martes, junio 8

Åsa Larsson VS los recaudadores de impuestos

Leo las siguientes declaraciones del fenómeno literario Åsa Larsson en El país:

Subida a la ola del éxito internacional de la novela negra de los países nórdicos, la escritora Åsa Larsson (Uppsala, 1966) ha recogido hoy, feliz y honrada por el reconocimiento de los lectores, el premio Pluma de plata de la Feria del Libro de Bilbao por las ventas que alcanzó su obra Aurora boreal (Seix Barral) en la edición del pasado año.

Larsson, sin parentesco alguno con su colega Stieg Larsson ? el autor de la trilogía Millennium? está ocupada estos días en la promoción de su segunda novela traducida al castellano, Sangre derramada. De la feria de Madrid a la de Bilbao, antes de seguir su periplo por España rodeada de libros. Confiesa que esta a gusto porque leer y escribir le salvaron del aburrimiento vital en el que había caído después de estudiar Derecho y dedicarse a ejercer la profesión en el campo de las leyes tributarias. Durante la baja maternal descubrió lo pobre que era su vida. "Buscaba la diversión dentro de mi cabeza", dijo. Y la encontró regresando a la literatura, como lectora y, sobre todo, como escritora. "Es un misterio que esa decisión me haya traído hasta aquí", reconoció.

Con Aurora Boreal ha logrado vender sólo en español 250.000 ejemplares, en un momento en que los escritores nórdicos encabezan las listas de libros más vendidos. ¿Razones para el éxito de la novela negra que llega del Norte? "Ni idea", respondió Larsson. "Pensamos en ello cada día, pero no hemos encontrado una respuesta. No sabemos por qué ocurre". La escritora quiso compartir su alegría con los lectores. "Escribir libros es compartir, comunicar, viajar a mundos diferentes por el módico precio de 30 euros", dijo. Y se acordó especialmente de los libreros y distribuidores, "el puente entre autores y lectores".

Un año después de recibir el Premio de la Crítica por sus novelas Derrumbe, La ofensa y El corrector, el escritor Ricardo Menéndez Salmón (Gijón, 1971) regresó ayer a Bilbao para presentar Asturias para Vera (Imagine Ediciones), el libro con el que ganó el Premio Llanes de viajes 2010.

Menéndez Salmón explica que la clave de este libro de viajes por Asturias está en su subtítulo: Viaje sentimental de un padre escritor. No es un guía para descubrir los espacios físicos del territorio asturiano. Sus páginas, trufadas de referencias literarias, pretenden, dejar a su hija Vera, de dos años, el testimonio de una cultura, de la memoria heredada por su padre y de las huellas dejadas por la historia en Asturias, donde vive la familia. La obra habla de las fiestas populares, del arte prerrománico, de la conciencia política surgida en el trabajo en las minas o de algo tan cotidiano como el pan. "El viaje es el viajero", dice Menéndez Salmón citando a su admirado Pessoa.

Así que ya saben, queridos recaudadores de impuestos, si quieren dar un matiz de color a su existencia y dejar de hacer la vida imposible a todos esos pobres empresarios y autónomos atribulados por la crisis económica: ¡¡comiencen a escribir!! Harán, por primera vez, algo bueno por el prójimo y, probablemente, descubrirán un nuevo sentimiento que va más allá de las multas y la imposición forzosa de pagos: hacer el bien. Contra los recaudadores españoles de HACIENDA, Åsa Larsson y la literatura nórdica.


La pregunta de la semana es: ¿A quién metería usted antes en su casa?

a) Un inspector de HACIENDA con ínfulas de escritor.
b) Un escritor con ínfulas de inspector de HACIENDA.
c) Me da lo mismo, yo sólo metería a Åsa Larsson porque está que se rompe.


By David Mateo with 18 comments

18 comentarios:

Asa me parece una escritora anodina y aburrida tirando a mediocre. Sus tramas tienen que ser la polla, porque si no no me explico que la gente esté tan enganchada a una literatura de semejante nivel.

Por cierto, la vi en la Feria del Libro de Madrid y le dedicó un Sangre Derramada a una amiga. Es mona la chica.

>>Sus tramas tienen que ser la polla, porque si no no me explico que la gente esté tan enganchada a una literatura de semejante nivel.

¿Buena promoción? ¿Moda?

>>Es mona la chica.

¿Tu amiga? ¿Asa?

Demasiadas incógnitas :))

Na, sólo me he leído 15 páginas suyas, lo sudiciente para saber de qué pie cojea. No es mi estilo, y mucho menos de novela negra.

Yo leí su primer libro... no está mal. pero tiene un problema grave para una novela negra, a mi parecer, claro...
Es excesiva en su prolijidad, lo cuenta todo, lo describe todo, pensamientos, acciones, intenciones, asfixia al lector, lo aburre porque no le deja nada que masticar, que imaginar.
Demasiado fría.
Quizá con algunos lectores eso sea una ventaja, pero a mí me echó para atrás a la hora de acercarme a su segundo libro

JM

Vamos a ver, tampoco nos hagamos PMs... Yo lo he visto así, entra un señor en la librería y pregunta por un libro de Larsson, el de millenium. Le enseñan tres y el tipo dice, ya los tengo. ¿Qué tienen parecido?. Le enseñan uno de la chica, parecida portada, sinopsis similar, hasta el nombre encaja... Tiene que ser buena, venga, véndame uno.

Y colorín colorao. Es lo que tiene la literatura comercial, darle al lector lo que cubra sus expectativas, si quiere repetir plato, pues repetir plato.

Ay David, si llegado el momento le cambias el Tobías Grumm por el Tobias Grümm, con la o cruzada con un palito, rico serías...

Volvemos otra vez al tema de las 'modas', como ya vimos con los vampiros. Stieg Larsson fue el bueno y ahora vienen un montón de sucedaneos... incluso la Feria del libro de Madrid está dedicada al fenómeno de la literatura de género negro nórdico. En el tema de los vampiros góticos o pseudorománticos, Stephanie Meyer fue la buena porque marcó tendencia, pero luego, a rebufo, llegaron un montón de autores clónicos que hicieron lo mismo y han tratado de sacar partido del fenómeno Meyer.
Con cada moda, se abre un nuevo nicho de consumidores compulsivos que van a comprar todo lo que lleve una etiqueta hasta que ese afán se agote y haya otro campo que explotar. Los editores lo saben y lo aprovechan. Además, si el nuevo escritor/ra es una chica mona, bien hablada y con don de gentes, los ingresos pueden multiplicarse. Y si hay proyecto cinematográfico de por medio ya ni te cuento, aunque el proyecto sea un telefilm cutre, de domingo por la tarde en Antena 3, como parece ser que es la peli de esta chica. La gente que ha ido a verla, liberada de la fiebre nórdica que ataca este país, dice que la película -ojo, la película, no el libro- es infumable.

Me leí la trilogía Millenium y el de Aurora Boreal de esta moza y son los tres igual de malos. Son entretenidos para pasar el rato y poco más.

Estoy con Jose María. A la novena vez en cuatro páginas que saltó con un "pensó", tuve que cerrarlo. Está describiendo todo en tercera persona, si la tia tiene frío, hambre, lo que sea, y a mitad del párrafo pone entrecomillado "que gato más sucio" pensó "Le vendría bien un baño". Si Chandler levantara la cabeza...

Yo de esto no sé mucho (Claudio dirá, felicidades por la criatura, de paso), pero me da que el bueno-bueno es Mankell.

Sería interesante aquilatar el efecto Mímesis... Si Brown vende X el epígono X-N. Supongo que hasta se puede hacer una ecuación.

Respondiendo a tu pregunta, yo me quedo con un escritor con infulas de inspector de Hacienda. ¿Voy bien?

Y pensar que joyas como el "Comisario Montalbano" de Andrea Camilleri o Thomas H. Cook y cualquiera de sus obras siguen ahí, al alcance de la mano, olvidadas por una maquinaria obscena y calculadora.

Al final la literatura comercial se está volviendo cada vez más insípida y el verdadero sabor de los libros se encuentra en las pequeñas editoriales, en esos libros que siempre pasarán desapercibidos.

A mí me da coraje infinito que llevo viendo libros de la tal Asa larson (de la que no he leído nada) allí donde voy y no hay manera de encontrar otros de menos tirada pero escritos por autores españoles (como "Antología Z" o "El dios de los mutilados").

Se hizo una super campaña con "El nombre del viento" de P. Royfuss y me dejó ni fu ni fa (800 páginas y no pasa casi nada) y sin embargo he flipado con "La estrella oscura" de Leonardo Ropero casi inexistente en las librerías.

Un cordial saludo y gracias por un poco de sano debate

Miguel Ángel

Comparto contigo lo del nombre del viento, me aburrió soberanamente.

Ah, no, El Nombre del Viento jamás. Esa sí es una novela soberbia. Su escritura no tiene nada que ver con la de un Dan Brown o la de un Ken Follet o cualquier vendedor multitudinario de libritos de segunda o tercera. Está escrito con verdadero arte y quien lo escribió es un auténtico escritor. Claro que no es de terror (lo que puede aburrirte a ti, David, lo sospecho), pero es fantasía bien contada, bien narrada y bien vivida. Y de fría, nada, tampoco.
Por otro lado, a mí la novela negra me toma indiferente. Nunca me ha llamado la atención. Ninguna. Ni los clásicos ni los modernos, así que no puedo decir nada de estos Larson. Pero decir que porque un libro se vende y otro no, es que el segundo "de seguro" es bueno y el primero un "producto del marketing", me parece algo ligero. Entonces, si de pronto tomamos un libro de poca tirada y lo pasamos a una gran editorial con gran tirada y promoción de lujo y se vende como pan caliente, ¿automáticamente es una bazofia? Si algunos libros buenos de pequeñas tiradas no se han vendido más es porque no toparon con la suerte de las grandes tiradas, pero no significa que entre las grandes tiradas no haya libros buenos también. Los hay. Lo deseable sería, al contrario, que las pequeñas editoriales tuvieran mejores y más eficaces canales distributivos y de promoción, para que los libros buenos que tengan se den a conocer y lleguen a más lectores (y no pase como con El Camino del Acero de Andrés Díaz, libro magnífico, desaparecido de las librerías porque la editorial quebró. Una pena y de las gordas).

Cuestión de gustos, por supuesto. A mí 'El nombre del viento' me parece un libro muy bien escrito, pero es un ladrillo de proporciones cósmicas. Y después de desarrollar media carrera en la literatura fantástica, te puedo asegurar que mis gustos no van en función a que haya más o menos terror en una historia. Prefiero a Martin, prefiero a Sapkowski, prefieron Hubb, prefiero a Kushner, prefiero a Pratcher, prefiero a Negrete, prefiero a Vilar, prefiero a Abercrombie, prefiero a Scott Lynch... y si nos vamos a los clásicos no acabamos.

>>Entonces, si de pronto tomamos un libro de poca tirada y lo pasamos a una gran editorial con gran tirada y promoción de lujo y se vende como pan caliente, ¿automáticamente es una bazofia?

¿Eso quién lo ha dicho? ¿Quién ha tildado la literatura comercial de bazofia? De insípido a bazofia hay un mundo.
Sea como sea, es cada vez más complejo que una editorial pequeña consiga buena posición de sus libros. Primero, porque las editoriales pequeñas de género no tienen recursos para lanzar una tirada adecuada para su posicionamiento. Segundo, las distribuidoras son canales en donde se ejerce una mafia y un caciquismo impropios de nuestro tiempo.
Es decir, las cosas en España son como son y difícilmente pueden cambiar.

Coincido: los libros se venden en su gran mayoria por la publicidad y la campaña que llevan detrás (sean buenos o no, de todo hay). Muy buenos libros quedan cuasi olvidados por no poder distribuirse o darse a conocer ( a veces con el boca a boca no vale, no nos engañemos).

Y "El nombre del viento" ... bien escrito, se lee muy bien, engancha pero... tras 800 páginas, no da lo que promete "su campaña" publicitaria o la misma solapa, apenas pasa nada y yo al menos me sentí un poco... indiferente...

Un cordial saludo a todos

Málaga

Será que yo no lo leí gracias a la campaña publicitaria, por eso no entiendo qué expectativas tenías ;) (Aclaro, el El Nombre... no había venido a mi país-acaba de hacerlo y sin gran parafernalia-. Yo lo leí en inglés, comprado directamente a EEUU porque me pareció interesante y agradable el blog de su autor, al cual llegué por referencia del de George RR Martin).

Sí, claro, David, que es cuestión de gustos. Pero no son definitorios. A ti te gusta Martin y a mí también, por ejemplo. Que Martin escriba de cierta forma es su estilo y para nada es el parámetro por el que deba juzgar los demás libros. Los libros yo los juzgo en sí mismos, no porque se parezcan a otros. A Miguel le parece que "no pasa nada" en 800 páginas, a mí en cambio me parece que pasó mucho y fue muy gratificante. ¿Qué expectativas te forjas? Eso depende de cada quien.

Lo de las tiradas pequeñas y grandes era un ejemplo. En muchos lugares sigo viendo los mismos mensajes: en cuanto un libro se vende bien, siempre salen los que de inmediato alegan que se vende así "por el marketing", porque los libros "buenos" son los oscuros y desconocidos, como si el gusto mayoritario siempre fuese un indicador de baja calidad. Es un prejuicio, por supuesto, tan gordo como aquel en nuestra cultura de que lo escrito en habla castellana es inferior a lo escrito en inglés o en sueco.

Laura, está claro que los gustos no son definitorios (¡Gracias a Dios!). Es decir, que a mí no me guste el Nombre del viento y lo defina como ladrillo -es decir, tochazo lentorro y agobiante- no significa que yo ostente la verdad absoluta. Es una simple opinión, luego ya se debate, que para eso están los blogs.
No es que quiera compararlo con Martin. Yo he puesto una lista de libros de fantasía contemporánea que he léido para que vieras que mi crítica no se basaba simplemente en 'es que no tiene nada de terror'. He leído mucha fantasía, muchísima, así que modestamente creo que tengo suficiente criterio como para establecer una opinión, consciente del marco fantástico y de mis gustos personales. Este libro me aburrió, dejando a un lado campañas publicitarias y demás historias.
Por suerte o por desgracia, como tú misma dices, la crítica de una persona no es definitoria. Y el libro parece que ha gustado mucho y ha sido un superéxito, cosa que me alegra un montón ya que eso es bueno para la fantasía. Ójala hubieran 60 títulos más como El nombre del viento, reviviría el género como Dios manda. Pero dejando a un lado esta lectura, a mí me aburrió por su lentitud ;)

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