—Hola, buenos días. Mi nombre es César Pijos y le llamaba del Centro de Control de Telefónica. ¿Es usted el titular de esta línea?
—Sí, pero me pillas a punto de entrar a clase y no tengo mucho tiempo para atenderte.
—No se preocupe, señor Mateo. Simplemente nos interesaría hacerle una pregunta.
—Vale.
—¿Su teléfono funciona bien?
—Pues mira, ahora que lo dices últimamente no coge muy bien la carga. Lo enchufo al cargador y le cuesta que pase la carga. No sé si está rota la batería, el cargador, el teléfono…
—¿Y se escucha bien?
—Sí, perfectamente. Es más, me encanta mi teléfono, pequeñito, manejable, tiene mucha potencia. Es muy cuco él.
—¿Cuánto tiempo tiene?
—Pues un año y medio, más o menos.
—¿Le interesaría cambiarlo por otro mejor?
—Hombre, claro. Si me vas a regalar otro mejor, te lo cambio ya.
—En realidad, le llamábamos para informarle de una nueva oferta de Telefónica Móviles en la que por un módico precio, le intercambiamos su teléfono antiguo por uno mucho mejor.
—Ya, pero es que mi teléfono ya es mucho mejor para mí. No lo quiero cambiar por un módico precio. Pero si me lo cambias por otro gratis, entonces hacemos negocio.
—Sí, sí, entiendo lo que quiere decirme, pero nosotros le ofrecemos otro teléfono mejor que el suuuuyo por un coste mínimo.
—No, yo creo que es usted el que no me entiende. Usted me quiere cambiar el teléfono abonando yo una cantidad. Mi intención es que usted me lo cambie sin abonar yo nada. Entonces sí que sería una buena oferta.
—Hombre, la oferta que le estoy presentando es irrechazable.
—Bajo su punto de vista sí, pero bajo mi punto de vista la mía es más.
—Está claro, señor Mateo. Lo que pasa es que nosotros ese servicio de intercambio sólo lo ofrecemos a usuarios con servicio de contrato, no a usuarios con servicio de tarjeta prepago.
—¿Por qué? Le puedo asegurar que debido a mi trabajo, me dejo una pasta en el móvil.
—Ya, pero no es lo mismo.
—Entonces a mí sólo me interesa la oferta de intercambio gratuita. La otra no. Ya sabes, estamos en tiempos de crisis y no estoy por la labor de gastar dinero en telefonía.
—No se preocupe. Si en algún momento nos sale una oferta semejante, le mantendremos informado. Ahora una última pregunta para nuestro servicio de atención al cliente. ¿Qué clase de oferta le gustaría que le ofreciéramos en futuras llamadas?
… … …
(Esto comienza a sonarme a chamusquina)
… … …
—¿Cualquiera en la que me intercambien el móvil gratis?
—Sí, sí, sí… esa ya la tenemos en cuenta. Nos referimos a servicios de llamadas, mensajes de móvil gratis.
—¡Hombre, mira, por fin has dicho la palabra mágica: gratis! Estoy interesado en cualquier servicio que puedas ofrecerme que resulte gratuito y no tenga que pagar nada.
—Es decir, ¿cómo llamadas gratuitas?
—Eso es… gratis es un buena oferta para mí. Lo que sea. Llamadas, mensajes, teléfonos… pero todo gratis.
—Vale, tendremos en cuenta su opinión y le haremos saber futuras ofertas que se adecuen a sus exigencias. Gracias por atendernos.
Transcurren los minutos. Mensaje al teléfono móvil del 4545:
Definitivamente, Telefónica y yo hablamos diferentes idiomas. Eso o no conocen el significado de la palabra gratis.
—No se preocupe, señor Mateo. Simplemente nos interesaría hacerle una pregunta.
—Vale.
—¿Su teléfono funciona bien?
—Pues mira, ahora que lo dices últimamente no coge muy bien la carga. Lo enchufo al cargador y le cuesta que pase la carga. No sé si está rota la batería, el cargador, el teléfono…
—¿Y se escucha bien?
—Sí, perfectamente. Es más, me encanta mi teléfono, pequeñito, manejable, tiene mucha potencia. Es muy cuco él.
—¿Cuánto tiempo tiene?
—Pues un año y medio, más o menos.
—¿Le interesaría cambiarlo por otro mejor?
—Hombre, claro. Si me vas a regalar otro mejor, te lo cambio ya.
—En realidad, le llamábamos para informarle de una nueva oferta de Telefónica Móviles en la que por un módico precio, le intercambiamos su teléfono antiguo por uno mucho mejor.
—Ya, pero es que mi teléfono ya es mucho mejor para mí. No lo quiero cambiar por un módico precio. Pero si me lo cambias por otro gratis, entonces hacemos negocio.
—Sí, sí, entiendo lo que quiere decirme, pero nosotros le ofrecemos otro teléfono mejor que el suuuuyo por un coste mínimo.
—No, yo creo que es usted el que no me entiende. Usted me quiere cambiar el teléfono abonando yo una cantidad. Mi intención es que usted me lo cambie sin abonar yo nada. Entonces sí que sería una buena oferta.
—Hombre, la oferta que le estoy presentando es irrechazable.
—Bajo su punto de vista sí, pero bajo mi punto de vista la mía es más.
—Está claro, señor Mateo. Lo que pasa es que nosotros ese servicio de intercambio sólo lo ofrecemos a usuarios con servicio de contrato, no a usuarios con servicio de tarjeta prepago.
—¿Por qué? Le puedo asegurar que debido a mi trabajo, me dejo una pasta en el móvil.
—Ya, pero no es lo mismo.
—Entonces a mí sólo me interesa la oferta de intercambio gratuita. La otra no. Ya sabes, estamos en tiempos de crisis y no estoy por la labor de gastar dinero en telefonía.
—No se preocupe. Si en algún momento nos sale una oferta semejante, le mantendremos informado. Ahora una última pregunta para nuestro servicio de atención al cliente. ¿Qué clase de oferta le gustaría que le ofreciéramos en futuras llamadas?
… … …
(Esto comienza a sonarme a chamusquina)
… … …
—¿Cualquiera en la que me intercambien el móvil gratis?
—Sí, sí, sí… esa ya la tenemos en cuenta. Nos referimos a servicios de llamadas, mensajes de móvil gratis.
—¡Hombre, mira, por fin has dicho la palabra mágica: gratis! Estoy interesado en cualquier servicio que puedas ofrecerme que resulte gratuito y no tenga que pagar nada.
—Es decir, ¿cómo llamadas gratuitas?
—Eso es… gratis es un buena oferta para mí. Lo que sea. Llamadas, mensajes, teléfonos… pero todo gratis.
—Vale, tendremos en cuenta su opinión y le haremos saber futuras ofertas que se adecuen a sus exigencias. Gracias por atendernos.
Transcurren los minutos. Mensaje al teléfono móvil del 4545:
Movistar publi: Movistar premia tu confianza. Habla 1000 min gratis con movistar del 25/01/09 al 31/01/09. Alta hasta 17/01 (3€ + IVA) + info 4545 (0,23€). Feliz Navidad.
Definitivamente, Telefónica y yo hablamos diferentes idiomas. Eso o no conocen el significado de la palabra gratis.
¡¡¡Os recordamos que hoy toca actualización de Tajundra!!!
8 comentarios:
Pues si tienes toda la razón, telefonica se columpia un montón con sus "ofertas", siempre hay alguna coletilla.
En mi última factura me ha resaltado que prácticamente solo llamo a mi número favorito, que sepa que llamar a otros numero tambien me sale muy económico, pues si ya se que prácticamente solo llamo a ese número no hace falta que me lo digais.
Que gente por favor.
No sólo telefónica. Hay una epidemia de disglosia ciertamente preocupante.
Hace cuatro meses llamé para cancelar mi suscripción al Canal +. Me inventé una historia cojonuda, poco menos que mis últimas novelas fueron un fiasco y estábamos en el paro y mi mujer, mis seis hijos, y yo nos ibamos a Francia a vendimiar y luego a tocar el acordeón por Mallorca (hay unos albergues municipales razonablemente buenos) con una cabra y una escalera. Me dijeron se hacían cargo, que la cancelaban de inmediato. Al poco, recibí un codificador nuevecito y una carta agradeciéndome mi confianza en Sogecable por renovar la suscripción. No la cancelé porque justo entonces empezaron a emitir la cuarta temporada de Galáctica. Creo que la próxima vez seré más drástico... Que nos han cortado la luz en la chabola... O pensándolo mejor, quizá el error está en la confusión no/sí. Y que la manera correcta es rogarles por favor que renueven mi suscricpición. Seguiré informando.
Puf, no te imaginas la cantidad de veces que tengo conversaciones parecidas con mil empresas de telefonía, material de oficina,... como soy el encargado me dan el coñazo cada tres días, y no es coña. Da igual lo expeditivo que seas, te vuelven a llamar al mes siguiente, sino a los quince días, y con la misma cantinela: "¡¡¿Cómo puede usted rechazar este regalo?!!" Ya me río por no llorar xDD
Yo también he tenido enganchones con esta gente, pero son masocas por naturaleza. Reinciden, reinciden, reinciden y reinciden...
No sé, pero creo que los tipos que te llaman para ofrecerte estos servicios han sufrido alguna especie de lavado de cerebro, que le impide apartarse del libreto preestablecido que tiene que recitarle a los clientes, como si de autómatas se tratara.
A mi también me ha sucedido y a veces imaginó que en vez de un interlocutor, me estoy comunicando con una grabación.
Es insufrible. No sé las veces que he ordenado que no me envíen publicidad al teléfono, que no me envíen ofertas, que no me llamen, que no me digan nada, que no deseo nada de nada... pero vuelta la burra al trigo. Y en el fijo... ¡siempre a la hora de la siesta!
Hola, perdón por colarme. He aterrizado por aquí linkeando y no he podido evitar reirme con la conversación de besugos que has tenido con telefónica. Yo es que ya estoy segura, son distintos idiomas. Pasaré por aquí más veces si no es molestia ;)
Bienvenida, Sempiterna. Estás en tu casa!! Ponte cómoda y disfruta del blog.
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