martes, septiembre 23

Y punto final.

Normalmente comienzo a escribir para el blog a las siete de la mañana, o incluso a las seis y media. Hoy me planto delante del ordenador a las ocho y por delante queda toda la mañana… y la sensación de que tengo pocas cosas que hacer. Ayer acabé «Noches de sal». Escribí siete mil palabras de tirón, desde las siete de la mañana hasta las siete y media de la tarde, más o menos. No os llevéis a engaño, no es un esfuerzo sobrehumano. Una vez más se cumple la máxima del trabajo organizado. Si existe planificación previa, el trabajo cunde y sale sólo.
Muchos de vosotros pensaréis que estoy encantado, que soy feliz, que acabar un nuevo libro siempre es sinónimo de alegría. Una parte de mí sí que lo está, pero otra parte está muy triste. Es una sensación extraña que nunca antes me había pasado. Los protas de «Noches de sal» ya no son seres que habitan en el papel, sino que son seres vivos que han desarrollado una parte de su vida en mi subconsciente. Y me jode abandonarlos porque durante un año he sido el Gran Hermano que ha cotilleado en sus asuntos, que se ha entrometido en sus momentos íntimos, que ha hablado con ellos y se ha reído con sus tonterías. Los protas de «Noches de sal» no son héroes, ni caballeros andantes, ni príncipes destinados a encontrar su propio reino, son hombres y mujeres como tú y como yo, criaturas que han chocado contra algo imprevisible y que, a lo largo de la novela, han tenido que adaptarse a una situación.
Creo que lo mejor de «Noches de sal» es que se resume como una historia que narra una serie de vidas. Vidas soterradas por la soledad y que buscan irremisiblemente la fricción de otras vidas. Al comenzar a escribirla, tenía muy claro que iba a contar una historia de miedo. Al teclear la palabra FIN me he dado cuenta que el concepto «terror» ya era secundario y que lo que realmente importaba era ese personaje que permanece sentado en un banco de la estación del Cabañal, mirando un reloj de pared.
¿Y ahora qué hago? Los he dejado marchar y son las ocho y veinte de la mañana. Y siento un peso agónico en el estómago que me deja una sensación amarguísima. Ahora cogeré el coche, iré a la casa de fotocopias y sacaré un manuscrito de todo el texto (creo que es algo que he deseado desde que comencé a escribir la novela, verla físicamente y poder tocarla, hojearla, olerla…), y volveré a leer la historia de pe a pa para ver si realmente es compacta y funciona. Me dedicaré a hilar cabos y situaciones que no sé si han quedado bien ligados. Cambiaré un par de diálogos y buscaré esa palabra que se repite insistentemente. Pero, ¿sabéis qué? Que toda esa faena no compensa el vacío que ahora mismo tengo dentro.
Cuando empecé a escribir «Noches de sal» tenía muy clara la idea que quería aplicar. Le conté la historia a mi amigo Claudio Cerdán e íbamos a escribir un simple cuento a cuatro manos. Pero conforme la idea iba desarrollándose y el concepto cogía amplitud, me di cuenta de que allí había chicha para una buena novela. Le pedí a Claudio que me permitiera seguir adelante a mí sólo. El chaval no puso ninguna pega, incluso me permitió utilizar un par de ideas que él había aportado. Así que mandé a esparragar el cuento y comencé desde el principio. Luego llegó otro buen amigo, José Miguel Vilar, y el muy mamón se las apañó para liarme con sus comentarios y convertir una novela con una trama principal y una secundaria en una novela con dos tramas principales. Entonces comprendí que el concepto de novela sencilla se acababa de ir al limbo de las ideas sencillas y que estaba ante un libro contundente. Al final, son los amigos los que te dan la perspectiva real de la novela. Y Claudio Cerdán y José Miguel Vilar me apoyaron mucho con sus aportaciones. Es bueno vivir rodeado de buenos escritores porque se establece una sinergia creativa que da alas al trabajo que te llevas entre manos.
Al final, «Noches de sal» es un conglomerado de vivencias y paseos por Valencia. En «Noches de sal» están mis viajes a Valdeavellano y a Huesca. En «Noches de sal» hay más de cincuenta trayectos en tren a Moncofa. En «Noches de sal» hay paseos por Valencia agarrado a la mano de Yolanda cuando ella andaba en épocas bajas. En «Noches de sal» se refleja el sufrimiento de alguien a quién aprendí a respetar a base de cariño y paciencia. En «Noches de sal» hay inquietudes artísticas… ¿por qué no? Al fin y al cabo es inevitable que el escritor hable sobre el oficio de crear y sobre la pasión que despierta la escritura. En «Noches de sal» se respira Valencia, porque es mi ciudad, la ciudad que amo, el lugar donde nací y al que quería rendirle tributo. Y es que Valencia es una criatura de mil rostros que en los últimos años ha cambiado mucho, y oculta lugares maravillosos que pocas personas conocen y otros lugares populares y que todo el mundo ha visitado alguna vez pero que perfectamente podrían albergar alguna que otra sombra.
Me niego a creer que Valencia sea esa urbe costumbrista y anquilosada que algunos escritores de mi tierra se empreñan en repetir una y otra vez. ¡Que les den por culo! Valencia es un lugar mágico, en donde la poesía puede volverse terrible y la fantasía puede desbordar las calles del Carmen. Valencia es un gran palacio entre las viejas casonas del barrio de La Seu en donde habitaron inquisidores y aristócratas. Valencia es tradición, pero también es oscuridad, y ambientes góticos, y gárgolas, y noches sin estrellas, y enormes puentes que se alzan sobre un río sin vida. Valencia es un jardín de flores, pero también es territorio de criaturas espeluznantes y payasos que aúllan en las ferias a medianoche.
Valencia tiene una parte real y una parte fantástica, oscura y terrorífica. «Noches de sal» plantea esos dos rostros y los conjuga con el arte, la poesía y el teatro de nuestros antepasados. Ahora que lo pienso, «Noches de sal» se quedaría coja sin ese protagonista femenino que es Valencia. Puede que les diga adiós a los otros habitantes de la novela, pero desde luego no será el último libro que escriba ambientado en mi ciudad.
No voy a seguir divagando más sobre la novela (aunque ya os habréis dado cuenta que he largado mucho pero apenas he contado nada). Pensaba que me llevaría hasta mediados de semana la escritura de este último capítulo, pero lo he vomitado en un solo día. Lo necesitaba. Necesitaba desangrarme de una vez por todas. Tengo las venas contaminadas de sal, y es que ha sido un año muy duro y este es el libro que ha marcado los días más espeluznantes de mi vida.
No hace ni veinticuatro horas que dejé de escribir y ya añoro a mis personajes. Les debo una disculpa por dejarlos así, con las maletas en las manos y un futuro incierto que escribir, pero también tengo la impresión de que eso lo tendréis que aportar vosotros, los lectores, si algún día sale el libro a la luz. De momento, yo me retiro a mi cueva, a pegar unas últimas pinceladas al manuscrito y a lamerme las heridas.
Que largo me ha salido este post. Es lo que pasa cuando acabas una novela y tienes pocas cosas que hacer…



By David Mateo with 15 comments

15 comentarios:

Enhorabuena por la criatura, David.
A ver cuando le podemos poner el ojo encima.
Un saludín

Aunque añores a los personajes tenías que acabar algún día y por fin llegó. Muchas felicidades por llevar a buen puerto un proyecto tan ambicioso.

Nada, hombre. Para eso estamos los mamones. La novela, lo sé bien, va a dejar temblando a los lectores. Lo mejor es que el esfuerzo de documentación y de estructura que has hecho se nota y se agradece.
Ah, y enhorabuena. No todos los días se termina una novela.
JM

Muchas gracias, amiguetes.
Lo que tenía bien claro era que la novela comenzaba en un punto y acaba en otro punto. Había una historia que contar y lo he hecho del mejor modo que he podido.
JM, tú te la has tragado de principio a fin, así que saber mejor que nadie lo duro que ha sido el parto. En fín, ahora toca continuar currando en ella, a ver qué sale de todo ésto.
Me siento como el Poly Teutul cuando construye una moto y la tiene que mandar a pulir.

El problema es que estos personajes se acaban convirtiendo en una especie de primos remotos, no los ves nunca pero como sabes tanto de ellos terminan consumiendo más espacio en la olla que los primos de verdad. Nada David, hay que matarlos, so pena de irte desgajando de la realidad. Procede pues a escribir un epílogo secreto, los montas en el tren de Moncofa y obligas al guardagujas a cometer una torpeza.Fin. Dos semanas de luto y a otra cosa.

Por otro lado, una vez concluido el proceso de redacción, te lleva mucho preparar el original? Te lo digo porque a mí, reconstruir partes débiles, recosido y zurcido… y luego todo el proceso de corrección… fue la parte, no complicada, sino donde mete uno más la pata (hablo por mí). Como lo haces tú?

Felicidades, pero me da que aún te queda un par de meses de faena.

Sí, los zurcidos me llevan tiempo, y más en este caso en que el pantalón tiene más hilos sueltos que el telar de Wanted. Realmente no reconstruyo escenas, creo que éstas funcionan bastante bien en el orignal. Quizás algun diálogo, algun cabo suelto, algun matiz que no cuadra bien. Y sobre todo el marco temporal de la novela, eso es lo que me va a tocar repasar más. El tiempo en Noches de sal es esencial.
Luego hay dos personas, a parte de Josemi, que se ha trabajado la novela capítulo a capítulo, cuya crítica va a ser fundamental. Una es mi buena amiga de Ateneaglam, Susana, y el otro es mi informador colorao (al que no voy a nombrar si no me da permiso). De este último he aprendido muchísimo y he recibido mogollón de apoyo moral. Así que sus comentarios serán sagrados.
Además, luego sobreviene el tiempo en el que la novela duerme el sueño de los justos y le vuelvo a dar otra relectura. Así que esos dos meses no me los quita nadie. Pero la faena pesada ya ha acabado y uno respira en paz. Ahora solo quedan zurcidos y pespuntes.

Queda menos tiempo, poco tiempo... y espero que esta novela sea un aldabonazo, una llamada a filas que demuestre de una vez que aquí se hace terror del bueno, que se puede confiar en la creatividad y la calidad nacional.

No sé si tendré paciencia, David.

Suerte con la criatura.

Tengo mucha fe en esta novela, Tampa. ¿Recuerdas los comentarios que me hiciste? Bueno... pues también sirvieron de ayuda moral. Espero que si alguna vez la novela sale a la luz, pueda hacer honor a NOCTE, y dejar satisfechos a los buenos aficionados a la literatura oscura como tú.

¿Era para esta novela el encargo que me pediste?

Por cierto, enhorabuena. yo todavía no sé lo que es eso.

Sí, disculpa que no te haya respondido al correo, pero ayer fue un día frenético. Al final he decidio que esa parte era demasiado explícita y chocaba con el ambiente del resto de la novela, así que decidí eliminarla... de momento. Todo depende del feedback que reciba de la gente que la esté leyendo.
Sea como sea, si llegara a desarrollar esa parte, cosa que ahora mismo dudo muchísimo, eres mi hombre.
Y disculpa por no haber sido un poco más rápido en mi respuesta, Miguel. Desde un principio pensé en ti y creo que lo volvería a hacer en caso de tener que afrontar ese último repunte.

"Al final, son los amigos los que te dan la perspectiva real de la novela. Y Claudio Cerdán y José Miguel Vilar me apoyaron mucho con sus aportaciones. Es bueno vivir rodeado de buenos escritores porque se establece una sinergia creativa que da alas al trabajo que te llevas entre manos."

¿Claudio Cerdán buen escritor? jurl!! De Vilar-Bou no lo dudo, todo sea dicho.

Pues nada, a otra cosa tío. Abandona la novela un par de meses, que la lea otra peña, y luego le haces una limpieza de cutis.

Y la pregunta del millón: ¿qué toca escribir ahora?

Tengo ideas que no casan ni de coña. Pero ya haré que casen. Tiempo al tiempo. De momento prefiero guardármelo porque las ideas tienen que reposar un tiempo y tomar forma. Ya veremos lo que queda.

Enorabuena David, por la pasión que le has metido a esta novela, no dudo que vaya a ser una de tus mejores creaciones. Además, la entrada estuvo inspiradora, en ella veo plasmada la esencia de ser un escritor de pura cepa.
ch3p3

No te desanimes hombre, piensa que cada vez que releas el manuscrito volverás a ser "parte" de la vida de esos personajes que tanto cariño has cogido ^^

Ahora a descansar un poco ¿no? para coger fuerzas y volver a ponerte ante el ordenador para teclear una nueva (o vieja) historia.

PD joer leyéndote hablar asi de la novela, no hace mas que darme aún mayores ganas de leerla XDD en fin habrá que esperar a ver si algún editor se anima con ella. (y si asi lo deseas, siempre puedes pasármela)

Ahora toca período de reflexión, de leer mucho e investigar qué temas quiero tocar en mi próxima novela. A ver si algún día me animo y comento el proceso. Pero básicamente, todo se resume en tener los ojos bien abiertos y husmear el mundo.
Espero seguir hablando más durante esta semana del proceso de producción de la novela, no de la novela en sí. A ver si os gusta lo próximo que tengo que contar.
Por cierto, no te preocupes por la lectura. Cada vez tengo más claro que vosotros, mis lectores habituales y fieles, merecéis una lectura cómoda y maqueada del producto. Nada de manuscritos a medias. Tengo un par de personas que, por experiencia y profesionalidad, seguro que me ayudarán en el proceso de pulido y lograrán que Noches de sal luzca aún mejor. Seguro.
Mientras tanto podéis disfrutar de mis otros libros, y de los libros que llegarán, o de cualquier otro que se anuncie en este blog, porque son libros maravillosos y recomendados 200%

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