Tres semanas sin abrir un documento de texto. En lo más profundo del disco duro aguardan los libros que comencé a mediados del año pasado y que me es imposible continuar. Tengo un poco de morriña de los días que comenzaban con un saludo en el blog y a continuación dedicaba la mañana entera a escribir. Tal como están montadas las cosas, esa clase de vida sólo está predestinada para unos pocos privilegiados. Habrá que tener paciencia. Estamos en crisis y escasea el trabajo para todo el mundo, así que una vez te subes al tren de los pobres y sufridos autónomos, ya es muy difícil bajar.
Estos días de feria y de talleres a cascoporro me están enseñando muchísimo. Hablo con editores, hablo con escritores, viajo de municipio en municipio, preparo nuevas reuniones y rezo a cualquier santo que se ponga a tiro porque el fin de semana que viene no llueva. Probablemente esta semana pasaré más tiempo en Moncofa que en Valencia, pero da lo mismo. Cuando pienso en mi vida, en lo que hago, me siento a gusto conmigo mismo.
Muchos editores me dijeron: es imposible que vivas de la literatura. No vivo de escribir, pero a día de hoy la literatura sí que me proporciona un sueldo. Y no me debe ir muy mal cuando llevo dos años pagando religiosamente un autónomo.
Añoro los días de escritura. Esta semana dudo mucho que pueda abrir el procesador de texto. Y tal como están las cosas, dudo que la semana que viene tampoco. Da lo mismo. Durante los últimos cuatro años he hecho la labor de la hormiguita y espero que en lo literario, en breve, haya buenas noticias. Mientras tanto trabajar, montar ferias, preparar nuevos proyectos y pasarle algún que otro guión de la Taju al bueno de Rafa Alonso… a ver si un día de estos toca la lotería.
¡¡Por cierto, entre tanto curro, me he concedido un capricho!! Hoy tendré mi primer lector digital. Ya os contaré.
Estos días de feria y de talleres a cascoporro me están enseñando muchísimo. Hablo con editores, hablo con escritores, viajo de municipio en municipio, preparo nuevas reuniones y rezo a cualquier santo que se ponga a tiro porque el fin de semana que viene no llueva. Probablemente esta semana pasaré más tiempo en Moncofa que en Valencia, pero da lo mismo. Cuando pienso en mi vida, en lo que hago, me siento a gusto conmigo mismo.
Muchos editores me dijeron: es imposible que vivas de la literatura. No vivo de escribir, pero a día de hoy la literatura sí que me proporciona un sueldo. Y no me debe ir muy mal cuando llevo dos años pagando religiosamente un autónomo.
Añoro los días de escritura. Esta semana dudo mucho que pueda abrir el procesador de texto. Y tal como están las cosas, dudo que la semana que viene tampoco. Da lo mismo. Durante los últimos cuatro años he hecho la labor de la hormiguita y espero que en lo literario, en breve, haya buenas noticias. Mientras tanto trabajar, montar ferias, preparar nuevos proyectos y pasarle algún que otro guión de la Taju al bueno de Rafa Alonso… a ver si un día de estos toca la lotería.
¡¡Por cierto, entre tanto curro, me he concedido un capricho!! Hoy tendré mi primer lector digital. Ya os contaré.
7 comentarios:
:-O Un lector digital,... te pones la soga al cuello je je. Ya lo hemos discutido muchas veces pero yo sigo convencido de que con el libro digital van a ir las cosas peor para los escritores. Menos dinero y más copias piratas. Yo me negaría en redondo si fuera escritor y quisiera vivir de escribir, pero es una opinión individual... Bueno, por lo menos disfrútalo como lector.
Por cierto, novedades al respecto en: http://sites.google.com/site/librosesirius/
Compatiblizar la escritura más o menos profesional con la vida en general es duro. Sé de "uno" que dispone de una hora al día para redactar, algo más los fines de semana cuando le dejan mujer e hijos. La parte buena es que cuando está en el taller sabe a la coma lo que va a escribir. La parte mala es que blogs, dias del libro, y mandangas (que bienvenidas sean) se comen esas horas al día una detrás de otra.
Eres un currante. Y eso es la mayor garantía para tus libros.
Es una suerte poderte dedicar al mundo de la literatura un saludo!
Espero que no llueva el fin de semana y la feria del libro que has organizado en Moncofa sea todo un éxito.
Pero ojo con perder la costumbre de escribir todos los días, luego cuesta mucho recuperarla. Ya verás, ya. Los textos antiguos se ven de otra manera.
Y cambiando de tema. Tengo una sugerencia sobre con qué material podrías probar tu flamante lector electrónico...
Ya te he cogido la sugerencia, David. Te iré contando la experiencia conforme vaya leyendo.
Uwe, ya comentaré mi idea en el blog de cómo el libro electrónico y la profesionalidad pueden convivir. Es más, la llegada del libro electrónico es imparable. Sea como sea, debo deciros que mi trabajo diario conlleva leer muchos documentos electrónicos que no tienen que ser necesariamente libros (algunos incluso míos), y no quiero quemarme las pestañas en la pantalla del ordenador.
Bueno, David, tu mensaje es muy esperanzador. También yo, muy poco a poco, voy viendo cómo mis ingresos por lo que escribo aumentan. Ojalá siga así.
Por otra parte, aunque no puedas dedicarte a escribir, que es lo que más te gusta, al menos no pierdes la relación con el medio. Sigues hablando con escritores, libreros, editores... Eso te mantiene activo.
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