jueves, septiembre 4

No hay futuro para los libros electrónicos

O al menos eso es lo que dijo Ray Bradbury en Los Ángeles: «no hay futuro para los libros electrónicos porque no son libros». Aunque lo cierto es que si yo fuera jefe de una editorial comenzaría a preocuparme. La estadística dice que, aún en vías de desarrollo, el libro electrónico complace a un 13% de lectores menores de 30 años.

Según Carolyn Reidy, directora ejecutiva de la editorial Simon & Schuster, «ahora estamos finalmente en el punto de inflexión». Los lectores portátiles cada vez tienen más aceptación entre el público, se estima que van más de 10.000 unidades de Kindle vendidas desde que se lanzó en noviembre. Recordemos que el aparatito, con 18 centímetros de largo por 13 de ancho y unos 300 gramos de peso, cuesta 399 dólares, que al cambio vienen a ser unos 278 euros, y que a los pocos meses de sacarlo a la venta se agotó en los almacenes.

Los editores, temerosos de lo que se les viene encima, tienen opiniones para todos los gustos. José María García Jiménez, director comercial de Publidisa, una empresa que ofrece servicios a las editoriales, declaraba recientemente a La Vanguardia que cree que el e-book aún no está en condiciones de competir con el formato en papel. En cambio, opina que su implantación podría ser más rápida en obras de referencia, enciclopedias, textos científicos o profesionales. «Es cuestión de tiempo –sostiene–, pues se está investigando a marchas forzadas y tal vez en pocos años se invente el formato ideal, el que tenga todas las ventajas del libro papel y sume las capacidades del electrónico». Lucía Fournier, también de Publidisa, sostiene que, mientras tanto, sería recomendable que los editores se preparen para prevenir la piratería de libros digitales.


Hay quien ya se prepara para un futuro sin librerías. Santos Palazzi, responsable del área Mass Market de Plante asegura que «Está fuera de toda duda que afectará al mercado tradicional y que, por el momento, viviremos una convivencia de los dos soportes, el digital y el de papel». Incluso una clásica de la edición como Beatriz de Moura, dueña de Tusquets, ve su futuro oscuro. Aunque se resiste a pensar que desaparecerán esos objetos a los que ha dedicado toda una vida: «Vivo estos tiempos con curiosidad. Habrá cambios radicales, aunque el libro, como tal, siempre ha encontrado su modo de supervivencia», dice. Hasta los mismos libreros se ven amenazados: «Difícil imaginarse nuestro papel en un futuro sin dramatismo. Estamos muy verdes en este asunto», reconoce Fernando Valverde, presidente del gremio.

Lo cierto es que el mundo del libro está a punto de cambiar. Cada vez hay más modelos y marcas compitiendo en el mercado. Las editoriales estiman que de aquí a cinco años el libro electrónico convivirá con el libro tradicional, y que en los próximos diez años la hegemonía del papel habrá acabado. Los más conservadores se escandalizan ante la desaparición del papel, supongo que en otros tiempos los amantes del vinilo pensarían lo mismo. Y sí, es cierto que el vinilo todavía subsiste, pero seamos francos: ¿quién entra hoy en día a una tienda de música a comprar vinilos?

Me da la impresión que esta vez las profecías de Ray Bradbury están muy lejos de convertirse en realidad. La industria YA está mirando con recelo un tipo de formato que se creó en 1968 y que en la actualidad está plenamente implantado en nuestra sociedad, ahora sólo hace falta que la industria acepte el cambio, se amolde a él y mitigue los efectos de la piratería electrónica, pues lo que menos necesita el mundo del libro es un golpe bajo como el que ha recibido la industria audiovisual.





By David Mateo with 15 comments

15 comentarios:

Hola.

Ese Bradbury debería leer más en internet, que es lo que hago, hacemos, ahora mismo, y, una pequeña muestra, la bitácora sobre el futuro del libro de José antonio Millán, por ejemplo:
http://jamillan.com/librosybitios/blog/index.htm

Saludos madrugador.

Sé que no es muy político, pero creo que a Bradbury le pasa como a Clarke: a medida que se entra en la tercera edad y se desconecta de las últimas generaciones y sus servidumbres, es mejor dejar la bola de cristal en el armario.

Puede que Bradbury simplemente se limitara a establecer una metáfora nostálgica y quisiera desvincular el término de lectura electrónica del concepto libro que todos tenemos en mente. Si es así, en cierto modo su profecía tiene sentido... aunque desde cierto punto de vista.
En fin, que me niego a pensar que un autor de ciencia ficción niegue el mañana, sería hasta paradójico.

La industria audiovisual no ha recibido ningún golpe bajo, sino su merecido. Ellos llevan años abusando de los autores y de los consumidores, al fin y al cabo.

Yo siempre he creído que en estas cosas, de lo que se siembra se cosecha. Creo que la industria editorial tendrá lo que se busque a partir de ahora: si aprende a jugar sus cartas (y asume con eficiencia de costes el rol de promotora y distribuidora de ficheros en lugar de ejercer de constrictora de las libertades de uso y disfrute de los activos inmateriales en cuestión) saldrá reforzada y beneficiada de los nuevos avances; mientras que si no lo hace, se hundirá y desaparecerá para dar paso a una cultura de consumo en la que los intermediarios que no aportan nada, están de sobra.

Lo cual nos lleva a otro tema: ¿qué pasará con el mundo del libro si las editoriales no aprenden de los errores del mundo audiovisual?
Pues que trataremos directamente con nuestros lectores, como hacemos al ponerles un blog, ni más ni menos.

Conque el camino ya está allanado. Se han empezado a despejar los escollos y vamos derechitos a un nuevo modelo de mercado. Los sellos pueden espabilarse y reaccionar en positivo, o pueden quitarse de enmedio.

Más claro agua. Comparto 100% tu visión.

Hay que recordar que la creación es solo una parte del pastel.
El libro electronico pasa por las siguientes etapas
Sustitución y/o compatibilizacíon del libro de referencia (enciclopedias, prácticamente consumada)
Libro de texto El gran pastel.(nada) (esto es sangrante)
Ensayo técnico (en proceso, practicamente culminado)
Revistas (en proceso)
Medios escritos diarios (en proceso)
Novela comercial (nada)
Autoedición (en proceso tirando a todo)
Por nada entiendo irrelevante.

La industria no tiene la menor gana (no ve negocio por ninguna parte) En cualquier caso, el libro electrónico no sólo no castigará a las editoriales, sino que las potenciará. La compatibilidad será absoluta. Me baso en el hecho de que internet, por ejemplo, ha desbocado el consumo de papel. Curioso no? Pues así es. Una editorial es un puro filtro cualitativo encarado a la v enta. Con el libro digital, el trabajo del filtro será todavía más necesario.

Libro de texto El gran pastel.(nada) (esto es sangrante)

Y me da a mí que es lo que más se demorará, sobre todo viendo el monopolio que existe y el sistema conservador de nuestros centros escolares. Todavía existen colegios sin salas de ordenadores. No hay más que echar un vistazo al informe que acaba de hacer público la revista magisterio en donde el fracaso escolar en los últimos seis años asciende a más de 135.000 chavales. Falta de recursos, de herramientas de estudio, etc etc...
Por otro lado los Indicadores
de Resultados Educativos de los Alumnos (PISA) señalan a la Comunidad Valenciana como la comunidad que peor evolución lleva en la escala educativa.
Todo esto es un poco off topic, lo sé, pero mientras en primaria y en secundaria los medios sigan sindo tan conservadores, los recursos tecnológicos no se impondrán en el sistema educativo más básico.

Por cierto, uno se descojona vivo cuando ayer en la COPE se arremete contra Carmen Calvo y César Antonio Molina para acabar diciendo que la Comunidad Valenciana es la más maltratada por PISA. En fín... mejor dejo la política para la Fórmula 1.

No seas tan localista... más o menos es igual en todos lados. El tema es que son unos tecnofóbicos del copón, y no solo el maestro (no hay apenas asignaturas en Magisterio de didácticas utilizando ordenatas, ¿te imaginas? Pues así es) Hay mucha boca, mucho experimento, pero en la práctica, nada...
Joder de los joderes, yo veo a mi hijo aprendiendo a multiplicar con el puto Brain trainer de nintendo (de solanas, y eso que es un zote como su padre), y los maestros aún con la pizarra de tiza y soltando el rollo.
Las rocas metamorficas, Hernández que le veo... Así va, didacticas del siglo XVIII...

Perdona el berrinche. Enfín, si hay algun profe que pueda aportar argumentos opuestos (que están haciendo esto o lo otro) pues sería muy consolador.

Ya, pero si no hay ordenadores en el aula... ¿cómo van a desprenderse de la pizarra? Eso sería como ir a la guerra sin espada ni escudo.
Primero pongamos ordenadores y luego adaptemos el sistema de enseñanza. El cambio jamás podría ser radical e inmediato, pero si no empezamos ya... ¿cuándo vamos a empezar? ¿En el 2011?

Yo ya tengo un e-libro. Sinceramente es cojonudo.
Respecto al mercado y a la piratería: la primera empresa que venda elibros a 1 euro, sin coste casi, pagarle al autor por ejemplo 0,10 euros por venta y algun gasto mas, arrasará en el mercado. Se pueden vender tranquilamente 20.000 ejemplares por libro a ese costo, y a lo mejor una edición reducida de 200 encuadernados a lo clásico. Un SMS y te descargas un libro completo. Yo, a ese precio, no dudaría en comprarlos. Claro que si quieres venderlos a 20 no los comprará nadie.

Es lo bueno de emanciparse de intermediarios. El margen se lo reparten los verdaderos implicados en el libro.

Es un buen momento para recordar que casi todas las transformaciones fundamentales en el uso de la lengua escrita sucedieron cuando las adoptaron las instituciones, el comercio y la ciencia.

Y que la popularización de los cambios siempre vino detrás.

Hoy Juanmi y yo hemos mantenido una conversación apocalípica precisamente sobre la literatura digital y el escritor profesional. Hoy ando un poco malucho, y tampoco quiero agobiaros, pero mañana la cuento.

No soy muy bueno en el discurso así que pido perdón de antemano porque opinar en el blog de un autor por parte de una persona de ciencias no muy dada a la oratoria pues puede hacer daño. Al grano.

Dispongo de dos ebooks. Primero adquirí un Papyre para mi en plan capricho porque estaba siguiendo mucho el tema de la tinta electrónica. Al cabo de un par de meses tuve que comprar otro para mi novia porque no me dejaba leer :-) El que piense que el libro electrónico no va a triunfar que se vaya preparando. La gente que no lo conoce, no lo ha tenido en sus manos, no ha comprobado lo similar al aspecto del papel, la comodidad de poder ajustar el tamaño de la letra, el tipo de fuente, el poder llevar consigo cientos de libros en un solo dispositivo, etc. no puede tener una visión clara de lo que representa este aparato. El que ya lo ha visto, en un par de minutos puede darse cuenta que es el futuro. Y que ya está aquí (el Papyre 6.1 se puede adquirir en Carrefour, Alcampo e Hipercor a un precio de 265-299€).

Quiero comprar libros en formato electrónico. Pero quiero comprarlos a un precio JUSTO y RAZONABLE. Ese precio NUNCA serán los 9.99$ que pide Amazon. Yo estoy dispuesto a pagar hasta 3-4€ máximo por una novedad en formato electrónico. ¿Alguien me va a escuchar? Seguro que no. Las editoriales se van a obcecar en poner precios de 9,99€, buscar sistemas DRM (que los van a reventar los perversos "piratas" a los cinco minutos) y luego se irán llorando a las puertas del congreso por un canon que les compensen esas enormes pérdidas que les supone la piratería. Me estoy imaginando la película: Hace un año cuando aún no existía el ebook en el mercado vendían 10.000 ejemplares en papel de un libro, ahora se "piratean" 100.000 (aunque 90.000 seguro que no se lo leen en la vida) ¡¡¡Queremos esos beneficios YA!!! Además ahora por cada persona que se compra un libro se lo leen 5 de sus amigos sin pagar...leches hay que poner un cojosistema DRM y perseguir este tipo de actos (antes con el libro en papel esto no pasaba claro)

Una pena por el oficio de librero...pero lo siento señores pero éste es un oficio condenado a morir con lo que espero que antes de llorar vayan pensando en invertir su dinero en nuevas líneas de negocio. No van a desaparecer todos de la noche a la mañana ya que al libro de papel todavía le quedan unos años pero poco a poco... Veremos también que postura toman grandes librerías como el Corte Inglés o el FNAC (los primeros ya venden el e-book a través de hipercor así que espero que no se quejen mucho).

En resumen que es una pena que no pueda comprar los libros de David Mateo para mi Papyre...pero bueno hay miles y miles de libros pululando por la red...eso sí, sólo en oscuras redes de perversos piratas que hunden a la industria.

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