas a otros muchos seres humanos. Al igual que lo hicieron los judíos y antes otros muchos paganos.
El problema es que la historia siempre la escriben los vencedores, pero basta darse un paseíto por Roma para ver cómo quedaron unos templos y otros. El problema es que desde muchas facciones de la Iglesia todavía se permiten el lujo de criticar una película antes de asumir que se vivieron tiempos oscuros y violentos y que, visto lo visto, poco aprendimos de ellos.
A partir de ahí vale la discusión, pero no nos podemos poner una venda en los ojos.

El problema de "Ágora", y lo que la hace criticable como película, creo yo, no es ni mucho menos que sea un alegato contra en fanatismo religioso, sino que se dedica a falsear hechos históricos para realizar tal crítica.
A mí me gusta la historia y ya conocía la figura de Hipatia antes de que Amenábar la pusiera de moda, pero tampoco hay que irse a textos especializados; en la Wikipedia ya hay una entrada bastante decente sobre el tema.
Lo cierto es que la situación política y social de Alejandría en aquellos tiempos no es la que plantea la película, y la historia de Hipatia tampoco. Hipatia murió a los 60 años de edad asesinada por motivos políticos (por más que el que estaba detrás de su muerte, el Patriarca Cirilo, se valiese de un grupo de fanáticos como sicarios). No voy a contar aquí cómo fueron las cosas, si alguien tiene interés que se lea la entrada de Hipatia que hay en la Wikipedia o que lea un libro de Historia, que lo explica todo mucho mejor de lo que podría hacerlo yo en un espacio tan reducido.
En definitiva, si Amenábar deseaba criticar el fanatismo religioso de los cristianos en días pasados, tenía montones de situaciones históricas verídicas para hacerlo. Podría haber hecho una película sobre cualquiera de las Cruzadas (en especial la primera y la cuarta, que fueron las peores), sobre la guerra de los 30 años o sobre el asesinato de Jan Hus y las guerras husitas. Todas esas eran magníficas ocasiones de criticar el fanatismo religioso cristiano de una forma verídica. No hacía falta falsear la Historia para hacer esa crítica.

El fanatismo religioso que impulsó las cruzadas es muy diferente al fanatismo religioso que instigó a los primeros cristianos a rebelarse y tomar el poder del mundo civilizado. Ahí sí que estamos hablando de perspectivas muy diferentes.
En cuanto a tu comentario de que la película manipula está muy claro que estamos ante una interpretación de la historia. Parece que hay un consenso en el hecho de que Hipatia muriera a los 60 años, aunque muchos historiadores todavía no se atreven a decir claramente si su muerte fue tal como la describe Sócrates Escolástico, es decir, desnudándola, golpeándola, arrastrándola por la ciudad, destrozándola con las tejas o despellejándola viva. Lo que sí que señalan la mayoría de las fuentes es que la autoría intelectual del crimen corre a cargo de Cirilo, patriarca de la Iglesia Copta.
De Hipatia se ha dicho que su asesinato pudo provenir de una conspiración religiosa o por motivos políticos, su nacimiento oscila entre los años 355 y el 370 d.C sin que haya una pronunciación exacta, incluso se ha llegado a especular que estuvo casada con un tal Isidoro. Es decir, datos que se contradicen unos a otros; con todo el respeto, no creo que la wikipedia pueda darnos un dato concreto cuando la mayoría de los historiadores todavía se están dando de leches.
Lo que uno no se cree (ni jarto de vino), viendo los fundamentos de la época, es que la población alejandrina no se levantara en armas sin una voz que los alentara. Cualquier expansión política-religiosa, y más en aquella época, no se resolvía con filosofía o política, sino con la fuerza. La plebe estaba esperando cualquier chispa para levantarse contra aquellos que los habían mantenido aplastados, así que no se trata de criticar una doctrina religiosa, sino que hablamos de fundamentalismo. Por otro lado, lo que ha dejado muy claro la historia es que la iglesia católica no fue muy amiga de los científicos... y sino que se lo pregunten al amigo Miguel Servet.
Sea como sea, querer medir la Iglesia actual, con todo su conservadurismo, con la Iglesia del siglo IV es como comparar una peseta con un euro. No tiene nada que ver una con la otra.
Creo que ibas a ir a Roma, ¿no? Cuando vayas a los foros, a los templos paganos, etc etc... fíjate lo desnuda que está la piedra en esos sitios y verás el mármol que lucen los templos cristianos. Poca consideración tuvieron los seguidores de la Iglesia a la hora de saquear monumentos históricos que no correspondían con su idiología.

No entiendo por más que lo intento las críticas sobre el tratamiento histórico de la película, más que nada porque es el triple de tiquismiquis que cualquier otra película y aplasta por completo el concepto de adaptación y dramatización. Estaría falseando la historia si fuera un documental.

El detalle más monótonamente repetido que es el de la edad de Hipatia me parece además la licencia más superficial. Obviando que la edad de Hipatia no es algo seguro y que probablemente estuviera más cerca de los cincuenta que de los sesenta que tanto se dice (y que Rachel es una señora actriz de 39 años) una prota de sesenta tacos es un suicidio comercial. ¿Qué falsear la historia? ¿Falsean la historia las películas históricas cuyos protagonistas tienen los dientes blancos como la leche? Son licencias tan viejas como reducir o juntar determinados hechos históricos para mantener el ritmo de la película o cubrir más en menos tiempo. De repente, con Ágora, se ha convertido en falsear la historia.

Por otro, reducir la temática o intención de la película a la crítica del fundamentalismo religioso (al cristianismo concretan algunos) es extremada e interesadamente simplista, también habla de su choque con la ciencia, y el poder de la cultura. Con todos esos elementos, Amenábar barajó otros personajes como Galileo, pero fue Hipatia y su época la más idónea para la película.

Luego la gente se deshace en elogios ante la capacidad de los americanos a la hora de retratar periodos históricos como "El reino de los cielos" o "Troya" y lo único cierto es que estamos ante adaptaciones cinematográficas, más o menos acertadas, creadas para satisfacer al público que llena una sala de cine.

Estoy con Moisés... Mejor la Rachel, donde va a parar... El tema de la peli no creo que sea el fanatismo, ni siquiera el machismo..., ni mucho menos una dilucidación histórica de las razones del incendio de la biblioteca, etc... el tema de fondo es la oposición religión y fe, que tiene mucha más sustancia.

Algo de eso dijo Amenabar en una entrevista que le hicieron en La claqueta. Para él el fundamentalismo no era el eje central de la peli.

Pretendía comentar la entrada de David que en algunos aspectos no comperto, pero dada la densidad de los comentarios y su longitud desisto de ello.
Es Historia el enfrentamiento entre ciencia y pseudociencia, entre la razón y el creer, entre la duda y la fé; que todo ello se exponga públicamente a través de algún medio (cine, TV, literatura, cuentacuentos,...) es concitar el asentimiento o la crítica, y como no es el lugar oportuno, simplemente contato que el cine es un entretenimiento, y desde luego si se ajusta a la historia mucho mejor.
Como tengo pendiente un viaje en coche con David, tendremos tiempo de comentarlo.

A sus órdenes, jefe :-)

Por cierto, ahora que Jorge se deja caer por aquí, me ha venido una cosa a la cabeza. Para aquellos que pongan en duda la dureza que empleaban los cristianos a la hora de soterrar los últimos grupos de pensadores paganos, les recomiendo que investiguen la vida de un tal Juliano y, si les apetece disfrutar de una buena lectura, se hagan con un ejemplar de 'Sol de misterio'.

Retomando el tema de la situación del cine español (al cual también disparas en tu atinada crónica) a mi lo que me sorprende de esta película es la reacción de un sector, no ya de la crítica especializada, sino del mundillo cinematográfico y del faranduleo en general.
Con Ágora su autor efectúa un alegato maravilloso a la figura del científico y del artista. Nos habla de una persona capaz de morir por sus ideales y que no se deja amedrentar por ellos. En cierto sentido yo creo que se ve a si mismo como Hipatia de Alejandría, en tanto que le ha tocado vivir las de Caín para poder realizar las películas que desea sin deberle nada a nadie.
Pienso que hemos de ver un poco más allá del fundamentalismo religioso y pensar que, si en realidad se trataba de trazar una parábola con la actualidad, los problemas que amenazan al arte y a la ciencia son otros muchos: comercialidad, utilitarismo, desdén institucional... Amenabar sabe mucho de todo esto, pero... ¿ocurre así con la mayoría de los directores/actores/guionistas/productores de cine español? Es decir, ¿podemos imaginarnos a un Garci o a un actor de Animalario peleando por sacar adelante su proyecto sin pactar con el Ministerio de la Propaganda? ¿Se pueden identificar ellos con Hipatia?
Yo no lo tengo tan claro, la verdad. Pero hoy por hoy el amigo Amenabar es el único que se atreve a empeñar 50 kilos en contar su historia con gente de aquí, realizando la película con cabeza. Una película que tendrá sus pros y sus contras (no es perfecta, en eso estarás conmigo), pero por lo menos es valiente y está hecha para el espector.

Por cierto, no es por motivos de autobombo, pero igual lo que pretendo decir se entiende más aquí:
http://lapatrullaxsiempregana.blogspot.com/2009/10/agora-del-amenabar-ese.html

Plas plas plas... Cifu la tira es buenísima.
El problema es que el cine recibe subvenciones y ese es el modelo que se ha establecido en España y se ha normalizado. Por lo tanto, los directores han perdido el norte y hacen 'su cine' no el cine que quieren los espectadores.
Mientras que a mí, como escritor, para publicar una obra, me piden que escriba pensando en los lectores para obtener un producto vendible y que me olvide de las historias que en realidad yo quiero escribir. Claro, si a mí llegara Camps y me soltara ocho mil euros por escribir un libro durante un año, el que me diera la gana, me garantizara la publicación y me garantizara los canales de distribución, sería el hombre más feliz del mundo. Luego ya reivindicaría: ¡es que la gente prefiere leer los libros extranjeros que mis libros! Pero eso sí, mi libro en la calle.

Este ensayo que os invito a leer muestra a las claras --y con razones muchos más poderosas incluso que los 50 millones de Berlusconi-- por qué "Ágora" no es una película decente.
Teclead en Google "Las mil muertes de Hipatia".

¿Por qué en vez de buscar teorías de internet no echáis manos de bibliografía real? Porque ese artículo lo copian unos de otros y está en todas las webs donde se habla de la película.

A ver... que las cosas se están saliendo un poco del tiesto y, quizás, he sido yo un poco radical con lo de los asnos. Pero hay que tener una cosa en cuenta: si hay algo que nos ha demostrado la Historia es que nunca hay roles absolutos. Alguien no es bueno o malo, simplemente obra movido por intereses personales o globales. Repito por trigesimo quinta vez: la iglesia de tiempos pretéritos no se puede comparar a la iglesia moderna (igual que no se puede comparar el contexto histórico) y los hombres que formaron parte de ella tampoco son comparables a los de hoy. Negar que existió fanatismo religioso es como negar que Felip II hizo una chapuza enviando contra Inglaterra la armada invencible y fue un nefasto rey para las aspiraciones españolas.
Quien no quiera comprender esto, allá él y sus verdades absolutas, pero la historia no conoce buenos o malos, simplemente conoce hombres que erraron o acertaron llevados por sus propias motivaciones o sus propias ambiciones.
Dicho lo cual, seguid vosotros, porque me da que este post va a ser como el de los vampiros: laaaaaaaaaargo laaaaaaaaargo de cojones.

Pongo mi granito de arena.
He de reconocer que yo vi la peli el día del estreno en la primera sesión, y tenía comprada la entrada desde el día anterior, vamos, que me falto tiempo.
Primero quiero dar las gracias a David por recomendar Sol de Misterio, donde José Miguel Cuesta y yo ya tratamos el problema de la lucha entre el paganismo y el cristianismo, novela en la que tuvimos que decidir hasta dónde queríamos llegar mostrando las barbaridades que, sobre todo, practicaron los cristianos.
El tema (o los temas) tratados en la película son muy complejos y tienen muchos puntos de vista. Por ejemplo, un tema es hasta qué punto el paganismo (palabra-concepto con muchas acepciones) fue tan "intolerante" con las sectas cristianas. Siguiendo a Montesquieu, apoyo la tesis de que el imperio romano arremetió contras las sectas cristianas (ojo, digo sectas con toda intención) más por su rebeldía a seguir las leyes del Imperio que por su confesión religiosa: por ejemplo, negarse a rendir culto al Emperador. Ahí está el Panteón como prueba de que Roma aceptaba todos los cultos.
Otro tema es si los hechos de la película sucedieron como se cuentan en la película. El mismo Amenabar, por ejemplo, reconoce que ha utilizado diferentes versiones históricas, y a tenido que "elegir" qué versión se queda de todas las que hay; aunque yo creo que a cogido de aquí y de allá según le “pedía” el guión. En el caso de la toma del Serapeum, que no la Biblioteca de Alejandría, de la que en ese tiempo ya no quedaba nada, hay historiadores que afirman (con datos concretos y contrastables), que las turbas cristianas no destruyeron los libros (algún gracioso podría alegar que eran tan incultas que no sabían ni lo que era un libro-papiro), pero que sí arrasaron con lo que habia en el interior del edificio, las estatuas, se llevaron el oro, etc. pero que respetaron los libros. Porque, si los cristianos destruyeron todos los libros, ¿qué dejaron al califa Omar para quemar en las termas de Alejandría siglos después? Aunque esto también es considerado una farsa histórica.
Por poner algún ejemplo más, el detalle del trozo de tela con la sangre menstrual, pues hay varias versiones de a quién se la dio y como. La edad, lo mismo, aunque la versión de los 60 años es muy discutible.
Un detalle que me molesta: Sinesio, que fue Obispo (aceptó serlo si le dejaban seguir casado, ir al gimnasio y practicar la filosofía, si no recuerdo mal), era discípulo directo de Hipatia (como sale en la película) pero nunca la traiciono, es más, fue siempre fiel, y gracias a las cartas que mantenía con su maestra, hoy sabemos un poco más de Hypatia.
Bueno, como he dicho, hay cantidad de temas muy discutibles, desde los históricos, hasta los políticos, religiosos, artísticos, etc. muy difíciles de desentrañar, sobre todo, porque la naciente iglesia católica (que se esforzó en destruir las otras “sectas” que tenía en su seno, como los gnósticos, y que decidió de todos los evangelios que había con cuales se quedaba), también se encargo de hacer desaparecer todo lo que pudo del conocimiento "pagano", sobre todo del que atacaba sus creencias. Hemos perdido el Discurso Contra los Cristianos de Celso, y el de Porfirio, y muchísimas obras en las que se rebatía la "ideología" cristiana; como también se encargaron de hacer desaparecer aquello que demostraba qué habían "copiado" de los antiguos.
Para mí, aquel momento histórico fue fundamental, y en él se intento borrar del mapa miles de años de conocimiento, a favor de una nueva religión en principio de palurdos ignorantes. Incluso los Primeros Padres de la Iglesia se educaron en las esuelas neoplatónicas y empezaron a pensar con Platón y Aristóteles; necesitaban crear un “sistema” y lo cogieron de los neoplatónicos sobre todo. Pero el fanatismo les llevo a tergiversar y a usar para su propio provecho el conocimiento clásico.
¿Dónde quedó Cristo y su mensaje?
Continuo debajo...

... Sigo...


Gracias a los libros que he leído y a lo estudiado en la Carrera de Historia, especialidad Historia Antigua, me atrevo a afirmar que Amenabar se queda corto al mostrar la intolerancia de la época, sobre todo cristiana. Pero muy corto.
Y me sigo preguntando como a día de hoy esa institución sigue teniendo tanto poder, con todo el mal y las barbaridades que ha hecho a lo largo de la historia, y no creo necesario dar datos para demostrar esta afirmación.
Puedo parecer insensible, pero lo que más me duele es la "operación" sistemática que hicieron del saber antiguo, que no sólo nos llevo a la Edad Media, sino que creo que todavía no nos hemos recuperado.
El saber egipcio (que los griegos aprendieron e incluso robaron) se perdió prácticamente todo, y no podemos estar seguro de si lo que ha quedado es obra auténtica o tergiversada por los "escribas" de la Edad Media.
Recordemos que la cifra de obras de la Biblioteca de Alejandría en sus buenos tiempos, está entre 400.000 o 700.000 mil según el historiador. Con tratados de todas las disciplinas científicas inimaginables. Una de las primeras ordenes que dio el primer Ptolomeo a sus hombres fue copiar todos los libros que encontrasen en los templos de todo Egipto, además de otros países, como los persas, e incluso la India. Hoy todo ese saber se ha perdido… ¡para tirarse de los pelos!
Para mí, la película de Amenabar, con todos sus fallos, es la única que ha reflejado con tanta exactitud ese momento histórico que la iglesia católica ha intentado borrar de la historia, y creo que se queda muy, muy corto. Es difícil ver una película, además de comercial, como dice David, con tanto contenido filosófico, humanista y científico. Una joya.

Pues los cristianos serían todo lo intolerantes que digáis, pero de ser así que alguien me explique por qué desde la Antigüedad hasta el siglo XX la civilización con leyes más respetuosas con la mujer y que le daban más libertades, con más avances técnicos y científicos y la que fue guardiana de los conocimientos que se salvaron de la Antigüedad tras las invasiones bárbaras de Roma, fue el Imperio Romano de Oriente, más conocido como Imperio Bizantino, que por cierto era cristiano.

Como he dicho (y no sólo yo) es un tema muy complejo con muchos matices. Hay épocas y épocas, paganos y paganos, cristianos y cristianos, etc., etc. pero en líneas generales, lo que yo puedo decir sobre la mujer es que, en muchos aspectos, incluso en el mundo helenístico, sus costumbres eran mucho más "respetuosas" que las que fueron de los cristianos durante siglos. Sin ir más lejos, en la película se muestra lo que los cristianos pensaban de la mujer. Además, Egipto en concreto es una de las civilizaciones donde la mujer a tenido tantos o más derechos que los hombres.
En el otro tema, los que más salvaron del mundo clásico fueron los árabes.

Algunas frases que muestran la opinión que tenían de las mujeres los cristianos:
Tertuliano: “Sois la puerta del infierno, la ladrona del árbol prohibido, la primera desertora de la Ley Divina; sois la que persuadisteis a aquél a quien no tenía el demonio bastante valor para atacar. Destruisteis la imagen de Dios, el hombre”.
Bernardo: “La mujer es el instrumento del demonio”.
Cipriano: “La mujer es el instrumento que emplea el demonio para apoderarse de nuestras almas”.

Más frases:
- Escribe Mrs. Mary A. Livermore: “Los Padres de la primitiva Iglesia denunciaron a las mujeres como animales dañinos, males necesarios y peligros domésticos”.
- Dice Mrs. Stanton que tanto los Libros Sagrados como el clero enseñan que la mujer
es la autora del pecado, la cual, en connivencia con el demonio, efectuó la caída del
hombre.
- Recuerda Gamble que en el siglo IV santos varones discutieron seriamente la cuestión:
¿Debe llamarse a las mujeres seres humanos?
- Clemente de Alejandría: “¡Causa vergüenza reflexionar acerca de la naturaleza de la mujer!”
- Gregorio el Taumaturgo: “¡Entre mil, puede hallarse un hombre puro; a una mujer, jamás!”
- San Antonio: “Su voz es el silbido de la serpiente”. –.
– San Ciprian“La mujer es el instrumento que emplea el demonio para apoderarse de nuestras
almas”.
– San Buenaventura: “La mujer es un escorpión”
– San Jerónimo: “La puerta del demonio, la senda de la iniquidad”. .
- San Juan de Damasco: “La mujer es hija de la falsedad, centinela del infierno, enemiga de la paz”.
– San Juan Crisóstomo: “De todas las fieras la más peligrosa es la mujer” .
- San Gregorio el Grande.“Posee la mujer el veneno de un áspid, la malicia de un dragón”

Por cierto, recomiendo el libro en tres tomos La Historia Criminal del Cristianismo

Datos a favor de la mujer en la antigüedad clásica:
- Sir Henry Maine: “La sociedad que conserve influencia alguna de instituciones cristianas difícilmente devolverá jamás a las mujeres casadas la libertad personal que les concedía la ley romana”.

- Helen H. Gardener: “Mientras la ley pagana la reconocía (a la esposa) como igual a su marido, la Iglesia suprimía esa ley”.

- Sir Henry Maine, Ley Antigua: “la desigualdad y la opresión referentes a las mujeres desaparecieron de las leyes paganas”. Y añade: “La consecuencia de ello fue que la situación de la mujer romana la convirtió en propietaria con una gran independencia personal; pero el cristianismo tendió desde un principio a limitar esa libertad”.

- Wilkinson y Buckle: "[la mujer en la antigüedad] gozaba de la mayor influencia y libertad, bajo los puntos de vista social, religioso y político entre sus contemporáneos."

Peary Chand Mitra, autor de la obra Las mujeres del antiguo Egipto, dice: "que, desde los tiempos más remotos, gozaban las mujeres de Egipto de una libertad e independencia apenas soñadas por las naciones modernas."

etc., etc., etc.

Dices: "con más avances técnicos y científicos". Yo creo que todos sabemos que la ciencia ha avanzado "A PESAR" de la Iglesia. Ésta no quemo, torturo e intimido a más sabios porque no pudo (Servet, Bruno, Galileo...) Si por la Iglesia Católica fuera la Tierra seguiría siendo plana, el Sol giraría a nuestro alrededor, no habría avanzado la medicina, etc.

Por eso alabo el gusto de Amenabar de elegir a Hypatia, pero
aquí creo que se ha quedado muy corto. Tendría que haber mostrado totalmente la versión más aceptada de la muerte de Hypatia, las barbaridades que hicieron con ella.. Se me ponen los pelos de punta...

José, estaba esperando como agua de mayo tu intervención o, al menos, esperaba tener una conversación contigo, porque conociéndote, sabía que tú tenías muchas muchas muchas cosas que contar.

Pido perdón al entorno de Amenabar por escribir Amenabar con 'V'. Como castigo prometo esta noche autorretirarme el postre. Pero solo esta noche, que conste :-)

Por cierto, es muy gracioso lo que cuenta José Rubio respecto a la capacidad que tenían los romanos de 'acaparar' dioses. Para eso eran muy transigentes pues pensaban que al conquistar un territorio, apacigüarían a sus habitantes permitiéndoles quedarse con sus dioses o llevándoselos a Roma. Se dice que los romanos llegaron a tener casi 500 dioses, y que cuando Anibal estaba en Cannas, a punto de llegar a las puertas de Roma, los romanos llevaban tal melopea religiosa que irrumpieron en el foro preguntando a los senadores a qué Dios había que rezar para liberarse del asedio enemigo.
Creo que en ese punto, los griegos, que para contrariedad de Catón ya controlaban parte del 'folclore' romano señalaron a Cibeles, aunque tampoco me atrevo a darlo por supuesto esto último.

¿¡¡¡¡¡¡Así que era una trampa!!!!!?

Ya sabes que de vez en cuando necesito un chute en vena de JR :D

Hum... no es por nada, pero sin negar que algunos cristianos escribieron burradas sobre las mujeres (ojo, algunos cristianos a título personal, NO Jesucristo, que por cierto nunca dijo una palabra en contra de ellas y de hecho era el único rabino de la época que tomaba a mujeres como discípulas), no me vengáis a decir que en Roma y en Grecia se trataba a las mujeres mejor que en Bizancio. Eso es mentira, y lo afirmo con toda la rotundidad del mundo.
En Grecia no eran ciudadanas, no tenían derechos civiles, políticos ni económicos, tenían que estar toda su vida bajo la guardia de un tutor, no podían tener propiedades, heredar ni hacer testamento, se pasaban la vida confinadas en el gineceo y sólo servían para engendrar hijos mientras los hombres se divertían con la hetairas o los efebos, generalmente no las educaban más allá de lo imprescindible... de hecho estaban en peor situación que los esclavos, porque al menos los escalvos hombres podían optar a la ciudadanía si se los liberaba, pero una mujer jamás iba a poder ser ciudadana. En Egipto las cosas se relajaban un poco (se las educaba mejor y algunas podían llegar a poseer bienes propios), pero sólo un poco; ni mucho menos tenían los mismos derechos que los hombres, y lo de Hipatia fue una excepción, no la regla. En Roma se las trataba bastante mejor, pero tampoco poseían los mismos derechos que los hombres, y también debían estar bajo un tutor toda su vida, nunca fueron sujetos de pleno derecho. Insisto, al margen de lo que dijeran algunos cristianos a título personal (y al margen de que lamentablemente muchos les hicieran caso porque seguía la tónica habitual de la época en el trato a las mujeres), ni Roma, ni Grecia, ni Egipto, dieron a las mujeres los derechos y libertades que les dio el Imperio Bizantino por medio del emperador Justiniano. Desafío a cualquiera a que me lo rebata con un libro de Historia en la mano.

No soy quién para hablar del tema de la mujer en la antigüedad con profundidad porque no lo domino, y menos en la época bizantina.
De todos modos voy a intentar recopilar algo para ponerlo más adelante.
Lo que puedo decir es que el tema que nos ocupa, creo, es mostrar el papel de la mujer en el paganismo versus cristianismo. Es decir, si la mujer era mejor considerada y su trato social y jurídico era mejor con unos o con otros. Y aunque sea muy interesante, quizá se salga del tema de esta entrada del Blog, porque Hypatia, como tú dices, fue una excepción.
Aún así, yo creo que Bizancio, como heredera de Roma al dividirse el imperio y quedarse luego como valuarte, no creo que variase mucho las costumbres romanas ni que el cristianismo, en aquella época, cambiase mucho de lo que ya hubiera. Los emperadores romanos que se hicieron cristianos, no lo eran del todo, utilizando la religión como un arma de poder, y los cambios políticos y sociales se fueron realizando muy poco a poco. Habría que ver (que confieso que no lo sé), qué del trato a la mujer en época de Justiniano era un vestigio de la Ley romana o un aporte cristiano.

Se me olvidaba. Para mí, Bizancio, por las reminiscencias culturales romanas que tuvo, no representa el espíritu ni la práctica de los cristianos respecto a la mujer. Hay que esperar a la llamada Edad Media para ver en su plenitud la opinión que tenía la iglesia sobre la mujer, que en esencia era la de "Eva", es decir, la tentadora del hombre, la que lo conduce al mal, hacia el demonio.
Una gran cantidad, sino la mayor parte de torturas y quemas en la Edad Media fueron a mujeres, consideradas brujas

Esto, no es por ser pejiguero, compañera, pero en Roma, antes del advenimiento del Imperio, la mujer fue escalando puestos socialmente. Es decir, en tiempos de los reyes etruscos y, posteriormente, en la primera época de la República, la mujer se encontraba en una escala social muy baja (una escala que compartía con sus hijos), primero pertenecía al padre y luego pasaba como dote al marido -o, incluso, podía seguir perteneciendo al padre, según el contrato matrimonial realizado-, pero conforme la República fue avanzando, allá por el 150 a.C., el rol de la mujer fue mejorando. Se dice que existió una Cornelia, hija de Escipión el Africano, que era una intelectual en cuyo salón se reunían las grandes personalidades políticas de la época.
Y si nos vamos un poco más hacia delante, las allegadas a los Emperadores eran auténticas estrategas como Livia Drusilla o Agripina con gran independencia económica.
Lo que pasa es que en Roma había clases sociales y había quien era una aristócrata o era una arrastrada.
Respecto a los griegos, si nos vamos a la civilización minoica, fíjate lo que dice Javier Negrete, profesor de griego, en su obra 'La aventura de los griegos': No podemos negar, a favor de la cultura minoica, que las mujeres tenían un papel muy importante, ya que hay muchas evidencias materiales que las representan en igualdad con los hombres -¡¡¡si no con cierta superioridad!!!

En resumen, yo creo que todo se resume a una escala social y a roles que fueron adquiriendo esas mujeres conforme fueron prosperando. No una sociedad primitiva debe de ser 'machista'. Ni mucho menos, existieron grandes emperatrices como Cleopatra o Nefertiti que ya antes del cristianismo reinaban sobre el hombre o mujeres que vivían esclavizadas por el hombre y que, poco a poco, el contexto histórico y las variaciones políticas de la época les ayudaron a prosperar socialmente.
Una vez más nos vamos al quid de la cuestión: una sociedad, por muy antigua que sea, no es estanca, sino que progresa con el paso del tiempo y las reboluciones sociales que se suceden.

Por cierto, Estelwen Ancálimë, estemos o no estemos de acuerdo en nuestras teorías y conociéndote como te conozco, me parece estupendo que sientas ese interés tan grande por la Historia y entres a discutir con tus argumentos. Ójala mucha gente hiciera lo mismo.

Otra cosa, me niego a creer que la mujer haya conseguido un poscionamiento social gracias a la llegada de un estatus político o religioso. Es cierto que esos factores pueden influir, pero las mujeres, a lo largo de la historia, escalaron socialmente por su esfuerzo y por su entrega o sacrificio, no por un entorno religioso.

>>las mujeres, a lo largo de la historia, escalaron socialmente por su esfuerzo y por su entrega o sacrificio

Inteligentísimas palabras, cariño.

Lo de "cariño" te tiene que haber llegado al alma, David...

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