¿Hay algo peor que esto? Sí, lo hay. Las compras de navidad pasadas por agua. Por suerte, el sábado terminé de saquear mi cuenta corriente y hoy me espera un plácido día de escritura, sin preocuparme de regalos y atascos en centros comerciales.
No obstante, debo advertiros que me tienta un último regalo de Navidad. Ese regalo que te haces a ti mismo en el último momento y que quiebra ese equilibrio lógico de tranquilidad para la noche de Reyes.
Andaba yo ayer gambeteando por casa, cuando me puse una de esas películas importantes del 2008 que me quedaba por ver: Let the Right One In, o como será llamada en España el día que a algún iluminado le de por traducirla y distribuirla por los cines: Déjame entrar.
¿Y de qué va la película? Vampiros románticos. ¡Stop! ¡¡Nooooo!! ¡¡¡Parad!!! No cambiéis de blog, ni cerréis la página, ni dejéis la crítica a medias. Que sí, que síiiiiiiiiii, que soy consciente de lo mucho que he despotricado de las pelis románticas de vampiros, pero… «Déjame entrar» es una gran joya que nadie debería dejar pasar. Avisados quedáis.
Oskar es un niño un tanto rarito. Sus padres están divorciados, vive en los suburbios de Blackeberg, en Estocolmo, junto a su madre. No tiene más de doce años y ya se dedica a recortar los periódicos para hacer su propio fichero con las noticias más macabras. Sujeto a las cacicadas de sus compañeros de clase, lleva una vida de perros.
Entonces conocerá a Eli, una niña de su edad, pálida, fría, que sólo sale por las noches y que vive con un tío raro que se dedica a recolectar la sangre de los confiados paseantes.
Por supuesto, no estamos ante una película para adolescentes, así que todo aquel que tenga en la cabeza Crepúsculo, que se vaya olvidando ya. Tampoco estamos ante una película macabra, aunque sí es cierto que Eli mata, bebe sangre, vuela y, por supuesto, descuartiza.
Es una película dirigida con una sensibilidad sobresalienta. En la que empatizas inmediatamente con la soledad en la que vive sumergida Eli. En la que creas vínculos con Oskar. Es una peli en la que el horror te salpica de forma natural, sin grandes topicazos o trivialidades que roban el interés al argumento. «Déjame entrar» es una historia que se toma en serio a sí misma, que en ningún momento ridiculiza el mito. Todo lo contrario. Lo utiliza para crear atmósferas realmente bellas y cuajadas de desasosiego entre los dos niños. Impresionante el momento en que Eli acude a la ventana de Oskar y le pide, por primera vez, que le deje entrar en su habitación. Los ojos de Lina Leandersson rebosan ternura, pero a su vez llegan a ser primitivos y terroríficos, impropios de una niña de su edad.
Podría tirarme horas y horas hablando de esta película, pero los premios que ha cosechado a lo largo del 2008 hablan por ella: Chicago, Edimburgo, Fant-Asi, Goteborg, Sitges, Toronto, Woodstock Film Festival… y, en España, por supuesto, sin estrenar. Este es el país en el que nos ha tocado vivir.
Ya se habla de un remake de Matt Reeves. No sé si esa futura película tendrá la carga emocional que Tomas Alfredsson introduce en su film. Sea como sea, Let the Right One In debería de ser una de esas películas que no tendrías que dejar pasar en su versión original. Os costará quitaros el nudo de la garganta.
Y, a partir de aquí, es donde surge mi dilema… que ya no es tan dilema porque lo tengo clarito. ¿Voy a por el libro de John Ajvide Lindqvist? Pues va a ser que sí. La peli ya ha hecho méritos suficientes para convencerme, así que esta misma tarde me meteré en la primera librería que encuentre en mi camino y me autorregalaré «Déjame entrar», de Espasa. Seguro que vale la pena.
No obstante, debo advertiros que me tienta un último regalo de Navidad. Ese regalo que te haces a ti mismo en el último momento y que quiebra ese equilibrio lógico de tranquilidad para la noche de Reyes.
Andaba yo ayer gambeteando por casa, cuando me puse una de esas películas importantes del 2008 que me quedaba por ver: Let the Right One In, o como será llamada en España el día que a algún iluminado le de por traducirla y distribuirla por los cines: Déjame entrar.
¿Y de qué va la película? Vampiros románticos. ¡Stop! ¡¡Nooooo!! ¡¡¡Parad!!! No cambiéis de blog, ni cerréis la página, ni dejéis la crítica a medias. Que sí, que síiiiiiiiiii, que soy consciente de lo mucho que he despotricado de las pelis románticas de vampiros, pero… «Déjame entrar» es una gran joya que nadie debería dejar pasar. Avisados quedáis.
Oskar es un niño un tanto rarito. Sus padres están divorciados, vive en los suburbios de Blackeberg, en Estocolmo, junto a su madre. No tiene más de doce años y ya se dedica a recortar los periódicos para hacer su propio fichero con las noticias más macabras. Sujeto a las cacicadas de sus compañeros de clase, lleva una vida de perros.
Entonces conocerá a Eli, una niña de su edad, pálida, fría, que sólo sale por las noches y que vive con un tío raro que se dedica a recolectar la sangre de los confiados paseantes.
Por supuesto, no estamos ante una película para adolescentes, así que todo aquel que tenga en la cabeza Crepúsculo, que se vaya olvidando ya. Tampoco estamos ante una película macabra, aunque sí es cierto que Eli mata, bebe sangre, vuela y, por supuesto, descuartiza.
Es una película dirigida con una sensibilidad sobresalienta. En la que empatizas inmediatamente con la soledad en la que vive sumergida Eli. En la que creas vínculos con Oskar. Es una peli en la que el horror te salpica de forma natural, sin grandes topicazos o trivialidades que roban el interés al argumento. «Déjame entrar» es una historia que se toma en serio a sí misma, que en ningún momento ridiculiza el mito. Todo lo contrario. Lo utiliza para crear atmósferas realmente bellas y cuajadas de desasosiego entre los dos niños. Impresionante el momento en que Eli acude a la ventana de Oskar y le pide, por primera vez, que le deje entrar en su habitación. Los ojos de Lina Leandersson rebosan ternura, pero a su vez llegan a ser primitivos y terroríficos, impropios de una niña de su edad.
Podría tirarme horas y horas hablando de esta película, pero los premios que ha cosechado a lo largo del 2008 hablan por ella: Chicago, Edimburgo, Fant-Asi, Goteborg, Sitges, Toronto, Woodstock Film Festival… y, en España, por supuesto, sin estrenar. Este es el país en el que nos ha tocado vivir.
Ya se habla de un remake de Matt Reeves. No sé si esa futura película tendrá la carga emocional que Tomas Alfredsson introduce en su film. Sea como sea, Let the Right One In debería de ser una de esas películas que no tendrías que dejar pasar en su versión original. Os costará quitaros el nudo de la garganta.
Y, a partir de aquí, es donde surge mi dilema… que ya no es tan dilema porque lo tengo clarito. ¿Voy a por el libro de John Ajvide Lindqvist? Pues va a ser que sí. La peli ya ha hecho méritos suficientes para convencerme, así que esta misma tarde me meteré en la primera librería que encuentre en mi camino y me autorregalaré «Déjame entrar», de Espasa. Seguro que vale la pena.
16 comentarios:
Que grande es el cine cuando se toma en serio a sí mismo y se quita de encima todos sus prejuicios.
Ya pasó con El caballero oscuro.
Cuando logras desarroparte de la necesidad de crear un producto para el gran público y tienes una pizca de genialidad, puedes crear un producto que rompa cualquier barrera mediática.
Ves lo que te decía. Una joyita.
Upsss... es verdad, que la recomendaste en el blog.
Por cierto, ¿has leído el libro? ¿Difiere mucho de la peli? Me han hablado muy bien de él.
No, lo tengo en pila, pero dicen que está muy bien.
Yo he leido el libro y está bastante bien. Podría firmarlo el propio King. (Quizás no el de sus mejores tiempos, pero sí el soportable).
Eso sí, si has visto la pelicula supongo que pierdes gran parte del suspense porque la adaptación es muy muy fiel.
Por cierto, hay quien ve la novela repleta de simbolismo sexual. Yo no comparto esa lectura, pero podría ser...
A mí me pasa lo contrario que a vosotros, he leído el libro y me parece magnífico y me falta ver la película. Esperaré a que la doblen al castellano. No me gusta perderme en los diálogos y pasar por alto las imágenes.
Al final el libro caerá. Me han soplado que van a llegar más novelas de este autor y que son tan buenas como Déjame entrar. Supongo que se convertirá en un autor a tener en cuenta.
Me la apunto. Que ya toca ver una peli buena de vampiros.
Apuntado queda, siempre interesa buena literatura.
Que los Reyes sean pródigos y generosos con los enamorados de las letras (con los demás también, pero menos)
Tomo nota de la peli y del libro. Aunque este año me parece que los reyes van a hacer huelga de celo como los pilotos de Iberia.
Siempre nos quedará como terapia de desahogo ir a la cabalgata y robarles los caramelos a los niños cuando los tiran los pajes desde las carrozas.
Suena interesante, la buscaré en el videoclub (o aunque por alguna razón será más fácil bajarla de internet que encontrarla en un videoclub o tienda en esta ciudad, epro hay que tener fe)
Por cierto aprovechando que el número que salio de Biblioteca fosca es de zombies te invito a coperar con la ficción de este blog
http://historiasdelfindelmundo.blogspot.com/
Son unos amigos que han empezado un diario ficticio al estilo de ese programa de radio que emitido la Guerra de los mundos. Es al historia de un grupo de personas que viven un ataque de zombies y buscan sobrevivientes, espero que te guste.
Saludos.
En cuanto tenga un ratillo me pongo a leer algunos textos del blog que has puesto. Parece muy interesante.
Según aullidos: será el próximo 27 de Marzo cuando se estrene en España.
http://www.aullidos.com/leer_noticias.asp?id_noticia=5790
Más vale tarde que nunca.
¿Hasta Marzo? Para entonces ya la habrá visto todo el mundo con la mula, en fin... El libro es muy recomendable y guarda más de una sorpresa sobre del personaje de Eli que no aparece en la película.
No creo que la gente vaya a enterarse de aquí a marzo si no se ha enterado desde que se estrenó. Piensa que esta peli lleva en danza desde Sitges.
Tampoco creo que vaya a convertirse en un fenómeno social. En todo caso lo haría el remake, si llega a hacerse. Pero la versión original tirará para atrás a más de uno, sobre todo al público palomitero que no suele consumir películas extranjeras no norteamericanas.
Publicar un comentario