Se llamaba William Hope y ya hace un siglo se dedicaba a trucar las fotos para que parecieran imágenes reales de fantasma. Sesiones de espiritismo, reflejos inesperados, rostros que se desvanecen en la oscuridad. Los montajes son impresionantes. Verdaderas obras de arte que uno no se cansa de mirar.
8 comentarios:
Tremendo!
Alucinante! Me voy a buscar más cosas de este hombre, que es la caña. Y las mandaré al programa de Iker Jiménez ja,ja,ja...
Desde luego, es asombroso.
Impresionante. Y en su época hacer montajes fotográficos tenía más mérito que ahora con tanto photoshop.
Pues si no me equivoco parece ser que el tipo está considerado uno de los mejores escritores de terror del siglo XX "injustamente caído en el olvido", leo. Seguro que su obra es interesante.
Si no me hubieras advertido antes de que se trataba de montajes, me hubiera puesto la carne de gallina.
La verdad es que acojonan los montajes. Habrá que echar un vistazo a su bibliografía.
Que pasada! antes si que se divertían los fotografos. Yo siempre he dicho que antes en el laboratorio se hacían cosas mucho más interesantes que ahora con el photoshop. La estética indudablemente cambia.
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