A punto de pasar la primera fase del mundial, hay un claro protagonista de los partidos que se están disputando en estos momentos. Y no, no es Cristiano Ronaldo, y tampoco Messi, ni Villla, ni Rooney, ni las trenzas del jugador hondureño Walter Martínez. Y ni mucho menos las selecciones sudamericanas que se están pasando por la piedra a todo lo que se pone por delante. El verdadero protagonista del mundial es: ¡¡la vuvuzela!!
Miles de vuvuzelas sonando a la vez, estruendosas, molestas, mareantes, terribles… Ya sea en el Soccer City de Johannesburgo, en el Estadio Green Point de Ciudad del Cabo o en Estadio Moses Mabhida de Durban, siempre hay un negrito tocando la vuvuzela. Bueno, lo de un negrito es puro eufemismo, porque se callan cien y comienzan otros cien. Poner en la tele un partido del mundial es como estar delante de un avispero a pleno mediodía. Uno no se puede ni imaginar la tortura que puede llegar a ser vivir ese ambiente en vivo y en directo, con miles de vuvuzelas sonando al unísono y reventándote los tímpanos. No en vano, según wikipedia, un estudio ha concluido que dicho elemento puede ocasionar serios daños al aparato auditivo de las personas debido al elevado nivel de intensidad de sonido que emite. A modo de comparación, el motor de un avión en marcha genera 120 dB (decibelios), y al momento de despegar 130 dB. Una vuvuzela ejecutada a corta distancia alcanza 127 dB.
Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que a los sudafricanos no les gusta ir al campo a ver los partidos de fútbol, les gusta ir a tocar la vuvuzela.
Así que ya sabéis, si estáis a punto de tomar un avión para iros a ver como España le gana a Chile esta tarde en el Loftus Versfeld de Pretoria, tienes dos opciones: te llevas unos tapones para los oídos o te unes a la fiesta de los negritos y te compras una vuvuzela.
¡¡Suerte España!!
8 comentarios:
Si los partidos fueran buenos dejarían de tocar las trompetas, pero es que tienen que entretenerse con algo!
Ja. ja,ja.ja,ja,ja no me he reído más en los últimos días. ¡Qué bueno el video!
Me has alegrado la mañana, David.
¡Un abrazo! y ¡a por ellos!
Quiero una vuvuzela para tocarla a las siete de la mañana. En las próximas fallas no habrán petardos, habrá vuvuzelas.
Realmente estos sudafricanos tienen un concepto un tanto raro de lo que es ir a ver un partido de futbol. ¿A qué equipo animas con tanto trompetazo? Es como jugar frente a treinta mil orcos, ¡el caos por el caos!
El video es genial. Vaya jartá de reir.
Lo bueno de estas trompetas es que no animan a ningun equipo y los jugadores no se sienten presionados. El estruendo de las dichosas trompetitas te lo tomas como quieras, a favor o en contra.
Glorioso, el vídeo...
Oí al enterado del canal plus que la Vuvuzela pretende insuflar al jugador el coraje del elefante. Si non e vero...
Particularmente, lo que más me irrita es ir al fútbol y tener al lado a un tío con bombo (bueno, tener a un nazi cantando salvajadas, tela también). Con la Vuvuzela ni te cuento.
A mí no me molestan en absoluto. Forman parte del ambiente. Y quienes están allá, en su mayoría, han dicho lo mismo: cuando ya se meten en el partido ni se acuerdan de las cornetas, las cuales son tocadas por todos, no sólo por los sudafricanos BTW. Claro que, como dice Rafa Alonso, con algunos partidos tan re-malos no es de extrañar que se dieran cuenta de que estaban tocando los dichosos instrumentos. ¡No había manera de concentrarse en ellos de tan aburridos que estaban!
Por cierto, felicitaciones, españoles, ya están en segunda ronda. Por mi parte, espero que continúen. :)
Publicar un comentario