The shield, al margen de la ley

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El mes pasado me tiré unas vacaciones intensivas en la Cuadra. Pero intensivas, intensivas… tanto que me vi las seis o siete temporadas que componen la serie en veinte días. Creo que estamos ante un argumento redondo, que en ningún momento nace de la improvisación y deja muy poquitos cabos sueltos a lo largo de su trayectoria. The Shield surge de la necesidad de contar una historia, con un principio y un final, y eso se ve a posteriori, cuando has degustado la serie y te das cuenta de la complejidad de los personajes y hacia dónde ha ido derivando la trama.
Por supuesto, Vic Mackey y su equipo de asalto brillan por encima del resto del plantel de personajes. Y es que arrancamos la serie encontrando un grupo unido ante las adversidades, perseguidos por el capitán de turno, en este caso el hispano David Aceveda, y poco a poco vemos como las motivaciones del grupo van ¿cambiando? y como el propio Mackey se enfrenta a su particular infierno en las calles, la mayoría de las veces haciendo peligrar su faceta familiar.
A Michael Chiklis sólo lo conocía a través de su papel de la Cosa, en las infames películas de Los Cuatro Fantásticos. Pero tras ver su trabajo en The Shield se ha convertido en uno de mis actores favoritos, encarnando un estereotipo duro, brutal, despiadado y resistente. Casi podría decirse que The Shield trata sobre él y sobre las personas que determinan su vida. Así, la carrera de Mackey comienza con un mentor oscuro como el subcomisario Gilroy y las aspiraciones políticas de Aceveda no hacen más que agravar la situación cuando el capitán de la Cuadra en más de una ocasión cierra los ojos ante las imprudencias del equipo de asalto. La capitana Monica Rawling (Glenn Close) aparece en el Barrio de Farmington cuando las cosas están más complicadas para Vic y es la única que le tiende una mano y trata de sacarlo del oscuro mundo que lo rodea, pero las circunstancias políticas provocan la destitución de la nueva capitana, la ascensión de Claudette Wyms, una compañera incorruptible que desde hace tiempo tiene en el punto de mira al equipo de asalto, y provoca la llegada del teniente de asuntos internos Jon Kavanaugh (Forest Whitaker). Y a partir de este momento la serie adquiere momentos de tensión memorables, pues el duelo interpretativo en Chiklis y Whitaker alcanza cotas soberbias y se vuelve demoledor. Por supuesto, el equipo de asalto comienza a sufrir las consecuencias de sus actos y la unidad del equipo comienza a resquebrajarse lentamente. Impresionantes los papeles de Shane Vendrell y su familia (en la última temporada deparan los momentos más agónicos de la serie) y de los detectives Lem y Ronnie.
No estamos ante una ‘Canción triste de Hill Street’, creo que Shawn Ryan no pretendía contar el devenir diario de una comisaría en Farmington, sino que estaba interesado en mostrarnos la vida de unos tíos corruptos y su relación con el entorno. Eso sí, para ver la vida del equipo de asalto, había que visitar antes la Cuadra y conocer al equipo humano que la habita, como el dúo de detectives Claudette y Dutch o los policías "Danny" Sofer y Julien Lowe, con gravísimos problemas sexuales.
Creo que The Shield es una serie redonda en todos los sentidos, terriblemente realista hasta el punto de que se te atraganta. Farmington es un gueto racial de bandas, de psicópatas y de la peor calaña de Los Ángeles y en muchas ocasiones la serie demuestra que, por mucho que nos joda admitirlo, los métodos de Mackey son los únicos efectivos para controlar el cotarro, sobre todo cuando la policía decide mirar hacia otro lado y los políticos están más interesados en llenarse los bolsillos de dinero que en dirigir una comunidad que bordea el holocausto.

By David Mateo with 10 comments