No.
¿Para qué nos vamos a engañar? Ganarse el condumio a base de rellenar páginas y páginas es casi casi imposible. En España hay tres o cuatros privilegiados que viven de escribir, el resto de los mortales o compaginan el oficio de escritor con otros trabajos o, simplemente, se dedican a darle a la tecla en los ratos libres.
Puedes ser escritor, claro que sí, pero para serlo a pleno rendimiento, ve buscándote trabajo como publicista, político o periodista con multitud de contactos (creo que esto ya lo he mencionado en alguna ocasión). Ahora replanteemos la pregunta:
¿Me puedo ganar la vida con la escritura?
Lo bueno de escribir, de tener una mente abierta y de poseer un poco de pericia en los negocios es que te abre multitud de puertas que, si sabes aprovecharlas, te ayudarán a adentrarte en lugares que antaño eran inaccesibles. No puedo negar que para abordar todo ello hay que tener alma emprendedora, pero ya de por sí querer ganar dinero escribiendo sólo puede significar que tienes en el corazón un pequeño autónomo que desea aprovechar la vida ejerciendo una actividad artística y lúdica. Lo único que debes hacer es aprovechar bien los recursos que se abren ante tus ojos y tratar de sacar el máximo partido a la vida (antes de que ésta te devore a ti).
Por lo tanto, uno no puede ganarse la vida escribiendo, pero si es un poco sagaz, sabrá encontrar mil y una actividades que rodean al oficio de escritor y que sí pueden aportar una cuota económica que le permite ir tirando. Tengo muchos amigos que se dedican al abnegado oficio de escribir guiones de cortos (¡¡Dios los ampare, porque ahí también corren andanadas de hostias!!), otros se suben al carro de los medios de comunicación y se echan la manta a la cabeza, otros nos conformamos con mordisquear aquí y allá y ver qué pasa. Lo ideal sería encontrar a
Hay quién dice sin pudor: «yo me dedicaré a escribir mientras obtenga dinero, el día que no saque nada, lo dejo». Una frase categórica, sin duda, incluso arriesgada. Pero hay quién lo dice (no me preguntéis quién). El caso es que lanzarse a escribir con la idea de que vas a ganarte la vida con eso es, cuanto menos, un salto al vacío inescrutable… comprando todas las papeletas para que al final te lleves el rijostrio padre.
Siempre te queda la posibilidad de tener un progenitor editor yanqui y te convierta en un superventas al otro lado del Atlántico, o escribir un libro con quince añitos y que algún editor espabilado quiera sacarle provecho y te venda como la octava maravilla del mundo. Casos como esos cada vez abundan más en la fauna literaria y, de vez en cuando, cuelan. Creo que el record va por los doce o trece años. Si tienes diez, todavía estas a tiempo de mandar tu manuscrito y de trazar un nuevo hito dentro de la literatura contemporánea.
Al resto de los mortales no nos queda otra que seguir dándole a la tecla día tras día, encomendarnos a Santa María de los Milagros y ver qué pasa. ¿Quién sabe? Lo mismo se cruza
10 comentarios:
Hola David,
Que negro lo pones...
Eres jovencicicisímo, y ya tienes tres librazos publicados. Ya sé que ganarse las lentejas escribiendo es difícil, pero no imposible. Haberlos, hailos.
Las expectativas de ser escritor "profesional" solo se acrecientan con la edad y un buen trabajo. Dentro de cinco o diez años seguirás siendo joven, y seguramente tu profesionalidad habrá aumentado lo suficiente para vivir de las letras; de todas formas piensa que la opción Obregón seguirá ahí...
Por favor, obvia a los chavales de quince años, ni siquiera han escrito sus libros. Solo hay que hacer una lectura inteligente de la primera página de Eragon en sus "Agradecimientos", para ver lo que hay más allá de estos "fenomenos precoces".
Además, ¿qué pasa con los que estamos empezando a escribir a unas edades talluditas? ¿Es demasiado tarde? Oh, my God, espero que no...
Un saludo.
Yo sí puedo vivir con la escritura.
Lo que ocurre es que me gusta clasificar azulejos, y por eso disfruto intensamente de las ocho horas diarias (o nocturnas) en la fábrica.
Es lo que tiene esto de tener hobbies...
Un saludín
Hey, David, me pasaba a dejarte saludos ya que estuve leyéndote un rato por aquí también.
Y bueno, corroboro lo que dices; es más, hace poco lo hablábamos en los foros de OJ también...
Yo escribo por vocación, porque me encanta y me autorealiza, porque me hace sentirme verdaderamente agusto en el mundo; si por otro lado, algún día consigo trabajar (estoy estudiando filología hispánica) en cuantos medios de estos se disponga, las letras que tanto amamos, estaré encantado de hacerlo también. Pero eso lo primero: la necesidad que nace; si después además te pagan, mejor que mejor.
Una sonrisa.
Hay que intentar ser realistas. Las tiradas que sacan las editoriales más modestas de literatura fantástica no permiten obtener un beneficio acorde al esfuerzo invertido en el libro. Que sepa, en España sólo hay una autora metida en esto del fantástico que se gana holgadamente la vida y es mi amigacha Laura Gallego. Y Laura publica con las principales editoriales y tiene su público fiel. Conseguir algo así es complicadísimo.
Si mantenemos la cabeza fría y evaluamos la cantidad de gente que escribe hoy en día, comprenderemos que estamos en un mundo muy competitivo. Además, yo soy de los que opinan que en nuestro país se escribe muy bien (otra cosa es ser capaz de hilvanar buenas historias o concluir un ciclo de novelas), es más, mi opinión es que el escritor no se puede dormir en los laureles porque detrás de cada rostro nuevo puede haber una promesa en ciernes. Si a eso le añadimos que estamos en un país no muy dado a la lectura, el panorama resultante es desalentador.
Pero ojo, si algo tiene el mundo editorial es que, cuando menos te lo esperas, puede resultar gratificante y, sobre todo, sorprendente. Y no seré yo el que le quite la ilusión a nadie. Trabajo y constancia suelen reportar beneficios a largo plazo, o cuanto menos ayudan a labrarse una carrera literaria más o menos exitosa. Yo tengo una empresa de animación lectora, y me va bastante bien, promociono entre los más pequeños el gusto por leer y me ofrece satisfacción. Al menos puedo agarrarme a eso si algún día no puedo publicar. Lo importante es tener algo a lo que aferrarte si algo falla. A partir de ahí… adelante, todo el que tenga dentro el gusanillo de la lectura, maldito estará si no lo intenta.
Ha estado interesante la entrada de hoy, sobre todo para los que nos mola escribir. Buf, ya me gustaría ganarme la vida escribiendo, porque me encanta hacerlo, pero la cosa está jodida. Me van a publicar ahora por primera vez un libro, que es un juego de rol, pero si la literatura fantástica da poco dinero, el rol imagínate.
Mientras tanto estoy sin un trabajo de verdad de los de cobrar, aunque al menos hago un curso de diseño y programación de videojuegos. Si pudiera acabar como guionista de videojuegos hmmm, eso sí que estaría muy bien.
Duchita de agua fría.
Buenas david, pues eso, está claro que es una ducha de agua fría pero está claro también que viene bien tomar alguna de vez en cuando :).
De escucharos a los que sabéis, ya me había formado la opinión de que el panorama, en nuestro país, es complicado.
Por desgracia (y lo vemos también en el cine) si uno nace en Estados Unidos, a igualdad de talento, tiene más oportunidades de que su trabajo en el campo creativo encuentre una mayor repercusión tanto editorial como de público.
Pero bueno, bien es verdad que tú eres una prueba viviente de que no es imposible. Eres escritor y, aunque tengas que diversificar tu ámbito de actuación, puedes vivir de ello, lo cual ya es todo un logro.
Además, propuestas como Historias Asombrosas contribuyen a crear afición. Aunque,como bien comentas, el trabajo para fomentar la lectura, es arduo aún.
Basta hablar en el círculo social que uno frecuente para comprobar que entre los jóvenes lo de leer no se lleva mucho y si se lleva se suele leer más lo de fuera, que lo de dentro y de manera más esporádica.
Aún así, yo creo que tú tienes y debes tener razones para la esperanza. Eres muy joven y ya tienes toda una trilogía publicada.
King podía decir menos a tu edad :). Y Simmons ni había empezado.
King se forró con el primer libro. Si yo tuviera que vivir de mis tres primeros libros estaría mendigando :-)
No, en serio, conozco grandísimos autores de la literatura fantástica nacional y ninguno de ellos vive de ella. Ójala pudiera decir lo contrario, sería el primero en gritarlo a los cuatro vientos con agrado.
Cuando un empresario monta una empresa, normalmente pide informes sobre el sector en el que se va a mover, hace balances ficticios, etc etc... pues bien, si recurriéramos a un asesor financiero y le propusiéramos como empresa ficticia el ser escritor de género fantástico, el asesor se echaría las manos a la cabeza y nos lo desaconsejaría fulminantemente. Así están las cosas (al menos a día de hoy). Las editoriales de género funcionan a trancas y barrancas, sólo venden los autores con grandes nombres; incluso esos autores que entre el fandom son vacas sagradas tienen problemas para vender en España. Las tiradas de libros han descendido drásticamente de un tiempo a esta parte. Cuando antes se sacaban tres mil, ahora se sacan mil quinientos. Pero no todo tiene que ser malo. Cada vez hay más editoriales que se atreven a dar más oportunidades a autores españoles. Es decir, si vamos a sacar mil ejemplares, ¿por qué tienen que ser yanquis o anglosajones? Si ni siquiera con ellos las ventas están aseguradas. Editoriales como Equipo Sirius, AJEC, Parnaso o, incluso, Timun Mas, están apostando por autores nacionales. Eso era impensable años atrás. Pues nada, a aprovechar la oportunidad mientras se pueda.
Erukanor mencionaba que en USA es más fácil entrar en el mundo del ocio y del entretenimiento. ¿Te has preguntado alguna vez la competencia que puede haber allí? Si aquí nos damos de leches por publicar y promocionarte, multiplícalo por un millón. Vale que si lo consigues puedes vivir de ello, pero no creo que fuera fácil. Quizás, incluso, resultaría más complicado que en España.
Pero también es cierto que, aun existiendo esa competencia feroz, hay un mayor número de escritores que alcanzan el status que les permite vivir de ello. Y también hay más público para la ciencia ficción y la fantasía.
Eso sí, está claro que es un país más grandecito, pero es que allí con la Marvel, DC, Dark Horse, Image, etc... Tampoco tendrías por qué restringirte sólo a novela.
Mira a Orson Scott Card. Ahora guioniza los Ultimates :). O mira a nuestro Juan Carlos Fresnadillo (que vale, que es director de cine pero pasa lo mismo con dibujantes, ala Carlos Pacheco o similares); allí más trabajo que aquí hay. Otra cosa es que también se den de leches para trabajar. Pero me temo que eso es una constante de la humanidad, el darse de leches me refiero xDDD.
Pero estamos hablando de gente superdotada. Nombres que destacan por encima de la media. El mercado americano sólo abre sus puertas a quién destaque por algo. Orson Scott Card es... Orson Scott Card. Y dibujantes como Larroca o Pacheco se dan con cuenta gotas (y ojo, no me refiero a su calidad a la hora de dibujar, sino a la capacidad que tienen de realizar un comic al mes).
De todas formas, por conversaciones mantenidas con gente como Juanmi o Somoza, la situación en Europa no es mucho mejor que en España. La novela de cifi pierde enteros ante la literatura general. Las obras actuales de cifi aparecen publicadas en colecciones que no son de ciencia ficción. ¿Por qué? Pues no lo sé. Suponque que si no hay público fiel al coleccionismo, poco se puede hacer.
Entre el fandom existe una falsa sensación de seguridad que no es acorde con las cifras que barajan las editoriales. Basta con acudir a un par de reuniones para darte cuenta. Vivimos en un mundo de falsas apariencias en el que es malo ofrecer la realidad de las cosas. Pero el escritor, teniendo en cuenta lo que hay, debe de ser capaz de capear los temporales y sobrevivir como mejor pueda. El que lo consiga, será un poquito más feliz.
Como Darthz, prefiero escribir por vocación y menos por correr atrás del dinerillo. Siempre me he ganado la vida como periodista y muy orgulloso que estoy de ello. Ahora, ya que me gusta darle a la tecla, no lo voy a hacer DEL TODO gratis, ¿no? He descubierto que si envío mis cuentos y artículos a Triond, me dan a cambio unos dolarillos, que me sirven para decir: "Pues no lo guardé en el cajón".
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