Va otra de malos (aunque corta esta vez que, aunque mañana es fiesta, me toca salir de viaje):
Si había una película que de pequeñito me acojonaba vivo era: Cromwell, el rey de los bárbaros. ¿Por qué? Porque salía este notas:
Si había una película que de pequeñito me acojonaba vivo era: Cromwell, el rey de los bárbaros. ¿Por qué? Porque salía este notas:
A los dos minutos de metraje, el tío le arranca el corazón a un desgraciado que se ha metido en su cueva. ¡¡Y qué cueva!! La casa con las caras de Bélmez es el portal de Belén comparado con la cabaña del colega.
Unas cuantas fotos más del amigo. Da grima, ¿eh?
En algo así nos convertimos los frikis cuando leemos dos veces seguidas la saga de Añoranzas y pesares.
Y ahora, para terminar, el espectacular y maravilloso final de la película: HUNDRA. Que sé que muchos de vosotros estábais deseando verlo:
Y ahora, para terminar, el espectacular y maravilloso final de la película: HUNDRA. Que sé que muchos de vosotros estábais deseando verlo:
Si es que ya no se hacen finales como éste (gracias a Dios).
2 comentarios:
bueno, esto es la leche.
Sabía que te iba a molar el despelote final de Hundra.
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