miércoles, julio 2

¿Es «El señor de los anillos» una obra juvenil?


Aunque parezca sencilla, la pregunta tiene tela. Abstraigámonos de lo que somos, de lo que fuimos y de lo que seremos. Dejemos de pensar en el «Yo esto…» o «Yo lo otro…»; echemos un vistazo al hoy y al ahora, pensemos en nuestros hijos, en nuestros sobrinos, en nuestros primos, y, una vez mentalizados, no nos quedemos en ellos, vayamos más allá y pensemos en la sociedad joven que conforma nuestro relevo.

¿Ya nos hemos mentalizado? Bien, vuelvo a plantear la pregunta: ¿Es «El señor de los anillos» una obra juvenil?

Si nos atenemos a la pregunta y desestimamos la realidad de nuestra sociedad, la respuesta es sencilla: sí. Durante generaciones, chavales que superan los quince y los dieciséis han degustado las andanzas de Frodo y Sam por la Tierra Media, y se han maravillado con los fascinantes paisajes que una vez imaginó Tolkien. Pero si atendemos a la realidad, si cogemos las frías estadísticas que nos hablan del déficit de entendimiento que sufren nuestros chavales a la hora asimilar lo que están leyendo, la situación cambia y comenzamos a replantearnos la respuesta.

Tolkien escribió «El señor de los anillos» en los años cuarenta-cincuenta, su concepción del lenguaje era completamente diferente al actual. La construcción del libro se basa en largas parrafadas que van más allá de las peripecias de los personajes, y se deleita en los paisajes, en la mitología, en las fuentes de la Tierra Media. Nos agasaja —o nos abruma… tómenselo como quieran— con una cantidad de información que incluso llega a superar a un adulto no avezado en las peculiaridades del texto (¿hace falta volver a recordar la aparición del personaje de Tom Bombadil?). Puedo decirles que el noventa por cien de los alumnos que han pasado por mis manos, de aquí a dos o tres años, no estarán preparados para enfrentarse a este libro, es más, si alguno trata de leerlo, probablemente pierda su interés en las cien primeras páginas, donde se descubren las peculiaridades de La Comarca, y no llegue a asistir a la trepidante marcha de Frodo y Sam de Bolson Cerrado.

Generalizar no es bueno, desde luego. Por aquí, de vez en cuando, se deja caer alguno de mis alumnos e interactúa con gente adulta, demostrando que su nivel intelectual le capacita para abordar «El señor de los anillos» o cualquier otra obra con trasfondo adulto (también debo decir que por aquí se deja caer algún que otro adulto que demuestra tener un cociente intelectual que no le llega a la suela de los zapatos a cualquiera de mis chavales… perdón por el eufemismo); la cuestión es que no podemos hacer dogmas de casos aislados, y lo que dicta la realidad es que por mucho que la Academia de las Letras señale a «El señor de los anillos» como una novela juvenil, la especificación no deja de ser una etiqueta que poco a poco va perdiendo todo el valor. Si yo tuviera que iniciar a mi sobrina de diecisiete años en el legado del maestro Tolkien, ni se me ocurriría entregarle «El señor de los anillos», sino que comenzaría con «El hobbit», una novela más redonda, más amena, más sencilla y que su propio autor la concibió como una novela infantil.

Debemos tenderles la mano a nuestros chavales, coger el toro por los cuernos y aceptar la realidad. Comprender sus problemas y asumir que ellos no se parecen en nada a nosotros. Que cualquier chaval que curse quinto o sexto de primaria no va a salir corriendo a la librería a comprarse «El hobbit» al leer la primera página en clase, como me pasó a mí en sexto de EGB. Que la sociedad ha cambiado mucho en diez o quince años y se han perdido una serie de valores deductivos que nosotros sí adquirimos. Si queremos reconducir la situación, debemos hacerlo desde la raíz, buscar las novelas adecuadas para que el niño se encuentre a sí mismo como lector y crezca junto a los libros, que aprenda a disfrutar de ellos en vez de que se conviertan en sinónimo de aburrimiento. Estoy seguro de que si reconducimos la situación, si logramos desde el hogar cambiar la base lectora de nuestros hijos, de nuestros sobrinos, de nuestros allegados, el tiempo hará que maduren sus hábitos y volveremos a encontrarnos con una nueva generación que, cuando vea los tres tochos de Tolkien encima de la mesa, no huya espantada.


By David Mateo with 11 comments

11 comentarios:

Hoy no sé muy bien por donde vas.
El llamado público juvenil tiene mucho de engaño, pues en literatura la madurez no la dan los años, sino las horas de lectura y la cantidad de códigos culturales que eres capaz de descifrar. Creo que el problema es más bien, ¿Es el Sr. De los anillos un buen libro para iniciarse en la lectura?. Y en eso coincido contigo en que no. Para iniciarse en la lectura tal vez mejor el Caracola, Los Cinco, Harry Potter, y si ya eres algo mayor y las temática tales te la bufan, pues tal vez sea cosa de tirar de la Catedral del Mar, algún ensayito amarillo sobre el 11-M o el “cómo vencí al cáncer” o resignarte al Donde Estás Corazón (tú te lo has perdido) y al Bucay (ultima etapa de la degradación cultural). En el caso concreto del ESDLA, la respuesta es, a mi juicio, que se trata de una temática de corte fantástico con predicamento entre la juventud. Y punto. Pero es una obra tan bien hecha que logra atravesar toda la pirámide de lectores, desde la base a la cúspide. Es una genialidad. Aconsejable para todo lector medio que no padezca de una fobia irreversible hacia lo fantástico y lo épico.

¡Bueeeeeeno! No sé ni por dónde empezar a comentar ...

1 ) Quizás les deba a mis profesores de Lengua y Literatura, que no "recomendaran" ningún libro de Tolkien en mis estudios juveniles

2 ) Algunos de esos profesores, consideraban al maestro Tolkien como un escritor menor; y no consideraban sus obras como literatura. Quizás, medio influenciados por la Rae; quizás medio influenciados porque aquí en España, la fantasía ha estado considerada como una entidad menor; al igual que ha ocurrido con los Comics.

3 ) El Hobbit y ESDLA, amigo David, si te soy sincero; cayeron en mis manos por primera vez cuando ya estaba bastante crecidito. Los descubrí de casualidad, porque me comentó un amigo por radio Macuto, que había un pedazo de escritor de origen inglés que había creado todo un mundo (blah blah) ... Tendría yo por esas fechas, aproximadamente, unos 18-19 años ...

4 ) Recién entrado en la Universidad, y habiendo devorado ávidamente tanto ESDLA como El Hobbit (leí primero ESDLA, y a continuación las eventuras de Bolsón con el dragón); comenté con los profesores de Literatura y Lengua que había tenido en el Instituto, la obra de Tolkien. ¡Ni siquiera lo conocían! Eran (y son), de los que he comentado en los puntos 1) y 2). Consideraban y consideran a Cervantes (y análogos) como el maestro ... Pero la fantasía, no entran dentro de sus planes ... Y más, siendo literatura alglosajona ...

5 ) Quizás, por eso, sea un tardío descubridor y lector de Tolkien y su mundo ...

6 ) He intentado (recomendado y comentado, no obligado) que mi sobrina, de 16 años lea El Hobbit (e incluso ESDLA). Pero chico, no es lo que está de moda. No es lo que aparece en la tv, ni aparecen en las estanterías de Best sellers (ahora sí aparecen, antes no, pero entenderme: no son el tipo de libros por el que un adolescente va a salir corriendo). No son el tipo de libros que circula con los mensajitos de los móviles. No es el tipo de libros que vas a encontrar en la tienda actual con la marca de moda. No son chachi ...

7 ) Yo quiero pensar, que toda la obra de Tolkien es atemporal. Disfruto cada vez que leo o visiono algo relacionado con su obra, su mundo, ...

8 ) Yo no me considero ningún portento intelectual de la obra Tolkiniana, simplemente me considero un humilde lector que disfruta con el mundo Tolkiniano.

9 ) Para finalizar, amigo David, quizás seamos nosotros, los “Tolkinianos de pro” o de los “inkings”, los bichos raros, la especie en vías de extinción ...

Lo que está claro es que, hoy en día, la literatura juvenil puede dividirse en segmentos de escala ascendente. Es decir, clasificaciones por edades. Tal como se está poniendo el percal, yo me reafirmo, un chaval de secundaria no se lee ESDLA ni jarto de vino, a no ser que sus hábitos de lectura sean muy ricos y, por ende, se trague todo lo que pase por sus manos. Pero esa no es la regla.
Y por supuesto, si la obra cumbre de Tolkien no es un manjar propio de adolescentes, mucho menos lo son las obras decimonónicas de los clásicos nacionales. Probablemente deban leerlas para enriquecer su acervo cultural, pero el 80% del alumnado va a acabar aborreciéndolas y, lo que es peor, van a aborrecer la literatura.
Yo, desde luego, abogo por lecturas más ligeras a lo largo de la infancia y ya irán ellos mismos exigiendo una mayor profundidad en los textos... o no. Servidor, tal como están las cosas, se conformaría con que todos sus alumnos se leyeran un libro al mes. Pero lo veo muy difícil a no ser que sea por prescripción médica.

Has puesto la portada de la versión tocha que tengo yo.

Pues no puedo hacer más que estar de acuerdo contigo 100%.

El Hobbit es mucho más sencillo, sin subtramas, sin subtramas, es mucho más lineal y el tema no tiene la profundidad de su hermano mayor.

REcuerdo que con 12 años, o quizás 13 me leí el Hobbit y me gustó mucho. UN par de años después fui a por El Señor de los Anillos, melo terminé y me gustó, pero se me hizo difícil y eso que entonces era un niño que leía muchísimo.

La otra cuestión que planteas es el problema de la compresión lectora en la secundaria y el desinterés por la lectura, es un problema muy grave, ya que repercute en su estudio.

la verdad es que el gusto personal por la lectura mejora muchas cosas, la ortografía, la expresión escrita. Se nota a la legua un niño o una niña que lee de uno que no.

La respuesta es no. Un no claro y rotundo.

"El señor de los anillos" no es literatura juvenil. Y no porque su disfrute esté fuera del alcance de buena parte de la juventud actual, sino porque por intención, estilo y temática jamás pretendió dirigirse a un segmento de edad específico. La única razón para ser calificado como tal es el prejuicio contra la literatura fantástica, que por serlo no puede estar dirigida a adultos.

De hecho, en sus primeras fases de desarrollo "El señor de los anillos" iba a ser en efecto una novela juvenil. Hay multitud de detalles en los primeros capítulos que lo delatan (anacronismos como el paraguas de Lobelia o los fuegos artificiales evocando una locomotora, o el zorro "parlante" de Archet, e incluso todo el capítulo de Tom Bombadil), pero a medida que proseguía el trabajo el tono cambió por completo. La historia se entrelazó con el corpus mitológico que llevaba años creando y ganó en profundidad y amplitud. Las sucesivas reescrituras terminaron por purgar la mayor parte de la "juvenilidad", hasta dejar apenas los detalle comentados.

Por otra parte, ¿novela más redonda "El hobbit"? Vamos, David, que estas comparándola con una obra maestra de la literatura universal. "El hobbit" sí que es literatura juvenil, porque así fue concebida, y como tal es más fácil de leer, pero ¿más redonda? Creo que pretendes referirte a su idoneidad como inicio a la lectura, y ahí tienes razón, pero jamás puede tildarse de más redonda que la esfericidad perfecta.

PD1: La calificación por edades de una novela no debería hacerse según la edad a la que se lea. Yo me leí por primera vez "El señor de los anillos" con ocho años y eso no la hace infantil. Sino por su público objetivo, que en este caso son todos, independimente de la edad.

PD2: Hay obras maestras en la literatura infantil y juvenil. No pretendo en modo alguno caer en el error de menospreciarla como se menosprecia el fantástico. Así, a bote pronto, apuntaría a Michael Ende, con "Momo" y la primera mitad de "La historia interminable" (la segunda es una obra maestra de la literatura para adultos; y entre ambas conforman otra obra maestra de la literatura universal).

Resumen: No, "El señor de los anillos" no es una obra juvenil. Aunque sí, es apropiado para jóvenes (con cierta experiencia lectora). Apoyar la tesis opuesta no supone sino apoyar el prejuicio contra el fantástico en general y la fantasía muy en particular.

Ojo, cuando me refiero a que "El hobbit" es una novela más redonda que "El señor de los anillos", no entro a comparar el contenido de ambas novelas, ya que "El señor de los anillos" es una obra maestra de la literatura universal. Simplemente estoy diciendo que si tomamos El hobbit como obra juvenil, es más adecuada para un chaval que El señor de los anillos. Por supuesto es más ligera, más trepidante y su concepción es más sencilla.
Con el resto de tu exposición estoy de acuerdo. Yo no le daría a un chaval El señor de los anillos a leer, aunque sea un título recomendado entre cantidad de pedagogos.

Además, Sergio, tú eres un friki-tolkiniano, sabes cuál es la naturaleza de ESDLA y conoces sus raíces. No todos tienen esa noción o se han molestado en tenerla. La percepción de hoy en día de Tolkien es que es autor de novela juvenil, y se mete toda su obra en el saco, con todos los males que eso conlleva. Y lo que menos me preocupa es la entidad de la obra en sí (la obra ya tiene sus detractores y sus defensores), sino el trauma que se le puede ocasionar al chaval de 15 años con el intento de lectura de una obra tan compleja.
Y ojo, cuando se habla de novela juvenil o fantástica, dejemos a un lado las excusas, ya que partimos desde la base que no estamos denigrando el género en ninguno de sus conceptos, sino que estamos valorando la obra en sí.
Respecto a la clasificación de los libros por edades, ahí poco podemos hacer. Las editoriales juveniles mandan y tienen el monopolio. Mi premisa en clase es que el chaval lea lo que le entra por el ojo, pero, por desgracia, no todos opinamos igual y muchas veces la opinión va enfocada según "sugiere" el monopolio.

Hay muchas supuestas novelas juveniles que me cuidaría mucho de recomendar a lectores jóvenes por sus valores pedagógidos (sí, desde luego, como obras literarias). Ahí está, por ejemplo, "Los tres mosqueteros", que narra las avnturas de una panda de aventureros de moral discutible y con párrafos que chocan de frente con las sensibilidades actuales.

Creo que es Aramis quien le recomienda a D'artagnan que "los criados son como las mujeres, deben sentir el pie del amo en el cuello para comportarse bien". A continuación nuestro héroe le da una paliza a su criado y se soluciona el conflicto.

Vamos, que "Los tres mosqueteros" me parece un novelón divertidísimo, pero pedagógico, lo que se dice pedagógico... Y sin embargo ahí está, santificado por la costumbre.

Por otra parte, deberían de ponerse de acuerdo en lo que se pretende conseguir recomendando libros a los chavales. No se puede al mismo tiempo inculcar hábito de lectura y forjar cultura literaria. Lo primero debería ser prioritario, que lo segundo llegará solo. Sin embargo, hay demasiado interés en que "al menos" los estudiantes se hayan leído los dos o tres clásicos de rigor.

El gran problema de todo esto es que un baremo da por sentado que todos los lectores mantienen el mismo nivel. Es más, algunos títulos llevan integrados en un segmeto de edad desde que mi abuelo hizo la mili, y creo yo que los hábitos de lectura han cambiado (y para mal, desgraciadamente) en los últimos años.
La última vez que vi "La historia interminable" en una librería estaba en la colección roja de Alfaguara, igual que Momo. Yo creo que La historia interminable me la leí con ocho años... ahora hay quien no la aborda hasta los dieciocho.
Luego hay un mal mucho más endémico que son los intereses editoriales en hacer negocio con lo que no se debe hacer negocio. Y la facilidad que tienen algunos autores de vender obras de su grupo editorial con la única garantía de un sellito. Pero bueno... no vale la pena meterse en aguas más cenagosas, porque al final acabas hundiéndote hasta el fondo.

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