El laberinto del fauno creó tendencia; supuso el pistoletazo de salida para un tipo de cine que superpone lo ficticio sobre lo real y vino a decirnos que las cosas no tienen por qué ser como las ven nuestros ojos, sino que existe una difusa frontera entre los dos universos que cohabitan en nuestro interior: el que ve nuestra mente racional y el que atisba nuestro corazón herido. Realidad descarnada y fantástica imaginación, aunque más que fantástica podría definirse como evasiva. ¿Y qué nos propone El orfanato? Un tercer ingrediente en este cóctel de visiones enrevesadas: lo sobrenatural. La peli de Juan Antonio Bayona es una película tramposa (y no podría dar mis razones aquí sin desvelar parte de la trama), pero son trampas plausibles, trampas ingeniosas que el director expone sin tapujos para esconder la resolución final de la película. Bien puede parecer que nos encontramos ante el típico film de fantasmas y casas encantadas (a un servidor le recordó en ciertos momentos a Frágiles de Balagueró y a El internado de Pascal Laugier, aunque superando a ambas en su planteamiento y desarrollo, sobre todo a la primera), pero más allá del argumento y de la desaparición de Simón y la búsqueda de Laura (Belén Rueda) por recuperar a su hijo, lo que fascina de esta película es la propia psique de la protagonista, el juego de luces y sombras que se desencadena en su cerebro y la hace entrar en una psicosis que nunca sabes muy bien de dónde proviene: si de la casa o de su propio subconsciente lisiado.
La película utiliza constantemente tópicos del cine de terror: niños imaginarios, juegos de ingenio que nos proporcionarán la próxima pista para desmadejar la trama y sustos inesperados (empleados con mayor fortuna que en las películas de terror que nos llegan del otro lado del charco). La atmósfera que se recrea en la película es opresiva, los detalles abruman y la actuación de los protagonistas te mete de lleno en la acción. Sabes lo que va a ocurrir, pero no importa. Quieres ver qué pasa (y sobre todo, cómo va a pasar) a continuación, quieres seguir dentro de la mente de ese soberbio personaje que interpreta Belén Rueda, que se come la película con cada fotograma, con cada expresión de su rostro, con cada palabra que sale de su boca…
Por cierto, quisiera destacar dos momentos brutales de la película: Geraldine Chaplin, sólo cinco minutos en escena y todavía se me pone la piel de gallina al verla vagar por la casa a través del monitor. El médium obeso (lo siento, no sé el nombre del actor) también colabora mucho con su presencia. Y por otro lado el juego del «Un, dos, tres…» en el pasillo de la mansión. Nunca ha acojonado tanto ver a Belén Rueda darse la vuelta y contemplar lo que se congrega a sus espaldas.
Tras ver El orfanato me ha quedado un regusto agradable en el paladar, mucho más agradable que el que me han dejado algunos de los últimos bodrios americanos (y si queréis empezamos a citar películas infumables como The Messenger, En la tiniebla o El escondite). Tengo bien claro que esta película, aunque no es una obra maestra tiene todo lo que debe tener, por lo que cualquier remake no haría más que estropearla, por lo tanto, cuando saquen su homónima americana ni me molestaré en verla porque probablemente lo único que lograrán es estropear una maravillosa ambientación.
17 comentarios:
Escribí una columna para Sedice sobre los agujeros de guión que tiene esta película, aunque finalmente la desheché, tenía poca enjundia, :). Ya que sacas el tema aprovecho para comentarlos aquí, o sea que spoilers vienen, avisados quedaís.
Dos agujerillos: ¿Si Benigna, la madre de Tomás, no es asitente social de donde saca el historial médico de Simón?
¿Si su hijo había abierto esa puerta sólo unos meses atrás, por qué necesita Laura rasgar el papel para abrirla?
Y el que me pareció más gordo y que se carga toda la estructura dramática de la historia. ¿Cómo es posible que una cuidadora envenene y haga desaparecer a todos los niños de un orfanato sin que ni la responsable ni el resto del personal se pregunte dónde están? ¿No hubo investigación policial que pudiera encontrar unos sacos en un cobertizo? ¿Se debe presuponer, aunque no tengamos ningún indicio de ello ni tenga lógica alguna, que todo el personal permitió de forma complice la venganza de la madre del niño deforme?
La película no me desagradó pero, o no me enteré de nada o el guión es endeble a matar.
Supongo que son cabos sueltos que deja la película. Benigna, creí entender, padece una obsesión hacia todo lo que tiene que ver con el orfanato donde muere su hijo. Es decir, desde el momento en que Laura es adoptada y deja la institución, Benigna se dedica a seguir su rastro y en algún momento dado da con el expediente de Simón (o simplemente lo roba para acceder a ella y al orfanato).
La trama del asesinato de los niños queda muy en un segundo plano a lo largo de la historia. Si quieres que sea sincero, no recuerdo exactamente quién los envenena: ¿Benigna porque los responsabiliza del asesinato de su hijo en la cueva? ¿La gente que dirige el orfanato? Tendría que verla otra vez para captar estos detalles.
Respecto a la entrada secreta: tienes toda la razón. Es el detalle al que le estoy dando vueltas desde ayer. Teóricamente, Laura abre la falsa puerta que da a la habitación de Tomás, pero... ¿rasga el papel que la camufla? ¿Lo rompe para dar con la puerta, o simplemente rasga un cacho y la puerta ya se distingue en el trasfondo del armario? Si es el primer caso es un error de bulto porque Simón accede a la habitación de Tomás en varias ocasiones. Si es el segundo caso, pues bueno... es una licencia artística, al fin y al cabo cuando la guardia civil está investigando la casa lo hace a la española, es decir, por donde mira la suegra y estaba tuerta.
Yo creo que la historia es que Benigna culpa a los niños por la muerte de su hijo, ahogado al subir la marea y no querer salir de la gruta porque le han quitado el saco; los envenena tal y como percibe la medium. No en vano luego la pilla Laura intentando eliminar los restos del cobertizo ahora que en la casa hay nuevos inquilinos. Si ella no fuera la responsable no tendría sentido que intentara esconder los cadáveres.
Lo que no se explica en ningún momento es cuál fue la actitud del resto de personal del orfanato ante este hecho, ni las consecuencias que tuvo en su momento. Y esto es algo que debería explicarse por el bien de la coherencia de la historia.
Lo de la puerta sí que necesitaría volver a verlo para estar seguro. Puede que se trate de una puerta camuflada pero que se puede abrir y cerrar perfectamente si se sabe que está ahí, y que Laura necesita romper el papel para constatar su presencia. Pero si realmente se encuentra "debajo" del papel la cagada es gorda.
El comentario eliminado es mío. Al blogger éste últimamente siempre le da por duplicármelos.
Es lo que te comentaba, que la trama queda muy en el aire, sobre todo en lo concerniente al asesinato de los niños. Una justificación plausible es que cerraran el orfanato a raíz de la desaparición de los niños.
En fin, que toca tirar de mula para ese segundo visionado y captar mejor los detalles.
A los 15 minutos sabía cómo iba a terminar la película (como a la mayoria, espero) y me dediqué a asustar a mi novia en el cine. Por lo demás, se deja ver. Lo de los medium si, da mucho miedo, pero a mi me supo a relleno.
Los mejores sustos son los "reales", y principalmente estoy hablando de la muerte de Benigna, incluyendo el momento en el que agarra a Belén Rueda del brazo.
A mi me quedó bien claro que la tal Benigna se carga a todos los críos. Pudo haber dicho que los habian adoptado a todos, o que se habian fugado o vete a saber, eso no me importó demasiado.
También me parece que se trata de una puerta camuflada, que al insertar el picaporte se abre y ya está.
Eso sí, tanto los títulos de crédito como en el trailer aparece la Belén Rueda quitando jirones bien grandes del papel de las paredes... escena que en ningún momento sale en la película. ¿Escenas eliminadas? ¿Recortes de última hora?
Coñe, pues no me había dado cuenta de ese detalle. Lo que sí que recuerdo de la película es a Belén Rueda rasgando una parte de la puerta trasera, pero no sé si lo arranca todo.
"La poli mola".
¿La poli? ¿Te refieres a la psicóloga?
A mí, el caso es que la Benigna me recordaba a Benito Pocino, el Mortadelo de la película de Javier Fesser. O al vigilante de las cámaras de Hospital Kigndom.
Respecto a la medium no creo que esté de relleno, Getchell. Da una clave que te hace pensar que al personaje de Belén Rueda se le está yendo la chola. Más o menos le viene a decir que sólo alguien que está próximo a la muerte puede ver a los espíritus del orfanato. Lo que da a entender que todo lo que la tipa ve durante el juego de la pared y el descubrimiento del cuarto de Tomás es algo que proviene de su subconsciente, no de la casa. Para mí, no ve realmente a los niños de la casa hasta que se suicida.
La Geraldine Chaplin le da mucho carisma a la parte del metraje en la que aparece un poco siguiendo la estela de la medium de Poltergeist. Incluso lleva bien el momento cómico, cuando le preguntan si podría asistir a la sesión la medium de la policía.
Por cierto que en Bruselas conocí a Sergio G. Sánchez, el guionista de la película, un tío supermajo, sin ninguna ínfula y muy aficionado al terror y la fantasía, lógicamente. Además, si no pasa nada, escribirá la próxima peli de Guillermo del Toro.
Supongo que no será la de Hellboy, ¿no? Será la otra. ¿También de terror? ¿Te adelantó algo?
sí, es una historia de fantasmas que se desarrolla en torno a una fosa común de la guerra civil en una mina de Asturias. Me dijo que la película era rollo subterráneos, con atmósfera opresiva a lo Alien. También dijo que la cabeza de Guillermo del Toro era una cafetera (textualmente) y que costaba sentarlo para menear el proyecto pq siempre se le están ocurriendo cosas nuevas.
Coño, si es como la novela de Emilio Bueso: Noche cerrada. Una fosa común sobterránea pero en este caso en una mina de Asturias en vez de una vieja fábrica en mitad de Castellón. ¡Y con pasadizos subterráneos! Ya sólo hace falta que salgan ratas mutantes.
Ya, ahora que lo dices, lo pensé mientras leía la novela. Parece que es un tema que va al alza. Pues mira, el Bueso se ha adelantado porque el guión de la peli se supone que estaba inacabado y que era medio secreto. De hecho, en la entrevista el chaval me dijo que no pusiera en el reportaje lo que acabo de decir...
Sí, últimamente todo el mundo escribe sobre la guerra civil y Guillermo del Toro, en especial, parece haberle pillado el gusto a ese periodo histórico de nuestra historia: El espinazo del diablo, El laberinto del Fauno...
Es una trilogía que se supone que se cierra con esta película que rodaría después de Hell Boy 2. Y después, según me dijeron, Del Toro pasará de rodar en español. Aunque ya se sabe. También los Héroes del Silencio se separaron para siempre.
Precisamente, lo que hace especial a Del Toro es ese tipo de cine pseudoeuropeo con influencias yanquis, que lo hace especial y diferente. Para mí, cuando Del Toro ha fracasado ha sido cuando ha hecho productos con estética americana, llamense Blade 2 o Mimic (e incluso me atrevería a referir Hellboy, que aunque es una película chula, no llega a ser tan buenas como El espinazo o El laberinto del fauno). Espero que no renuncie a sus raíces y se embarque en la dirección subproductos americanos, porque perderá parte de su identidad.
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